Un multimillonario desalmado: nunca debió haberla dejado ir
img img Un multimillonario desalmado: nunca debió haberla dejado ir img Capítulo 5 Dejar ir el pasado
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Capítulo 7 Un nuevo corte img
Capítulo 8 El precio de un último deseo img
Capítulo 9 La jugada maestra img
Capítulo 10 La medicación se convirtió en una opción img
Capítulo 11 Ven conmigo img
Capítulo 12 Está embarazada img
Capítulo 13 La emboscada img
Capítulo 14 ¿Te dijo algo al respecto img
Capítulo 15 El peso del silencio img
Capítulo 16 Un tipo de sangre poco común img
Capítulo 17 El peso de la sospecha img
Capítulo 18 Parece que estás perfectamente bien img
Capítulo 19 Manos vacías img
Capítulo 20 Nunca tuviste la menor oportunidad, Millie img
Capítulo 21 Déjala ir img
Capítulo 22 Ecos de un tiempo mejor img
Capítulo 23 Preparativos para el divorcio img
Capítulo 24 Es un aborto espontáneo img
Capítulo 25 Destello de amor img
Capítulo 26 La que se interpone en tu camino img
Capítulo 27 La melodía de las heridas img
Capítulo 28 El demo img
Capítulo 29 Una comparación img
Capítulo 30 Trae a Millie de vuelta img
Capítulo 31 No puedes engañarme img
Capítulo 32 Cicatrices bajo la lluvia img
Capítulo 33 El juramento img
Capítulo 34 Un malentendido conveniente img
Capítulo 35 La grabación completa img
Capítulo 36 La policía vino a informarse de la situación img
Capítulo 37 Voces en el pasillo img
Capítulo 38 Siluetas tras el cristal img
Capítulo 39 La única a su lado img
Capítulo 40 El juego de las apariencias img
Capítulo 41 Los celos de Brandon img
Capítulo 42 Un vestido de novia negro img
Capítulo 43 Puja por un recuerdo img
Capítulo 44 Es Millie img
Capítulo 45 Las cartas sobre la mesa img
Capítulo 46 Preguntas sin respuesta img
Capítulo 47 Su intención de ganar img
Capítulo 48 El precio de un gesto img
Capítulo 49 Un desafío de diez millones img
Capítulo 50 Su intención img
Capítulo 51 La jugada maestra img
Capítulo 52 El arte de la retirada img
Capítulo 53 Lo que capturó la cámara img
Capítulo 54 ¿Un anuncio de divorcio img
Capítulo 55 El eco del vacío img
Capítulo 56 Intocable img
Capítulo 57 La declaración de amor img
Capítulo 58 El peso del silencio img
Capítulo 59 Su beso y su calidez img
Capítulo 60 Bromas entre hermanos img
Capítulo 61 Abrázame img
Capítulo 62 Algo hermoso y real img
Capítulo 63 Un dolor incontenible img
Capítulo 64 Me iré img
Capítulo 65 Una hija inesperada img
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Capítulo 5 Dejar ir el pasado

Millie cayó de espaldas con un golpe sordo.

Los flashes de las cámaras centellearon, capturando su caída desde todos los ángulos.

Instintivamente, buscó la mirada de Brandon. Pero él se mantuvo inmóvil, su expresión fría, distante, como si nada de lo que pasaba tuviera que ver con él.

En ese instante, Millie comprendió lo que él esperaba y sintió una punzada en el corazón.

Quería que ella hablara en su nombre. Que le dijera a la prensa que todo era un malentendido; que Vivian estaba enferma y él solo había acudido a verla por preocupación. Un acto de bondad, no de traición.

Con una mano sobre el vientre, Millie inclinó la cabeza y esbozó una sonrisa casi imperceptible.

El cielo estaba despejado y la luz del sol se filtraba a través de la multitud, pero nada de eso parecía tocarla.

Se recompuso y se puso en pie con lentitud.

Luego, sin mirar atrás, dijo con voz serena: "Lamento lo que le sucede a la señorita Simpson, pero eso es todo".

