El escolta extraño
img img El escolta extraño img Capítulo 5 Nuevo guardaespaldas
5
Capítulo 7 Negocios img
Capítulo 8 Enzo img
Capítulo 9 Noche de lujuria img
Capítulo 10 Regreso al club img
Capítulo 11 Fin de semana caliente img
Capítulo 12 Domingo de resaca img
Capítulo 13 La secretaria de Yakov img
Capítulo 14 Atentado img
Capítulo 15 Confundido img
Capítulo 16 Decisión difícil img
Capítulo 17 Transformación de Karl img
Capítulo 18 Locamente enamorado img
Capítulo 19 Confesión de Yakov img
Capítulo 20 Él está hipnotizado img
Capítulo 21 ¡Karen, eres mía! img
Capítulo 22 Serios aprietos img
Capítulo 23 Noche de pasión img
Capítulo 24 Pequeñas vacaciones img
Capítulo 25 Sospecha img
Capítulo 26 ¡Volver a amar! img
Capítulo 27 Dudas img
Capítulo 28 Desengaño img
Capítulo 29 Tristeza y dolor img
Capítulo 30 Una bendición en medio del dolor img
Capítulo 31 Escape img
Capítulo 32 Despechado img
Capítulo 33 ¡Hermosa bendición! img
Capítulo 34 ¡Al fin te encuentro! img
Capítulo 35 La custodia del bebé img
Capítulo 36 ¡Abrazar a mi bebé, otra vez! img
Capítulo 37 Malvada mujer img
Capítulo 38 Coronel Sebastián img
Capítulo 39 Perdonada img
Capítulo 40 Tristeza de Yakov img
Capítulo 41 Compromiso img
Capítulo 42 Románticos img
Capítulo 43 Secuestro de Yakov img
Capítulo 44 Encuentro con el mafioso img
Capítulo 45 Salvado y asombrado img
Capítulo 46 ¡Nos casamos! img
Capítulo 47 La boda img
Capítulo 48 Nuestra felicidad img
img
  /  1
img

Capítulo 5 Nuevo guardaespaldas

-━━━━━━⊱✿⊰━━━━━━-

Karen Sánchez

Es miércoles 7 de diciembre, me levanto e inició mi rutina escolta. Empieza a disgustarme el parecer hombre y estar fingiendo, pero no sé qué hacer después de haber conocido a mi nuevo jefe y el contarme lo sucedido allá en Rusia.

Lo único que quiero es protegerlo y, si le digo la verdad, entonces buscará a otro escolta. ¡No quiero eso, ya no me quiero apartar de su lado!

Soy una estúpida, eso creo, porque ese hombre jamás se fijará en mí, además me ves como un hombre. ¡Ni siquiera sabrá, que estoy enamorada de él!

¡¿Por qué tenía que ser tan guapo?! Sé que como mujer ni siquiera le voy a gustar.

No le voy a decir la verdad, al menos por ahora, aunque sé que no me perdonará, y seguro se va a enfurecer por eso; pero, ¿demandará a mi jefe?

¡Diablos, tengo que hablar con él ahora mismo!

Así de turbulentos están mis pensamientos, enseguida tomo mi celular de la mesita para llamarlo.

-Hola. ¿Cómo está, jefe?

-Hola, ¿cómo te va, Karen?

-Escúcheme, señor Miguel, cuando el ruso se entere de que soy mujer, lo demandará a usted y a la empresa de vigilantes.

-Encárgate de hacer tu trabajo y déjame ese rollo a mí. Bien... Procura que no te descubra, hasta que termine la encomienda.

-Sí, ¿y cuándo terminará mi trabajo, señor? Quiero saber, pues, no quiero estar meses o quizás años en esto.

-Está bien, Karen. En cuanto uno de mis hombres esté sin problemas, le haré la sugerencia al ruso de enviarle a otro escolta.

-¿Sugerencia, jefe?

-Pensando bien las cosas, creo que sería extraño para él, que al poco tiempo de mandarte a ti la agencia le sugiera un cambio... Mejor será que a ti te pase algo y necesites un relevo.

-Pero, ¿cómo que me pase algo?

-¡Ay, Karen, se te puede ocurrir cualquier cosa, como una licencia médica! ¡No sé, algo te inventas! Puede ser un mal golpe mientras te ejercitas, o un accidente con un tiro.

-¿Qué? ¡No-o, jefe!

