Un multimillonario desalmado: nunca debió haberla dejado ir
img img Un multimillonario desalmado: nunca debió haberla dejado ir img Capítulo 4 Ningún lazo con él
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Capítulo 7 Un nuevo corte img
Capítulo 8 El precio de un último deseo img
Capítulo 9 La jugada maestra img
Capítulo 10 La medicación se convirtió en una opción img
Capítulo 11 Ven conmigo img
Capítulo 12 Está embarazada img
Capítulo 13 La emboscada img
Capítulo 14 ¿Te dijo algo al respecto img
Capítulo 15 El peso del silencio img
Capítulo 16 Un tipo de sangre poco común img
Capítulo 17 El peso de la sospecha img
Capítulo 18 Parece que estás perfectamente bien img
Capítulo 19 Manos vacías img
Capítulo 20 Nunca tuviste la menor oportunidad, Millie img
Capítulo 21 Déjala ir img
Capítulo 22 Ecos de un tiempo mejor img
Capítulo 23 Preparativos para el divorcio img
Capítulo 24 Es un aborto espontáneo img
Capítulo 25 Destello de amor img
Capítulo 26 La que se interpone en tu camino img
Capítulo 27 La melodía de las heridas img
Capítulo 28 El demo img
Capítulo 29 Una comparación img
Capítulo 30 Trae a Millie de vuelta img
Capítulo 31 No puedes engañarme img
Capítulo 32 Cicatrices bajo la lluvia img
Capítulo 33 El juramento img
Capítulo 34 Un malentendido conveniente img
Capítulo 35 La grabación completa img
Capítulo 36 La policía vino a informarse de la situación img
Capítulo 37 Voces en el pasillo img
Capítulo 38 Siluetas tras el cristal img
Capítulo 39 La única a su lado img
Capítulo 40 El juego de las apariencias img
Capítulo 41 Los celos de Brandon img
Capítulo 42 Un vestido de novia negro img
Capítulo 43 Puja por un recuerdo img
Capítulo 44 Es Millie img
Capítulo 45 Las cartas sobre la mesa img
Capítulo 46 Preguntas sin respuesta img
Capítulo 47 Su intención de ganar img
Capítulo 48 El precio de un gesto img
Capítulo 49 Un desafío de diez millones img
Capítulo 50 Su intención img
Capítulo 51 La jugada maestra img
Capítulo 52 El arte de la retirada img
Capítulo 53 Lo que capturó la cámara img
Capítulo 54 ¿Un anuncio de divorcio img
Capítulo 55 El eco del vacío img
Capítulo 56 Intocable img
Capítulo 57 La declaración de amor img
Capítulo 58 El peso del silencio img
Capítulo 59 Su beso y su calidez img
Capítulo 60 Bromas entre hermanos img
Capítulo 61 Abrázame img
Capítulo 62 Algo hermoso y real img
Capítulo 63 Un dolor incontenible img
Capítulo 64 Me iré img
Capítulo 65 Una hija inesperada img
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Capítulo 4 Ningún lazo con él

Mientras Vivian se dirigía al Hospital Crobert, el internet hervía con miles de comentarios sobre su supuesto diagnóstico. Su nombre era el centro de innumerables hilos en foros y redes sociales.

"La verdad, creo que Vivian es muy valiente. Sabe lo que siente y cuáles son sus límites. Eso se respeta".

"Exacto. A muchas nos gusta Brandon, pero mientras no destruya un matrimonio, lo que ella sienta es asunto suyo".

"Yo la sigo desde hace años. Esa transmisión desde Crest Villa... fue como asomarse a la vida de los ricos. Es una lástima que le quede tan poco tiempo".

"Por cierto, ¿quién es la esposa de Brandon? Debería permitirle estar con Vivian. A esa pobre chica solo le quedan seis meses".

"Yo la conozco. Es Millie Bennett, una música. Dejó su carrera al casarse para dedicarse por completo a su matrimonio".

...

En el Hospital Crobert, el teléfono de Millie no paraba de sonar. Recibía un aluvión incesante de llamadas y mensajes. Algunos eran de genuina preocupación, otros buscando chismes, y unos cuantos, crueles y burlones. Todos, sin excepción, trataban sobre Vivian y Brandon.