Alguien entre la multitud, sin entender la situación, preguntó: "¿Entonces es usted amiga suya?".

Millie soltó una risa corta. "¿Amigas? No se puede llamar amiga a alguien que se aferra a mi esposo todos los días".

Se dio la vuelta y le hizo una seña a Alexia, que acababa de llegar.

"¡Millie!", la llamó Brandon a sus espaldas, con el rostro contraído por la furia.

Pero ella no miró hacia atrás. Mantuvo la espalda erguida y siguió caminando.

Alexia la alcanzó y, mientras se alejaban, comentó con sorna: "Cualquiera pensaría que los casados son ellos y tú la amante. Es ridículo".

Vivian entreabrió los labios, lista para responder. "Tú...", comenzó.

Pero Alexia la interrumpió antes de que pudiera terminar: "¿Qué? ¿Acaso me equivoco? Si crees que vas a asustarme con la prensa, adelante. No tengo nada que ocultar".

El rostro de Vivian se puso aún más pálido, como si fuera a desmayarse.

Los reporteros se agitaron y sus voces se alzaron al unísono.

Alexia guio a Millie hasta el auto sin volver la vista atrás.

"No te preocupes", le dijo. "Está fingiendo, no hay duda. He visto suficientes casos como este para reconocerlo al instante".

Millie le dedicó una leve sonrisa. "No me preocupa ella, sino tú. ¿Y si este escándalo afecta tu trabajo?".

Cuando el semáforo se puso en rojo, Alexia sonrió y le dio un codazo juguetón. "No olvides que mi padre es el director del hospital".

Millie enarcó una ceja. "¿El mismo con el que juraste no volver a hablar nunca?".

Alexia se encogió de hombros. "Nunca se sabe cuándo un contacto puede ser útil. La verdad, a veces desearía que todos los hombres poderosos fueran mis padres".

Ambas rieron y la tensión en el rostro de Millie comenzó a disiparse. Cuando el semáforo se puso en verde, el auto reanudó la marcha.

"Tengo la tarde libre", dijo Alexia mientras se estiraba. "Estoy aquí para lo que necesites".

Millie le siguió el juego y se volvió hacia ella con una sonrisa pícara. "Perfecto. Necesito que me ayudes con algo".

"¿Con qué?", preguntó Alexia, intrigada.

"A mudarme". Le sujetó la muñeca. "Ya no puedes negarte".

Alexia gimió, pero aceptó.

Poco después, ambas llegaron a la casa que Millie había compartido con Brandon, acompañadas por un equipo de mudanzas.

La casa se había amueblado a toda prisa tras su boda precipitada.

Al principio, todo parecía provisional, desde los muebles hasta la distribución. Sin embargo, con el paso del año, Millie la había transformado en un hogar, llenándolo de calidez.

O al menos, eso había intentado.

Alexia dirigía a los operarios mientras Millie recorría la casa en silencio, rozando con delicadeza cada objeto. En una estantería, vio un frasco de Chanel N.º 5.

El primer regalo que Brandon le había hecho. Se lo había traído de un viaje de negocios y había ido a verla directamente desde el aeropuerto.

La había rodeado con sus brazos. Sus besos habían sido rápidos, urgentes. Entonces eran como cualquier otra pareja de jóvenes enamorados.

Abrió el frasco y lo roció una vez en el aire. El aroma llenó la habitación.

Recordó cómo él la había besado suavemente después de que ella se lo aplicara sobre la piel.

"¿Empaco esto también?", preguntó Alexia al ver el frasco.

Millie la miró y negó con la cabeza. "Déjalo".

Se quitó el anillo de bodas, aquel que Brandon le había comprado sin pensarlo mucho, y lo dejó con cuidado sobre la mesa.

Pero cuando los operarios pasaron junto a ella una vez más, se detuvo. Luego, en silencio, abrió un cajón y guardó dentro tanto el perfume como el anillo.

Pronto, en la casa no quedó rastro alguno de ella. Solo quedaban el frasco y el anillo.

La mudanza fue agotadora, pero una vez tomada la decisión, el proceso resultó rápido.

