Rechazada por un Alfa, Mimada por un Lycan
img img Rechazada por un Alfa, Mimada por un Lycan img Capítulo 4 ¿Verdad o reto
4
Capítulo 6 Desayunando con el diablo img
Capítulo 7 Obsesión img
Capítulo 8 Un extraño en la noche img
Capítulo 9 Quiero lo que es mío img
Capítulo 10 Atrapados en el acto img
Capítulo 11 Sumisa y dócil img
Capítulo 12 La cama de los secretos img
Capítulo 13 ¿Ahora qué quería Ryder img
Capítulo 14 Atrapada img
Capítulo 15 Contratos img
Capítulo 16 Dejando la manada img
Capítulo 17 Zorra img
Capítulo 18 Nuevo comienzo img
Capítulo 19 Nueva amante img
Capítulo 20 Ataque de los rogues img
Capítulo 21 Otras mujeres img
Capítulo 22 Hagamos bebés img
Capítulo 23 Necesitamos hablar img
Capítulo 24 Isabelle img
Capítulo 25 Desayuno img
Capítulo 26 Mi dama img
Capítulo 27 Quiero más img
Capítulo 28 Mi orgullosa salvadora img
Capítulo 29 Su destino img
Capítulo 30 Una nebulosa img
Capítulo 31 Atrapado en el medio img
Capítulo 32 De la hierba a las cenizas img
Capítulo 33 ¿Isabelle otra vez img
Capítulo 34 Ryder al rescate img
Capítulo 35 Tarjeta negra img
Capítulo 36 Compras compulsivas img
Capítulo 37 Le sonrió a ella img
Capítulo 38 Temporal img
Capítulo 39 Debajo de la mesa img
Capítulo 40 Privacidad img
Capítulo 41 La orden img
Capítulo 42 ¿Babeando img
Capítulo 43 Entrenamiento de la manada img
Capítulo 44 Alfa Ryder img
Capítulo 45 Chispas en el ring img
Capítulo 46 Nadar desnuda img
Capítulo 47 Otra vez Ryder img
Capítulo 48 Malditos sentimientos img
Capítulo 49 ¿Celoso img
Capítulo 50 Deseos oscuros img
Capítulo 51 Seduciendo a Ryder img
Capítulo 52 Noche de placer img
Capítulo 53 Las pastillas img
Capítulo 54 Excluida img
Capítulo 55 Maverick img
Capítulo 56 Ataque img
Capítulo 57 Sin palabras img
Capítulo 58 Me encargaré del resto img
Capítulo 59 La cita img
Capítulo 60 La cita 2 img
Capítulo 61 Jugando con fuego img
Capítulo 62 Poderosa img
Capítulo 63 Ace se liberó img
Capítulo 64 ¿Qué demonios le estaba pasando img
Capítulo 65 ¿Sí iba a sobrevivir img
Capítulo 66 Su pareja destinada img
Capítulo 67 La pieza que faltaba img
Capítulo 68 Un nuevo trabajo img
Capítulo 69 ¿Podría este día empeorar img
Capítulo 70 Está bajo mi protección img
Capítulo 71 Un conflicto en aumento img
Capítulo 72 Excitación img
Capítulo 73 Acónito img
Capítulo 74 Vínculo mental img
Capítulo 75 Enferma img
Capítulo 76 Confesiones img
Capítulo 77 Era su compañera img
Capítulo 78 Todo lo demás dejó de importar img
Capítulo 79 Cuidándola como una bebé img
Capítulo 80 Ya díselo img
Capítulo 81 Sus secretos img
Capítulo 82 Una declaración img
Capítulo 83 Quiero mirarte img
Capítulo 84 Me perteneces img
Capítulo 85 Una certeza img
Capítulo 86 Jason img
Capítulo 87 Una pieza auténtica img
img
  /  1
img

Capítulo 4 ¿Verdad o reto

Me quedé entre los dos, confundida.

