La alfa DANNA, reina de los lobos sin humanidad
img img La alfa DANNA, reina de los lobos sin humanidad img Capítulo 2 ¿Esto es una trampa tuya, omega
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Capítulo 6 Me alegra que hayas despertado img
Capítulo 7 Afuera están los lobos merodeando la cabaña img
Capítulo 8 Cinco años después img
Capítulo 9 Luna Eurides, es un placer para mí ayudar img
Capítulo 10 ¿Cómo se atrevió img
Capítulo 11 Mami, quiero retirarme de aquí img
Capítulo 12 Danna no podía entender por qué se sentía así img
Capítulo 13 Eros volteó para mirar a su hija img
Capítulo 14 Gracias, alfa, por salvar a la princesa img
Capítulo 15 Lamia caminó sigilosamente hacia el calabozo img
Capítulo 16 Eros dejó escapar un profundo suspiro img
Capítulo 17 Lamia llegó a la casa donde se encontraban los 5 ancianos reunidos img
Capítulo 18 Fabricio había ido a la mansión img
Capítulo 19 No te creas superior a mí img
Capítulo 20 Desde temprano, la manada había sido resguardada img
Capítulo 21 Ahora no estoy para pensar en eso img
Capítulo 22 Danna estaba cansada img
Capítulo 23 Deja de hablar tonterías img
Capítulo 24 Danna comenzó a sentirse mareada img
Capítulo 25 Danna habló con voz molesta img
Capítulo 26 Eurides estaba intranquila img
Capítulo 27 Tengo sed, Gina img
Capítulo 28 Eros desplegó lobos rastreadores img
Capítulo 29 Eros y su grupo de gammas img
Capítulo 30 Danna sintió las fuertes manos img
Capítulo 31 Cuando Eros divisó a Danna acercándose img
Capítulo 32 Ven conmigo y te cuento img
Capítulo 33 Ares, te presento a Eros img
Capítulo 34 ¡Acorrálenla! Para que no llegue a la criatura img
Capítulo 35 Zeus, apúrate, vamos donde papi img
Capítulo 36 Con un plan cuidadosamente coordinado img
Capítulo 37 Eurides, al escuchar los aullidos de victoria img
Capítulo 38 En la reunión, todos volvieron a su forma humana img
Capítulo 39 Eros, mi vida, no puedes continuar así img
Capítulo 40 ¿Por qué me haces esto después de invitarme a tu habitación img
Capítulo 41 La sorpresa inundó sus sentidos img
Capítulo 42 En el bosque, cerca de la manada Vilkas img
Capítulo 43 Galilea, cuéntame dónde las tenían a ustedes img
Capítulo 44 Llegaron a la manada al amanecer img
Capítulo 45 Maya estaba en estado de alerta constante img
Capítulo 46 Maya soltó un gran suspiro img
Capítulo 47 En la manada azul img
Capítulo 48 Cuatro hombres discutían en una zona montañosa img
Capítulo 49 Mi pequeña lobita img
Capítulo 50 Diosa Selene, eres realmente mala conmigo img
Capítulo 51 Mi amor, ven a la cama img
Capítulo 52 En la manada Vilkas img
Capítulo 53 El día de la boda finalmente había llegado img
Capítulo 54 Los invitados comenzaron a gritar img
Capítulo 55 Eos, al ver a su mamá, se destapó a llorar img
Capítulo 56 Danna prestó atención a Eurides img
Capítulo 57 El corazón de Danna latía con una intensidad img
Capítulo 58 ¡Vamos, Omega, bájate! img
Capítulo 59 Orion se internó en el inmenso bosque img
Capítulo 60 Gina presionaba sus labios contra el cuello de Ares img
Capítulo 61 La mansión era un completo caos img
Capítulo 62 Eros, al frente de su grupo de guerreros img
Capítulo 63 Nuestra bebé se está adelantando img
Capítulo 64 Diosa Selene, esto no puede ser img
Capítulo 65 Mi amor, no puedo soportar la idea de estar lejos de ti img
Capítulo 66 Mi amor, apúrate, ya debemos presentarnos en la manada img
Capítulo 67 Una semana después img
Capítulo 68 En la mansión Willfón img
Capítulo 69 Gina dio un gran suspiro de alivio img
Capítulo 70 A escasos metros de la mansión Willfón img
Capítulo 71 Amor, ¿no tenías trabajo y reuniones esta tarde img
Capítulo 72 La reina no tiene la culpa img
Capítulo 73 Después de visitar a Gina img
Capítulo 74 ¿Por qué vienes de ese lado del bosque img
Capítulo 75 Un mes después, el corazón de Ares ardía en llamas img
Capítulo 76 Majestad, no la esperábamos hoy en nuestra manada img
Capítulo 77 Iris corrió desesperadamente a través del denso bosque img
Capítulo 78 Su rostro se tornó rojo por la vergüenza img
Capítulo 79 Mi amor, mi Luna, lo siento tanto img
Capítulo 80 ¿Qué te ocurre ¿Dónde te duele img
Capítulo 81 Dieciocho años después img
Capítulo 82 Zeus intentó correr detrás de ella img
Capítulo 83 Galilea y Eos se encontraban afuera de una tienda img
Capítulo 84 Buena tardes, princesas. El Alfa Perseo las espera img
Capítulo 85 ¡Sí! Eres mi ninfa coqueta img
Capítulo 86 ¿Qué pasó Eos img
Capítulo 87 Eos, este es tu destino img
Capítulo 88 Hija, por fin atiendes el teléfono img
Capítulo 89 El día de la boda había llegado img
Capítulo 90 Eres la personificación de la belleza img
Capítulo 91 La actitud de la ninfa no pasó desapercibida por Perseo img
Capítulo 92 Perseo, bájame. Estoy furiosa y no quiero dormir contigo img
Capítulo 93 Mi hermosa ninfa img
Capítulo 94 La sangre de Eda comenzó a hervir img
Capítulo 95 Eda se encontró sola en la oficina img
Capítulo 96 Puedes bajarme, ¿no crees que estás exagerando img
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Capítulo 2 ¿Esto es una trampa tuya, omega

