Tan pronto como entraron en el ascensor, Janice se agachó, sosteniendo su cabeza entre sus manos. Alivia quería decir algo para consolarla, pero se dio cuenta de que sus palabras no la ayudarían mucho.
Dio un profundo suspiro y sostuvo a su amiga entre sus brazos, dándole palmaditas en la espalda.
Apenas el ascensor se detuvo en el primer piso, ambas salieron lentamente. Roy, al verlas, sin pensarlo, corrió hacia ellas y abrazó a Janice.
Lucía nervioso, ya que estaba jadeando y tenía las palmas de las manos sudorosas. La mujer podía sentir la respiración del hombre en su rostro.
"¡Es un alivio ver que estás bien! Gracias a Dios...", él pronunció, con una sonrisa. Había estado tan preocupado por ella que cuando por fin la vio, sintió como si un rayo de luz lo hubiera iluminado.
Su corazón, que casi se detuvo por la ansiedad momentos antes, palpitaba ya con normalidad.
Para ese momento, ella había dejado de llorar. Sin embargo, al escuchar la voz de Roy, sus ojos se nublaron de nuevo. Solo después de que Alivia continuara dándole palmaditas en la espalda pudo sosegarse.
Con una leve sonrisa en sus labios, Janice empujó con levedad a Roy y cuestionó:
"¿Por qué estás aquí?". Nadie más sabía del secuestro, excepto ella, Alivia y Malcolm.
A esas horas él tendría que estar en su casa, ocupándose de asuntos comerciales, no debería estar aquí.
Al oír su pregunta, el hombre no pudo responderle. De hecho, estaba iracundo pensando en Malcolm, quien no había hecho nada por ella. Respiró hondo y replicó:
"Recibí una llamada...". Antes de que pudiera terminar sus palabras, un hombre apareció ante ellos. Janice de inmediato corrió hacia él.
Roy se dio la vuelta y escuchó la alegre voz de la mujer.
"¿Estás aquí para salvarme, Malc?".
Una repentina ola de tristeza se instaló en el corazón de Roy.
Malcolm estaba a punto de hablar con la joven, quien lo contemplaba expectante, cuando se percató de la presencia de Roy, parado a solo unos pasos de ellos. Éste último todavía estaba empapado de sudor, además jadeaba, lo que hacía evidente que había llegado con prisa.
'¿Me llamó después de llamar a Roy?'.
Cuando ese pensamiento cruzó por su cabeza, olvidó todo lo que estaba a punto de pronunciar. Su expresión se volvió helada y sus palabras se tornaron incluso hirientes cuando afirmó:
"Solo estoy yendo a una fiesta". Luego bajó la cabeza y posó sus ojos en los de ella. Cada palabra que salía de su boca la destrozó poco a poco. "Janice, incluso tus mentiras son patéticas".
Sus palabras eran afiladas como cuchillos.
La miró de reojo antes de comenzar a caminar hacia el ascensor, acompañado por su asistente Caleb. Justo cuando estaba a punto de cruzarse con Roy, se detuvo por un momento.
"Parece que sientes algo por mi esposa, puedo dejarte tenerla, si primero me pides permiso". Su voz estaba tan llena de desprecio que sus palabras enfurecieron tanto a Roy como a Alivia.
Janice lo escuchó y se dio la vuelta con una sonrisa brillante.
"¡Nunca te abandonaré, Malc! Sin importar lo que pase, nunca te dejaré". Escuchando eso, la expresión del hombre se congeló. Todo lo que quería espetar se atascó en su garganta.
El hombre continuó hacia el ascensor, sin dar ninguna contestación. Roy, Alivia y Janice quedaron agotados en mente y alma.
Una vez que Malcolm se fue de allí, Janice volvió a ser la joven débil de siempre. Parecía estar a punto de desmayarse, así que su amiga la atrapó justo antes de que pasara.
"¡No esperaba que ese hombre fuera tan desalmado, Jannie!", exclamó ella. Malcolm no solo había ignorado a su esposa cuando ella lo necesitaba, sino que también le dijo esas cosas terribles. Pensando en eso, ella se percató de que él era peor que Leonel.
