Capítulo 7 ¿Cuál Sería La Relación entre Ustedes

Eudora se movió incómoda, ella realmente no quería quedarse ni un minuto más y murmuró en voz baja: " Cuando se trata de asuntos de negocios, realmente no importa si estoy aquí, ¿o me equivoco?"

"Te dije que no te puedes ir, así que deja de decir tonterías". Félix estaba tan enojado que levantó la mano en dirección al rostro de Eudora. Pero, al segundo siguiente, una mano lo detuvo.

"¿Quién diablos se atreve a detenerme?", maldijo Félix.

"No vayas demasiado lejos. ¿Crees que este es un lugar donde puedes hacer lo que quieras?", dijo con severidad Clint Zuckerberg, asistente de Amos Granger.

Fue entonces cuando Félix se dio cuenta de que el hombre que le había agarrado la mano era Amos Granger, un influyente empresario de la ciudad de Rosaville.

Inmediatamente cambió su expresión y respondió con amabilidad: "Señor Granger, siento no haberlo conocido antes…”

Amos miró ligeramente a la mujer que estaba junto a Félix y dijo con frialdad: "¿Acaso no sabes que está mal pegar a una mujer? ¿No son los Meyer una familia poderosa y bien educada? ¿Cómo no lo sabes?"

"Señor Granger, tiene razón. Fue mi error, nuestras reglas familiares siempre han sido muy estrictas. Tal vez, si tiene tiempo, le gustaría sentarse a conversar. ¿Qué dice, Señor Granger?”

Al Phantom Group le iba muy bien, pero no era nada comparado con la compañía Valiant East de la familia Granger. Naturalmente, Félix quería quedar bien con Amos.

"No es necesario”, respondió Amos con desinterés. En cambio, miró a Eudora, y preguntó: "¿Quién es ella?"

Félix pensó que su plan había fracasado, pero cuando escuchó la pregunta de Amos, rápidamente agarró la mano de Eudora y la jaló hacia adelante.

"Ella es mi esposa, Eudora George". Sabía que era útil tener a esta mujer a su lado.

“¿Esposa?”, dijo Amos con el ceño fruncido y miró a Eudora con una pizca de frialdad en los ojos. Sin embargo, Eudora se negó a agasajar al hombre que le acababa de presentar. Por muy fuerte que fuera su corazón, no podía enfrentarse a un hombre que acababa de intentar ponerle las manos encima.

"¿Ya terminaste de presentarte? Entonces me iré". Al escuchar eso Félix le advirtió a Eudora en voz baja: "¿Qué haces? No olvides lo que te dije antes de venir".

Eudora sintió una ola de tristeza en su corazón. "¿Sabes qué pareces? Suenas como un proxeneta que intenta buscar un cliente para tu propia esposa".

Félix estaba tan enojado que apretó los dientes con rabia. "Eudora, no seas desobediente”. Sin la necesidad de levantar la voz, la gente a su alrededor pudo notar que ambos estaban discutiendo.

El rostro de Amos se oscureció poco a poco y Clint, que estaba junto a él, sintió que algo estaba mal. Se quedó perplejo cuando escuchó a Amos decir: "Hubo un proyecto en Valiant East el mes pasado. ¿Me parece que el Phantom Group estuvo en la lista de licitación?”

Félix se quedó encantado. "Sí, Sr. Granger. No pensé que también le interesará nuestra pequeña empresa”.

Clint se burló en voz baja. Su jefe siempre había sido adicto al trabajo, así que sin duda alguna conocería bien los pormenores de su propia empresa.

"Tráeme los documentos del proyecto mañana y hablemos en mi oficina".

Félix se sorprendió por la repentina oferta y se quedó extremadamente satisfecho. Rápidamente volvió en sí y dijo: "Claro que sí, Sr. Granger. Se lo llevaré personalmente mañana por la mañana".

"No", dijo Amos mirando a la mujer a su lado, quien había estado con la mirada en el suelo todo el momento, “Pídele a ella que me los lleve”.

Eudora se quedó atónita por sus palabras y levantó la mirada rápidamente. Sin embargo, cuando sus ojos se cruzaron, su corazón se estremeció y enseguida giró a mirar a otro lado.

"Pero yo no trabajo para la empresa", respondió Eudora.

"Entonces olvida la oferta”, dijo Amos y su estado de ánimo cambió bruscamente. Para empezar, el proyecto no le interesaba y, de todos modos, el Phantom Group no era su primera opción.

"No hay problema Sr. Granger", respondió Félix. "Puedo asegurarle que mañana estaremos en su oficina”.

Después de que Amos se fue, Félix se llevó a Eudora a un lado y decidió irse también. Había mucho que preparar para la importante reunión de mañana. Al salir de la mansión de la familia Granger, Eudora detuvo a Félix. “Félix, ¿qué quisiste decir? ¿Quién te ha dado el derecho a tomar esa decisión?"

Félix se burló y la expresión en su rostro cambió repentinamente. "Ni siquiera te he preguntado ¿Por qué Amos pidió específicamente que fueras a su oficina? ¿Cuál es la relación entre ustedes dos?"