Capítulo 5 5

¡Dioses! ¿Qué me pongo para la dichosa cena?. Mi clóset tiene un monto de ropa, pero no sé que ponerme ¿Si les ha pasado?, Ah mí siempre me pasa este tipo de indecisión. Voy a conocer a mi nuevo jefe y tengo que aparentar ser responsable ¿no? Bueno... no es que lo sea pero, Ay no. Estamos hablando de la ropa.

-¿Te ayudo?- Pregunta Génesis en el umbral de la puerta de mi habitación.

-Si. ¿Penélope ya se fue?- pregunto.

-Si, se fue temprano no se despidió de ti porqué estabas durmiendo y no quiso despertarte. Anda a bañarte mientras yo busco que te vas a poner.

Asiento parándome de la cama, voy al baño veo en el reloj que son las 6:20pm así que me da tiempo de meterme en la tina, preparo el baño con sales y me meto en ella. Media hora después me salgo de la tina, voy al lavamanos y cepillo mis dientes, me echo una crema para suavizar la cara y salgo de nuevo a mi habitación. Veo el vestido que está en la cama y me encanta. Amo a génesis. Es un vestido largo de tirantes azul rey, que combina con mis ojos. Voy al tocador y seco mi cabello dejándolo suelto con ondas. Me echo rímel y un labial rojo mate. Busco unos tacones negros me los coloco y estoy lista. Agarro mi celular, mi cartera y me voy.

Media hora después estoy frente la mansión Black. Estacionó el auto, bajo del auto, voy a la puerta y toco el timbre. Es marícela la que me abre la puerta y entro.

-Buenas noches, señorita Nathaly, el señor la espera en el salón- me avisa.

-Ya te he dicho que me digas solo Nathaly. Gracias.

Voy al salón de la mansión, sonde se encuentran los señores Black, y sus dos hijos varones, Rafael y Danilo.

-Buenas Noches- Saludo.

-Buenas noches, querida- dice Saray la esposa de mi jefe.

-Que bella estas- dice Cristiano dándome un beso en la mejilla.

-Es algo a lo que ya debes estar acostumbrado Sr. Black, Es parte de mí- Digo con burla.

-No contradigo verdades- dice Rafael.

-Tu palabra no pesa, Don juan- Digo y todos hechan a reír.

-Hola Danilo- le doy un beso en la mejilla.

-Hola preciosa, ¿Más Whisky escocés?.

-Idiota- Siento mis mejillas arder, es que por culpa de Danilo es que mi estómago sufrió mientras lo vaciaba en el inodoro.

-Te sonrojaste- Dice con burla.

-Ya son las 8:10 p.m y Cristián aún no llega. No pierde la mala costumbre- Dice Cristiano sentándose en el sofá.

-Depende a que reunión tenga que llegar, porqué si es a una orgía es puntual- Dice Rafael con burla, sorprendiéndome el comentario.

-Vamos al jardín- Propone Saray y todos salimos. El jardín se ve hermoso, todo alumbrado y la nieve haciendo que todo sea vea perfecto.

-¿Dónde está Cristiana?- Pregunta Cristiano.

-Debe estar en camino con Dalila- Responde Danilo.

-¿Qué tiene que hacer esa mocosa aquí?- pregunta Cristiano.

-Padre, Cris dijo que como Nathaly iba a estar aquí, También podía estar Dalila- explica Rafael.

Esta va a ser una larga noche.

-¡Llego mi hijo!- Exclama Saray.

Todos volteamos en dirección donde se fue Saray, y la saliva se me vuelve agua viendo a semejante Dios. Es alto, el cuerpo... Dioses el cuerpo se ve que lo tiene trabajado. Lleva pantalones de cuadros como del príncipe de Gales, un suéter cuello alto negro y zapatos negros. La familia se acerca y lo saludan. Una actitud tan fría que asusta ni cuando su madre lo abraza deja caer la barrera. Ha Saray el dolor se le refleja en el rostro.

Cristiano se acerca y solo le da un apretón de manos, con sus dos hermanos si se ve más la confianza.

Me acerco y él gira a mi dirección. ¡Por Dios bendito y los dioses del olimpo!, ¡Zeus ha reencarnado! Una barba de días que está bien podada, una melena negra azabache como su padre, Ojos verdes que prometen el maldito infierno, unos labios que Dios bendito. ¡Okey ya Nathaly espabila!.

-Mucho gusto Cristián- Digo estirando mi mano hacia el que tiene su vista en mis pechos.

-Cristián solo me dice mis amigos y familia, y tú no eres ni una ni la otra- Dice dejándome con la mano extendida.

¡Maldito hijo de puta!.

-Cristián por Dios, ¿Esa es la educación que te he enseñado?- Dice Cristiano.

De la garganta del hijo de mi jefe sale una carcajada llena de burla.

-No digas mierdas Cristiano, tú no me educaste, ni siquiera me criaste- Dice cargado de veneno. Cristiano traga y el dolor es notable.

-No te preocupes Cristiano- Susurro en su oído.