Lo mismo ocurrió con sus sentimientos.

El viento le alborotaba suavemente el cabello mientras el auto avanzaba hacia su nuevo hogar. A sus espaldas, la mansión se desvanecía en el espejo retrovisor.

A veces, para poder avanzar, hay que dejar una parte de una misma atrás.

Millie tenía asuntos que atender: la caída de la familia Bennett y las preguntas sin respuesta sobre la repentina muerte de su padre. Iba a descubrir la verdad.

Su vida siempre había estado definida por las necesidades de los demás.

Ahora era el momento de vivir para sí misma.

Y decidió que empezaría por el concurso de música. Le daría dinero y, lo que era más importante, le permitiría reconectar con personas del pasado de su padre.

Sacó el teléfono, buscó el contacto adecuado y escribió el mensaje. "Voy a participar en el programa de música".

...

Vivian seguía llorando.

Brandon estaba sentado a su lado, susurrándole palabras de consuelo. Pero su mente estaba ocupada con la imagen de Millie dándole la espalda, pronunciando aquellas palabras.

Ella sabía exactamente lo que él quería que dijera, y había decidido no hacerlo.

Le había enviado un mensaje tras otro, pero ella no había respondido a ninguno.

Últimamente se comportaba de una forma muy extraña.

Su cambio era demasiado brusco, demasiado repentino. Lo estaba provocando a propósito.

Lo hizo cuando presentaron la solicitud de divorcio y lo había vuelto a hacer en el hospital.

Brandon recordó la mirada de Millie la noche anterior, cuando le preguntó si de verdad estaba decidido a divorciarse.

Estaba triste, pero también serena.

Un miedo inesperado le oprimió el corazón.

"Brandon, no te enfades con Millie", dijo Vivian entre sollozos. "Sé que está molesta. Después de ver los videos en internet, seguro que vino a enfrentarnos... y lo entiendo".

Rompió a llorar. "Después de todo... yo le he quitado algo. Le estoy arrebatando los últimos seis meses de su matrimonio, o lo que queda de él. Si quiere descargar su ira contra mí, me lo merezco...".

Mientras hablaba, comenzó a toser violentamente.

Un segundo después, escupió sangre en la mano.

"¡Vivian!". Brandon se levantó de un salto y cogió el teléfono para llamar a una ambulancia.

En cuanto al repentino cambio de Millie, lo atribuyó a un simple berrinche. En su mente, ella jamás se atrevería a dejarlo.

Vivian extendió una mano para detenerlo y sonrió débilmente a pesar de todo. "Es el cáncer. Está en fase terminal... Son cosas que pasan. No te preocupes".

Su cuidadora la ayudó a recostarse.

Brandon se dio la vuelta, pensando ya en cómo confrontaría a Millie. En cuanto él salió de la habitación, Vivian se limpió la boca con calma y sacó la pequeña bolsa de sangre que tenía oculta en la mejilla.

Se echó a reír. "¿Qué crees que le dirá ahora a Millie?", le preguntó a su cuidadora. "La verdad, estoy ansiosa por verlo".

Luego, se puso a revisar con entusiasmo las noticias.

Toda la comunidad en línea parecía estar en contra de Millie.

"Vivian ni siquiera fue a por un tratamiento, solo quería analgésicos. Millie armó un escándalo por nada".

"Vivian se está muriendo, ¿y Millie todavía quiere pelear por un hombre?".

"El señor Watson y Vivian se ven perfectos juntos. Son una verdadera pareja de éxito".

"La caída de Millie fue patética. Sentí vergüenza ajena".

"¡Millie, apártate de una vez!".

"¡Millie, divórciate de Brandon!".

"¡Sí, divórciate de Brandon!".

"¡Divórciate!".

Vivian soltó una risita mientras leía los comentarios. Luego, envió un mensaje a un contacto y le dio unas cuantas instrucciones.

"La jugada de hoy ha sido perfecta. Sigue presionando. Asegúrate de que Millie no pueda levantar cabeza. Una cosa más, averigua por qué fue al hospital hoy".

            
            

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