Negando con la cabeza, la mujer le sonrió y aclaró: "Está bien, sé que él nunca me abandonará. Después de todos estos años, conozco a Malcolm mejor que nadie".
"Si lo conoces tan bien, sabrás que no le vas a agradar después de lo que pasó, Jannie. Eres demasiado buena para un hombre así. No pierdas tu tiempo con personas que no valen la pena", concluyó su amiga.
Janice quería negarlo, pero entonces, notó las lágrimas en sus ojos y no pudo evitar sonreírle.
"¿Por qué lloras si yo no lo estoy haciendo? ¿Por qué no dejamos de hablar de cosas deprimentes?". Con eso, Janice volvió su cabeza hacia Roy con una sonrisa brillante. "Oye, ¿puedes llevarnos al bar? Contigo cerca, Alivia y yo nos sentiríamos mucho más seguras".
Roy quería negarse, ya que anhelaba llevarla a dar un largo paseo en auto para relajarse. No obstante, le costaba mucho decir no a sus peticiones, por lo que no tuvo más remedio que aceptar.
"Está bien, vamos". Él caminó con ella mientras salían del edificio.
Janice secó las lágrimas de su amiga mientras guiaba al hombre a Night Bar.
Unos minutos después de que todos partieran, la puerta del ascensor se abrió de nuevo. Los dos hombres que habían intentado secuestrar a la joven estaban tirados en el suelo, moribundos.
Mientras tanto, después de emborracharse en el bar, ambas chicas eran incapaces de conducir. Notando eso, Roy se ofreció con amabilidad a llevarlas a casa. Dejó a Alivia en su casa, luego llevó a Janice a su villa.
Apenas llegaron al lugar, él sintió de repente que no podía dejarla ir.
La joven estaba en su asiento, profundamente dormida. Sus suaves labios rosados estaban apenas separados y su respiración era rítmica, haciéndola parecer un ángel. Era totalmente diferente a cuando estaba despierta.
"Espero que siempre estés a mi lado, para poder protegerte cuando Malcolm quiera hacerte daño", le susurró él. Al escuchar ese nombre, ella se quejó con suavidad y se dio la vuelta aún dormida, como si ese hombre estuviera a su lado.
"Malc, te amo. Jannie te ama, Malc", balbuceó dormida, como si estuviera hablando con su amante, lo que dejó al hombre atónito.
¿Por qué lo amaba?
Durante los últimos dos años, él fue testigo de que Malcolm la lastimaba todos los días. Aun así, ella parecía amarlo con todo su corazón.
No podía comprenderlo y eso hizo que sus ojos se pusieran rojos de ira. Él ya no podía controlarse. El hombre perdió la razón mientras se inclinaba hacia ella.
Sus labios estaban a solo unos centímetros de los de ella, podía sentir su cálido aliento en su piel.
Habían sido amigos durante años. Pese a eso, nunca había estado tan cerca de ella como en ese momento.
Era en exceso hermosa. Tenía la piel pálida, las mejillas rojizas, una nariz recta y pestañas largas y abundantes. Era tan radiante que cualquier mujer estaría deseosa de poseer su belleza.
Aunque aparentaba perfección, se enamoró de un hombre que nunca la valoró.
"Jannie, ¿no vas a mirarme?". Mientras el hombre pronunciaba esas palabras, se acercó más, sus labios casi se tocaban.
Justo en ese instante, hubo un golpe repentino en la ventanilla del auto.
Él estuvo en alerta y bajó la ventanilla, sin mirar quién era.
El hombre que estaba fuera del vehículo era Malcolm.
Parecía colérico, estaba apretando los puños a la par que examinaba a Roy, como si fuera a golpearlo en cualquier momento.
"¿Puedes al menos esperar hasta que se despierte? Ya te dije antes que pidieras permiso. ¿Tan desesperado estás?".
