Capítulo 2 Primer día de trabajo

Después de un emocionante primer día en el crucero, Emma se despertó temprano para su primer turno de trabajo. Se dirigió al área de servicio de comidas y comenzó a conocer a sus compañeros de tripulación. Cada uno de ellos se presentó con ella. Todos ellos ya se conocían desde antes, la única nueva en la tripulación era Emma. Rápidamente, se dio cuenta de que eran un grupo diverso de personas, cada uno con una historia interesante que contar.

-Estoy seguro de que vas a disfrutar tu trabajo en el crucero, no solo por qué tendrás la oportunidad de conocer y disfrutar de cada una de las atracciones que ofrece el crucero. No me lo tomes a mal, pero me gustaría tener tu trabajo.

Emma se sintió un poco incómoda ante la última frase, debido a que podía imaginar el trabajo que tienen sus compañeros en el crucero. Tienen que atender a todos los pasajeros, si no que también tienen que solucionar los inconvenientes que se presenten, manteniendo a los pasajeros ignorantes de las mismas.

-Creo que es momento de que te presente con tu compañero de trabajo -dijo el capitán, quien se encontraba desayunando en esos momentos.

El capitán la presento con su compañero de trabajo, Miguel. Era un joven apuesto, con una sonrisa cautivadora y una presencia misteriosa que atraía a Emma. Aunque se sintió atraída por él de inmediato, también se sintió un poco intimidada por su misterio y sus silencios prolongados.

-¡Mucho gusto! Mi nombre es Miguel, seré el encargado de llevarte a cada una de las atracciones del barco, para que las puedas conocer y capturar la belleza de cada una.

Emma, le tomo la mano para saludarle. Ese apretón de manos la hizo sentir que el hecho de que su amiga casi la obligará a aplicar a la vacante valiera la pena. En ese momento se olvidó de todo el dolor que le causo la traición y manera tan ruina como la dejo su ex.

Después de las presentaciones llegó la hora de comenzar su jornada de trabajo. Emma salió del comedor justo detrás de su compañero Miguel, quien era la persona asignada para guiarla por todo el barco.

Durante su turno de trabajo juntos, Emma y Miguel se conocieron mejor. Él le contó sobre su amor por la música y su pasión por tocar la guitarra, mientras ella compartió sus sueños de viajar y explorar el mundo. Descubrieron que tenían mucho en común, pero también había algo en él que la hacía sentir que había más detrás de su fachada amable y confiada.

Emma se propuso descubrir más sobre Miguel, pero no quería parecer demasiado curiosa. Durante los próximos días, cuando él ya había terminado de mostrarle todo el barco y ya no trabajaban juntos, ella y Miguel se encontraban de vez en cuando y compartían pequeñas charlas que dejaban a Emma aún más intrigada.

Una noche, después de un largo día de trabajo, Emma decidió relajarse en la cubierta del barco. Estaba disfrutando de la brisa del mar cuando escuchó a alguien tocando la guitarra. Reconoció la melodía como una de sus canciones favoritas y se dio cuenta de que era Miguel.

Se acercó a él y se sentó a su lado mientras él tocaba. Él no pareció sorprendido por su presencia y continuó tocando como si nada hubiera pasado. Emma se sintió un poco incómoda por un momento, pero luego decidió disfrutar de la música. Él tocaba de una manera que hacía que Emma se olvidará de todo lo demás. Ella disfrutaba mucho escuchándolo tocar.

Después de que Miguel terminara de tocar, se dieron cuenta de que se había hecho tarde.

-Tocas de maravilla, es una pena que deba irme a descansar en este momento.

En eso Miguel observo su reloj y se dio cuenta de la hora.

-Tienes toda la razón, ya se ha hecho tarde. Me alegro ver que disfrutaste de la música que toque.

Emma se despidió de él y comenzó a caminar de regreso a su habitación. Sin embargo, no podía sacar a Miguel de su cabeza y decidió que tenía que saber más sobre él.

Los días siguientes, Emma continuó conversando con Miguel siempre que podía. Finalmente, un día después de su turno de trabajo, Miguel la invitó a dar un paseo por el barco. Durante el paseo, Miguel finalmente abrió un poco más y le habló sobre su pasado. Había pasado por momentos difíciles y se había alejado de su familia, pero estaba intentando hacer las cosas bien y hacer algo que le gustara.

-Mi padre tiene una empresa muy exitosa, su sueño siempre fue que cuando él se retirará yo continuara manejando el negocio familiar, pero como te has podido dar cuenta, ese no es mi sueño, lo que yo más quiero es poder dar a conocerme como artista, lo que a mí me llena es la música y esa es la razón por la cual salí de casa de mis padres siendo muy joven. Debido a la falta de apoyo, tuve que buscar trabajo, aunque en un inicio me sentí decepcionado al tener que trabajar en algo que no era hacer música, poco a poco he ido comprendiendo que esto solo es un escalón para cumplir mi meta.

-Yo considero que deberías de pedir permiso para poder tocar una noche en el restaurante, estoy segura de que los pasajeros quedarán encantados con tu manera de tocar y con tu bella voz.

-Tengo que admitir que ya lo había pensado hace algún tiempo, pero no encuentro el momento para hablar con el jefe de personal y pedirle una oportunidad.

-Creo que yo puedo ayudarte con eso.

-¿En serio? ¿Me ayudarías a hablar con él?

-Claro, desde que nos conocimos te has comportado bien conmigo, y es lo menos que yo puedo hacer por ti, además, creo en tu talento y estoy segura de que él al escucharte tocar no dudará en darte la oportunidad.

-Espero que tengas razón -le dijo y seguido le dio un fuerte abrazo.

Emma sintió que había encontrado una nueva conexión con Miguel y se dio cuenta de que estaba comenzando a sentir cosas por él. Aunque no sabía que es lo que sentía por él exactamente, tenía ciertas dudas sobre él, debido a que sentía que había más detrás de su historia y estaba decidida a descubrir más.

            
            

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