Capítulo 3 Los Celos de Antolini.

Culminada la cena yo tome los platos y Marilinda se levantó y recogió los otros, yo casi me emocionaba al ver domo mi ángel acuñaba mi nombre a sus labios, pero el mequetrefe de su marido viraba de reojo a cada instante para detallar que hacíamos y que tipo de conversaciones teníamos. En ese momento.

Comenzamos hablar de la existencia humana y de todo lo que significa desde la antropología filosófica el alma humana, le explique cómo Platón a través de la teoría de la cavernas nos explicaba como la razón humana se relaciona con la inteligencia, el conocimiento y la ignorancia somatizando una cadena epistemológica que puede ablandar o no la conciencia humana. En este sentido ante mis palabras mi ángel me escuchaba con atención y en el calor del discurso cuando ella deseaba aportar ideas llego Antonili y tomándola de un brazo le dijo:

Vámonos la visita tiene sueño

Desde ese momento todos los comensales decidieron irse y yéndose todos ellos ebrios a sus hogares, se despidieron calurosamente de nosotros quienes por supuesto fuimos a rezar las completas y a pedir perdón a Dios por nuestros pecados de omisión que hayamos cometido durante el día.

Una vez que se fueron en la camioneta Antolini vio a su mujer que venía fresca y tranquila Tal situación lo envolvió en molestia y con furia le pregunto despejamente y con la arrogancia que le caracteriza le

¿qué te pareció el nuevo curita?

Ella levantó una carcajada y con ironía e irrespeto le respondió.

Joven y atractivo, tiene unos ojos color miel preciosos y se ve educado y hasta de familia muy acaudalada como nosotros.

El metiendo un frenazo en las frías calle vaticanas, con ojos de ira y ganas de golpearla respondió:

Ah te gusto el padrecito.

Por favor...Repondio Marilinda... ES un sacerdote y yo una mujer casada respétame al menos mi dignidad jamás te he sido infiel...

Lo que pasa es que al tipo se le salían los ojos al verte... No lo notaste...

Sonriendo pícaramente respondió...No en realidad para mí no es un hombre es un siervo de la verdad.

No te creo me parece que te gusto, te sentiste muy a gusto como te miraba y en una oportunidad en uno de mis descuido te fuiste a la cocina con el cuándo recogían los platos, crees que no lo note..

Hay por favor Antolini...NO empecemos con tonterías, yo no iba tener sexo con un hombre ajeno en tus narices, el padre es un sacerdote más que viene a acompañarnos en la fe. No seas tonto, solo conversábamos un rato y fue muy gentil conmigo.

Tomándola fuerte del brazo Antonilini le prohibió a Marilinda que se relacionara en cualquier forma no quería que ni siquiera se acercara a él no pues no tenia porque hacerlos, porque al final del caso yo solo era un diacono que se esta preparando para ser presbítero y en un mes podría distribuir todos los sacramentos incluso el de la confesión, razón mas que suficiente para creer que no tiene porque atenderla.

- Marilinda te prohíbo que te acerques a ese morboso, el no tiene autoridad para nada, espero que me cumplas, sino tendré que hacer lo que hecho antes eliminar la competencia, porque jamás dejaré que otro sujeto que no sea yo te coloque un dedo encima.

Con lágrimas en los ojos Marilinda recordó los tres asesinatos de Antonili anteriormente , su formación militar lo acreditaba para hacer lo que quisiera pues como general de división del ejército de italiano se sentía en la potestad de someter a cualquier individuo bajo su merced, pues hay qe señalar que el primer novio de Marilinda fue salvajemente asesinado porque según él y sus celos controladores ella todavía lo amaba.

La inseguridad de Antonili era obvia era un sujeto de 49 años torpe, aunque era atractivo sus canas delataban su edad, de un metro 87 y con un peso de 89 kilos estaba sumamente fornido, ademas de que concía de artes marciales pero tiempo atrás que nos las practicaba.

Marilinda era una mujer de 31 años, extremadamente bella, con un cuerpo realmente exorbitante una piel fina de porcelana, labios ojos y encarnados, dientes perfecto pelo negro ojos café y una mirada penetrante que congelaría hasta el mas vil de los hombres. sus piernas eran perfectas incurvaban perfectamente con su cintura denotando una unión perfecta de la naturaleza amiga que la hizo especialmente como un ángel.

A mis 31 años jamas me había enamorado, era un hombre joven que comenzaba a caminar hacia la adultes con mi cabello abundante color negro mis ojos café, mi estatura de un metro 83 y un cuerpo muy bien formado pues todas as tardes en mis ratos libres para drenar mis fantasías codiciosas practicaba boxeo deporte que mi padre deseaba que yo fuera profesional , pues siempre consideró que tenia talento natural para ganar la medalla de oro y ser campeón mundial de la Asociación Mundial de Boxeo en mi categoría de semi pesado.

En fin, la violencia reprimida de mi ira quedaban acalladas en los sacos de box pues cada día golpeaba con mas furia pues la única verdad que tenia era el camino que me había forjado durante muchos años de ser un siervo de Dios y Anclarme al servicio de los más necesitados pues una vez concluidos mis estudios de post grado y ordenado bajo la fiel enseñanza de mi amado fundador Ignacio de Loyola como buen soldado de la iglesia católica me iria de misiones para una de las tribu del africanas.

Por otro lado, Antonili es un hombre mu peligroso algunos feligreses me han comentado que una vez asesino al hijo del panadero Donatelo Mancini, solo por pensar que este le hacia infiel. Bajo la escusa que era un narcotraficante entró una comisión del ejercito italiano bajo sus ordenes y encontrándole la droga, según ellos, y se lo llevaron esposado. El informe oficial señala que en el camino, al pie de las colinas, el intentó escapar y le dispararon abiertamente, pero las pruebas presentadas por la fiscalá militar demostraban que el muchacho fue ajusticiado pero esa cuestión nunca lo pudieron probar porque varios expedientes fueron desaparecido.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022