El deseo del millonario
img img El deseo del millonario img Capítulo 3 | Bromas entre hermanos|
3
Capítulo 6 |Una cerveza y...| img
Capítulo 7 |Consecuencias| img
Capítulo 8 |Falsos| img
Capítulo 9 |Un antes y un después| img
Capítulo 10 |El testamento| img
Capítulo 11 |Carga sobre los hombros| img
Capítulo 12 |Estrategia| img
Capítulo 13 |Una decisión| img
Capítulo 14 |Advertencia| img
Capítulo 15 |Un nuevo espacio| img
Capítulo 16 |Algo nuevo| img
Capítulo 17 |Un vestido de novia| img
Capítulo 18 |Un viaje exprés| img
Capítulo 19 |Conexión| img
Capítulo 20 |Inesperado| img
Capítulo 21 |Un regalo| img
Capítulo 22 |Un desayuno| img
Capítulo 23 |Una conversación incómoda| img
Capítulo 24 |Intento| img
Capítulo 25 |Decisiones| img
Capítulo 26 |Un logro| img
Capítulo 27 |La boda| Parte 1 img
Capítulo 28 |La boda| Parte 2 img
Capítulo 29 |La boda| Parte 3 img
Capítulo 30 |Un perdón| img
Capítulo 31 | Aquello... | img
Capítulo 32 |Una noche especial| Parte 1 img
Capítulo 33 |Una noche especial| Parte 2 img
Capítulo 34 |Brujería| img
Capítulo 35 |¿Qué perder | img
Capítulo 36 |Un propósito| img
Capítulo 37 |Un nuevo juego| img
Capítulo 38 |Ruidos excitantes| img
Capítulo 39 |Una cena| img
Capítulo 40 |¿Apostamos | img
Capítulo 41 |Una ayuda insperada| img
Capítulo 42 |Un trato| img
Capítulo 43 |Bienvenido| img
Capítulo 44 |Las paces| img
Capítulo 45 |Alergia| img
Capítulo 46 |Conociendo detalles| img
Capítulo 47 |Una discusión marital| img
Capítulo 48 |Prevención| img
Capítulo 49 |Impulso| img
Capítulo 50 |Una llamada impresvista| img
Capítulo 51 |Hipotéticamente hablando| img
Capítulo 52 |Un desayuno inesperado| img
Capítulo 53 |Una discusión privada| img
Capítulo 54 |Dejando las cosas claras| img
Capítulo 55 |Deseo infernal| img
Capítulo 56 |Una visa| img
Capítulo 57 |Un invitado| img
Capítulo 58 |Un reclamo| img
Capítulo 59 |Una salida entre hombres| img
Capítulo 60 |Una despedida| img
Capítulo 61 |Señora Rodríguez| img
Capítulo 62 |Una nueva experiencia| img
Capítulo 63 |Una invitación| img
Capítulo 64 |Dejando claro| img
Capítulo 65 |Un inesperado movimiento| img
Capítulo 66 |El deseo del millonario| img
Capítulo 67 |Intocable| img
Capítulo 68 |La viuda de los negocios| img
Capítulo 69 |Mas que deseo| img
Capítulo 70 |Hablando se entiende a la gente| img
Capítulo 71 |Una cena especial| Parte 1 img
Capítulo 72 |Una cena especial| Parte 2 img
Capítulo 73 |Desborde de pasión | img
Capítulo 74 |Sensaciones extrañas| img
Capítulo 75 |Una invitación imprevista| img
Capítulo 76 |Una mujer distinta| img
Capítulo 77 |Una trampa| img
Capítulo 78 |Un plan| img
Capítulo 79 |Un paso adelante| img
Capítulo 80 |Inesperado movimiento| img
Capítulo 81 |No bajar la guardia| img
Capítulo 82 |Advertencia| img
Capítulo 83 |Pruebas| img
Capítulo 84 |Intento| img
Capítulo 85 Final Parte 1 img
Capítulo 86 Final Parte 2 img
Capítulo 87 Final Parte 3 img
Capítulo 88 Final parte 4 img
Capítulo 89 ● Final ● img
Capítulo 90 Extra img
Capítulo 91 Extra 2 img
Capítulo 92 Último img
img
  /  1
img

