- ¿Te excitaste? - La voz de mi mejor amiga me sacó por completo de aquel trance.
- ¿De que se trata todo esto Alicia? - pregunto confundida.
- Daniel me regaló este libro, lo encontró en la librería y como estaba en griego creía que lo podía necesitar, cuando lo lei y vi esa imagen sentí una vibra muy fuerte a... sexo duro, Segun los pasajes Jasón de Macedonia fue un antiguo general el cual desaparecio misteriosamente y más nadie volvio a saber de él, pero alguien se encargo de escribir su historia y todas las batallas en las que estuvo. pero segun la especulación del mismo autor, Jasón fue maldecido por una diosa, se cree que fue Hestia, la esposa de Zeus, la madlción de Jasón es estar encerrado en un pergamino y la unica forma de salir de allí es que una mujer lo haga y él debera cumplir todos los deseos que esta tenga.
- O sea que es un genio.
- No, es un esclavo sexual.
- Lo que sea Alicia, no vamos a hacer este tipo de cosas. - me levanto de mi asiento. - Ya debo volver al trabajo, nos vemos en la noche .
Estaba dispuesta a irme, pero Alicia me detiene.
- Espera, llévate tú regalo. - Toma el libro y me lo entrega.
- Al, no quiero tener esto en casa, sabes que yo no creo en nada de esto. - se lo devuelvo.
- ¡Ash! Está bien. - coloca los ojos en blanco. - eres una aguafiesta ¿Sabías?
- Yo prefiero no tener una posesión demoníaca. - le recalco.
- Pero lo que te va a poseer es un antiguo dios griego.
- Ya olvídalo Alicia. Llegaré tarde a mi turno, nos vemos en la noche y que no se te olvide el vino. - me fui alejando paso a paso.
- ¡Si, si como tú digas!
...
Doy un fuerte suspiro al entrar en mi departamento, me deshago de mi bata y mi bolso, ordenadamente lo guardo dentro del armario cerca de mi puerta, me estiró por completo, suelto mi coleta y me dirijo a mi habitación dispuesta a darme una ducha muy larga relajante.
al llegar al baño me despojo de toda mi ropa y quedó desnuda frente al espejo, allí pude ver todas mis imperfecciones, mis senos estaban un poco caídos, tengo estrias en mi estómago, celulitis en mi trasero y mis piernas, me deshago de mi maquillaje y allí aparecieron esas horrendas pecas que tanto odio... o bueno que me hicieron odiar. Para mi es inevitable no pensar en todas esas palabras que alguna vez él me dijo, me hizo sentir la peor mujer del mundo y la menos deseada para otros hombres, él cambió todo de mi y me hizo la mujer insegura que ahora soy.
Doy un largo suspiro y abro la regadera, me meto y dejó que el agua caliente recorra cada rincón de mi cuerpo, esta es mi rutina cada vez que llego del trabajo, sin faltar, después de tan tantas sesiones las malas energías quedan impregnadas y no necesito más problemas en mi vida.
Al salir de la ducha enrollo una toalla en mi cabello y otra alrededor de mi cuerpo, me dirijo a mi closet y de allí saco un vestido bastante amplio, no quería estar apretada estando en casa y sobre todo porque Alicia vendría y solamente íbamos a beber y comer pizza.
me deshago de la toalla en mi cabeza y pasó el cepillo por mi cabello hasta estar desenredado, bajó hasta el primer piso y tomó el teléfono para pedir dos cajas de pizza.
El timbre suena en repetidas ocasiones y de inmediato supe que era Alicia por lo intensa que es.
- Casi que no me abres mujer. - es lo primero que dice cuando abro la puerta.
- O quizás estás desesperada.
- En realidad si, ya necesito que comience esta noche de chicas. - Entra al departamento. - ¿pediste la pizza?
- Justo hace unos segundos. - respondo. - ¿Tregiste el vino?
- Claro que sí mujer. - de su bolso saca una botella de vino. - y otra por si acaso. - golpea ligeramente su bolso.
- bien, porque las necesitaremos. - me fui hasta la sala y me tiré sobre el sillón. - Hoy fue un día muy ajetreado, por lo menos mañana descanso, eso es lo bueno de ser tu propio jefe.
