Capítulo 6 Entregado al Jefe

capitulo 06

Mia no respondió, estaba desconcertada y solo logró salir de la habitación, procesando lo que había pasado, mientras su cuerpo deseaba que Oliver hubiera continuado, imaginando cómo hubiera sido, sin poder contenerse, entró al ascensor cambiándose. sus zapatos, respirando hondo y dándose cuenta de que había una cámara en el lugar, preguntándose si seguridad estaba monitoreando esa cámara o el mismo Oliver, teniendo la sensación de ser observado, sin distinguir si era bueno o malo.

Salió por la puerta de la empresa y fue abordada por un chofer que la condujo al auto, subiendo agradeciéndole tratando de entender qué estaba haciendo allí en ese momento y no en el metro como siempre.

Al bajarse Mia se despidió del conductor, notando que las luces del apartamento estaban apagadas, imaginando que su hermana seguía en la misma locura.

Mientras caminaba, Mia se preguntó si había sido elegida para su personaje o si Oliver la había escogido personalmente, recordando que él siempre la observaba de pie en la despensa y si estas cosas que estaban pasando tenían un propósito o estaba maximizando las cosas que habían escuchado ese día.

Mia pensó que Oliver era un hombre guapo, tenía cuarenta años, su cuerpo definido y fuerte la hacía dudar si era más atractivo que su rostro cuadrado, con sus ojos verdes y su cabello negro con mechones grises que comenzaban a aparecer. Mia lo vio , pero hasta ese momento nunca imaginó que podría tenerlo, de hecho no había pensado en respirar el mismo aire que el multimillonario Oliver.

No se supo mucho de las relaciones del multimillonario, apareciendo en los medios que las mujeres que se acostaban con él tenían prohibido contar secretos íntimos, pero nadie sabía a ciencia cierta si esto era cierto o falso.

Pero ahora estaba entrando a su casa después de haberlo sentido tocar sus piernas, deseando haber subido un poco más.

Mia metió la llave en la puerta, pero estaba apoyada en ella y con el movimiento de su mano se abrió, preocupándose, encendió la luz esperando encontrar a Ava tirada en el suelo, pero eso no sucedió, ella su hermana no estaba en la habitación y solo tenían dos maletas comiendo las cosas que había comprado la noche anterior, con la esperanza de que las hubiera guardado, pero sabiendo en su interior que no lo había hecho .

"Ava" llamó abatida mientras caminaba más adentro de la casa de "Ava".

Mia caminó hasta el sótano pero tampoco encontró a nadie, luego subió al dormitorio y encontró una nota sobre la cama en un viejo cuaderno que decía:

"Estoy tomando algunas cosas, es por nuestra buena hermana , volveré pronto con nuestra libertad".

Mia no veía libertad en las cosas que hacía su hermana, su corazón estaba triste, le gustaba lo que había ganado y a quién había ganado, su día había sido diferente, pero agradable, pero su hermana Ava no la había dejado experimentarlo ni por un momento. Veintinueve años, cuatro horas de alegría que sintió.

Mia yacía en la cama indispuesta y cansada, Ava era como un marido abusivo que la drenaba por completo, pero siempre alimentando la esperanza de que su hermana despertara y hiciera una vida normal.

Mia escuchó la puerta cerrarse, recordando que no la había cerrado con llave, se levantó y corrió hacia el pasillo para ver quién era, encontrando a Ava cerrando la puerta desesperadamente.

"Empaca tus cosas" ordenó Ava desesperadamente "Vámonos ya, ya vienen".

"¿Quién viene?"

"Asesinos".

"¿Dónde está la ropa y los zapatos Ava, qué hiciste?"

"Traté de cambiarlo por dinero pero me atraparon, ahora saben dónde estoy y dónde estás tú, lo siento hermana, solo traté de cambiar el dinero para escapar".

"Llamaré a la policía ".

"Mía deja de estar loca, soy un ladrón perseguido por la policía, no para ser arrestado, sino para ser asesinado.

Las dos dejaron de hablar, observando que hombres extraños comenzaban a invadir el césped mientras gritaban por Ava, Mia corrió agarrando una mochila, metiendo las primeras cosas que encontró dentro y le hizo señas a su hermana para que subiera, luego corrieron hacia atrás, bajando por la escalera. escalera de incendios y corriendo sin rumbo deteniéndome casi una cuadra después para recuperar el aliento.

"Vamos a la casa de papá", dijo Mia, "Dame el dinero que obtuviste con las cosas y llamaré a un uber ".

"No tengo dinero".

"¿Cómo es que no tienes dinero?" .

"Lo siento mucho Mía".

"No sentí a Ava, a ella no le importa nada más que tu bien, espero que esté satisfecha con nuestra muerte" respondió Mia nerviosamente sacando el celular de la empresa del bolsillo de su vestido, para no caerse mientras se sentaba en ella. el piso.

"Son dos celulares Mía, vendí uno".

"Cállate Ava".

Mia tenía sentimientos encontrados, pensando que antes de desaparecer tendría que devolver al menos el celular de la empresa que le había dado una vida mejor, preguntándose cómo lo haría.

"Ellos saben todo" dijo Ava respirando hondo "saben sobre papá, las tías y nosotros, no hay ningún lugar en el que estemos seguros en este momento. Hoy estás tan hermosa Mia, lo siento, es mejor dármela para que uno tenga la oportunidad de vivir".

"Mía, corriste a mi casa y te escondiste, tu voluntad era morir conmigo, ahora se acabó, vamos juntos hasta el final y aun así no puedo odiarte" .

Los dos se abrazaron escuchando pasos de hombres corriendo y gritos buscándolos, callados y temerosos se quedaron juntos esperando hasta que los encontraron golpeados y muertos. Ambos con los ojos cerrados.

Mia apretó nerviosamente el celular y la luz se encendió, sonrió permitiéndose imaginar cómo sería estar en los brazos de Oliver al menos una vez y sintió su corazón latir deseoso de vivir, enviando un mensaje directo a Oliver diciéndole que ella estaba en aprietos, agradeciendo la oportunidad que le había brindado al despedirse esperando el momento en que se encontrara.

"Tranquila Ava" dijo Mia al darse cuenta de que su hermana estaba temblando "Al final todo está bien".

"No estoy preocupada por mi hermana, estoy acostumbrada a que me peguen, no soporto verte pasar por esto, Mia nunca se lo mereció".

"Aquí" gritó un hombre al encontrarlos "Tírense en el suelo" ordenó reconociendo a Ava, "Tírense o tiro".

Los dos yacían en el piso, el vecindario escuchaba el ruido, pero estaban acostumbrados a las peleas de pandillas y las muertes por lo que no se involucraron llamando a la policía , eso parecía el final de los dos.