Durante doce años, Ximena, una arquitecta destacada, ocultó su verdadero ser y su amor incondicional por Ricardo, heredero de un vasto imperio inmobiliario.
Su mundo se derrumbó cuando, en la presentación más importante del año, la pantalla gigante de la empresa no mostró los planos del proyecto, sino 999 fotos íntimas y humillantes suyas, un frío escalofrío recorrió su cuerpo.
Ante la mirada de burla de los socios comerciales, Ricardo, quien debería haberla protegido, solo consoló a Elena, la "torpe" asistente que supuestamente causó el desastre, y la nombró directora, mientras ella se arrastraba pidiendo perdón.
¿Cómo era posible que el hombre por el que había sacrificado todo, la humillara de esa manera y ni siquiera le diera la cara?
Con el corazón destrozado y el estómago vacío, Ximena, que había amado a Ricardo por veinticuatro años, tomó una pluma y firmó el acuerdo de divorcio, decidiendo dejar atrás un amor que solo le había traído dolor y desilusión.