Dicho eso, Malcolm se fue, no sin antes tomar a Janice en sus brazos. Roy estaba tan enfurecido que deseó correr hacia él y golpearlo. Sin embargo, era consciente de que ni siquiera podría ponerle un dedo encima.
Además, la villa era el lugar favorito de su amiga, herir a ese hombre allí solo la decepcionaría. Pensando en eso decidió que lo mejor era contenerse.
Abandonada en el altar, me casé con un falso lisiado
El día de mi boda, mi prometido me dejó plantada en el altar frente a trescientos invitados para huir con la que juraba era mi mejor amiga. Sumida en la humillación absoluta y bajo una lluvia torrencial, me topé con Ethan Vance, el heredero lisiado y repudiado de la ciudad, y en un arranque de locura le propuse matrimonio allí mismo para salvar mi dignidad. Tras firmar el acta, Ethan me confesó con una sonrisa amarga que estaba en la ruina y que ahora yo compartía su deuda de cien millones de dólares. Pasé de ser una novia traicionada a ser la esposa de un hombre que el mundo despreciaba, trabajando día y noche en una multinacional para evitar que nos quitaran lo poco que nos quedaba, mientras mis colegas se burlaban de mi ""marido inútil"". Sin embargo, empecé a notar detalles perturbadores: la fuerza sobrenatural de sus brazos, el brillo peligroso en su mirada y cómo los empresarios más poderosos del país palidecían al escuchar su nombre. ¿Por qué el hombre que juró ser mi carga parecía ser el único capaz de destruir a mis enemigos con un solo movimiento desde su silla de ruedas? La verdad estalló la noche en que, tras ser secuestrada por mi ex, vi a mi marido ""paralítico"" ponerse en pie y caminar con la elegancia de un depredador para masacrar a mis captores. Mi esposo no era un lisiado en la ruina; era el Director Sombrío de la empresa donde yo trabajaba y el hombre más rico del país. Su mayor mentira no era su fortuna, sino que siempre pudo caminar.
Se embarazó de un mafioso e hizo que su ex se arrepintiera
Para poder tener un hijo con su esposo, el cual tenía problemas de fertilidad, Amelia Fuller aceptó someterse a un tratamiento de fertilización in vitro. Sin embargo, descubrió accidentalmente que su esposo y su amante la estaban utilizando como un instrumento para tener hijos. El material genético del tratamiento había sido cambiado por el esperma de su esposo y el óvulo de la amante. Impactada por la traición, la mujer decidió ir al hospital para interrumpir el embarazo, pero el médico le informó que, por un descuido imperdonable de la enfermera, el bebé que llevaba en su vientre era el resultado de su propio óvulo y el esperma de un hombre desconocido. ¡Y ese hombre resultó ser un jefe de la mafia! De esta manera comenzó una serie de enredos inesperados.
Tras el divorcio, el CEO descubrió que soy una genio
Durante tres años, fui la esposa perfecta, una sombra silenciosa en la lujosa mansión Kensington. Soporté el frío desprecio de mi esposo, Ethan, convencida de que mi entrega absoluta algún día derretiría su corazón. Todo cambió la noche de nuestro tercer aniversario. Lo encontré en un hospital privado, desviviéndose en atenciones por mi propia hermana, Scarlett, con una ternura que jamás me dedicó a mí. Al acercarme, escuché las palabras que me destrozaron el alma. Ethan le confesó que solo se había casado conmigo por obligación y negocios, llamándome ""mediocre, sin clase y un simple trámite burocrático"". Mi madrastra Evelyn remató mi agonía con un mensaje cruel, burlándose de mi papel como un ""adorno aburrido"" en esa casa. Me vi convertida en el hazmerreír de mi propia familia, traicionada por el hombre que juró protegerme. No entendía por qué me eligieron para este juego perverso si tanto me despreciaban. ¿Qué oscuro secreto ocultaban tras ese matrimonio forzado que me arrebató la dignidad? Esa noche morí como esposa, pero desperté como alguien mucho más peligrosa. Dejé mi regalo en el mostrador, firmé el divorcio y activé mi verdadera identidad. ""¿Por qué me trataste como basura si yo era la única que podía salvar tu imperio? Ahora que el 'Cirujano' ha despertado, prepárate para ver cómo se derrumba tu mundo. La venganza apenas comienza.""
