Capítulo 5 ¿Me estás tomando el pelo

Cuando Viola llegó al grupo Chu, le mostró al empleado de la recepción una tarjeta de reportero. Como si lo hubiera sabido de antemano, el personal de la recepción le pidió que presentara una sonrisa decente en las comisuras de sus labios.

La hermosa recepcionista los llamó tan pronto como Viola se fue.

Viola salió del edificio eléctrico, dobló una esquina y llegó a la puerta de la oficina del CEO. Levantó la mano y llamó a la puerta de cristal.

La pared y la puerta de la oficina del CEO fueron reemplazadas por anteojos blancos. Debido a los materiales especiales de la oficina, Viola no podía ver la escena desde adentro.

"Adelante."

Después de un rato, escuchó una voz familiar y molesta desde la habitación. Respiró hondo, soportó el dolor en el pie y entró en la habitación.

Luego preguntó sin rodeos: "Maynard, ¿has terminado? Si no puedo irritarte, ¿por qué no puedo esconderme? Soy un buen ciudadano y no tengo enemistad contigo. ¿No te da vergüenza avergonzarme, una mujer débil? "

Maynard firmó un documento, dejó a un lado el bolígrafo guía, lo cerró y la miró con alegría y enojo. "¿Es suficiente?"

Al escuchar esto, Viola tembló de ira y preguntó: "Dime, ¿qué vas a hacer para que me salga con la suya?"

"Pedir disculpas." Maynard se recostó en la silla y dijo en voz baja.

Viola se señaló a sí misma, mirándolo fijamente, "¿Te pido disculpas? ¿Por qué? "

Maynard se levantó y rodeó el escritorio hacia ella. Con una leve sonrisa en su rostro, dijo: "Parece que lo has olvidado. Solo te estoy recordando ".

Un mal presentimiento se hizo cargo de Viola. Estaba presionada sobre el escritorio detrás de ella, como si su intuición fuera correcta.

"¡Te lo estoy diciendo! ¡He llamado a la policía! Viola levantó la cabeza y quiso morderlo.

Lo intentó varias veces pero falló. Estaba tan cansada que se recostó sobre la mesa lisa y jadeó.

A pesar de su rápida reacción, Maynard la sujetó con una de sus manos y presionó sus patadas desordenadas debajo de sus piernas. Viola estaba exasperada, pero no podía hacerle nada.

Con un cepillo de agua en la mano izquierda, Maynard dibujó en su rostro mientras le dolía el cuello. Cuando casi estaba hecho, él se retiró de ella.

Viola se deslizó por la mesa, pensó en la frialdad de su rostro y lo fulminó con la mirada. "¿Qué hiciste en mi cara?"

Maynard se sentó en el sofá y le arrojó un espejo. "Señorita Qi, ¿le parece familiar?"

Viola atrapó el espejo con pánico y se miró la cara. Casi se desmayó de ira cuando vio la tortuga fea en su rostro.

Se mordió los labios y forzó una sonrisa. "La tortuga que dibujaste es extraña. No lo he visto en cien años. ¿Puedes dibujar uno para mí?

Se arremangó la manga derecha descaradamente y se negó a admitir su crimen.

"Estoy sediento. Tráeme una taza de café, por favor ". Maynard levantó las cejas.

Considerando que lo había dejado ir, Viola dijo cortésmente: "Café, no hay problema".

"Por cierto, no puedes taparte la cara".

Cuando se dio la vuelta, agregó Maynard. Viola estaba a punto de escupir sangre.

Con una cara triste, Viola pensó: "¿Cómo podría olvidar que hay un animal en mi cara?"

En el camino, Viola avanzaba lentamente con una taza de café humeante en sus manos. Todos los empleados del grupo Chu se reunieron para mirarla.

Algunos de ellos susurraron entre sí y algunos de ellos incluso levantaron sus teléfonos para tomar fotos y publicarlas en el micro blog y We Chat.

Viola estaba a punto de derrumbarse. Solo podía caminar más rápido y bajó la cabeza sin mirar a nadie. Al menos no podía engañar a nadie a su alrededor.

Después de entrar en la oficina, dejó escapar un suspiro de alivio. Puso el café sobre la mesa y dijo: "Sr. Jay, aquí está tu café ".

Aunque dijo esas palabras cortésmente, ya lo había maldecido diez millones de veces en su corazón.

Maynard lo vertió directamente en el bote de basura al lado y las comisuras de su boca se alzaron. "Estás aquí para entrevistarme, no para servirme té o agua. Vamos a ir al grano."

Al escuchar esto, Viola se sonrojó de ira.

Ella no tuvo más remedio que obedecerle. Enojada se sentó en el sofá frente a él, sacó su cuaderno y comenzó a entrevistar.

La primera pregunta que salió del cuaderno de Viola fue: "Sr. Chu, ¿tienes algún plan de negocios en este momento? "

Con las manos cruzadas frente a su pecho y una mirada de desdén en su rostro, Maynard dijo: "¿Esto no es asunto tuyo? ¿Me has oído? "

Los dedos de Viola que pellizcaban el cuaderno estaban un poco blancos. Una sonrisa astuta apareció en su rostro, "Entonces, ¿qué tipo de experiencia emocional tienes, como quién te gustaba, con quién estabas y por qué rompiste?"

Maynard se burló de ella. "¿Es necesario para mí, un periodista ordinario, decirte algo tan privado?"

Como pequeña reportera, Viola respiró hondo, "¿Cuáles son tus preferencias?"

"¿Es eso lo que debes preguntar?" Maynard se burló de ella. "Soy un extranjero. ¿No sabes que es secreto de estado?

"¿Me estás tomando el pelo?" Ella le había preguntado por mucho tiempo, ¿pero no obtuvo ninguna respuesta?

Maynard la miró con frialdad e hizo un juicio lentamente: "Esto se debe principalmente a tu pobre capacidad de trabajo. Puedes irte ahora."

Al darse cuenta de la burla en sus ojos, no pudo evitar querer sacar su cuaderno.

¡Se dijo que quien rompiera el silencio primero terminaría muerto en él!

Al ser ridiculizada por Maynard y al borde del colapso, la última cuerda en su cerebro se rompió por completo. Viola puso sus manos obedientemente en su corazón y arrojó despiadadamente la computadora portátil al frente.