Capítulo 3 | Bromas entre hermanos|

Hacienda "El patrón"

Doña María llevó a su hijo al despacho para estar más cómodos y aparte de que no estuvieran escuchando su conversación, se dio cuenta que el empleado de su hijo era demasiado discreto, miró hacia Ryan que desde su lugar solo vio la punta de un zapato negro. - ¡Oye tú! -Miró a su hijo- ¿Cómo dijiste que se llamaba? ¿Rayan? -Emiliano casi se le escapó una sonrisa, pero se mantuvo serio.

-Ryan. -dijo Emiliano, y Ryan apareció.

- ¿Si, señor? -dijo este bastante tenso.

-Te presento a mi madre, ella es María Guadalupe Ansa de Rodríguez. -Ryan saludó educadamente a doña María.

-Mis condolencias, señora de Rodríguez. -doña María le agradeció.

-Deja llamo a esta muchacha. -Hizo una pausa para gritar- ¡Lichaaaa! -una joven mujer entró un momento después, tenía el cabello castaño recogido en una trenza que estaba a punto de desbaratarse, llevaba un uniforme tipo jumper azul marino de manga corta y le llegaba un centímetro arriba de sus rodillas, en la cintura tenía un mandil blanco con bolsas, pareció agitada al llegar. - ¿Por qué andas toda así como si hubieses corrido un maratón? Por eso te dije que anduvieras cerca en esta parte de la hacienda porque te iba a necesitar.

-Lo siento, señora. -Hizo una pausa- ¿Necesita algo? -preguntó educadamente, doña María asintió.

-Lleva a "Rayan" el asistente de mi hijo, -entonces Alice miró a la persona a lado de su jefa, era un hombre muy distinto a sus otros dos jefes, "¿De dónde ha salido este?" se preguntó, entonces recordó lo que don Emilio le dijo una vez "Tengo tres hijos, dos están aquí y otro en el otro lado, algún día vendrá y lo conocerás" -Llévalo a la cocina, dale algo de comer, a nosotros tráenos café, -doña María miró a Emiliano-¿Sigues tomando café? -él asintió. -Y crema descremada, por favor.

-Sí, señora. -Alicia despareció con el empleado de su también "jefe". Emiliano miró a su madre.

- ¿Desde cuándo contratas servicio tan joven? -preguntó curioso.

-Oh, es una historia complicada. Resulta que tu padre conoció a su madre hace años en el mercado, ellas tenían un puesto humilde de frutas y licuados. -Emilio arqueó una ceja. -No, pienses mal, tu padre le tomó cariño, era muy amable, sabes que tu padre se quedó con ganas de tener una niña... -dijo doña María nostálgica. -La madre murió en un accidente por culpa de tu hermano Leonardo, no la vio cruzar, cuando ella corría de alguien, -Emiliano se tensó, -Y cuando llegaron al hospital, ya había fallecido. Tu padre sabía de Licha, así le dicen, después la invitó a trabajar y vivir aquí en la hacienda y se cercioró de que no le faltara nada por el resto de su vida.

- ¿Y qué pasó con Leo? -preguntó Emiliano.

-Ese hijo de su...-suspiró con pesar-Tu padre tuvo que arreglar mucho papeleo, obtener el perdón y estuvo cinco años en arresto domiciliado.

- ¿Y eso es todo? Atropelló y mató a una mujer.

-Por lo que se investigó, realmente fue un accidente, hijo. -Emiliano estaba furioso, se merecía Leonardo un castigo real, no solo quedarse en las comodidades de la hacienda como si nada. Le había arrebatado su madre a la joven. Eso con nada se regresa, pero esperando de su familia, los negocios turbios y el querer mantener el apellido por lo alto harían cualquier cosa por seguir siendo gente importante, "No debería de extrañarte, Emiliano" pensó, iba a decir algo más cuando entraron los dos hermanos.

