Capítulo 5 Secretos de hospital

Pero en cambio ahí me encontraba rodeada de familiares y desconocidos, no había razón alguna para sentirme feliz, Lo bueno de todo es que pronto me darían de alta y podría volver a casa, pero ya habría pasado el día y ya no podía volver en el tiempo. Mi madre se encargó a su manera de hacerse especial el resto de la tarde, sin decir nada llamó a varios de los que pensaba que eran mis amigos, entre esos estaba el chico que siempre había ignorado, además encontraba Julia y Mark.

A pesar de estar postrada en la cama quería verme linda al menos un poco y le pedí a mi madre sin tapujos que me diera su cartera de cosméticos.

Mamá pásame tu cosmetiquera -

¿Qué? Habíamos acordado que hasta que cumplieras dieciocho no te maquillarias - Mamá siempre tan restrictiva.

¿Y cuántos años crees que cumplo mami? - Sin darse cuenta aquella edad a qué le había tenido por tanto tiempo, había superado esa edad, ya no estaba tratando tanto con una nena y entonces sus lágrimas empezaron a salir como si se tratara de la muerte de alguien

Por Dios no puedo creer que se me haya pasado cuántos años tenías, tenemos que hablar de muchas cosas -

Yo sé mamá pero por ahora en serio quiero poder verme linda -

Siempre estás linda, no necesitas maquillaje -

Mamá sabes de qué hablo, en serio es momento de dejarme crecer -

En silencio me pasó la cartera, abrí aquel baúl que lo mucho tiempo había Sido prohibido para mis ojos, tanta cantidad de cosas no podía ser real, me encontraba entusiasma y entonces procedí a pararme o hacer el intento de pararme de la cama antes de que llegara alguno de los chicos. Por fin pude llegar al baño, mis piernas se encontraban algo rígidas y por supuesto al mirarme al espejo era como mirar un espanto, me veía terrible, aquellas horas de sueño que me habían faltado estaban reflejadas, también toda la hinchazón que me había traído la alergia. Apenas toque mis ojos y todas las lágrimas se me salieron, tratando de ser positiva lo único que lograba era engañarme a mi misma, no había rastro de alguna belleza, parecía el jorobado de notre dame; así que mi hermana al mirarme, en uno de esos actos que nunca le salían trato de ser amable, para la sorpresa de todos ella había tomado algunos cursos de maquillaje en línea y había practicado a escondidas de mi madre. Tomo todo lo que había dentro de la bolsa y empezó a tratar de darle rasgo y forma a mi cara hinchada, algunas cosas por fin dieron algo de luz a mi rostro sin embargo por más que ella lo intentará no iba a poder hacer un milagro. Pensé en no salir del baño, en reiteradas ocasiones me dije a mi misma que no importaba que no venía nadie importante como para salir y que si querían verme tendrían que esperar,pero otra parte de mí se lamentaba porque era mi día especial desperdiciado en el suelo de un baño de hospital. Mi hermana que no se caracterizaba por ser muy cercana o incluso una persona con los sentimientos a flor de piel me ayudó a levantarme,en un tono suave me dijo.

Ella tiene razón eres hermosa como seas,por favor sal y ríete un poco, se que no es lo que esperabas pero al menos algo decente -

Tienes razón no tiene mucho sentido quedarse aquí, igual nadie que no me haya visto horrible en la escuela va venir, no será mucha diferencia - Mi mamá entre tantas cosas que no había mencionado estaba el hecho de que había invitado a el hijo de su novio, aquel chico supuestamente estudiaba en nuestra preparatoria y apenas me enteraba.

¿Pero mamá cómo vas a invitar a un desconocido? Ni que me conociera y menos a un hospital y más pena con esta cara que tengo,parezco un monstruo -

Pues hija, él dice que te conoce,que comparten clases y todo -

¿Y por qué nunca lo habías mencionado ? -

Pues corazón me pareció una tontería, igual si quiere se digo que no venga aunque me da pena con Carl, realmente estaba ansioso porque se conocieran -