Millie había leído suficientes titulares para comprender la situación.

No quiso saber más, pues ya nada de eso importaba.

Una vez que el divorcio fuera definitivo, Brandon ya no formaría parte de su vida.

Miró la hora. Al levantar la mirada, vio que Alexia se acercaba.

"¿Cómo te encuentras?", le preguntó Alexia con sincera preocupación. "¿Sientes algún dolor?". Notó el cansancio en el rostro de Millie y, sin esperar a que se lo pidiera, le ofreció la mano para ayudarla a incorporarse.

Millie esbozó una leve sonrisa y negó con la cabeza.

Había tomado una decisión. Había cosas que, simplemente, debían afrontarse.

Alexia lo comprendió. Suspiró y ayudó a Millie a ponerse de pie. Tomaron el ascensor y, momentos después, las puertas se abrieron en la planta baja.

El vestíbulo del hospital estaba abarrotado, mucho más de lo habitual. Millie distinguió a varios reporteros entre la multitud.

"Cuánta gente hay hoy. Seguro que ha venido algún famoso a una revisión", comentó Alexia. "Siempre generan este revuelo...". Se interrumpió de golpe y su rostro se contrajo. Al ver algo, intentó guiar a Millie en la dirección opuesta.

Pero fue inútil. Millie ya los había visto.

Brandon estaba allí, imponente, atrayendo todas las miradas sin esfuerzo alguno. El bullicio circundante parecía no afectarlo. Llevaba el cabello peinado a la perfección y un traje elegante, tan pulcro que el caos mismo parecía no atreverse a rozarlo.

A su lado estaba Vivian. Pálida, menuda, con una expresión que acentuaba aún más su fragilidad.

Tropezó ligeramente y Brandon reaccionó al instante, sujetándola con delicadeza, protegiéndola de las cámaras y de la multitud con su cuerpo.

"No mires", le ordenó Alexia, interponiéndose bruscamente entre ella y la escena, con la voz cargada de ira.

"Vámonos, Alexia", dijo Millie con voz serena. Ya había tomado una decisión: Brandon no tenía por qué saber que estaba allí y ella no tenía ningún interés en cruzarse con él.

"¿Por qué tendríamos que irnos nosotras?", replicó Alexia, furiosa. "Todavía no se han divorciado. Legalmente, sigue siendo tu esposo. ¡Y míralo, ahí, sosteniendo a otra mujer como si no pasara nada! ¡Qué descaro!".

Esposo...

Millie desvió la mirada y suspiró.

Hubo un tiempo en que sonreía en secreto solo de pensar que Brandon era su marido.

Pero ya no.

"No me siento bien, Alexia. Por favor, vámonos", dijo Millie, cambiando de tema.

Alexia le prestó toda su atención y apartó la vista de Brandon y Vivian.

Se marcharon. Desde el otro extremo del vestíbulo, Vivian las observó irse. En su rostro se dibujó un destello fugaz de satisfacción.

"Perdóname, Brandon. No era mi intención involucrarte en este lío", dijo con un matiz de arrepentimiento. "Sé que detestas ser el centro de atención...".

"No te preocupes", respondió Brandon. "Entremos a ver al médico". Su rostro permanecía impasible, pero una sensación fugaz e indefinible se agitó en su interior.

Los dos entraron en la consulta.

Vivian le entregó su historial médico al doctor. Este lo leyó con detenimiento y frunció el ceño.

"Esto parece grave", dijo.

Vivian esbozó una leve sonrisa. "Lo sé", dijo en voz baja. Luego, respiró hondo. "Por favor, recéteme algo fuerte para el dolor".

"Dado su estado, le sugiero que ingrese en el hospital para iniciar el tratamiento", aconsejó el médico. "Debería intentarlo. Todavía existe la posibilidad de prolongar su vida".

"¿Para qué?", replicó Vivian con una sonrisa amarga.

Se secó las lágrimas que asomaban a sus ojos y añadió en voz baja: "No quiero someterme a ningún tratamiento".

