Empezar de nuevo
img img Empezar de nuevo img Capítulo 5 Capítulo 5
5
Capítulo 11 Capítulo 11 img
Capítulo 12 Capítulo 12 img
Capítulo 13 Capítulo 13 img
Capítulo 14 Capítulo 14 img
Capítulo 15 Capítulo 15 img
Capítulo 16 Capítulo 16 img
Capítulo 17 Capítulo 17 img
Capítulo 18 Capítulo 18 img
Capítulo 19 Capítulo 19 img
Capítulo 20 Capítulo 20 img
Capítulo 21 Capítulo 21 img
Capítulo 22 Capítulo 22 img
Capítulo 23 Capítulo 23 img
Capítulo 24 Capítulo 24 img
Capítulo 25 Capítulo 25 img
Capítulo 26 Capítulo 26 img
Capítulo 27 Capítulo 27 img
Capítulo 28 Capítulo 28 img
Capítulo 29 Capítulo 29 img
Capítulo 30 Capítulo 30 img
Capítulo 31 Capítulo 31 img
Capítulo 32 Capítulo 32 img
Capítulo 33 Capítulo 33 img
Capítulo 34 Capítulo 34 img
Capítulo 35 Capítulo 35 img
Capítulo 36 Capítulo 36 img
Capítulo 37 Capítulo 37 img
Capítulo 38 Capítulo 38 img
Capítulo 39 Capítulo 39 img
Capítulo 40 Capítulo 40 img
Capítulo 41 Capítulo 41 img
Capítulo 42 Capítulo 42 img
Capítulo 43 Capítulo 43 img
Capítulo 44 Capítulo 44 img
Capítulo 45 Capítulo 45 img
Capítulo 46 Capítulo 46 img
Capítulo 47 Capítulo 47 img
Capítulo 48 Capítulo 48 img
Capítulo 49 Capítulo 49 img
Capítulo 50 Capítulo 50 img
Capítulo 51 Capítulo 51 img
Capítulo 52 Capítulo 52 img
Capítulo 53 Capítulo 53 img
Capítulo 54 Capítulo 54 img
Capítulo 55 Capítulo 55 img
Capítulo 56 Capítulo 56 img
Capítulo 57 Capítulo 57 img
Capítulo 58 Capítulo 58 img
Capítulo 59 Capítulo 59 img
Capítulo 60 Capítulo 60 img
Capítulo 61 Capítulo 61 img
Capítulo 62 Capítulo 62 img
Capítulo 63 Capítulo 63 img
Capítulo 64 Capítulo 64 img
Capítulo 65 Capítulo 65 img
Capítulo 66 Capítulo 66 img
Capítulo 67 Capítulo 67 img
Capítulo 68 Capítulo 68 img
Capítulo 69 Capítulo 69 img
Capítulo 70 Capítulo 70 img
Capítulo 71 Capítulo 71 img
Capítulo 72 Capítulo 72 img
Capítulo 73 Capítulo 73 img
Capítulo 74 Capítulo 74 img
Capítulo 75 Capítulo 75 img
Capítulo 76 Capítulo 76 img
Capítulo 77 Capítulo 77 img
Capítulo 78 Capítulo 78 img
Capítulo 79 Capítulo 79 img
Capítulo 80 Capítulo 80 img
Capítulo 81 Capítulo 81 img
Capítulo 82 Capítulo 82 img
Capítulo 83 Capítulo 83 img
Capítulo 84 Capítulo 84 img
Capítulo 85 Capítulo 85 img
Capítulo 86 Capítulo 86 img
Capítulo 87 Capítulo 87 img
Capítulo 88 Capítulo 88 img
Capítulo 89 Capítulo 89 img
Capítulo 90 Capítulo 90 img
Capítulo 91 Capítulo 91 img
Capítulo 92 Capítulo 92 img
Capítulo 93 Capítulo 93 img
Capítulo 94 Capítulo 94 img
Capítulo 95 Capítulo 95 img
Capítulo 96 Capítulo 96 img
Capítulo 97 Capítulo 97 img
Capítulo 98 Capítulo 98 img
Capítulo 99 Capítulo 99 img
Capítulo 100 Capítulo 100 img
img
  /  3
img

Capítulo 5 Capítulo 5

Eden disfrutó de una siesta sospechosamente larga durante los treinta minutos que duró el trayecto, desde Willow Hills hasta su apartamento en Forrest Creek, un barrio bohemio y artístico situado al este de Rock Castle.