-Ha venido el amigo de apa. El abogaducho. Ha dejado dicho que la lectura del testamento es en una semana, el próximo lunes a las nueve de la mañana. -Emiliano se tensó, no podría estar una semana aquí, bajo el mismo techo que sus dos hermanos.

-No me interesa nada de la herencia-le informó Emiliano a su madre, ella arrugó su ceño.

-Tendrás tu parte, así como tus dos hermanos. -contestó doña María, pero Emiliano negó.

-Estoy bien así. -replicó Emiliano.

-Igual si te deja algo nuestro padre, tendrás que hacerte una prueba de ADN antes de siquiera tomarlo. -Emiliano miró a su madre, quién palideció con solo escuchar la petición de ambos hermanos.

-Esto tiene que ser una maldita broma. -él gruñó entre dientes mirando hacia sus dos hermanos.

-Tienes que hacerte la prueba Emiliano, solo para confirmar que por tus venas corre la sangre de los Rodríguez. -replicó Sebastian.

-Entonces si yo me la hago, se la hacen ustedes dos, como dicen: "Todos coludos, o todos rabones"

-Ah no, tu llegaste a lo último y no sabemos si...-Emiliano se levantó de un movimiento amenazador, que hasta su madre pudo alcanzar su muñeca para detenerlo.

-No te atrevas a faltarle el respeto a nuestra madre. -Leonardo alzó las manos en el aire en señal de rendirse. Emiliano apenas podía controlar la ira y el enojo que se arremolinó con intensidad en su interior.

-Tranquilo, hijo. -dijo su madre, ella miró a sus dos hijos. -Si tanto les preocupa si llevan la sangre, deberían también preocuparse ustedes dos. Si salen con que no llevan la sangre de los Rodríguez, serán desterrados sin un maldito centavo de esta familia. -Sebastian y Leonardo se tensaron por la amenaza de su madre.

-Era broma, madre. -dijo de inmediato Leonardo. -Ya sabes cómo le gusta hacer fastidiar a Emiliano.

-Pues no me gustan este tipo de "bromitas" -replicó doña María bastante furiosa.

-Ya, ya, una broma de mal gusto. -murmuró Sebastian.

-Iré a ver a Ryan. -anunció Emiliano viendo a su madre, -¿Qué habitación tomaré?

-La tuya, al otro lado de la hacienda, también hay un par de habitaciones libres para que instales a tu personal que ha llegado contigo.

-Gracias, madre. -agradeció, luego miró hacia sus dos hermanos, pero no dijo nada, solo esquivó a los dos, lo que menos quería era tener que seguir intercambiando palabras con ellos.

Emiliano salió del despacho de su padre azotando la puerta con fuerza, cuando giró para avanzar por el pasillo, chocó con una mujer, la bandeja de plata cayó en el suelo haciéndose añicos las tazas, la tetera y derramando el café.

- ¿Qué no se fija por...?-ella detuvo sus palabras cuando vio quien era, todos vestidos de negro -por el luto-, los seguía confundiendo a los patrones con el equipo de seguridad. -Lo siento, lo siento, -se dejó caer de inmediato de rodillas para empezar a rejuntar torpemente.

-Deja ahí, te vas a cortar con la cerámica. -Emiliano sonó irritado sentándose sobre sus talones para ayudarle.

-Yo puedo con esto, señor Rodríguez. -pero Alicia se distrajo al sentir la cercanía de él, el aroma que desprendió era abrumante, el calor de su cuerpo lo pudo sentir de manera breve cuando un pinchazo sintió y gimió de dolor llevándose el dedo índice a su boca para chupar la sangre.

- ¡Te estoy diciendo que te vas a cortar! ¿Qué nadie escucha en esta casa?-ella se quedó congelada en su lugar, sus ojos se abrieron de par en par sorprendida por cómo se había exaltado con preocupación por algo insignificante si solo era una chica más del servicio...

...O el juego de cerámica era caro, pensó ella.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022