Jason me apretó la mano con más fuerza. Por su parte, Ryder no me quitaba los ojos de encima y no parecía que fuera a rendirse pronto.

De repente, este último endureció su expresión. Fulminaba con su mirada, tormentosa, penetrante, e intensa, a mi hermano, pero a pesar de ello, el otro no cedía.

Yo no entendía qué estaba pasando y tampoco podía decir ni una sola palabra. Era como si estuviera en trance.

"Miren quién volvió. Si es Jasmine, la chica sin lobo", soltó Stephanie, haciendo que ambos voltearan a verla.

Ella estaba presumiendo su anillo frente a mí.

Bufé: "Feliz compromiso con el gruñón de mi hermano. Hacen una pareja perfecta".

Acto seguido, mirando a Jason con severidad, me liberé de su agarre.

"¡Jasmine, espera!", me llamó él, con un destello de frustración en sus ojos, así como un dejo de culpa en su expresión. Juro que lo vi.

"Ryder, ¿qué te parece si bailamos esta pieza?", propuse, ofreciéndole mi mano.

Él la rozó con sus labios, antes de envolver mi pequeña cintura con sus brazos y llevarme hasta la pista de baile.

Podía sentir la intensa mirada de Jason sobre nosotros, pero no me importaba. Él me rechazó, me humilló, y nunca, ni una sola vez, me mostró una pizca de amor.

Ryder me jaló de la cintura más hacia él, apretándome más contra su viril y firme cuerpo. Su perfume embriagador, Midnight Eclipse, me envolvía con su aroma oscuro y seductor. Era como un imán irresistible, que hacía que mi corazón se acelerara y mi corazón se estremeciera.

"Podría ser tu guardaespaldas todo el día si no quieres hablar con él", susurró en una voz baja y ronca, haciendo que un escalofrío, similar a un vino helado, recorriera mis venas.

"No te estoy pagando por eso, pero gracias por ofrecerte", respondí entre risas.

Él soltó una carcajada grave y profunda, que por alguna extraña razón me calmó. Lo siguiente que supe fue que me giraba hacia la izquierda, siguiéndome para atraparme con sus manos, mientras la suave música seguía sonando.

"Dime algo: ¿qué hacía un Rey Lycan, que supongo debería estar en la sección VIP, allá afuera en la oscuridad?", pregunté, con la intención de iniciar una conversación mientras bailábamos, y sin la intención de fingir que no nos habíamos visto antes.

"Por la misma razón que tenía la hermosa dama que también estaba allí. Por cierto, ¿puedes creer que tuvo el valor de atacar a un Rey Lycan? Si eso no es provocar una pelea entre dos manadas, no sé cómo clasificarlo", susurró en mi oído, apretándome más contra su cuerpo.

Yo me quedé inmóvil, mientras procesaba sus palabras. ¿Eso era una amenaza? ¿Había comenzado una pelea sin saberlo? Honestamente, no sabía que se trataba de un Rey Lycan antes de atacarlo; simplemente había actuado en defensa propia.

"No me delatarías, ¿verdad?", supliqué, mirándolo con los ojos entrecerrados.

Él curvó los labios en una sonrisa diabólica, mientras el destello burlón reaparecía en sus pupilas.

"Con una condición", replicó, guiñándome un ojo.

En el fondo, ya sabía que su condición tenía segundas intenciones. ¿Quién era ese hombre? En tan poco tiempo, me había ayudado a despertar a mi loba, y ahora, ¿me amenazaba para llegar a un acuerdo con él?

"¿Cuál es?", inquirí, aunque no sabía si motivada por la valentía o la estupidez.

Él me giró de nuevo, antes de acercarme a su cuerpo. Luego, me inclinó la barbilla hacia arriba para que lo mirara. Sus manos firmes descansaban en mi cintura, su perfume nublaba mi mente, y sus ojos me encantaban con su hechizo.

"¡Sé mía!", murmuró.