Los dedos de Brandon se aferraron a los de ella con más fuerza.

Ella negó suavemente con la cabeza.

"Doctor, solo quiero vivir lo que me queda con algo de dignidad", dijo. "Así que, por favor, solo recéteme analgésicos potentes".

El médico suspiró profundamente, pero finalmente asintió comprensivamente.

Fuera, los reporteros no dejaban de tomar fotos y grabar videos para subirlos a internet.

La reacción del público fue abrumadoramente emotiva.

"Dios mío, estamos viendo en directo cómo se apaga la vida de una persona".

"A mí se me saltan las lágrimas con cualquier dolor. No puedo ni imaginar lo que debe de ser tener un cáncer terminal. Y aun así, ella es capaz de sonreír. Qué fortaleza".

"No pude contener las lágrimas cuando dijo que renunciaba al tratamiento. Solo quienes han pasado por una enfermedad grave pueden entender lo que se siente".

La simpatía del público hacia Vivian alcanzó su punto más alto.

...

Vivian no tardó en conseguir sus medicamentos. Cuando ella y Brandon salieron del hospital, Millie estaba sentada en un banco cercano. Esperaba a Alexia, que había ido a buscar el auto.

Antes de que Millie pudiera reaccionar, los paparazzi la reconocieron y se abalanzaron sobre ella.

Los flashes de las cámaras destellaron todos a la vez.

Brandon también la vio. Frunció el ceño y le espetó: "¿Qué haces aquí?".

Millie se puso de pie. Su mirada se deslizó desde el rostro de Brandon hasta la mano de Vivian, que reposaba en el brazo de él.

No dijo nada. Pero la marabunta de reporteros no le dio oportunidad.

"Señora Watson, ¿ha venido por los rumores de internet? ¿Intentaba sorprenderlos in fraganti?".

"¿Qué opina de que su marido se muestre en público con otra mujer?".

"Señora Watson, ¿piensa tomar alguna medida con respecto a Vivian?".

La prensa asumió de inmediato que Millie había aparecido a propósito para enfrentarse a Vivian y montar una escena.

Incluso Brandon lo pensó.

Su rostro reflejaba su fastidio.

"Vivian está enferma. ¿No lo sabías?", espetó él.

El tono de Brandon era una pura amenaza.

Millie sintió ganas de reír.

Así que eso era lo que él creía: que había ido a provocar deliberadamente a una enferma.

Era evidente que Brandon no la conocía en lo más mínimo.

Al ver que Millie no respondía, los reporteros se volvieron hacia Vivian para preguntarle sobre su papel como destructora de un matrimonio.

Brandon se volvió hacia la primera. "¡Millie!", la llamó con voz áspera. Pretendía que defendiera a Vivian.

Como siempre, esperaba que ella hiciera exactamente lo que él deseaba.

Pero la voluntad de complacerlo había desaparecido.

Se estaba alejando de él; ya no tenía motivos para obedecerlo.

Millie se llevó la mano derecha al vientre. La molestia sorda persistía.

"Vine a ver a una amiga", dijo finalmente.

No quería decir más. Su embarazo no era algo que quisiera revelar. No antes de que el divorcio fuera definitivo y, desde luego, no con todas esas miradas clavadas en ella.

Tras responderle a Brandon, Millie se dio la vuelta para irse.

Pero los reporteros no la dejaron en paz. La rodearon como una manada hambrienta.

"Señora Watson, la gente en internet le pide que se haga a un lado y deje que el señor Watson esté con Vivian. ¿Qué tiene que decir al respecto?".

"A Vivian no le queda mucho tiempo. ¿Aun así va a luchar contra ella?".

"Señora Watson...".

Millie no se molestó en responder. Solo quería salir de allí.

La prensa, encantada de tener por fin a los tres protagonistas en el mismo lugar, no tenía intención de dejar que la escena terminara.

Brandon permaneció inmóvil, sin decir nada. Su silencio pareció envalentonar a alguien de entre la multitud, que empujó a Millie con fuerza.

Ella se tambaleó, y por instinto, se cubrió el vientre con ambas manos.

            
            

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