- Entonces comencemos desde ya. - Alicia desaparece al entrar a la cocina, pero regresa segundos después con dos copas de vino. - Sabes, estuve hablando con Simon acerca de tu situación...
- ¡Alicia! - la reprendo mientras la miro mal. - Simon no debe saber de mis problemas.
- ¡Oh, vamos! él también es tu amigo.
- Sí pero... soy más amiga tuya que de él, después de todo es tu esposo. - me cruzo de brazos.
- Pues él me dijo que tenía un amigo super guapisimo y está dispuesto a conocerte.
- Eso no va a suceder. - colocó los ojos en blanco. - Mejor sírveme la copa llena, esta noche será muy larga. - Alicia niega con su cabeza y destapa la botella, se sienta a mi lado. - Feliz cumpleaños a mi. - llevó la copa a mis labios y le doy un trago grande, hoy realmente quería perder hasta la conciencia.
Al poco tiempo llegaron las dos cajas de pizza, Alicia y yo veíamos Magic Mike disfrutando de los hombres deliciosos que actuaban, sobre todo a Channing Tatum, ese hombre es simplemente perfecto.
La primera botellas de vino ya se había acabado y la segunda se encontraba a la mitad, solamente nos habíamos terminado una caja de pizza, definitivamente el mejor cumpleaños de todo este mundo, estar borrachas viendo hombres bailar y a mi mejor amiga, sin embargo la nostalgia era algo que siempre iba a estar presente en mi vida, mis padres siempre me levantaban la mañana de mi cumpleaños con un rico bizcocho de chocolate preparado por mi madre, mi padre junto a su cámara capturaba el momento de la mordida del bizcocho.
Como me gustaría que el tiempo retrocediera para volverlos a ver y nunca dejarlos. Limpio las lágrimas que bajaban por mis mejillas y Alicia lo noto, pasó su brazo por encima de mi hombro y me dejó llorar, esa ausencia de mis padres jamás iba a desaparecer.
- Fui la peor hija de todo el mundo. - hablo. - no sé cómo pude dejar a mis padres por ese... hijo de perra de William.
- Desafortunadamente estabas enamorada de él. - mi amiga acariciaba mi cabello.
- Ellos nunca me perdonarán, de seguro deben estar odiándome.
- De hecho no, los he visto protegiéndote una y otra vez, siempre me dicen que eres su bebe, su linda Miri.
Mi llanto aumenta.
- Ellos me decían Miri.
- Ya, ya, ya calma linda abejita, todo va a estar bien, deja de llorar. - Alicia me toma del rostro y me mira a los ojos. Ojos que por alguna extraña razón siempre me consuelan.
- ¿Acaso me vas a besar? - bromeó y ella estalló en carcajadas.
- Oye, te tengo una propuesta.
- ¡Por dios Alicia no vamos a tener sexo!
- ¡Dejame hablar mujer!
- Ok. - definitivamente el alcohol me tenía de mil humores hoy.
- Te traje un regalo. - Alicia tambaleante se acerca a su bolso y de allí saca nuevamente el libro que me dio por la mañana. - Se que me dijiste que no, pero yo nunca acepto un no por respuesta.
- A veces no entiendo cómo es que tú y yo somos amigas. - niego con mi cabeza. - No voy a invocar al esclavo sexual.
- Por favorcito Miri, mi yo de bruja me lo pide a gritos.
- Entonces invócalo tú. - me cruzo de brazos.
- No puedo, tengo esposo y no me hace falta el sexo, encambio a ti si...
- Hija de perra. - Llevo mi mano al pecho ofendida.
- Luego te arreglas con mi madre, pero en serio hagamos esto, te prometo que si no funciona más nunca te obligaré a nada.
Alicia coloca los ojos como el gato con botas, ella sabía perfectamente que no podía negarme a su mirada, así que tomó un cojín del sofá y lo colocó sobre mi rostro para evitar verla, pero ella se tira sobre tratando de quitarme la almohada, hasta que lo logró.