Esas dos palabras resonaron en mis oídos y me provocaron escalofríos en la espalda. Había algo en la forma en la que las pronunció que hizo que me estremeciera. Tenían un dejo de posesividad y dominio.

Realmente no podía decir si era su perfume embriagador o sus ojos seductores lo que me tenía atrapada. En ese momento, en lo único en lo que podía pensar era en sus labios firmes, reclamándome y haciéndome suya ahí mismo.

De repente, la música se detuvo, devolviéndome a la realidad.

"Te dejaré pensarlo, ¡mi zorra!", me dijo, inclinándose sobre mí, mientras me soltaba la cintura.

"¡Ryder, no soy una mercancía! No necesito pensarlo", respondí con firmeza, deteniéndolo, antes de alejarme de la pista de baile, dejándolo atónito.

Había regresado a la manada para pasar un buen rato, no para terminar atrapada en enredos amorosos. No iba a dejar que nada ni nadie arruinara mi tiempo aquí.

Me detuve cuando vi a mi amiga con otras chicas, bebiendo y charlando.

"¿Ruby?", solté.

"Ya regresaste. Te vi pasándola bien con ese Lycan de allá", expresó ella, guiñándome un ojo, haciendo que las demás se rieran.

"Es tan guapo que haría cualquier cosa para pasar la noche con él", comentó Doris, una de las chicas.

Yo apreté la mandíbula ante semejante comentario.

"Relájate, cariño; no te lo vamos a quitar. ¡Ya sabes cómo es Doris!", intervino Ruby.

No me di cuenta, hasta ese momento, de que mi enojo era tan visible. Al instante siguiente, sacudí la cabeza y decidí dejarlas disfrutar.

"¿Qué tal si te unes a nosotras para jugar verdad o reto?", propuso Jane, mirándome fijamente.

Yo puse los ojos en blanco, pues era una adulta, no una adolescente. ¿Por qué querría jugar algo así?

"Oh, vamos, no seas tan aburrida. Es solo un juego inofensivo", insistió Ruby.

Suspiré. Recordé que había regresado a la manada para divertirme y que pronto me iría, así que, ¿por qué no crear algunos recuerdos que me acompañaran?

"De acuerdo", cedí, haciendo que todas gritaran emocionadas.

Con eso, el juego comenzó. La primera en pasar fue Ruby, quien escogió reto.

"Te reto a lamer la suela de tu zapato", la desafió Jane, entre risas.

Eso era completamente asqueroso, y a juzgar por la mueca en el rostro de mi amiga, ella también lo creía, pero aun así lo hizo.

"¿Verdad o reto?".

No me di cuenta de que era mi turno hasta que Doris me dio un codazo. Tras pensarlo por un momento, decidí tentar a mi suerte. "¡Reto!".

"Te reto a suplicarle a tu hermano que te acepte de nuevo o a besar a un extraño al azar", dijo Doris, sonriendo con malicia.

Abrí los ojos de par en par, mientras me reprendía por haber escogido reto. Preferiría comerme un sapo antes que suplicarle a Jason, así que comencé a recorrer a la multitud con la mirada, para encontrar al candidato ideal para el beso.

Y entonces vi una alta figura familiar en la barra, murmurándole algo a una mujer que sonreía tímidamente. A esas alturas, me quedó claro que no debía subestimar sus habilidades para coquetear. Lo siguiente que supe fue que caminaba directamente hacia él.

"Con permiso", le dije a la mujer, antes de inclinarme hacia el hombre.

Al instante, su perfume llenó mis fosas nasales. Alcé la barbilla y pasé mis brazos alrededor de su cuello; luego me paré de puntitas.

"¿Qué estás haciendo?", me preguntó Ryder, confundido, recorriendo a la multitud con la mirada, como si intentara encontrar ahí la razón por la que estaba actuando tan raro.

"Solo déjate llevar", respondí en un susurro, antes de acercar su rostro al mío. Sin previo aviso, mis labios se encontraron con los suyos.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022