El amor se desmoronó, pero ella brilló
img img El amor se desmoronó, pero ella brilló img Capítulo 6 La Sanadora Fantasma ya está aquí
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Capítulo 7 Una apuesta img
Capítulo 8 Como si nunca hubiera pasado img
Capítulo 9 nueve Beso y sangre img
Capítulo 10 El otro lado de Kellan img
Capítulo 11 Haciéndose amiga de la hermana de Kellan img
Capítulo 12 Kellan no olvida img
Capítulo 13 ¡No es una mujer cualquiera! img
Capítulo 14 Bofetada img
Capítulo 15 ¡Esta mujer es demasiado despiadada! img
Capítulo 16 La protección abierta de Kellan img
Capítulo 17 Una bofetada es apenas poco para ti img
Capítulo 18 Una lección merecida img
Capítulo 19 Que Jayden se quede sin nada img
Capítulo 20 ¿Cómo te atreves a llamarme Hubert img
Capítulo 21 Kellan debería haber recuperado la calma img
Capítulo 22 Carrera clandestina img
Capítulo 23 La Reina de la Noche img
Capítulo 24 Rivales img
Capítulo 25 Kellan compite personalmente img
Capítulo 26 Kellan al rescate img
Capítulo 27 Cathy, la Reina, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos img
Capítulo 28 Demasiado cerca y demasiado peligroso img
Capítulo 29 Su rostro manchado de sangre bajo la luz de la luna img
Capítulo 30 Todo gracias al señor Curtis img
Capítulo 31 Pelean como una pareja img
Capítulo 32 Divorcio img
Capítulo 33 Una trampa evidente img
Capítulo 34 ¿Qué se rompió img
Capítulo 35 Una copa de vino alterado img
Capítulo 36 Escándalo público img
Capítulo 37 ¿Quién está detrás de Cathy img
Capítulo 38 Problemas quirúrgicos img
Capítulo 39 ¡Qué arrogancia! img
Capítulo 40 Jonah Coleman img
Capítulo 41 Control total sobre el procedimiento img
Capítulo 42 Comienza la operación img
Capítulo 43 ¿Cathy perdió la cabeza img
Capítulo 44 ¿Ella es la Sanadora Fantasma img
Capítulo 45 Obligado a arrodillarse img
Capítulo 46 Mentiras al descubierto img
Capítulo 47 Kellan y su madre biológica img
Capítulo 48 Un par tontos img
Capítulo 49 Contrato revocado img
Capítulo 50 Una costosa historia de amor img
Capítulo 51 Arrodillándose para disculparse img
Capítulo 52 La avería del ascensor img
Capítulo 53 ¿Ya no le temes tú a la oscuridad img
Capítulo 54 Un beso en la oscuridad img
Capítulo 55 Vénceme en buena lid img
Capítulo 56 Secreto img
Capítulo 57 ¿Quién es el que necesita apoyo img
Capítulo 58 La farmacéutica nombrada img
Capítulo 59 Barrer el instituto img
Capítulo 60 Una sensación de brutalidad contenida img
Capítulo 61 ¿Cathy es una farsante img
Capítulo 62 Hay un asunto que pienso resolver img
Capítulo 63 No hay razón para guardar silencio img
Capítulo 64 Yo la protegeré, cueste lo que cueste img
Capítulo 65 La codicia nunca sabe cuándo detenerse img
Capítulo 66 Retribución equitativa img
Capítulo 67 Ya debería estar despedida img
Capítulo 68 Informe de la prueba de ADN img
Capítulo 69 Colaboración img
Capítulo 70 La magnitud de su oferta img
Capítulo 71 Destinados a estar en conflicto img
Capítulo 72 Las cenizas del mentor img
Capítulo 73 La confianza de Iliana en Cathy img
Capítulo 74 Tratándola como a una criada img
Capítulo 75 Las intenciones de Hubert img
Capítulo 76 ¿Quién está contigo img
Capítulo 77 Un sueño salvaje img
Capítulo 78 Una gran oportunidad img
Capítulo 79 Consciente de la conspiración img
Capítulo 80 ¿Estás de mi lado img
Capítulo 81 Quema el cheque img
Capítulo 82 La lista de transferencia de activos img
Capítulo 83 Una amarga decepción img
Capítulo 84 Luchas internas img
Capítulo 85 Simplemente vine a echar sal en la herida img
Capítulo 86 Aprende la forma correcta de pedir img
Capítulo 87 Kellan le dio una lección img
Capítulo 88 La Bofetada img
Capítulo 89 Quiero ver de qué es capaz la señorita Fowler img
Capítulo 90 La muerte repentina de Connolly img
Capítulo 91 La familia Briggs cae al fondo img
Capítulo 92 Cathy y Kellan se enfrentan img
Capítulo 93 Tomada en sus brazos img
Capítulo 94 Aprovecharse de él y desaparecer de nuevo img
Capítulo 95 Desenmascarar a la fundadora img
Capítulo 96 Cara de Plata img
Capítulo 97 La urna recuperada img
Capítulo 98 El velo de las apariencias img
Capítulo 99 Finalmente se comprometen img
Capítulo 100 Cómo se descubrió tu engaño img
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Capítulo 6 La Sanadora Fantasma ya está aquí

Un escalofrío recorrió la espalda de Cathy al recordar el beso que la había atormentado durante cinco años.