De repente, se despertó sobresaltada cuando el auto brincó ligeramente al colisionar contra un bache en el camino. Ella se estiró bostezando mientras miraba por la ventanilla, sintiéndose extrañamente avergonzada por haberse quedado dormida en el interior del Uber. Lo último que recordaba era que el conductor había preguntado si prendía el aire acondicionado.

No podía decidir si debía considerarse valiente o estúpida por quedarse dormida en el asiento trasero del auto de un desconocido, especialmente cuando lo único que llevaba puesto era una camisa de hombre debajo de su gabardina.

Se removió para acomodarse en el asiento, cruzando las piernas con el mayor recato posible, rezando por no haberlas abierto sin darse cuenta mientras dormía. Ir en plan comando no era tan liberador como alguna vez lo imaginó. Más bien se sentía vulnerable y. bueno, desnuda.

Y ahora que tenía tiempo para poner una distancia entre ella y las terribles decisiones tomadas la noche anterior, podía intentar resolver el misterio que rodeaba la desaparición de su ropa interior. No la había encontrado en el bolsillo de su gabardina, como había esperado, y estaba segura de no haberla visto en la habitación de Liam antes de marcharse.

¿La habría ocultado él a propósito? ¿Se trataba acaso de un bicho raro que robaba ropa interior femenina y la guardaba como un recuerdo para eternizar de esa manera todas sus conquistas?

Cuanto más pensaba en ello, más se convencía Eden de que el enorme vestidor que había visto a la izquierda de la habitación de Liam, junto a una puerta de vidrio esmerilado que supuso que conducía hacia el baño, debía estar lleno con miles de pantaletas de mujer, de todas las formas, colores y tamaños imaginables. ¿Cuántas habría recolectado a lo largo de los años?

Y de todos los pervertidos que frecuentaban el Crush, ¿qué clase de diabólico espíritu la había poseído como para elegirlo precisamente a él?

"¡Dios mío!", gimió ella, cubriéndose el rostro con las manos mientras su cabello castaño caía en una ondulada cascada por los costados.

"¿Se encuentra bien?", preguntó Jude, el chofer, taladrándola con la mirada a través del espejo retrovisor.

Entonces ella sacudió la cabeza, porque no, no estaba bien y, después de lo de anoche, nunca más volvería a estarlo.

"Ya casi llegamos", dijo él verificando el tiempo estimado de llegada en la pantalla de su celular, al tiempo que le lanzaba una sonrisa tranquilizadora; aunque sin comprender el motivo de su miseria.

Francamente, no estaba ansiosa por entrar a casa. No con la Santa Inquisición española esperándola. Sabía que las preguntas que la aguardaban serían inevitables, a juzgar por la forma en que había explotado el chat de su grupo de amigas, por lo que trataría de retrasar ese evento todo el tiempo que pudiera.

"Déjeme allí, por favor, en esa esquina", le indicó a Jude, señalando una concurrida intersección que se veía más adelante.

"¿Está segura?", preguntó él girándose en su asiento, con el rostro lleno de preocupación.

Por supuesto que estaba segura. De momento, lo único que ella necesitaba eran montones de carbohidratos. Muchos. Y probablemente echar mano del plan B. Sabía que era lo mejor, así que decidió usarlo.

"¡No olvide calificarme con cinco estrellas!", le recordó Jude mientras ella salía del Toyota Quest.

