Capítulo 8 Mala suerte

NATALIE

°° ♡ °°

-Hola, papá -fue lo único que dije cuando me adentre en el lugar, pero no me acerque hasta él.

-Has vuelto -dijo en un tono bajo, sacudió la cabeza -¿Pero por qué no has avisado?

-Necesitaba verte y saber cómo estabas. Tanto insistías que volviera y, ¿ahora te molesta que visita?

Él vuelve a sacudir la cabeza, pero en negación. Se pone de pie y llega hasta a mi lado, y sin esperarlo me abrazó. Me quedé inmóvil, no esperaba este recibimiento de su parte, pero aún así respondí a su abrazo. Se que me había extrañado, pero se también que estaba algo molesto, por no haberle avisado.

-Jamás me molestaría con tu regreso. Al contrario, esto me sube el ánimo -dice, antes de apartarse de mí.

-¿Cómo estás? Escuche por tía Eliza..

Me corta antes de que siga.

-Yo estoy perfecto -por u momento no le creo lo que dice, ya que aparto su mirada de la mía -Me parece que tú también lo estás. Has crecido demasiado este tiempo.

Lo conocía muy bien, y sabía que no se iba abrir conmigo, mucho menos para decirme si estaba enfermo o no.

-Solo pasaron cinco años, papá.

-Cinco que aparentaron diez años. Pero aún así sigues pareciendo una niña.

Fruncí mi nariz y negué con una leve sonrisa.

-Ya no soy una niña, papá. Cómo tú lo has dicho, he crecido y ahora soy una mujer, fuerte e independiente, que se sabe valer por si misma. La chiquilla que intentabas malcriar cuando me dabas todo a manos llenas, ya no está.

-Para mí siempre serás esa chiquilla. Y me alegra que hayas vuelto a tu hogar. A tus responsabilidades, este mundo que te estuvo esperando.

Esa era una de las primeras cosas que quería evitar, no quería que papá pensara que me quedaría y mucho menos que comenzara a creer que venía para hacerme cargo de la compañía familiar. No quería vivir lo que sucedió hace años atrás, todas las veces que intentó detenerme de muchas maneras para que no me fuera.

Solo esperaba que en esta ocasión no hiciera algo así, debía dejarle las cosas claras.

-En realidad no estoy aquí para quedarme. Solo estaré un par de semanas y buscaré otro lugar para quedarme, mientras me abra paso en esta ciudad con mi carrera.

Él vuelve a negar y se dirige a su anterior lugar para tomar asiento.

-No tienes necesidad de eso, esta es tu casa, y sobre el trabajo.. eres la hija de uno de los empresarios más grande en el mercado textil, en todo el estado -hace un gesto de intolerancia con mis ideas -Si eligieras tomar mi lugar, todo sería diferente para ti.

-No, Papá. Quiero sobre salir por mi misma, por lo que se hacer y lo que he aprendido. No con la ayuda de los demás. No por ser la hija de uno de los empresarios de textil más reconocidos en todo el estado o en el país entero.

-Thali, por favor.. necesito que aceptes tomar mi lugar. Es lo mejor para ti -negué con rapidez.

-Tú quieres que haga esto por ti, en ningún momento has pensando en mí. En que es lo que quiero y lo que me hace feliz -elevo un poco el tono de mi voz -Tú solo piensas en tus interés. Es por eso que termine por marcharme, tú mismo me alejaste.

-No, tú sola lo hiciste, yo siempre he querido lo mejor para ti, y esto lo es, es tu futuro. De diseñadora no se estudia y ya, debes subir con ayuda de alguien, en el mundo de la moda nada es fácil. Aún sigues siendo tan ingenua en ese asunto. -dice con un tono cansado y repetitivo -Mil veces te lo dije, nadie te contratara por tu talento, por solo haber terminado tu carrera. Ellos quieren gente con experiencia, que tiene años en esto, y que son reconocidos en el medio artístico. Y tú ya sabes cómo es la única forma de escapar en ese medio.