- ¡Está bien, está bien! - Alicia sale de encima de mí y hace su danza de la victoria. - ¿Qué es lo que tenemos que hacer?
- Lo bueno de hacer la invocación hoy es que es luna llena.
- Siento que después de esto me voy a arrepentir.
- No seas pesimista. - me tomó de la mano y me tira de ella para levantarme del sofá.
Salimos del departamento hasta ir al patio trasero, afortunadamente mi departamento quedaba en una planta baja y tenía acceso a un pequeño patio, perfectamente ambientado para hacer una noche de fogata el malvaviscos. Miro a la luna y tal cual estaba llena como Alicia lo había dicho, una corriente fría recorre todo mi cuerpo e instintivamente trato de cubrirme con mis brazos.
- Ten. - Alicia me tiende el libro, lo tomo y miro con total recelo la portada roja.
Pero las ganas locas de abrir el libro y ver a aquel hombre hecho por los mismos dioses me invadió y así lo hice, justo en aquella imagen tan hipnótica.
Acaricie las hojas amarillentas y las finas líneas que trazaban aquel tonificado cuerpo.
- Es hipnotico. - Alicia habla enfrente de mí. Cierro el libro de golpe.
- Hagamos esto rápido. - me sacudo gracias al frío. - ¿Tenemos que matar alguna gallina?
- Iidota. - Alicia me empuja. - Es fácil, porque es como si estuvieras manifestando, vas a repetir tres veces el nombre del esclavo sexual y dejaremos que el resto se haga solo.
- ¿En serio? ¿Y la letra menuda?
- No hay, eso es lo bueno.
- Ok, espero que Dios me perdone por esto.
- Lleva el libro primero. - me indica. - y repite el nombre de Jason de Macedonia.
Pego el libro a mi pecho, por alguna extraña razón sentí un fuerte corrientazo que atravesó mi corazón, mis manos comenzaron a sudar y mis piernas a temblar, me concentré, coloque la poca energía buena que tenía de mí y lo solté:
- Jason de Macedônia, Jason de Macedônia, Jason de Macedônia.
Cuando estuve segura abrí los ojos y Alice me estaba viendo como si fuera un experimento de laboratorio.
- ¿Te sientes bien? ¿Notas algo raro? ¿Ves doble?
- No. - respondo sin más. - Al no creo que esto haya funcionado, debe haber algo que omi...
Un sonido de entre los matorrales llamó nuestra atención, instintivamente me coloco detrás de Alicia, si llega a ser un demonio ella me protegerá. El matorral se seguía moviendo y de forma brusca.
- ¿Jason? - habló Al. - Jason si eres tú, sal, nosotras no te haremos daño.
Con la sacudida de los matorrales algunas de sus hojas se comenzaron a caer, se ve claramente bajo la luz de la luna, de inmediato me arrepentí de haber hecho lo que Alicia me pidió, claramente era una persona asustadiza e insegura.
- Vamos Jason no tengas miedo de salir, nosotras somos tus amigas. - vuelve a hablar mi amiga. - ¿Jas...?
- ¡Ah! - gritamos Alicia y yo cuando algo salió disparado en nuestra dirección, entre nuestras piernas pasaron dos gatos negros peleandose como locos, cuando desaparecieron del panorama Alicia y yo nos vemos y estallamos en carcajadas, tanto que termino de rodillas en el suelo.
- ¡Dios! - colocó las manos sobre mi estómago. - hace mucho que no reía de esta forma.
- Fui timada. - Alicia después de reírse se cruza de brazos muy pensante.
- Mejor volvamos adentro brujita. - me levanto del suelo y la tomó del brazo.
al entrar escuchamos su teléfono sonar desde la sala, dejó el libro sobre el meso de la cocina y la acompañó, allí tomó mi copa de vino mientras que ella hablaba con alguien.
- Ok, voy en camino. - cuelga.
- ¿Quién era? - pregunto.
- Un amigo de Simon, hoy tenían un partido de basquetbol y se lastimó el tobillo, ahora están en urgencias.
- ¿Quieres que te acompañe? ¿Está bien Simon?
- No, está bien, tu pasa tu resaca aquí tranquila, luego te informo como está Simón.
