Capítulo 8 Ella estaba fuera de sí

Viola ya no podía mantener la calma. Agarró la ropa de su hijo y dijo: "De ninguna manera. Eres el dueño de la familia. Puedo manejar cosas tan pequeñas como ganar dinero ".

Ella hizo todo lo posible para minimizar su postura con una sonrisa descarada.

La cara de Ann se hinchó y miró a Viola con desdén: "Eres tan tonta. Es bueno que no te venda alguien ".

Viola estaba sin palabras. Ella negó: "Soy tu madre. ¿Cómo puede estar mal? No necesita preocuparse por el dinero ya que estoy aquí. "

Su hijo era realmente un genio. Tenía un gran coeficiente intelectual desde la infancia, dejando a otros niños muy atrás, y rara vez dejaba que se preocupara. Fue solo porque era inteligente y tolerante. ¿Cómo podría no ser entrenado?

"Tienes razón. No me pidas ayuda si estás frustrado ". Ann resopló y giró la cabeza.

Quería compartir su carga porque estaba demasiado cansada, pero no estaba feliz en absoluto. Se desarrolló a sus espaldas, y luego le dio a esta estúpida mujer una sorpresa.

"Tu mami es una mujer fuerte, pequeña e inflexible. ¡No me rendiré fácilmente! " Un ligero suspiro de alivio escapó del pecho de Viola, ella asintió rápidamente.

Si había querido volver al fondo de la sociedad y luchar, ¡ahora había sofocado por completo esta idea en la cuna!

¡Estaba decidida a quedarse en esta ciudad, para que su hijo pudiera recibir la mejor educación y ella pudiera ganar dinero!

La melancolía en los ojos de Viola desapareció y fue reemplazada por la determinación.

Al día siguiente, Viola llegó al grupo Chu pellizcando una hora. Llevó una taza de café humeante a la puerta de la oficina del CEO y llamó a la puerta.

Levantó la cabeza y miró a Maynard, que estaba trabajando en la habitación. Los ojos de Viola eran tan claros como el agua, mientras que la cara de Maynard estaba nublada.

Una atmósfera sutil fluía entre los dos.

"Reportero, ¿qué estás haciendo?" Maynard fingió estar sorprendido y rompió el silencio.

Viola se animó en su corazón y puso el café sobre su mesa. Con una gran sonrisa en su rostro, ella dijo: "Sr. Chu, debes estar cansado después de una hora de trabajo. Vamos, toma una taza de café para relajarte ".

Maynard no hizo un comentario. Levantó la taza de café y tomó un sorbo. El sabor amargo del café instantáneamente llenó su boca.

Al ver que no se movió un poco, Viola se rió suavemente y preguntó atentamente: "Sr. Chu, ¿necesitas que te masajee los hombros y las piernas?

Por el bien de su hijo, Viola tuvo que comportarse bien.

"Reportero, ¿te pateó una moto a primera hora de la mañana o te empujó por la puerta?" Dijo Maynard, alzando las cejas.

Una sonrisa brillante y gentil apareció en el rostro de Viola. Ella dijo con calma: "Sr. Chu, eres muy gracioso ".

¿Por qué no se enojó ella? Un poco interesante

Una sonrisa apareció en las esquinas de los ojos de Maynard. Estaba de buen humor y dijo: "No dijiste que me darías un masaje en el hombro. Ven aca."

Echó un vistazo a su propio hombro.

Con una sonrisa en su rostro, Viola caminó unos pasos detrás de él. Levantó sus delgadas manos para masajear su hombro y preguntó en un tono halagador: "Sr. Chu, ¿está bien la fuerza?

"Hazlo un poco más difícil". Maynard se recostó contra la silla y comenzó a disfrutarla.

"Bueno." Viola agregó más fuerza a su mano. Incluso si estaba extremadamente enojada, tenía que mantener la calma.

Cinco minutos después, le dolían las manos, su aliento se desordenó y su fuerza se estaba desvaneciendo.

"Bueno, tengo trabajo que hacer. Puedes irte ahora." Cuando Maynard terminó de mirarla, le pidió que se fuera.

Por lo tanto, lo que hizo fue lo que debía hacer. Como resultado, Viola lo regañó repetidamente, quien no se atrevió a decir nada.

Casi no podía esperar para detener lo que estaba haciendo. Viola habló al azar sin sonrojarse, "No te molestes. Me sentaré a tu lado y agradeceré tu postura imperial. No te molestaré ".

Se dirigió al sofá, se sentó y arregló el dobladillo de su vestido. Luego se abrochó el vestido.

Era imposible alejarla a menos que hubiera conseguido lo que quería.

Encantadora como era, Viola silenciaba el teléfono y jugaba a quitar todo tipo de juegos.

Había pasado todas las pruebas y llegó a la vigésima. Su felicidad estaba más allá de las palabras.

"¿Te divertiste?" El hombre preguntó furiosamente.

Inmersa en la alegría del astillado, Viola respondió de inmediato: "No está mal".

Fue muy amable de su parte pensar en la deliciosa fruta como la fruta del Mago Oscuro Maynard y borrarla.

"Parece que estás aburrido, reportero Qi".

Una mano delgada y limpia le quitó el teléfono.

Cuando Viola escuchó el nombre de "reportero Qi", se sorprendió y se volvió para mirar la cara fría y hermosa de Maynard.

Se pellizcó uno de sus muslos con tristeza y dijo: "¿Cómo puede ser? Solo me estoy divirtiendo. Eso es."

Maynard miró el colorido juego móvil y resopló, "¿En serio?"

Viola asintió con la cabeza como una cereza, "Sí, presidente. Es casi mediodía. Parece que has terminado tu trabajo en la mañana. ¿Puedes darme diez minutos para entrevistarte?

Juntó las palmas de sus manos, jugando linda con una encantadora cara ovalada, mientras sus ojos parpadeaban.

"Está bien, no hay problema." Maynard respondió casi con indiferencia.

Dando un paso atrás y sentándose en el sofá, comenzó a tocar y llamar a su teléfono celular.

¿Cuándo se volvió tan fácil?

Viola sintió algo extraño, que la hizo dudar por un momento.