Bueno.. en cierta parte tenía razón, pero no iba admitirlo frente a él. Este mundo de la moda así era, muy parecido al artístico. Es por ello que nunca pude triunfar en Milán. Pero no iba a dejar que mi padre ganará, que sus palabras me siguieran afectando. Tenía que luchar y seguir hasta encontrar esa oportunidad, se que en algún lugar me la darían, era optimista y estaba muy segura de mi trabajo, de lo que podía ofrecer.

-No quiero seguir discutiendo por lo mismo -suspiro derrotada -He viajando varias horas y estoy cansada, ni ánimos tengo de escuchar asuntos sobre la empresa.

Una sombra de tristeza y pesadez se reflejó en su rostro, parecía que algo le preocupaba, como si mis palabras le hubieran recordado alguno de sus problemas.

Quería preguntarle, pero no tenía ganas de seguir discutiendo y menos con asuntos de trabajo. Ese tema los hice a un lado, más tarde se lo preguntaría ya cuando estuviera de mejor ánimo.

Ahora solo quería irme a mi alcoba tomar un ducha y descansar unos par de horas, necesitaba recargar un poco las pilas para mañana ir en busca de un empleo y otro lugar en donde quedarme.

-Iré arriba.. -señale el techo para indicarle que iría a mi habitación.

Asiente, pero vuelve hablar antes de que salga de su despacho.

-¿Cuánto tiempo te quedarás? -pregunta con rapidez para detenerme.

-Aún no lo sé -encogí mis hombros -Quizás dos semanas o menos.

Se quedó pensando por unos segundos, no sé si eso era lo único que iba a decir. Cuando estoy por volver a salir él agrega.

-Entonces hay tiempo para ir a visitar a unos viejos amigos -fruncí el ceño, ¿de qué amigos estaba hablando? Pero el continuó -Estate lista para mañana en la tarde. Eva se pondrá muy contenta cuando te vea.

¿Quién era esa Eva? ¿Y por qué le daría gusto verme?

Una sonrisa y un pequeño brillo como esperanza, se reflejó en sus ojos. Esto lo animaba y le daba esperanzas a no se que cosa que pasaba por su mente.

¿Puede ser que esa mujer sea su novia? Era absurdo pensar eso, él siempre se negó y se cerró a una nueva relación. Por mi parte nunca hubo ningún problema.

Salí de la habitación para dirigirme a la planta alta. No sabía que pensamiento se le cruzó por la mente a mi padre cuando me informo de lo ultimo, un escalofrío extraño me recorrió e intente olvidar ese asunto para poderme relajar y así poder descansar un momento.

NATALIE

°° ♡ °°

Anoche no fue muy bueno que digamos, no logre dormir en casi toda la noche. Seguía pensando en todo lo que dijo mi padre, pero mas en lo último. Seguía cuestionándome ¿quién era Eva?

Ayer, después de haber desempacado mis cosas, tome mi laptop y comencé a enviar currículos a todas las compañías cercanas. Mientras estuviera aquí no podía estar perdiendo el tiempo. Debía conseguir un empleo lo mas rápido posible, si no quería que mi padre siguiera insistiendo con lo de su puesto en la compañía.

Antes de levantarme de mi antigua cama, me estire un poco soltando un largo suspiro. Era el momento de sacudirme toda esta mala suerte y emprender el viaje a mi gran sueño. Pero primero revisaría el buzón de mi correo y cerciorarme de que alguna compañía haya aceptado mi solicitud, después iría a tomar una ducha y buscar un atuendo adecuado para una entrevista.

Pasaba un poco de las seis de la mañana, acostumbraba a levantarme temprano. Desde que ingrese a la universidad eso se había convertido en un habito para mí.

Encendí mi dispositivo para entrar rápido al buzón de mis mensajes. Mis ojos se abrieron con sorpresa cuando vi tres mensajes nuevos sin leer, me habían respondido recientemente. Comencé a leer uno por uno.