- Si tú insistes.
- Nos vemos.
Rápidamente Alicia recoge todas sus cosas y sale disparada de mi departamento dejándome nuevamente sola
La reina de hielo
Victoria es la CEO de una exitosa marca de moda y cosméticos que construyó desde cero, pero su mundo se derrumba cuando descubre que su esposo, un modelo guapo pero vacío, y su mejor amiga, su abogada y confidente, la traicionan. La víspera de una fusión crucial, Victoria se entera de que ellos no solo la engañaban, sino que la grababan en momentos de estrés para desacreditarla ante la Junta Directiva. Con la imagen de una "CEO histérica" que la prensa explota, Victoria es destituida y abandona el mundo que había construido. Dos años después, Victoria regresa como una nueva mujer. Ahora conocida como "Fénix", ha reinventado su marca con una estética atrevida y exclusiva. Su entrada triunfal en la Semana de la Moda deja claro que ha dejado atrás su antigua vida, y con un solo comentario dirigido a su ex amiga, "¿Te conozco? Ah, sí, eres la que se quedó con mis sobras", muestra que su poder ya no depende de su antiguo círculo. Pero la venganza de Victoria no se centra en destruir la empresa de su ex esposo y amiga, sino en aniquilar su imagen. Con una campaña publicitaria sutil y sofisticada, expone la falsedad y la falta de calidad que gobernaban la antigua marca. Mientras tanto, se une a Gabriel, un CEO rival con el que siempre había tenido una tensa relación. Juntos, forjan una alianza peligrosa para acabar con la última parte del imperio de su pasado. A lo largo de su relación, Gabriel se convierte en la única persona capaz de ver a través de la coraza de Victoria. El respeto mutuo se transforma en una atracción explosiva, y aunque al principio su relación es puramente estratégica, los sentimientos se complican. Gabriel se convierte en su protector cuando su ex esposo intenta regresar, pidiendo su perdón y manipulación. La venganza culmina cuando Victoria compra su antigua empresa por una fracción de su valor y, en un acto de justicia personal, despide a su ex esposo y amiga en una sala de juntas de cristal, con Gabriel a su lado, sosteniéndole la silla. Pero lo inesperado ocurre cuando Gabriel, quien siempre admiró la fuerza de Victoria, la impulsa a un cambio que ni ella esperaba. En un giro sorprendente, ella decide no seguir con la guerra. La venganza pierde su poder cuando Victoria, más fuerte que nunca, entiende que lo que realmente le importa no es la caída de los demás, sino su propia reconstrucción. Así, decide alejarse de todo lo que la ató al pasado, comenzando una nueva vida, solo para descubrir que la única batalla que debe ganar es la que libra consigo misma.
Las cenizas de mi madre, mi furia desatada
Mi esposo, Daniel, me obligaba a verlo con su amante, Jimena, llamándolo mi "educación" sobre cómo ser una verdadera mujer. Esta fue mi realidad durante meses, incluso en nuestro aniversario de bodas. Se negó a pagar el tratamiento que le salvaría la vida a mi madre, provocando su muerte. Luego, dejó que Jimena me golpeara tan brutalmente que perdí al bebé que ni siquiera sabía que llevaba dentro, dejándome estéril para siempre. Como si eso no fuera suficiente, Jimena destrozó la urna de mi madre frente a mí y le dio sus cenizas a un perro, todo mientras Daniel observaba. Las últimas palabras de mi madre fueron: "Deja de rogarle". Me dejó un número de teléfono de mi tío, un hombre poderoso del que apenas sabía nada, el hermano con el que mi mamá había perdido contacto. Cuando lo llamé, envió un jet privado para llevarme a la Ciudad de México. Ahora, estoy de vuelta. No como la esposa rota que desechó, sino como la nueva directora general de su empresa en ruinas, lista para arrebatárselo todo.