Al cruzar la calle y dirigirse hacia la panadería situada en la esquina de la calle 5 y la avenida Main, Eden se preguntó si Jude se merecía las cinco estrellas.

Eran un poco más de las ocho de la mañana, pero el vecindario ya lucía lleno de actividad, con decenas de personas yendo de un lado a otro para cumplir con sus ocupaciones del sábado por la mañana. Los vendedores callejeros empujaban sus carritos, preparándose para la vendimia en el mercado de pulgas que se instalaba en la azotea del Teatro Civic.

Al ser un distrito artístico, ese sector de Rock Castle estaba repleto de galerías, así como de cafeterías diseñadas a la última tendencia de la moda y vistosos jardines en las azoteas. Un corazón artístico e independiente encontraría todo lo que deseaba allí, desde recitales de poesía hasta exhibiciones y experiencias culinarias personalizadas.

Mientras Eden avanzaba arrastrando los pies formada en la cola de la panadería, anticipaba ya la manera en que los croissants de chocolate se derretirían en su boca.

Ya ni siquiera podía recordar quién se lo había sugerido, pero, dado que todas sentían pasión por las artes y contaban con títulos honoríficos para respaldarlo, mudarse a Forrest Creek le pareció una decisión sensata en ese entonces. A pesar de que ellas soñaban con triunfar en sus respectivas carreras, ya habían pasado tres años y todas seguían esperando que llegara su gran oportunidad.

Mientras Eden aún no se había convertido en millonaria como ilustradora de libros para niños, los sueños de Lydia como actriz no habían despegado todavía. Aunque sus blogs la habían colocado en el foco de atención en las redes sociales; eso ya era algo.

Después estaba Sienna, cuyas columnas fueron publicadas por el Forrest Creek Times, que no era más que un boletín glorificado, disfrazado de periódico comunitario gratuito, pero ella estaba muy orgullosa de haberlo logrado.

Y, por último, Cassandra, quien todavía estaba tratando de crear el postre que revolucionaría al mundo culinario, como desearía cualquier chef de repostería con aspiraciones.

Pero, pese al ligero retraso con el que los sueños de todas se cumplían, ellas debían aceptar que se sentían felices viviendo allí. Eden seguía creyendo que la mejor decisión que había tomado era dejar el costoso ático de sus padres en Rock Castle para mudarse con sus amigas. De haber seguido viviendo bajo su techo, esa mañana habría tenido que enfrentarse con algo más que con la Santa Inquisición española. Sus padres aún trataban de superar la amarga decepción que significó para ellos su compromiso fallido. Así que, una aventura de una noche sin duda los habría enviado directo a la tumba.

Cuando Eden finalmente llegó al mostrador de la panadería, tuvo que suspirar decepcionada al comprobar que todo se había agotado, con la excepción de los panecillos de salvado. Como estaba deprimida, debía atiborrarse hasta desmayar y esa era una regla que no podía saltarse. Así que tuvo que comprar los insípidos panes, a pesar de que no se le antojaban.

Con resignación compró una docena y empezó a comerse un pan, el cual le duró las tres cuadras que la separaban de la oscura farmacia del callejón Diagonal.

La empleada que atendía en el mostrador le pareció agradable, sobre todo porque no le hizo demasiadas preguntas, ni le dirigió miradas de desaprobación mientras que discretamente le entregaba una caja de aspecto poco llamativo. Y aunque no había nadie más aparte de ellas, Drew, como lo indicaba la etiqueta que llevaba con su nombre, pegada en su bata, le dio en voz baja las instrucciones para tomar la píldora, como si las despintadas y envejecidas paredes tuvieran oídos.

"Debes tomarla como una dosis única dentro de las siguientes veinticuatro horas para obtener mejores resultados", explicó la chica con seriedad y sus ojos color verde musgo muy abiertos de pánico al pensar que ella misma podría estar en esa situación.

"Gracias", murmuró Eden, al tiempo que le entregaba su tarjeta de crédito para que cobrara.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022