El primero lo descarte rápido, cuando vi que el puesto no era el que había solicitado. El segundo me lo pensé por un momento cuando leí que solicitaban una aprendiz en diseño de modas, no podía ponerme exigente ya que tenia muy claro que no iba entrar siendo toda una diseñadora, debía aprender mas y formarme para conseguir experiencia. Quería ser una profesional. Pero el detalle que tenia ese trabajo era que la compañía estaba muy lejos de donde me encontraba, era la mas lejana de todas las que envié mi documento.

Abrí el otro pasa ver si en ese tenia mas oportunidad, quizás la distancia no sea mucho, podría conseguir un apartamento cerca de esa zona, pero si no lograba encontrar uno, seria muy tonto de mi parte aceptar ese trabajo ya que con esa distancia me llevaría algo de tiempo llegar hasta ese lugar. Y aunque saliera de aquí mas temprano, en algún momento terminaría llegando tarde y probablemente en menos de dos semanas acabaría despedida, sin un trabajo otra vez y sin una oportunidad de crecer. Lo peor de todo es que eso quedaría en el sistema y seria algo que perjudicara a mis futuras entrevistas.

Tenia que pensar bien, no solo se trataba de elegir el primero que me ofreciera el mejor puesto. Releí y releí el mensaje, no podía creer que hubiera encontrado el trabajo correcto. Quizás no era tan mejor como el de la compañía "Casa de moda Evans" pero estaba mas cerca y esa era una ventaja buena.

Estaban solicitando asistente para diseñadora, no era lo que esperaba pero tal vez eso me ayudaría aprender de los que sabían más y así lograría sobre salir por mi misma, que era eso lo que quería.

Me puse de pie de un brinco cuando mire remarcada la hora y la fecha de la cita para la entrevista, no creí que fueran tan rápidos con el proceso. Salí disparada rumbo al baño para darme una ducha rápida. No quería dar mal impresión el primer día que colocaba el pie en esa empresa, debía llegar temprano y tenía menos de dos horas para estar lista y salir de casa, tal vez el viaje hacia ese lugar se demore aproximadamente unos quince minutos en taxi, si es que no hubiera tanto tráfico.

Una vez terminando de ducharme salgo a toda prisa para buscar algo formal pero sin dejar mi estilo. Me gustaba vestir bien, por algo es que me encantara diseñar, amaba la ropa, pero más los vestidos, y por ello es que también sabía mucho de marcas.

Mi guardarropa no era muy extendido, podía amar la ropa, pero no tenía el dinero suficiente para darme esos gustos. Abrí mi armario y tome unos pantalones crema holgados tipo chanel, me decidí por una blusa fiusha de botones y debajo de ella me colocare una de tirantes en un tono claro. El calzado seria negro con algo de tacón y cerrados de enfrente. Había determinado dejar mi cabello suelto pero no había tiempo para arreglármelo, al final opte por una simple coleta alta pero bien peinada.

Llamaron a la puerta de mi habitación cuando estaba por finalizar con mi maquillaje, no acostumbraba a usar mucho, pero hoy coloque un poco más de lo normal. Mali asomo la cabeza cuando respondí con un pasa, sabía que era ella.

―Buenos días ―dice con una de sus sonrisas alegres ―No pensé que te levantaras tan temprano.

―Me acostumbre hacerlo después de entrar a la universidad.

―Ahora comprendo, ya que recuerdo que no solías cuando vivías aquí ―hace una pausa por unos segundos, como si se hubiera quedado en sus pensamientos, pero después continua ―No quería despertarte, por eso no vine a llamarte antes. Debes estar muy cansada por el viaje.

Negué con la cabeza. En realidad si me sentía un poco agotada, pero no era a causa del viaje, si no por no haber dormido muy bien anoche, por las preguntas que me habían quedado después de haber hablado con mi padre. Pero no tenia tiempo para hacerle esas pregunta ni a Mali, se que ella podría ser una buena opción para responder algunas de mis preguntas.

