Amores Cruzados: Entre la fama y el fanatismo
img img Amores Cruzados: Entre la fama y el fanatismo img Capítulo 9 SEÑORITA Y SEÑORITO VALASTRO
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Capítulo 11 ¡YA BASTA JULIAN! img
Capítulo 12 ¿DE VERDAD, LEONARDO STERLING img
Capítulo 13 ¿QUIÉN ES ÉL img
Capítulo 14 JULIAN img
Capítulo 15 NO SEAS TAN ESTRICTA img
Capítulo 16 VAYA... SUENA A MUCHO ESTRÉS img
Capítulo 17 JIN, MI AMIGO GUAPO img
Capítulo 18 ¿TODO BIEN img
Capítulo 19 EL LÍMITE img
Capítulo 20 JAZMÍN, NECESITO HABLAR CONTIGO img
Capítulo 21 ¡BASTA! img
Capítulo 22 EL LÍMITE img
Capítulo 23 NO TENGO TIEMPO PARA ESTO, MATEO img
Capítulo 24 NO ES ASÍ. NO ES TAN SIMPLE img
Capítulo 25 ¿PUEDO... PUEDO SEGUIR img
Capítulo 26 JAZMÍN, ¿TODO BIEN img
Capítulo 27 ¿POR QUÉ ME MIENTES, JAZMÍN img
Capítulo 28 BAJO LOS REFLECTORES img
Capítulo 29 SUENA... INTERESANTE, LEONARDO img
Capítulo 30 ¿Y QUÉ OPINAS BYRON AL RESPECTO img
Capítulo 31 TAL VEZ TENGA RAZÓN img
Capítulo 32 ES UNA SORPRESA img
Capítulo 33 PERO... ¿POR QUÉ img
Capítulo 34 LAS COSAS HAN CAMBIADO img
Capítulo 35 ESCAPADA A SEÚL img
Capítulo 36 ¡ESTO ES INCREÍBLE! img
Capítulo 37 NO ESPERABA VERTE AQUÍ img
Capítulo 38 VEO QUE ESTÁS EN BUENA COMPAÑÍA img
Capítulo 39 HOY NO ES MI NOCHE img
Capítulo 40 Y LA COMIDA... ¡INCREÍBLE! img
Capítulo 41 ¿TE ACUERDAS DE MI img
Capítulo 42 UNA AVENTURA COMPARTIDO img
Capítulo 43 UNA NOCHE INESPERADA img
Capítulo 44 NO SEAS AGUAFIESTAS img
Capítulo 45 COMPARTIR ES VIVIR img
Capítulo 46 ¿QUÉ ESTÁ PASANDO img
Capítulo 47 ENTENDEMOS, PERO NO TE ALEJES img
Capítulo 48 VAMOS A ESTAR BIEN img
Capítulo 49 EL PASADO DE JIN img
Capítulo 50 PERO... NECESITO ESTAR SEGURO img
Capítulo 51 NO SOLO ROMPÍ MI COMPROMISO CON LEONARDO img
Capítulo 52 ESTO ES MÁS DE LO QUE IMAGINABAMOS img
Capítulo 53 VUELVE PRONTO img
Capítulo 54 NO HAY NADA MAS QUE HABLAR img
Capítulo 55 ENTENDIDO, SEÑORITA VALASTRO img
Capítulo 56 ESA ES MI CHICA img
Capítulo 57 BAJO LA MISMA MANTA img
Capítulo 58 NOVA img
Capítulo 59 NO HAY APOYO img
Capítulo 60 JIN, Y LOS MIEMBROS DE NOVA img
Capítulo 61 APEX O NOVA img
Capítulo 62 EL GRINCH img
Capítulo 63 ¿CÓMO TE SIENTES QUE COMPARTAMOS ASÍ img
Capítulo 64 COMO ME PASA A MI img
Capítulo 65 DAME UNA OPORTUNIDAD img
Capítulo 66 ¿ESTO ES CORRECTO img
Capítulo 67 OTRA VEZ, OTRA VEZ, OTRA VEZ img
Capítulo 68 BUENOS DÍAS INESPERADO img
Capítulo 69 ¿Y ASÍ TAMBIÉN VAS A QUERER A OTRA PERSONA QUE NO SEA ELLA O YO img
Capítulo 70 HOY NO, PORFAVOR img
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Capítulo 9 SEÑORITA Y SEÑORITO VALASTRO

Consultó rápidamente las notas que había tomado sobre las preferencias de cada uno: Bora adoraba los bibimbap, Yuri era fanático del kimchi jjigae, Sunmi prefería platos más ligeros como el japchae, y Taehyun no podía resistirse al tteokbokki. Para Jin, prepararía algo suave y nutritivo, pensando en su malestar. Recordó los consejos de su abuela sobre los remedios caseros para el resfriado, especialmente el té de miel. Su abuela siempre le decía que la miel era un bálsamo para el cuerpo y el alma, un regalo de la naturaleza que reconfortaba y sanaba.

Con esa imagen en mente, calentó agua, preparó una infusión de hierbas suaves, como manzanilla y jengibre, y añadió una generosa cucharada de miel dorada. El aroma dulce y reconfortante llenó la cocina, evocando recuerdos de su infancia y los cuidados de su abuela. Pensó en cómo su abuela siempre se esforzaba por preparar sus platos favoritos cuando se sentía enferma, un gesto de amor que la reconfortaba más que cualquier medicina. Con esa misma intención, preparó también una sopa de pollo casera, otro de los remedios infalibles de su abuela, pensando en que sería suave para el estómago de Jin. Una vez que el almuerzo estuvo listo y los demás artistas partirían hacia el hotel, con una taza humeante de té de miel en la mano y una bandeja con la sopa, salió de la cocina con una resolución renovada, dispuesta a ver cómo se encontraba el cantante.