Pero de quién se trataba, era alguien tal vez cercano a mi o quizás uno de muchos raritos de los cuales no me había dado cuenta, uno raro como yo, pero aún más raro, en todo caso no quería hacer quedar mal a mamá con su novio y más que él se encontraba en la puerta pendiente de lo que me pasaba y en son de paz me había llevado algunos regalos. Este hombre no tenía ni idea de mis gustos o fascinaciones, se había inventado todo a la par del tiempo, sobre la marcha como dirían algunos con ganas no de fascinarme a mi, si no a mi madre, sabía que eran regalos propiamente de ella, más no escogidos para mi. Pero eso no tenía mayor relevancia, no me interesaba los regalos, empecé a fundirme, nada de lo que quería que en ese día pasará se había hecho realidad y hasta mi rostro reflejaba el desastre que se había formado, no era mi culpa por supuesto, pero yo estaba asumiendo las consecuencias. Directamente le quise decir a mamá que no quería que nadie viniera, mi actitud no era la mejor tampoco y solo deseaba quedarme en la cama hasta que me dieran de alta, pero ella seguía insistiendo con que debían venir, era mi cumpleaños después de todo, pero un cumpleaños en un hospital es bastante triste. No pude pararla. No pude parar tampoco lo que estaba sintiendo, me estaba agotando por la situación, hasta que ví por la puerta llegar a Eduar. Grité, le dije a mis adentros que ya estaba alucinando que quizás la alergia o los medicamentos ya habían tomado todo de mí, me había cubierto el rostro con una almohada y al bajarla era el mismísimo Eduar intentando mirarme.

¿Qué haces tontita?-

Nada, ¿Qué haces tú aquí? - Pensaba que tal vez se había equivocado de cuarto, quizás solo quizás estaba la posibilidad de que tuviera algún familiar enfermo,pero dar específicamente con mi cuarto era demasiada coincidencia.

Me perdí - lo dijo mientras se reía, apenas podía recordar una o dos palabras que me había dirigido, de resto eran miradas supuestas, quizás muchas que yo imaginé; igual me lo estaba confirmando,se había perdido.

Entonces puedes irte, has de cuenta que no me viste -

Oh qué grosera, claro que no me perdí, realmente fue mi padre quien me rogó que viniera, ya que según él estabas convaleciente, pero veo que estás enterita - ¿Esto es una burla? ¿Acaso todo es sarcasmo? No sé reconocer cuando una persona no es directa conmigo, no cojo la caña en un segundo, me tomo el tiempo de comprender las cosas y hasta por eso las bromas no tienen sentido.

Creo que tú padre está hablando de otra persona además ¿Por qué sabría él de mí o de mi condición? Estás equivocado -

¿No es evidente? -

¿Qué cosa? - Subió su mirada y de un golpe en el hombro saludo al que era su padre.

¿Qué? ¿Su padre es el novio de mi mamá? Pensaba que las cosas no se podían ir a peor,de una vez por todas me daba por enterada de que todas mis posibilidades con él se habían muerto. Quizás si me había imaginado en reiteradas ocasiones sus observaciones, tal vez le había mirado tanto que se sintió obligado a devolverme esas caricias, por dios me siento tan ridícula. Nadie me podía quitar la cara de payaso que tenía en ese momento, realmente era yo el payaso de la fiesta, el que venía a divertirlos a todos con sus infortunios. ¿A quién le podía pasar tal cosa? Solamente a la tonta de Adara, el mar, la propia sal me tenía envidia, había roto quinientos espejos en otra vida o quizás había pasado por varias escaleras, abierto las sombrillas bajo techo, todo lo que sea para haber llamado el infortunio. Mi nombre en vez de adara era mala suerte, podrías ver en todos los casilleros y de repente vas a encontrar uno completamente oscurecido con las palabras mala suerte en el. En ese momento quería desaparecer de ese entorno, se me estaba haciendo pesado y por un momento de nuevo las vías respiratorias se me quería cerrar, había entrado en shock pero debía disimular por mi mamá, ella ya se encontraba muy enamorada y yo aún tenía la manera de revertir lo que sentía o eso pensaba. Con sus mismas manos, pensando en mí, me había fabricado una especie de cajita, era de madera, pintada por todos lados de mi color favorito granate, además estaba decorado con piedritas en formas de pandas, animales que siempre me habían gustado y por ende también mis favoritos, creo que mamá le había mencionado muchos datos curiosos acerca de mi, porque que no creo que de la nada supiera muchos de mis gustos. Era necesario hablar con mi madre, pensaba que éramos amigos, que nos conocíamos, pero como dije apenas alguna vez intercambiamos una que otra palabra y yo tenía la leve sospecha de que le gustaba, pero ahora estaba más que claro que no me veía de esa manera. Quedé abrumada por todos mis pensamientos, de nuevo algo había caído al vacío y justo cuando las cosas por un lado se estaban dando, mamá no me dijo nada acerca del maquillaje, vió mi rostro y no me regaño en absoluto entonces pensaba que estaba avanzando, poco a poco empezaría a cobrar mi libertad y hacer lo que fuera conmigo. Como un vil borreguito pero en realidad se escondía una quimera en sus intenciones. Sin duda alguna, no me daba por enterada de que hay mejores cosas en la vida, pero yo tenía aquella necesidad de poseer lo indomable. Después de salir del hospital, entable una conservación franca con mi madre, tenía que darse por enterada que desde ese día empezaría mi vida amorosa y que no tenía porque meterse, lamentablemente me daría cuenta que no es tan fácil como llegar a cierta edad y poder tener novio, eso implicaba tantas cosas de las cuales yo no tenía ni media idea, empezando por las citas. Bueno antes que nada así mismo el amor correspondido, los sentimientos encontrados, los mismos deseos, mas que nada tener algo serio con una persona era costoso, la edad no ayudaba porque todos experimentaban, sus cuerpos y sus corazones eran los mesones de laboratorio perfectos, sus sentimientos los reactivos en exceso y otras el limitante; los experimentos constantes alteraban tanto el corazón que no dejaban que fuese reversible, después de tantas tonterías no se podía volver a ser el mismo.