-Por supuesto que sí, Karen... Entonces, ¿cómo saldrá de ahí en caso de que tu compañero te releve? Le diremos que simplemente te vas, y le enviamos a otro escolta... No lo creo, porque él sospecharía.

-Lo importante, es que no se dé cuenta de esto, jefe.

-Tú eres la responsable de que él no sospeche. Eso ya está en tus manos, de no hacer que esa empresa caiga en desgracias.

Me enojo con su maldita actitud, de "yo no tengo nada que ver".

-¡Ah, entonces ahora soy la responsable de esto! ¡Le recuerdo, que usted me obligó!

-Escucha, Karen, ya que estás en esto, es tu trabajo mantener el secreto para que yo no sea delatado porque sabes lo que te pasaría, no.

-¡Qué irónico es usted! ¡Adiós! -le cuelgo de inmediato y reflexiono que aún me queda ingenuidad porque sé el nivel de corrupción en el que me encuentro. Podría incluso perder mi vida si se llega a saber lo que hace mi jefe en caso de yo delatarlo.

Erick llama a la puerta, y yo ya estoy lista.

-Karl. ¡Qué voy a hacer contigo! ¡Ven rápido que el nuevo guardaespaldas está aquí, y debemos estar presentes! -clama impaciente del otro lado.

-¡Sí, ya voy, Erick! -respondo y rápidamente abro la puerta.

Salgo fuera y él me mira curioso. No me gusta esta incertidumbre de saber que en cualquier momento me descubrirán.

Tiempo después, estamos frente al señor Yakov.

Su mirada es profunda hacia mí.

-En vista de que ya están todos... Karl, él es el nuevo guardaespaldas... Erick toma la copia del documento de David Gómez, porque así se llama.

El señor Yakov le cuenta lo sucedido a David, mientras estoy en las nubes y solo lo miro de reojo...

-¡Karl! ¡Karl! -me grita al notar que estoy en las nubes.

-Sí, señor Yakov.

-Te decías, que ahora cambiarán de turnos David y tú... ¿Qué te pasa, Karl, está en las nubes? ¡Dime de una vez si no puedes con este trabajo, por favor!

-¡No, no, señor Yakov, esto no volverá a pasar! ¡Discúlpeme!

-Eso espero, porque esto es algo muy serio y que no se resuelve con disculpa.

-Tranquilo, Yakov, está en buenas manos, se lo aseguro. -David, me mira extraño, como si sospechara algo; otra vez siento esa mirada de curiosidad, al igual que Erick y la del señor Yakov, entonces ahora también tengo que soportar la mirada curiosa del nuevo guardaespaldas.

Erick regresa apresurado luego de ir a su habitación, entonces Yakov se levanta del asiento.

-Vámonos a la empresa, señores.

Posteriormente

Termina la jornada de Yakov, él regresa con Erick hacia el vehículo, entonces me intriga lo que hace en esa oficina.

Ellos entran sonrientes al vehículo. Erick le habla al señor Yakov muy calenturiento, él también es soltero muy guapo, mulato, cabello negro y ojos marrones.

-Señor Yakov, miro que esas mujeres son muy buenas. Le aseguro que se olvidará de ese mal recuerdo de su exnovia.

-No sé, Erick, lo pensaré... El fin de semana te haré saber si decido o no, bien.

-No se arrepentirá, señor Yakov. -responde insistente.

Se ríen a carcajadas y hablan cosas de hombres, entonces miro lo que me ha tocado vivir, esto es una tortura.

Me mantengo callada, entonces él pone su mirada curiosa sobre mí.

-Karl, y tú, ¿no quieres una para ti también? Son mujeres muy buenas, tienen unas tetas y son nalgonas...

-No, gracias, Erick, no me hace falta.

-¡Ay, y como que no te hace falta, eres hombre! ¿O por qué no nos dice de una vez que te gustan los hombres, he? En el club al que iremos el fin de semana, también hay hombres gay.

Me enojo porque insiste mucho en ese tema.

-¡Ya te dije que no, Erick, no me hace falta el sexo por ahora!

-¡Ok, ya no te enojes, Karl, me avisas cuando lo necesites! ¡Ja, ja!

Yakov interviene.

-Tranquilos, Erick no apresure a Karl al igual que a mí, déjalo que él decida si quiere... Es un hombre y lo harás cuando quieras, bien.

El muy malvado de Erick, sonríe. -Bien, señor Yakov, pero no saben lo que se pierden. Ja, ja.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022