Más Allá de la Humillación: El Amor Secreto
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Capítulo 7

Luciana trataba a Kieran como a un héroe. Su gratitud era infinita.

"Pídeme lo que quieras, Kieran. Te lo daré todo".

Una noche, durante una cena, Kieran se arrodilló.

"Cásate conmigo, Luciana".

Ella dudó. Por un instante, el rostro de Roy apareció en su mente.

"No puedo", susurró.

Kieran se levantó, su rostro lleno de dolor.

"Es por él, ¿verdad? Después de todo lo que te hizo, ¡todavía piensas en él!".

Al día siguiente, Kieran tuvo un "accidente" de coche. Nada grave, pero suficiente para que Luciana, llena de culpa, corriera a su lado.

"Me casaré contigo", le prometió, junto a su cama de hospital. "Te lo prometo".

Esa noche, le pidió el divorcio a Roy.

"Quiero divorciarme".

La atmósfera en la biblioteca era fría.

Roy asintió lentamente.

"De acuerdo. Pero quiero una cosa".

"Pide el dinero que quieras".

"No quiero dinero", dijo él. "Quiero el guardapelo. El que me regaló mi abuela. El que te di a ti".

Dentro de ese viejo guardapelo de plata había una pequeña foto de ellos dos, de cuando eran adolescentes y felices. Era su único recuerdo tangible.

Luciana se quedó helada. La petición la desarmó. Por un momento, una chispa de esperanza brilló en sus ojos. ¿Quizás él todavía sentía algo?

"¿Por qué lo quieres?", preguntó, su voz apenas un susurro.

Roy vio su esperanza y supo que tenía que destruirla. Para protegerla. Para cumplir su misión.

"Vale mucho dinero. Es una antigüedad".

La esperanza en los ojos de Luciana murió, reemplazada por una ira gélida.

"Bien. Te lo daré. El divorcio se firmará mañana".

Salió de la habitación dando un portazo.

Roy se quedó solo, mirando por la ventana. Sus caminos, que una vez fueron uno, ahora eran líneas paralelas destinadas a no cruzarse nunca más. El final estaba cerca.

                         

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