Suena mi teléfono y es mi padre, ¿qué más quiere de mí? ¿No me ha lastimado lo suficiente?
Cojo para saber qué más quiere de mí:
- Hola ?
- Kathy llega a la empresa de inmediato, es una cuestión de vida o muerte.
- Papá, acabo de despertar, no puedo salir así esta mañana.
- Si vienes tal vez te diga lo que has querido saber todos estos años.
Mi corazón está empezando a latir con fuerza, ¿realmente me lo va a decir? Pero mi emoción disminuye, no es la primera vez que me habla de ello. Pero a pesar de mis búsquedas, no pude encontrarlo.
- ¿Qué me prueba que esta vez me dirás la verdad? Esta no es la primera vez que me haces esta promesa.
- Es cierto, pero seguí realizando mis investigaciones por mi cuenta. Si vienes, quizás recibas buenas noticias.
- ¿Por qué debería ir allí? Durante años me has negado a permitirme trabajar contigo, me obligas a casarme con hombres para que inyecten dinero en tu negocio. Y ahora me voy a divorciar nuevamente por tercera vez. Y debes saber que no tengo ninguna intención de volver a casarme para complacerte. Ya es suficiente.
- Ven a la oficina, te lo explicaré todo.
- Ya voy .
Me levanto para darme una ducha, luego me maquillo para borrar mis ojeras. Luego bajo a buscar mi auto.
- Hola señora, ¿no va a comer esta mañana?
- No Sali, tengo un recado urgente que hacer.
- Has recibido cartas.
- Muchas gracias .
Recupero las cartas en cuestión, veo que una proviene de mi abogado.
Lo abro y me alegra ver que después de las firmas, mi divorcio ya está finalizado. Entonces, es hora de echar a alguien.
Vuelvo a subir y abro la puerta de la habitación de mi exmarido con fuerza.
Se despierta sobresaltado con su novia en brazos.
- Recoge tu ropa y lárgate de mi casa. Ya no estamos casados así que ya no tienes nada que hacer en mi casa.
- Mierda, ¿cuál es tu problema? Estaba planeando irme hoy de todos modos. Así que dame tiempo para lavarme y comer. Sigue siendo mi dinero el que paga todo esto.
- No importa, si es tu dinero el que paga, a mí no me importa, ahora sal de mi casa donde estoy llamando a los guardias de seguridad.
Se levanta con dificultad moviendo su colita cada vez que camina. Realmente no se avergüenza. Me mira y ve mi mirada en su pene y me sonríe antes de agregar:
- ¿Quieres probar eso antes de que desaparezca de tu vida? Puedo hacerte este favor. Porque con tu problema de frigidez, me pregunto qué hombre podría estar interesado en ti, me das lástima.
- Deberías considerar someterte a una cirugía para aumentar esto que sirve como pene.
Lo giro hacia su novia y le pregunto:
- Cariño, ¿por qué no le dices que solo te hizo cosquillas en toda la noche? ¿Por qué no le dices que fingiste gemir para que finalmente se sintiera un hombre?
Ahora me dirijo hacia él y le digo:
- Es una zanahoria pequeña, cariño, ¿me equivoco?
Su novia baja la cabeza y mira hacia otro lado.
- ¡Ya ves que tengo razón! Tú eres el que es patético. Ni siquiera puedes darle placer a una mujer y te llamas hombre. Vístete y sal de mi casa.
La mujer se viste y le pide su dinero. Además, ella es una puta. Me eché a reír.
- Has caído muy bajo. ¿Entonces ahora estás pagando por la compañía de mujeres? Qué irónico.
Él le da su dinero y ella sale de la habitación.
- Vístete rápido, voy a enviar el resto de tus cosas a tus padres.
- No eres más que un alcohólico que se acuesta con cualquiera.
- Sí, pero nunca pagas por tener compañía. Sal de mi casa ahora.
Se viste y sale, cierro la puerta de su habitación y salgo tras él.
- Sali, informa a los guardias de seguridad que no dejen entrar más al señor a mi casa. Nos acabamos de divorciar, así que ya no tiene derecho a estar en mi casa y molestarme.
- Pero son buenas noticias, señora.
- No te haré decirlo.