En la mañana, se despertó temprano y se quedó mirando por la ventana. De repente, sintió un sofocón. Su celo parecía que se había adelantado. Había escuchado que cuando se encuentra a su mate, en algunos casos se adelanta el celo. Es una necesidad fisiológica aparearse y ser marcada por su pareja. Ella estaba sintiendo el olor refrescante y corporal de su mate. Danna trató de calmarse al sentir el sudor erizante recorrer su cuerpo. De repente, sintió cómo de golpe se abrió la puerta, haciendo que se sobresalte.

Minutos antes, Eros estaba en su despacho cuando un olor delicioso le provocó escalofríos. Se puso furioso y hechizado, salió a toda velocidad. Sin tocar, entró lamiéndose los labios y cerrando la puerta con los pies.

Danna se giró y se sonrojó por la mirada caliente que le transmitía Eros. Él estaba haciendo un esfuerzo extremo para no saltar sobre ella y comérsela entera, dando unos pasos hacia Danna vociferó.

-¿Esto es una trampa tuya, omega? ¿Estabas planeando esto para que te tome como mate? -Él notó sus mejillas rojizas, haciendo que se viera tierna y sensual. Se quedó petrificado cuando la vio directamente a sus ojos. Para Eros, ella no solo era hermosa y sensual, sino que sus ojos eran impresionantemente místicos de color azulado verdoso con destellos dorados, haciendo que Hércules aullara de deseo.

Danna negó con la cabeza, asustada. Ella tampoco lo quiere como su mate.

-Al... alfa déjeme ir -exclamó tímidamente, parpadeo varias veces y trago saliva para tomar valor y continuar-. Mi celo se ha adelantado y... sé que no soy de su agrado, así que... es mejor que me vaya.

-Escúchame bien, omega -dijo Eros con tono amenazante-. Es mi problema si me agradas o no, así que más te vale que me complazcas y sepas cuál es tu lugar en mi vida.

Él la agarró de la cadera con firmeza y le acarició el labio inferior con la lengua, buscando acceso a su boca. Ella abrió la boca y Eros introdujo la lengua, explorando y lamiendo cada rincón de su boca. Danna trató de llevarle el ritmo y liberó un gemido de placer mientras que él movía la lengua a un ritmo más calmado. El calor de sus bocas los envolvió en una sensación embriagante, haciendo que Eros soltara un sonido gutural que provocó en ella vibraciones por toda su columna vertebral y constantes palpitaciones en su parte íntima.

Eros la levantó de la cintura y la colocó en la cama, luego le quitó el vestido por la cabeza, dejando al descubierto sus senos desnudos. Sonrió con malicia y la miró a los ojos, mientras lanzaba la prenda al suelo le ordenó.

-No te muevas.

Unas chispas de emoción recorrió el cuerpo de Danna mientras observaba cómo se desvistecía rápidamente delante de ella. Se desabrochaba la camisa botón a botón. En Su mente susurró «¡Más de prisa!» El movimiento de los músculos de su pecho la hace babear.

-Mírame, omega.

Ella alzó la vista para encontrarse con dos esferas azules que la estudiaban detenidamente mientras él se quitaba los zapatos, los calcetines y los pantalones, luego se bajó el bóxer por las piernas. Su erección quedó libre bajo la mirada de Danna, haciendo que expandiera sus ojos, tragó en seco y una poderosa pulsación estallara en su intimidad.