CASADOS POR UNA TRAMPA
Imagina que una noche te vas de fiesta a celebrar tu cumpleaños y al día siguiente amaneces en la cama con un hombre desconocido y además paralítico, sin saber cómo, y todo por la culpa de tu hermana que te odia y te tiende una trampa. Además, publica una foto comprometedora para dañarte a ti, pero resulta que el desconocido es un empresario muy respetado y al enterarse de la noticia te obliga a casarte con él, para no manchar su reputación. Eso fue lo que le pasó a Camila y a Nataniel, un tipo considerado el más frío y complicado en temas del amor. No permite que ninguna mujer se le acerque, y por lo que se sabe, ya lleva varios años guardándole luto a un amor que no fue correspondido. Su hermano menor está muy preocupado de que los años pasen y él no quiera conocer a otras mujeres, cansado de ver que Nataniel solo se la pasa sumido en los negocios, él decide prepararle una sorpresa de la cual será partícipe la hermana de Camila. Ella deberá firmar un documento confidencial, el cual compra su silencio sobre lo que pasará esa noche. Sin embargo, ella, a como dé lugar drogará a Camila para que sea ella quien se presente ante Nataniel, a quién sin saber que la chica estaría drogada, también lo ha drogado su propio hermano para lograr que por primera vez después muchos años, tenga una noche apasionada con una chica. Ese encuentro fue planificado para una sola noche, sin embargo, se convertirá en un matrimonio de varios años y todo gracias a que fueron CASADOS POR UNA TRAMPA.
DULCE TORMENTO ESPOSA NO ESCAPARAS DE MI
Quitarse la ropa? Eso es algo que la llena de impotencia, porque recuerda a Cloe, su gemela. Y le indigna porque es ella la que siempre paga por culpa de Cloe, siempre. -no quiero se parte de su mundo- musito -si no haces lo que te ordeno, tu familia quedará en la ruina, no tienes idea de lo que soy capaz de hacer contal de verte de rodillas suplicando -mi familia...- susurra y sus ojos se humedecen porque el único miembro de su familia que la quiere es su hermana menor, Lia. -dejaré a tu familia en bancarrota, no tendrán nada y morirán de hambre ¿eso es lo que quieres?- pregunta con arrogancia y ella llora en silencio. Sus lágrimas se deslizan por sus ruborizadas mejillas -si obedeces nada de eso pasara -señor... no le haga nada a mi familia, menos a mi pequeña hermana, ella... tan solo es un angelito inocente del frío corazón de los Watson, por favor...- Kiara solloza, pues su hermana es su razón de vivir en esta vida tan miserable que le ha tocado -haré lo que usted me diga... Archie se aparta de la chica y no por ver lo que ella hará, si no que le es extraño que aquella mujer pretenciosa que se burló de él esté llorando de esa manera por la familia. -señor...- su voz es temblorosa mientras se quita la ancha camisa -solo tenga compasión de mí- deja caer la camisa, para luego quitarse el pantalón
Ámame cruel esposo Mafioso
Ella estaba aquí para ser una incubadora andante. -Tendremos un hijo, por qué me es necesario tener un heredero. Pero por eso no pienses que vendré a dormir contigo cada noche. Un doctor se encargará de revisarte para hacerme saber tu día fértil, ¿Estoy claro? -Sí.... -los labios de Charlotte temblaron-. Si tanto la amas, ¿porque no te casaste con ella? -se atrevió a preguntar. Los labios de Ares se curvaron. -Ella ya está casada -dijo y se marchó sin mirar atrás. Charlotte se estremeció ante el sonido de la puerta cerrándose. Sus ojos esmeraldas ya enrojecidos miraron las grandes letras que colgaban en la pared cómo la gran burla: "FELIZ MATRIMONIO" Que gran ironía. Este matrimonio está lejos de llegar a ser feliz.