Capítulo 3 Capitulo 2: Relatemos la mente.

Lunes 8 de abril de 2024

01:00 A.M

Buena noche querido lector, hoy es un día un poco diferente, hoy te mostrare algunos de los relatos y poesías que me han sumergido los inmensos pensamientos que vienen a mí a altas horas de la noche, no te alargare esto más, disfruta.

El cadáver

Era tan apoteósica... esa mancha de sangre carmesí que había en el suelo, que brillaba de manera potente pero con un triste sentimiento rodeándola, se notaba el suicidio de tal forma que si hubiera sido un asesinato sería algo demasiado complejo de ver a simple vista; ella era hermosa, su piel blanca como la de una rosa se asemejaba a la sensible pero inocente sensación que tenía un bebé al nacer, era un ser de luz adornando aquella habitación que estaba por los suelos, con esa gran tristeza oscura que al parecer emanaba de ella, que ironía de la vida dejar morir a tan incesante belleza y como si fuera poco con un suicidio un poco revoltoso.

No quería dejar de verla, me maravillaba el color de sus labios, pues estos aún eran de un rosa pálido encantador, (esto nos dio a entender que no llevaba muerta mucho tiempo), pero por un segundo me imaginé caminando a su lado mirándola apasionadamente y ella brindándome ese hermoso escenario de ternura que siempre sostenía sobre ella como una goma.

Poco a poco entendí que mi locura crecía más y más, no podía sacar de mi cabeza a aquel hermoso cadáver lleno de un semblante de dulzura, pero a la vez tristeza, era raro, solo con verla ya se había impregnado en mi mente tratando de bajar por toda la sangre que circulaba mi miserable cuerpo, acaso.... ¿Me había enamorado de ella? ¿De un cadáver que se iría pudriendo cada día más? ¡era imposible! Solo era el cadáver de una chica de 22 años que se había suicidado, ¿Cómo podría yo enamorarme con tanta locura?

Cada día trataba de hallar la solución a ese problema, pero no, nunca lo encontré; ¡mierda! Solo era una de las palabras que decía todos los días en la oscuridad de mi cuarto hasta tal punto en que ya las demás personas se empezaban a preocupar, nadie me entendería, solo dirían que estaría loco, pero la verdad era esa... Estaba loco de amor por un cadáver.

No dejaba de soñarla, de tratar de sentirla, la desesperación me atormentaba, quería tenerla, vivirla, desnudarla sin tener que hacerlo en una morgue, no saben cuánto la deseaba, su cuerpo pálido al punto de empezar a hacerse putrefacto, se estaba volviendo un olor que mi nariz no quería dejar de oler por el simple hecho de que provenía de ella, porque se veía tan deliciosa, tan deslumbrante, tan llena de pasión aun así estuviera muerta, lo pensaba mucho, quería verla, no podía seguir solo tocando cada parte de su muerto cuerpo, ¿Pero cómo hacer que volviera?, no creía en ninguna de esas cosas satánicas para atraer el espíritu de alguien vendiendo el tuyo. Era algo que pensar, no lo sacaba de mi cabeza, ya que cada día era una eternidad.

Podría hacer algo, algo por lo cual me podría arrepentir o que podría hacerme más que feliz, ¿Que podría perder? Ya nada necesitaba ni quería, para qué seguir si puedo estar con ella, ¡dios! Esta decisión me atormenta, no puedo solo hacerlo, pero es ella de quien hablamos, del amor de mi vida, o bueno, tal vez la que genere mi muerte, entonces pensé, ¿Cómo la encontraría? ¿Cómo sabría dónde se encuentra? Todo se volvía muy indeciso para mí, algo que no me dejaba pensar en que iba a hacer.

El suicidio podría ser una buena opción, pero lo investigarían muy a fondo, mi solitaria vida se veía perfecta a ojos de personas ajenas a mí, sería muy raro solo matarse y dejar todo, otra opción podría ser contratar a un sicario, que me mate él, y que lo haga parecer un suicidio, así no me llevaría la pena de haberme matado como si nada.

Lo pensé por varios días, días los cuales se habían convertido en demasiado tiempo, era tan lento cada momento. Mi mente solo podía pensar en ella, la amo, la amo a más que nada en este mundo y el otro, lo haré, estaré con ella por el resto de mi eternidad, dije seguro de mí mismo, así que decidí irme por lo seguro, hable con mis contactos, quería al mejor sicario de la zona, el que hiciera su trabajo a la perfección, que me deslumbrara y que hiciera lo posible para que mi dolor fuera ameno a lo que pasaría, todo esto era una locura, pero yo ya estaba loco, ¿Que querían que hiciera? La incandescente pasión que sentía por ese cadáver era demasiada, no podía vivir sin tenerla, no era justo para mí, quería ser egoísta y no dejar que nadie más la viera como yo lo hago.

Pasaron dos largas semanas desde la última vez que hablé con el sicario, dijo que prepararía todo, no me juzgo ni trato de pararme, al parecer también era una persona que todo el mundo le daba igual, me dijo que ni me daría cuenta de cuando muriera, que solo pasaría, siento miedo y trato de estar pendiente de todo lo que me rodea, creo que eso espera, que me sienta distraído, para solo apretar el gatillo. El miedo me consume, estar al ras de la muerte me causaba demasiado escarmiento, era cuestión de días o hasta horas para que pasara y para sentirme mejor solo pensaba en ella, la razón de mi locura.