El lazo de medianoche
Aarón D'Angelo, el implacable CEO de un imperio inmobiliario, rige su vida por la lógica y el control. Su compromiso es con el legado familiar, la perfección de su fachada y la obediencia a las estrictas reglas sociales de su madre, Doña Elena. Su vida es una ecuación perfecta de poder y reputación. Esta ecuación se rompe con la llegada de Valeria Montez. No es una rival de negocios ni una socialité; es la fisioterapeuta de confianza y asistente personal de Doña Elena, convirtiéndose rápidamente en la única confidente de la matriarca. Su posición humilde es su armadura, y su calma, una provocación para el CEO. Lo que Aarón no sabe es que Valeria custodia un secreto explosivo de la familia D'Angelo: la verdad oculta tras una propiedad antigua que es la base de su fortuna. La atracción entre ellos se manifiesta en miradas robadas, conversaciones a medianoche en la biblioteca y la peligrosa necesidad de investigar juntos el misterio que los une. Cada toque, cada palabra compartida, es un acto de traición a la lealtad y un riesgo para la estabilidad de la empresa. Aarón debe elegir entre el imperio que juró proteger y la mujer que representa la única honestidad y pasión que ha conocido. Si el romance sale a la luz, destruirá su reputación. Si el secreto se revela, destruirá el legado. En el frío corazón de la Mansión D'Angelo, el amor se convierte en el más prohibido y peligroso de los negocios.
Una noche con mi jefe
Una estudiante de la carrera de Derecho se enfrenta a uno de sus mayores retos: ser aprendiz del millonario Cárlenton Alemán. Conocido en el mundo de los negocios como el más hábil y despiadado. Ninguno cree en el amor, sin embargo; una peligrosa atracción que los llevará a la locura surge entre ellos. La vida les tiene preparado un camino lleno de espinas, en el cual deberán enfrentar sorpresas y decepciones. Un embarazo inesperado, un par de gemelos y una amante con sed de venganza nos llevarán al borde del colapso. No te pierdas la intrigante y romántica historia entre una asistente y su jefe.
Lujuria en la isla
Max Ferrer Vega, un millonario, hereda una riqueza que viene de generación en generación. Él aún no forja una familia a sus 37 años porque vive una vida de bohemio y no piensa formalizar ninguna relación, ya que ha tenido una gran desilusión amorosa. Le gusta disfrutar y viajar en crucero de puerto en puerto, también compra propiedades en lugares hermosos para futuras aventuras. Su vida es lujuriosa, le encanta hacer trío con dos mujeres a la vez, es un mujeriego empedernido. Es fuerte y de presencia imponente, elegancia es la palabra que lo describe mejor, su mirada es profunda logrando causar impacto en las personas. Muchas mujeres caen rendidas al conocer a este caballero. Su pelo es castaño oscuro, y ojos verdes con toque marrón, con una altura de 5′ 9″. Alexia González Vargas, una chica joven, que apenas empieza a vivir y conocer el mundo, solo tiene 22 años. Cabello castaño claro, 5. 2 de estatura, boca rosada y gruesa de tamaño normal, nariz bien perfilada, ella es toda una tentación para cualquier hombre. Las vidas de ambos se cruzan y mas tarde todo cambia de repente cuando sufren un naufragio, entonces viven momentos de locuras lejos de la civilización, en una pequeña isla o islote. ¿Qué aventuras vivirán esta pareja estando alejados de todos? ¿Soportará Max la tentación de estar con ella, ya que está totalmente enamorado, cuando ellos están totalmente solos en ese inhóspito lugar? "El amor puede encontrarse en cualquier momento, y sin importar cuantos huyas de el" Max Ferrer Vega
El Legado
Un grupo de amigos heredan de sus padres un propósito de vida, una manera de usar el poder para el bien de quien lo necesite. Sin embargo, en el camino encuentran obstáculos. Cuatro historias enlazadas en una fiesta sin control. Donde no solo anclaron sus almas, sino que despertaron el pasado de sus padres quienes vivían en el anonimato... Ahora el nuevo equipo debe enfrentar a los enemigos y con ello conocerán el mundo oscuro de donde surgieron sus padres. ¿Será que el pasado en ocasiones vuelve o nunca se deja de ser quién eres? Cuatro hermanos. Un legado. Una doctrina que seguir. Una misión por cumplir. Llegó el momento de demostrar quienes son los hijos del Capo.