Años atrás, había ingerido una mezcla peligrosa, arriesgándolo todo para fingir su muerte y escapar de las garras de sus enemigos.

Y para vengarse de Víbora Sombría, un hombre famoso por su obsesión con la pulcritud, le dio un beso manchado de sangre justo antes de desplomarse, esperando repugnarle por última vez.

Tal como lo había planeado, la noticia de su "muerte" se difundió, y los cazadores se convencieron de que había algo retorcido entre ella y Víbora Sombría, acosándolo sin piedad desde entonces.

Mientras tanto, el presente no era más que caos. A su alrededor, la gente se movía con agitación, ansiosa por ganarse el favor.

"¡El señor Curtis está aquí! ¡Muévanse, déjenme ver!", gritaban las voces mientras la multitud avanzaba en un frenesí.

Cathy, por otro lado, se dio la vuelta en silencio, con la intención de escabullirse antes de que la situación se saliera de control.

Pero a veces, cuanto más temes algo, más probabilidades hay de que te alcance.

Su celular vibró inesperadamente. Contestó con recelo: "¿Hola?".

Al otro lado de la línea solo hubo silencio, poniéndole la piel de gallina por la inquietud.

Un instante después, su corazón empezó a latir con fuerza, al darse cuenta de lo que pasaba, y levantó la vista hacia el frente del salón.

Al otro lado de la sala, Kellan estaba de pie en el centro, con el teléfono apretado contra su oreja y su mirada fija en la de ella con una certeza escalofriante.

Su voz, baja y resuelta, cortó la estática. "Te advertí que ni la muerte me impediría rastrearte hasta el fin del mundo".

Un tono profundo y ronco impregnaba sus palabras, casuales en la superficie, pero cargadas de una voluntad indomable.

El pulgar de Cathy se posó sobre la pantalla, a punto de colgar. De algún modo, él pareció percibir su vacilación y dijo:

"Descubrí dónde se esconde la enfermera que has estado persiguiendo", con cada palabra saliendo suave como la seda. "Si te vas ahora, haré que cierren todo el lugar con llave. No me pongas a prueba".

Un suave clic indicó que había colgado, dejándola atónita y tambaleante.

¿Qué clase de lunático juega con la gente de esta manera?

Llevaba años recorriendo la ciudad, persiguiendo cualquier pista sobre esa enfermera, sin encontrar absolutamente nada. Y ahora, Kellan aparecía y se lo ofrecía como cebo.

Los recuerdos de Mapleley la asaltaron de repente: sus enfrentamientos interminables, la forma en que sus caminos se cruzaban una y otra vez en el campo de batalla.

Sin embargo, cada vez que alguien intentaba matarla, él siempre se les adelantaba.

En aquel entonces, rodeado de cuerpos y caos, él simplemente le había dedicado una sonrisa gélida y había dicho: "Tú eres mi oponente. Si alguien va a acabar contigo, seré yo".

Dominante. Implacable. Siempre impredecible.

No había mejor palabra para describir a Kellan: un loco.

Cada paso que daba Cathy se sentía como si caminara sobre una fina capa de hielo, como si el mundo bajo sus pies pudiera resquebrajarse en cualquier momento.

Pasaron un par de minutos antes de que, en silencio, tomara una copa de champán y se la bebiera de un trago, dejando que las burbujas calmaran sus nervios.

Jayden, al notar su inusual decisión de beber, se acercó a ella.

"¿Desde cuándo bebes para olvidar?", preguntó él, entrecerrando los ojos mientras intentaba quitarle la copa.

Cathy inclinó la cabeza y una leve sonrisa se dibujó en sus labios. "¿Qué es esto, señor Thorpe? ¿Te preocupa que me suceda algo?".

"Nuestro divorcio aún no es definitivo", Jayden mantuvo un tono rígido. "Preferiría que no armaras una escena".

"Puedes estar tranquilo", respondió ella con voz firme. "Nunca volverás a verme persiguiéndote".

Por un instante, Jayden captó algo preocupante en la expresión de Cathy. Sin embargo, reprimió cualquier atisbo de emoción que sintiera.

"Deja de actuar, Cathy", replicó él con frialdad. "Intentar llamar mi atención ya no funcionará".

Sin esperar respuesta, se dio media vuelta y la dejó atrás, ya concentrado en su siguiente prioridad.

Con Marissa a su lado, Jayden se acercó a Kellan.