Jazmín entró en la habitación de Jin con una bandeja en la mano. Sobre ella descansaba un tazón humeante de sopa de pollo y una taza de té de miel, listos para reconfortarlo. La luz de la lámpara de noche, aunque tenue, le pareció innecesaria a plena luz del día.

-Casa, apaga la luz de noche -ordenó en voz baja.

Inmediatamente, la lámpara se apagó.

-Abre las cortinas -añadió.

Las cortinas se deslizaron suavemente, dejando entrar la luz del sol que inundó la habitación. A primera vista, Jin parecía estar profundamente dormido. Tenía los ojos cerrados y su respiración era suave y pausada. Jazmín sonrió con ternura. «Al menos está descansando», pensó, dejando la bandeja sobre la mesita de noche con cuidado para no despertarlo. Al instante sintió el aire frío que salía del aire acondicionado. Frunció el ceño. «Está demasiado frío aquí». Se acercó al aparato y bajó un poco la intensidad, procurando que la temperatura fuera más agradable. Inconscientemente, extendió una mano y tocó suavemente la frente de Jin para comprobar si aún tenía fiebre. Su piel se sentía fresca. Un suspiro de alivio escapó de sus labios.

-Hola... -murmuró con voz ronca, aún adormilado. Su voz sonaba grave y dulce a la vez, como si estuviera cantando una suave melodía.

Jazmín retiró rápidamente la mano, un poco avergonzada de haberlo despertado.

-Lo siento, no quería despertarte -dijo con una sonrisa nerviosa-. Solo... quería asegurarme de que estuvieras bien.

Jin intentó incorporarse en la cama, pero Jazmín lo detuvo suavemente.

-Estoy bien, de verdad -insistió Jin, logrando sentarse con algo de dificultad. Jazmín, al verlo esforzarse, se apresuró a acomodarle las almohadas detrás de la espalda, creando un respaldo más confortable.

-Permíteme ayudarte con eso -dijo mientras ajustaba las almohadas-. No quiero que te lastimes más de lo que ya estás.

Una vez que Jin estuvo cómodo, él continuó: -Solo, me siento como si me hubiera atropellado un camión y luego me hubiera pasado por encima una aplanadora... y después me hubieran dado una serenata con gaitas desafinadas.

Jazmín soltó una pequeña risa, esta vez más sonora y genuina. La comparación de Jin la había hecho reír de verdad.

-Me alegra oír eso -dijo Jazmín con una sonrisa genuina, aliviada de verlo con mejor ánimo-. Al menos estás de mejor humor. ¿Necesitas algo? ¿Te falta algo? Te preparé té de miel y una sopa, como me enseñó mi abuela, es mano de santo.

Jin la miró con una calidez en los ojos que hizo que Jazmín se sintiera extrañamente nerviosa.

-Me encanta verte reír -dijo él con sinceridad, su voz suave y un brillo especial en su mirada. Jin la miró con una expresión de gratitud-. Eso suena maravilloso. Gracias.

Jazmín tomó la taza de té de la mesita de noche y se la ofreció.

-Ten. Bebe esto primero. Te ayudará a sentirte mejor.

Jin tomó la taza con cuidado y bebió un sorbo. El calor del líquido y el dulce sabor de la miel parecieron reconfortarlo de inmediato. Jazmín, al verlo beber, se sentó suavemente en el borde de la cama, acomodándole las mantas alrededor de los hombros para que estuviera más abrigado.

-¿Te sientes mejor? -preguntó con una suave sonrisa.

Jin asintió, con la mirada fija en ella.

-Mucho mejor. Me siento muy bien atendido por ti -dijo con una calidez en la voz que hizo que Jazmín sintiera un ligero vuelco en el corazón. Sus ojos brillaban con una intensidad que la puso nerviosa, pero al mismo tiempo la halagó.

Jazmín, sintiéndose ligeramente incómoda por la intensidad de la mirada de Jin, intentó desviar la conversación hacia un terreno más neutral.

-Bueno... -dijo, apartando la mirada y recogiendo la bandeja-. Estaba preparando el almuerzo para los chicos. Había pensado en invitarte también, claro, si te sientes con fuerzas. No quiero que te esfuerces si no te encuentras bien.

Jin la observó con una sonrisa suave, sus ojos brillando con una chispa de picardía.

-Creo que me diste justo la batería que necesitaba para sentirme mejor -respondió, con una entonación que dejaba entrever un doble sentido.

Una vez que Jin hubo terminado de comer la sopa, Jazmín recogió la bandeja y la taza de té.

-Descansa un poco más -le dijo con una suave sonrisa-. Me alegra que te sientas mejor.

-Gracias, Jazmín -respondió Jin con sinceridad-. De verdad que me has cuidado mucho. Y sí, creo que me uniré al almuerzo. Me has dado la energía que necesitaba.

Jazmín asintió, complacida. Justo en ese momento, la voz del jefe de seguridad resonó a través de los altavoces integrados en la habitación de Jin.

-Señorita Valastro, su hermano, el señorito Valastro, ha llegado y me ha indicado que lo deje pasar. Se dirige en estos momentos hacia el interior de la mansión, señorita Valastro.

            
            

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