―Estoy bien, descanse perfectamente ―era mejor decirle eso que la verdad, no quería preocuparla, por cualquier cosa lo hacía y mas si se trataba de mi ―Mali, hoy tengo una cita de trabajo, así que en menos de una hora me iré. No sé si este de vuelta para la hora de la comida, si ves que no llego no me esperen.

―Pero mi niña..

Repara me mi vestimenta y se da cuenta el porque de lo formal.

―Pero nada ―la corto antes de que continúe ―Esto lleva su tiempo y es posible que me tarde, por eso no quiero que me esperen. Antes de marcharme le avisare a mi padre.

―Pero ¿en qué momento lograste conseguir una cita de trabajo? Aquí en Boston se lleva algo de tiempo para ese tipo de cosas.

Boston podía ser una ciudad muy grande y bien poblada, eso no afectaba en los empleos, siempre había alguno y aquí era mas fácil que le dieran una oportunidad a alguien recién graduado de una universidad. Por eso que también regrese.

―Todo fue gracias al bendito internet ―le muestro una sonrisa cuando me aparte del espejo después de haber terminado de arreglarme.

―El señor no esta ―me informa antes de que saliéramos de la habitación.

Me detengo y la miro con un gesto de confusión. ¿A dónde había ido tan temprano? ¿Sera que si tiene una novia? Era extraño pero no podía descartarlo con facilidad.

―Entonces ¿le puedes avisar sobre mi salida? No tengo tiempo para llamarle a su móvil, debo están en.. ―miro el reloj de en mi muñeca y abro los ojos espantada por la hora ―¡Rayos y centellas!, debí haberme ido hace diez minutos ―le doy un beso rápido en la mejilla Mali, para salir después disparada hacia fuera de casa.

―¡Nat! ¡Dile al chofer que te lleve! ―grita, pero ya me encontraba con un pie casi fuera.

No iba a pedirle a Adolfo que me llevara, no era mi empleado y tenía el dinero para pagar un taxi, mientras no le pidiera ayuda a los empleados de papa, nada me iba hacer que le diera explicaciones de lo que hacía o no. Ya que anteriormente solio vigilarme usando al chofer, sacando el pretexto de que debería llevar un guardaespaldas a mi lado, ni que fuera la reina de Inglaterra.

Tarde un poco en que un taxi se detuviera parecían todos tener prisa en esta ciudad. Y para mi suerte si había trafico, lo único que me quedaba era esperar y que los coches que estaban delante de nosotros se movieran rápido.

Menos de diez minutos faltaban para que se hicieran las 9:00 am hora que me citaron. Ya no mas me quedaba rezarle a todos los dioses, espíritus o lo que fuera que hubiera para que me salvaran de esta situación, sería capaz de cualquier cosa por conseguir ese trabajo, hasta convertirme en una religiosa. ¿Por qué siempre tengo que salir corriendo? "Ya hasta estoy pensando tonterías"

Salir corriendo era otro de mis males hábitos. Mi vida parecía una carrera pero a diferencia de una normal, esta no tenía una meta fija, porque nunca la llegue a encontrar al final o quizás todavía no llegaba. Después de bajar del taxi corrí rumbo a un edificio que era un rascacielos, no pensé que la compañía fuera tan grande y sabia que no me había equivocado de lugar porque el nombre estaba con letras enormes y en un tono plateado "Company Kirgyakos Inc"

Antes de pasar por las puertas de cristal que se encontraban en la parte frontera del edificio, mi pie se me torció pero aun así seguí e intente arreglármelas como pude para correr hasta el interior del edificio, aunque doliera un poco. Pero mi acción fue impedida por una joven de cabello castaño cuando su cuerpo impacto con el mi, lo mas terrible de todo es que traía consigo una charola de cafés muy calientes y una parte de ese líquido fue derramado sobre mi blusa.

