Capítulo 4 : Kahina, la última acompañante.

Mientras más nos adentrábamos en el bosque, La reina oscura, Osiris y yo, más nos acercábamos a su parte más clara. Esa porción del bosque es conocida como El Bosque de los Elfos.

Más tarde, luego de escuchar los exquisitos cantos de las musas, regalo a las artes musicales y estéticas por parte de los dioses del Olimpo, Osiris me comentó que pronto conoceríamos a nuestro próximo acompañante. O eso suponía ya que, este último se había desviado y no tenía la menor idea en donde se había metido.

Sin embargo, se podía deducir que era una persona inquieta y distraída, además de impuntual. Aunque, eso lo deduje de lo poco que él había comentado de aquella persona.

Luego, él me contó que se trataba de un pariente suyo. Otro engreído pensé. Pero, me dijo que se trataba de una niña de 14 años y que era algo hiperactiva.

Cuando escuché sus palabras mis humos bajaron y me tranquilicé. No debería soportar a otro como él. Además de ser todas mujeres. Asimismo, me gustaban los chicos lindos, pero también me importaba su personalidad y odiaba a los egocéntricos. Tampoco significaba que estuviera interesada en Osiris. Si tan solo fuera más amable, dulce o un poco más inteligente. Tal vez me gustaría más.

Aunque por lo que he visto, es malo para hablar con las mujeres, no sabe cómo tratarnos y eso no me agradaba. A las mujeres o a cualquier persona se la debe tratar con respeto. Algo que no presenciaba de partida en él. Así que debería buscar por otro lado. Quien sabe, tal vez encontraría a alguien en esta competencia, ya que habría todo tipo de seres mágicos o sobrenaturales, alguien que me entendiera. Amigos o una futura pareja. Alguien como yo. Un bicho raro entre la multitud.

¡Ángela! Escuché que gritaron mientras estaba sumida en mis pensamientos. Entonces, caí en la cuenta de que estaba por caer y por un pelo casi termino tirada en suelo. No sé cómo realmente hubiera terminado así. Si hubiese sido por mi parte, era probable, pero que Penélope también. En solo unos segundos, mi equina había perdido el equilibrio y estábamos cayendo de sopetón. Al parecer, un pequeño animalito la había asustado.

Pero gracias a Osiris y a una niña que apareció de repente, no sucedió. Por suerte, estos tomaron del lado izquierdo a Penélope y a mí del lado derecho para ayudarnos a recuperar el equilibrio. Osiris me ayudó a mí. Sin embargo, luego de tomarme en sus brazos, terminó dejándome en el piso sentada de prepo. En un segundo, dulcemente me llevaba en sus brazos y al otro instante, me soltaba y caía de espaldas al suelo duro y frío. Le lancé una mirada asesina y él se mostró indiferente.

La niña que salió de la nada, dejó a Penélope tranquila, se acercó a nosotros.

-¡Hola!-Gritó. Luego tomó aire y abrió grande la boca- Soy Kahina, prima de Osiris, vengo de Egipto, soy la guardiana del templo del Sol, el Dios Ra, un gusto en conocerlos, aunque no solo pueden llamarme Kahina ¡Es un gusto conocerlos! Espero que seamos buenos acompañantes.

-Sabemos quién eres y aunque no sepamos, no tienes que contarnos toda tu vida ¿Entendiste o quieres qué te lo repita?-Le dijo Shade, bruscamente, interrumpiéndola.

-Sí entendí, una pregunta-Exclamó nuevamente la niña, esta vez más calmada.

-¿Qué?-Suspiró Shade.

-¿Eres una amargada? O ¿Tienes problemas de la ira? - Shade le lanzó una mirada fulminante. Cuando La escuché decir eso tuve que abalanzarme sobre esta para que no le haga nada, no es bueno hacerla enojar. Podrá no gastar saliva innecesariamente, pero no parecía importarle mucho de que hubiese una menos en el grupo.

-Escucha niña-Dijo Shade más calmada-No me interesa nada de ti, aunque por desgracia estaremos viajando juntas, así que no me molestes y ocúpate de tus asuntos.

-Bien, primero, no soy una niña-Exclamó poniéndole los puntos- Segundo, me llamo Kahina y tercero, me da lo mismo lo que hagas, así que, me buscaré otra persona con la que pueda hablar y todos contentos-Al instante me miró, dubitativa y me dijo-Tú pareces más agradable que ella ¡Mucho gusto! me gustaría poder hablar contigo-Luego acercó su mano en modo de saludo y le respondí de la misma manera con cordialidad. Parecía solo una niña por fuera y algo charlatana, pero a la vez alegre y positiva.

Además de agradable. Aunque su manera de expresarse era un poco extraña.

-Yo no tengo problema- Musité con entusiasmo. Por fin alguien, en especial una chica, la cual no se fijaba en mi belleza y no parecía ser envidiosa.