Los recuerdos de ese día tormentoso no pasaron desapercibidos, oportunamente llegaron mis otros compañeros y amigos. El chico al que siempre le había gustado estaba pendiente de todo detalle, hasta el punto en dónde se volvía fastidioso, me intentaba llenar de comida, trajo regalos, muchos de ellos, infinidad de golosinas, globos, ramos de flores, no puedo pensar en la cantidad de dinero que se habrá gastado para traer todo eso y fuera de todo para llegar de su casa a ese hospital, estaba de un extremo a otro y ya casi eran las siete de la noche y ellos aún seguían conmigo. La enfermera llegó y mencionó sutilmente que las visitas había acabado, muchos de ellos bajaron la cabeza, decepcionados por la calidad del tiempo, mi mejor amiga que deseaba llevarme a algún lugar se había quedado con las ganas y yo mucho más, estaba encerrada, pero la enfermera también emocionó que alguien debía quedarse. Mamá no podía, tenía turno en la mañana y dormir en una silla de hospital le iba provocar dolores de espalda innecesarios, así que insistí, debía irse. Pool metió la cucharada, el chico que me había traído todos esos regalos estaba dispuesto a quedarse, pero yo no estaba muy ansiosa por eso, me fastidiaba mucho su insistencia, era muy intenso y me tenía bastante cansada su actitud, entre nosotros no iba a pasar nada por más esfuerzo que hiciera. Siempre me hacía reclamos inútiles, como si los dos tuviéramos un noviazgo o algo parecido, cuando la realidad solamente éramos amigos y eso que apenas, ya que realmente en muchos momentos lo único que hacía era molestarme, siempre reflejando las ganas, decía mucho acerca de que era la mujer más hermosa que había conocido en la vida y con la mejor personalidad y por eso quería que fuese su novia. Me juraba amor eterno, también que era posiblemente el amor de su vida, desde que me había conocido lo había impactado y ya me había esperado todo ese tiempo. Mi excusa desde aquel día ya se había ido a la basura, no era válida para nadie, así que ya no podía escapar de las intenciones que tenía este chico. Yo no quería ser una persona malvada nunca me había caracterizado por serlo, sí era una persona que hablaba con la verdad, trataba de ser muy sincera para no herir a nadie, pero me llegaba la culpa pasados los días, porque no me gustabab las personas que siempre estaban a mi disposición, al parecer disfrutaba del jueguito, de lo difícil, eso me atrapaba,p sabía que a pesar de su intensidad era un chico bueno y que probablemente era material de novio, pero es que a mí realmente no me llamaba la atención, era solo un chico más de tantos, ni siquiera se asemejaba al hombre que tenía en mis fantasías, por lo cual iba a ser muy tonto aceptarlo y después intentar deshacerme de él.

                         

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