"Señor Curtis, mi nombre es Jayden Thorpe. Represento a Grupo Sunshine", dijo, ofreciendo una respetuosa inclinación de cabeza y alzando su copa. "Es un privilegio conocerlo".

"Escuché que ha estado buscando profesionales médicos cualificados", añadió tras una breve pausa, lanzando una rápida mirada a Marissa. "Resulta que ella se graduó con los más altos honores de la facultad de medicina".

No había vacilación en sus palabras: era una propuesta directa y sin rodeos.

Marissa alzó su propia copa, con una sonrisa elegante y llena de confianza.

"Es un placer, señor Curtis", dijo. "Soy Marissa Briggs. Estudié con la Sanadora Fantasma. Si hay alguna forma en que pueda aportar mi experiencia, no dude en decírmelo".

Sus presentaciones se desvanecieron en el silencio, ya que Kellan no hizo ningún movimiento para levantar su copa en respuesta.

En su lugar, algo tácito se apoderó del grupo, y Jayden sintió que sus hombros se tensaban bajo el peso de la situación.

Pasó un instante antes de que la mirada del otro finalmente se deslizara hacia ellos.

"No sabía que la Sanadora Fantasma hubiera aceptado a una aprendiz", respondió Kellan, con un tono frío e inescrutable.

El alivio inundó a su interlocutor, quien se apresuró a aclarar:

"Verá, señor Curtis, como acaba de regresar a Frahmont, quizá esto le resulte novedoso", explicó. "Marissa posee libros raros escritos por la Sanadora Fantasma. Son una prueba sólida de su relación de mentoría".

Sin perder un segundo, Marissa tocó su celular, mostrando varias imágenes como prueba.

"Si lo desea, puedo mostrarle algunas fotos ahora mismo".

Kellan finalmente le echó un vistazo fugaz a la pantalla.

Marissa mantuvo un tono ligero y añadió: "Si lo prefiere, puedo llevarle la colección completa en persona otro día".

La seguridad de la joven era inquebrantable; realmente creía que su experiencia convencería a Kellan sin dudarlo.

Su celular destelló con imágenes: en esos marcos aparecía el llamado libro legado, sellado con la marca inconfundible de la Sanadora Fantasma.

No muy lejos de allí, Cathy observaba la escena con el ceño fruncido.

Años atrás, ella misma había redactado ese manuscrito a toda prisa, sin siquiera molestarse en pulirlo. En aquel momento, perderlo le había parecido irrelevante.

Ahora, alguien lo exhibía como si fuera un tesoro de valor incalculable.

Mientras ella reflexionaba sobre este retorcido giro del destino, Kellan se reclinó en su asiento y cruzó las piernas en una muestra de tranquila confianza.

"¿Ah, sí?", comentó Kellan con una leve sonrisa en los labios. "Es curioso. Resulta que yo conocí a la Sanadora Fantasma en mis tiempos en Mapleley".

Una sensación de desasosiego invadió a Cathy. Levantó la vista y se encontró con la mirada de Kellan.

Él permaneció relajado, casi demasiado casual, y dijo con un tono tranquilo y lánguido: "¿Qué tal si le pregunto directamente?".

Las palabras de Kellan recorrieron la sala como una chispa sobre hierba seca, captando de inmediato la atención de todos.

"¿Oíste eso? ¡Está hablando de la Sanadora Fantasma! Es una leyenda. Dicen que hace milagros en el quirófano y que nadie ha salvado más vidas que ella".

Los susurros se extendieron por la sala, y las voces se alzaron con curiosidad. "Nadie sabe realmente qué aspecto tiene la Sanadora Fantasma. Algunos dicen que es una anciana de cabello plateado".

"¿Crees que Marissa sea de verdad su discípula? Me pregunto si será cierto", cuestionó otra voz, cargada de escepticismo.

El zumbido de la especulación hizo palidecer a Marissa, dejándola inmóvil y tensa.

Si la Sanadora Fantasma aparecía, su mentira quedaría al descubierto al instante.

Jayden, ajeno al pánico de su prometida, asintió con confianza.

"Si usted conoce a la Sanadora Fantasma, señor Curtis, son noticias fantásticas. Siempre he oído que le gusta viajar por el mundo. Esta podría ser la oportunidad perfecta para que ella y Marissa se reúnan".

Teniendo en cuenta su reputación de excéntrica y de desaparecer sin previo aviso, Jayden no vio ningún inconveniente en la sugerencia.

Marissa se quedó paralizada, luchando por ocultar su miedo.

Intentando sonar despreocupada, apenas logró decir: "En realidad, señor Curtis, mi mentora valora mucho su privacidad. Quizás este no sea el mejor momento...".

Antes de que pudiera inventar otra excusa, Kellan levantó la mano con una calma deliberada.

"No se moleste. Ya está aquí".

La multitud se apartó al instante, siguiendo su gesto y despejando un camino.

Todas las miradas se posaron en Cathy, atónita al comprender que era a ella a quien Kellan se refería.

                         

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