-Osiris-Llamó Kahina a su primo- ¿Ella es tu novia?

-¿¡Qué!?-Grité- De nuevo ¿Por qué creen que somos novios?

-No lo sé- Dijo Osiris inexpresivo. No sabía si la situación le gustaba, si le molestaba o le daba lo mismo.

-Solo lo digo porque pareces una buena chica para mi primo, no tiene pareja, así que le vendría bien una -Exclamó guiñando el ojo. Bueno, no me era una sorpresa que no tuviese una. Era un chico bastante idiota -Además, tal vez te podría enseñar a hablar con las mujeres, ya que eres un estúpido. Es decir, no les haces caso o ninguna es suficiente para ti-Dijo esta vez mirando a Osiris.

-¡Espera Kahina!-Exclamó de repente cambiando su expresión-No soy un estúpido. Sólo porque no haya encontrado a una chica que realmente me guste, no quiere decir que lo sea. Además, quiero encontrar a alguien con la cual pueda pasar toda mi vida-Exclamó- Sin contar que es algo que no te incumbe.

-¿Es en serio? Creí que lo eras, aunque eso de buscar a alguien es tierno-Le dije sarcástica, aunque las últimas palabras eran ciertas.

-Aun así, no te lo estoy proponiendo-Me dijo con una risa burlona y mirándome con desprecio.

-No te lo estaba diciendo por mí, nunca estaría de novia con un maleducado-Grité.

-¿Por qué un maleducado? Sólo porque seas bonita no quiere decir que les vayas a interesar a todos los chicos del planeta, eres bastante engreída solo por ser un Ángela.

-¿Qué? No soy ninguna engreída sólo porque soy un ángel y ya te lo había dicho antes, que por desgracia tuve que gastar saliva contigo-Dije algo furiosa. Justo él me venía a decir que era una engreída. Asimismo, no tenía ni idea por lo que había pasado ¿Qué podría saber de mí?

Aunque lo que había dicho anteriormente, lo de buscar a alguien para pasar su vida y que dio a entender que busca a alguien por su personalidad. Eso sí es tierno. Y cambia un poco la perspectiva acerca de lo que él piensa sobre las mujeres. En especial, para un chico de nuestra edad que solo buscan a alguien linda. Sin embargo, habría que analizar cuál sería la mujer ideal para Osiris. Quizá, alguien hermosa, inteligente, buena, talentosa y demás. Algo difícil y más, para un chico que le faltan bastantes características y valores.

No obstante, sentía la necesidad de saber un poco más sobre él. Sin embargo, mi interés no debía crecer demasiado. A pesar, de ser el único chico que he conocido que piensa así, por lo cual, no debo hacerme tanto la difícil para no cansarlo. Pero tampoco dejarme pisotear, debo hacerme valer y también, respetarlo.

Suspiré.

Típico de mí, hacerme todo el cuento en la cabeza, cuando nada está dicho aún, pensé luego de recapacitar. Además, me había dejado en claro que no me gustaba. Sin contar, que se trataba de mi compañero de viaje y podría llegar a ser un enemigo.

Por alguna razón, eso no me gustaba. Bueno, no me agradaría que ninguno de ellos se volviese mi enemigo.

-¿Por qué será que siempre hay interrupciones? Debemos seguir y alguien aparece y nos hace tardar más y más. Si seguimos así, no nos quedarán noches para dormir y deberemos madrugar más seguido y más temprano-Exclamó Shade como si no la oyéramos.

-Tranquila Shade, ya salimos y seguimos, no te preocupes ¡Llegaremos con tiempo de sobra!-Dije tratando de ser alentadora.

-Bien, hagan lo que quieran mientras no me retrasen a mí.

-Seguro-Musito Osiris y también lo acompañaba Kahina. Después de calmar a la reina de la oscuridad, se nos sumó Kahina, quién no viajaba a caballo. Ni siquiera, sobre un equino. Sino, que sobre un camello. Sin embargo, no me parecía extraño, ya que venía de un desierto.

Pero me llamó la atención Osiris. Es decir, él se estaba transportando en un caballo, a diferencia de Kahina. Cuando los dos habían venido de la misma zona.

Entonces le pregunte y me comentó, que cuando él se dirigía en camino para encontrarse con nosotras en Atenas, una sombra con figura humana lo asaltó en el camino. Me dijo que él, se sintió mareado como si lo hubiesen golpeado con brusquedad en la cabeza. Luego de ello, se desmayó.

Más tarde cuando despertó, su camello estaba muerto. Lo encontró partido a la mitad. No tenía idea del por qué o de donde había salido esa silueta. Pero, si me dijo que había que tener mucho cuidado por donde anduviéramos. Había que estar atentos y no perdernos de vista. Asentí con la cabeza.

Cuando de pronto, me sentí más liviana, los cantos de las musas habían cesado, era porque habíamos llegado al Bosque de los Elfos.

            
            

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