Él se subió a la cama y se montó sobre ella, le tomó las muñecas y se las puso sobre su cabeza, le abrió las piernas con la rodilla izquierda y se acomodó entre ellas, colocando los antebrazos a cada lado de su cabeza y mirándola con ojos feroces le susurró.

-Necesito estar dentro de ti con desesperación.

Danna sintió la gruesa punta de su erección presionando la puerta de su entrada, lo que le provocaba un placer inconmensurable. Pero reaccionó al sentir un dolor punzante dentro de su intimidad.

-¡Duele! Sácalo, sácalo -el fuerte dolor hizo que quisiera escapar, pero el alfa era mucho más grande y fuerte que ella.

-No lo haré -confirmó, él la besó suavemente mientras permanecía en su ajustado interior. Él estaba confundido. No pensó que, siendo una omega, fuera virgen. Estaba sumamente satisfecho y feliz por ser su primer apareamiento; esa loba era suya, solo tendría un macho y era él. Dio un rugido de orgullo.

Danna escucho ese ronquido y automáticamente expuso su delicado cuello para el alfa.

Sin poder evitarlo, Eros empujó hacia adelante su hombría para llegar hasta el fondo en ella y saco sus caninos de lobo, luego llevo su boca al delicioso cuello y hundió sus colmillos en su piel haciendo que Danna gimiera de dolor y unas lágrimas salieran sin permiso.

Eros trató de resistirse en marcarla, pero Hércules, está descontrolado, quería a su mate a su lado y exigió marcarla. Él empezó a embestirla suavemente por ser su primera vez, no quiere ser salvaje.

A Danna se le va pasando el dolor y la sensación de tenerlo dentro de ella es maravillosa, pronto se acostumbró a su grosor y dejó escapar un suspiro placentero mientras él le lave con deseo su marca, luego se acercó a su boca y tomó sus labios con prisa, moviendo la lengua al ritmo de sus caderas.

Ella se zafa de su agarre y le clavó las uñas en los brazos.

-¿Te gusta? -preguntó mientras la penetraba con lentitud.

-Siii... -respondió jadeando sin aliento, estaba experimentó un tremendo espasmo que le recorrió su cuerpo, obligando a sus músculos a aferrarse a la firmeza de él.

Eros, al sentir su hombría presionada y al escucharla gemir en su boca mientras se liberaba, lo enloqueció y arremetió sus últimas estocadas con profundidad, sintiendo como se sacude dentro de ella, con los ojos cerrados emitió largos y graves sonidos. Sus sacudidas dentro de ella eran celestiales. Él se separó de su boca y hundió rostro en su cuello, aspirando su olor, luego se dejó caer al lado de ella, la pegó contra su torso firme y cálido.

Danna está sofocada recuperando la respiración, cuando notó que Eros la quitó de su pecho y la tumbó nuevamente en la cama, se da la vuelta y la sujeta de las manos y otra vez se coloca sobre ella.

-Eres mía lobita y quiero comerte completita.

Ella quería resistirse, pero se sintió aturdida y su cuerpo ardía en llamas ante la mirada lujuriosa de su mate. Él se apoderó de sus labios y exploró con devoción su boca, mientras una mano bajó a su zona íntima y con el dedo pulgar hizo círculos en su entrada. Eso la puso a temblar y abrió su boca para lanzar un grito de placer.

-Loba traviesa estas húmedas. ¿Lo estás disfrutando? -Él ronroneó mientras se separaba de su boca, aproximó sus labios a sus pechos y empezó a besarle el pezón izquierdo.

-Siii...-soltó con dificultad sintiendo como su pezón se enderezaba bajo su suave y juguetona lengua haciendo que se estremezca de regodeo.

Eros entre jadeos aprisionó el pezón suavemente entre los dientes y alzó la mirada, con una sonrisa malévola balbució.

-Hummm, son los senos más exquisitos que he probado en mi vida ¿Necesitas otra ronda para calmar tu celo? - sugirió y cambió su boca al pezón derecho.

-Si... ¡Por favorrr! -exclamó en un hilo de voz.

El alfa estaba más que excitado y se introdujo dentro de ella, empezó a moverse como un animal salvaje haciendo que los jadeos de Danna fueran más intensos, le gustaba la forma como lo hacía.

Eros la puso en cuanta posición se le antojó, ella no tenía control de su cuerpo, mientras la tenía en cuatro, se corrió soltando un gruñido glorioso.

Danna se restregó en su hombría, estaba embriagada por la sensación que le producía ese hombre.

-Qué rico se siente.

-Omega coqueta, ya no tendré piedad de ti -Él la volteo y la vuelve a tomar embistiéndola salvajemente.

            
            

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