En una de las mañanas más frías que había pasado, empecé a concluir que ese momento no llegaría, me sentía estafado, una cantidad obscena de dinero el cual pagué para semejante acto me había sido robado, como cuando le quitas a un niño su paleta, ¡que porquería! ¿Como pude confiar en alguien que no conocía y más si era alguien peligroso? Pfff, esto ya no era solo por ella, ya no quería seguir en este mundo, entendí que no pertenecía a algo tan inútil, a un mundo que solo parecía un proyecto escolar mal hecho. En ese momento lo decidí, el suicidio era mi mayor oportunidad para escapar, organice todo, conseguí lo que se requería para morir de una forma rápida, una soga y una carta con la peor letra del mundo era lo más importante, después entraba el alcohol, no era una persona de tomar, pero me embriague como nunca en la vida lo había hecho.

Borracho y sin ánimo de seguir, lo hice, me subí al banco que había abajo del tubo del agua en el baño, vi todo a mi alrededor, cada parte de ese baño y lo poco que podría ver de mi habitación, por un momento pensé en haberla visto acostada en ese enorme cama, no sabía si eran alucinaciones por el alcohol o si enserio era ella llamándome, no lo pensé más, era ella, me amaba y quería estar conmigo, la inmensa felicidad que sentí en esos momentos me consumía, llorando, metí mi cabeza dentro del fracaso de intento de esfera que había hecho, aun así servía para hacerlo, al levantar mi pierna para ya solo caer, sentí algo muy frío en mi espalda, algo que venía de la ventana, he hizo que todo se detuviera en ese instante ¿Podría ser lo que pienso? sí, lo era, el sicario lo hizo, cumplió su palabra, no sabría cuándo pasaría y sería una muerte digna de un loco como yo lo era, ya no sentía mi espalda, aunque para hacer el proceso más rápido, solo me lancé ahorcándome de una manera indeseable, moría lentamente hasta la última bala, está dirigida a la cabeza, la cual hizo que todo terminará, la vería por fin, estaría con ella, y nadie me lo impediría nunca, morí por amor hacia alguien que nunca me conoció.

Papel

Hola papel... He vuelto,

Se que lo nuestro ha decaído demasiado y lo

siento,

Aun así, debía venir a ti,

A escribir lo que alguna vez deje de escribir,

También fui un papel,

Que ahora las arrugas le persiguen,

Un papel solo, que sin importar que persiste,

Somos amigos, tu y yo querido papel,

Pero ¿aun me ves como lo que fui?

¿aun sientes que puedo estar junto a ti?

Papel, me arrugaron, me rompieron y, aun así

dejaron palabras

entre mis líneas,

¿papel que hago? ¿me quemo?

¿o leo sin parar cada frase que escribió con su lápiz

sobre mi

cuaderno?

Papel, ayúdame a sanar, antes que el fuego me

consuma y llegue hasta la última de las frases que

escribió...

''Te quiero''

¿Escuchas?

Querido oyente, ¿escuchas?

Te vi en un mar de lágrimas, zarpando hacia el horizonte,

Te escuche sollozar, pidiendo a gritos un soporte,

Te toqué y me di cuenta que tu piel había cambiado,

Oyente ¿acaso volviste a caer? ¿Escuchas?

Te vi flotar, chapotear y nadar en el agua,

Te vi volar, revolotear y hacer piruetas en el aire,

Te vi caminar y con cada paso que dabas siempre corrías,

Oyente, sé que no entiendes, pero tu corazón pide a gritos que detengas el infierno que posees,

Oyente, ¿escuchas?, fíjate, atornilla tu corazón a una realidad en la que no sufres,

Demuestra sin demostrar y hazlo sin pensar,

Empieza a vivir una vida sin tener que vivir la de los demás,

Pero piensa ¿escuchas?...

Volver

Estaba volviendo...

Sentía que volvía,

Me alegraba el hecho de seguir el camino,

Seguí cada regla e indicación,

¿Qué me paso?, no entiendo,

Recaí, no salí, solo ande en un círculo infinito,

Es mucho para mí,

Tal engaño es una abominación para mi mente,

¿Qué pasa? ¿Por qué aun no vuelvo?,

Mi desenfrenado respirar se está volviendo tormenta,

Mi intranquilo caminar se vuelve tornado,

Mi mente es todo un caos,

No volví, sólo me perdí más...

Finalizar

Empezar por el final nunca fue tan decepcionante,

Acabar por el principio se volvió un premio,

¿Florecer en un jardín? la miseria,

¿Seguir en la maceta? Que riqueza,

Me sentí amado en cuatro paredes,

Siendo solo uno más de las mil cosas sin

importancia que existían,

Pero al salir a la infinidad de puertas que había, volví

a sentir el mismo miedo que ya tenía,

Me decían que era normal,

Que el amor con todo podía, que no lo describiera,

Solo que lo sintiera, ¿pero?...

¿Como sentir lo que nunca experimente?,

¿Como saber que existe si nunca lo voy a ver?

Caer

Caí,

Caí directo a la oscuridad,

Volví sin quererlo,

Me atrapo el desespero,

¿Qué hago? no lo sé,

Necesito ayuda, lo sé,

Mis ojos ya no quieren abrirse,

Dicen solo ver tristeza,

Mi boca ya no toca tus labios,

La soledad abunda en ellos,

Mi mente me traiciona,

De noche te quiere, de día te odia,

Pero al fin y al cabo a las 12 horas se desmorona.

Pues creo que con este capitulo podrás ver como avanza mi historia y conocer algunos de mis pensamientos, querido sin sueño, espero darte pistas con este pedacito de arte qué acabo de compartirte, pues lo que se viene es aún más difícil de asimilar que en el principio y para eso que apenas empezamos esta locura de viaje por las inmensas noches llenas de sueños melancólicos, hasta pronto...

                         

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