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RYUJI
-Casi BROC a la vista! - canta mi hermano Tai a través del enlace mental que comparto con mi familia.
- Cállate Tai- lo reprende Sato.
-Que hace ella fuera de la camilla? ¡Debería descansar! ¡No pasearse por el palacio y sin fuerzas para sostenerse! -
- No te angusties Ma, el día que dejes de curar a las personas van a empezar a apreciar tus esfuerzos. – sentencia Tai.
Su esposa Fera le llama la atención.
- Deben estar ambas trastornadas después de lo que pasaron. Ryuji se gentil, y no las asustes mas de lo que están. – sigue mi madre.
- Déjenme terminar con estas basuras misóginas y las devuelvo a la enfermería... como salieron de allí?
Sin esperar respuesta, comienzo a reprender a los humanos y a la vez ahondando en sus mentes, tratando de entender el porque decidieron agredir físicamente a dos mujeres en una procesión mas que pacifica.
Porque vi los videos, vi que no hubo necesidad de forzar a la casi BROC, digo... a la chica rubia y menos de apalear a la otra que iba en su defensa.
Esta vez no me importa si dejo rastro, si desajusto sus mentes, si en unos años se vuelven locos: los quiero muertos por abusar de su poder.
- Es así como manejas todos tus asuntos? ¿Amenazando de destierro o muerte a quien desobedece? ¿No hay segundas oportunidades? ¿Eres tan soberbio que, si los demás no se ajustan a tus estándares, simplemente los eliminas?
De repente todas las voces se callaron, también el incesante parloteo de Tai en mi cabeza. Podía escuchar únicamente jadeos o exclamaciones de asombro ante las palabras acusatorias de esa chica.
¿Realmente estaba defendiendo a sus agresores? ¿No sabe que por poco muere? ¿Y porque se encuentra fuera de la maldita enfermería? Es evidente que no logra sostenerse por si misma, pero aun así sigue con su insolente perorata.
- Está claro que en tu caso la edad no te trajo demasiada sabiduría. ¿No deberías asegurarte de que tu futura esposa se encuentre a salvo? ¿Son estas tus prioridades? ¿Es mas importante castigar a los infractores que cuidar de tu mitad?... maldición casi ni respiro con esta cosa... - termina en un susurro.
Ya furioso me levanto y me teletransporto hasta ella impaciente por amordazarla o en su defecto arrancarle la lengua por su insolencia.
Y lo que mas me enfurece es que tiene razón: ¿porque mierda están solas? ¿Como salieron de la enfermería?
Mi padre adivinando mi desesperación, me informa:
- Los guardias asignados se escurrieron al ver que ambas dormian. Quisieron ver que sucedia con sus colegas.
Mi impotencia y frustración alcanzaron picos alarmantes, al punto que Yuki intervino. - Los Usha servirian mejor a la Emperatriz. Tal vez puedas preparar un grupo exclusivo dedicado a su protección.
Asenti con la mente y me dirigí al petardo que tenia enfrente con el tono mas conciliatorio que pude modular: -Por que no te sacas esa cosa? Tal vez te ayude a sentirte un poco mejor.
Increiblemente me hizo caso, sacandose el velo rigido y dejandolo caer al piso. Trató de incorporarse lo mas que pudo per sin mucho éxito. Su cabello negro y largo se soltó del cubrecabeza, que ya no lograba sostener, se dobló hacia delante tratando de respirar mas pausado y profundo y tapando su cara con el cabello.
- Bueno, no es una BROC...
- Callate Tai! – sentenciaron todos al unisono.
De nuevo habló, siempre agachada pero esta vez señalando a la rubia.
- Como puedes dejarla sola en una situación como esta? Estaba asustada desde que entró a esa habitación, esos guardias la aterrorizaron aún más y en lo único que parece pensar su futuro esposo es en ajusticiar a alguien en vez de preocuparse por su estado de salud mental y fisico.
- Un momento...
- Ella piensa que...
- Si...
- Y nadie se lo dijo?
- Parece que no...
- Está defendiendo a la casi BROC?
-Tai!!!
Mi familia jugaba un partido de ping pong en mi cabeza con sus preguntas y respuestas, mientras yo solo moria de curiosidad en verle la cara a esta estupida mujer.
Analizandola mejor parecia demasiado delgada... y demasiado alta. Estaba casi encorvada a la mitad y aun así me llegaba a la cintura. Probablemente seria mitad demonio, ya que las humanas eran muy bajas.
Y de repente se incorporó, lentamente pero lo hizo al no escuchar mi respuesta a sus acusaciones.
Y lo que vi me dejó sin aliento por las que me parecieron varias horas, calculo.
Si Oboro era fea como la muerte, esta chica era más hermosa que el mismo sol.
Sus ojos verdes jade brillaban con una luz que nunca antes habia visto, mezcla de orgullo, determinación y bondad.
Me miró desafiante y pude notar como era perfecta su altura para que mis brazos alcanzaran su cintura y apenas tuviera que inclinar mi cabeza para besarla.
En que carajo estoy pensando?!
Traté de reordenar mi mente al escuchar sollozar a mi madre a traves del enlace...
Me di vuelta para ver a mi padre abrazarla con ternura: que le pasaba? Ok, es hermosa, pero para llorar?
Y con mi mejor sonrisa seductora le largué la bomba que me quemaba las manos:
- Creo que hubo una confusión... su majestad...