Por un instante fue lo que menos me importo ya que el café comenzó a quemar en mi piel, me forcé para no soltar un chillido a causa del ardor en mi piel, solo intente hacer lo posible para que la prenda no se pegara completamente a la otra blusa.

―Lo.. siento.. lo siento.. soy una tonta ―tartamudeo la chica del café ―En serio.. lo siento.. no la vi ―intenta limpiarme con la manga de su blusa, pero la detengo.

―No pasa nada, esta bien ―la aparto con un gesto amable, no quería que pensara que estaba siendo grosera por rechazar su ayuda al quererme limpiar. Pero la chica se miraba muy estresada e inquieta ―No te preocupes, puedo limpiarlo yo misma.

―¿Esta.. Segura? ―vuelve a tartamudear.

Sonreí amablemente en respuesta de su duda. Asintió y me regreso la sonrisa en un gesto tímido, se que estaba apenada.

―Bueno.. disculpe pero me tengo que ir ―su forma de expresarse era excesivamente muy formal y educado.

Sin esperar respuesta salió corriendo para entrar al interior del edificio. La seguí pero ella ya iba mas lejos y había dado vuelta en un pasillo. Me detuve cuando me acerque a un mostrador donde estaba una joven recepcionista.

―Buenos días ―saludo con amabilidad, la joven levanta la mirada del ordenado ―Vengo a una entrevista, me citaron a las nueve. Soy Natalie Collins.

Sus ojos se van de los míos hacia el reloj que posa en la pared del vestíbulo cercano y después los vuelve a colocar en mí.

―Ha llegado algo tarde a su cita ―me informa en un tono cortante y serio ―Tiene la ventaja de que hayan algunas personas mas delante de usted.

No sabía si sentirme aliviada con lo que había dicho, pero creo que aun tenía la esperanza de obtener ese empleo, y no estaba dispuesta a perder mas el tiempo.

―¿Todavía puedo? ―sabia la respuesta, pero aun así pregunte.

Por un momento no dice nada y solo tecleo en su ordenador.

―Vigésimo piso, departamento recursos humanos ―indica sin despegar sus ojos de la pantalla ―Por ese pasillo están los elevadores ―señala con la mano.

Una vez que le agradecí, me dirigí hacia a los ascensores. Y como normalmente nunca ponía mucha atención a mi alrededor no me di cuenta de que el piso del pasillo estaba húmedo, creo que acababan de hacer el aseo porque estaba resbaloso. Lo peor de todo es que no pude equilibra mi cuerpo cuando me resbale y me fui hacia atrás cayendo al suelo en un fuerte sentón.

Definitivamente este no era mi día, no se que mal había hecho para haber obtenido esta mala suerte.

―¡Ouch! Demonios ―dije en voz alta, sin impórtame que todos los presentes me escucharan y pusieran su atención en mi escena vergonzosa.

Me dolía mi trasero y esta vez no iba a reprimirlo. Cuando abrí los ojos, lo primero que visualice fueron unos zapatos negros elegantes y la parte baja de unos pantalones oscuros. Espere a que esa persona se apartara de mi camino para así ponerme de pie y seguir con lo mío, pero el hombre nunca se movió.

― ¿Se encuentra bien? ―su voz se me hizo un poco conocida, como si ya la hubiera escuchado en algún lado, pero no sabía dónde. Tenía un tono áspero y serio.

Levante la cabeza para verle y fijar mis ojos en el hombre que tenía a poca distancia de mí. Pero mis palabras y el poco entusiasmo por haber escuchado esa voz que me hizo remover algo en mi estómago se fue al carajo cuando me di cuenta de quién se trata. Era el mismo tipo grosero e irritante del aeropuerto, no podía ser esto cierto, esto no podía estar pasándome a mí. ¿Qué mal augurio había hecho para vivir esto? ¿Por qué se tenía que cruzar nuevamente en mi camino, y en este sitio? Esto ya no era solo mala suerte si no algo mas fuerte, quizás un brujería. Infinitamente una desgracia muy bien armada por el destino espantoso que me persigue.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022