¿Despiadada? Solo con los que la defraudaron
img img ¿Despiadada? Solo con los que la defraudaron img Capítulo 2 Malentendido
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Capítulo 7 Enfrentamiento img
Capítulo 8 Cuestionamiento img
Capítulo 9 Enviado a la persona incorrecta img
Capítulo 10 Una apuesta img
Capítulo 11 La nueva directora img
Capítulo 12 Que lo intente img
Capítulo 13 El lugar en los recuerdos img
Capítulo 14 Rumores img
Capítulo 15 Reaccionando a él img
Capítulo 16 Diagnóstico img
Capítulo 17 Látigo img
Capítulo 18 Tenemos que hablar img
Capítulo 19 En el punto de mira img
Capítulo 20 El verdadero propósito img
Capítulo 21 Considerando sugerencias img
Capítulo 22 Las tácticas de Lennon img
Capítulo 23 El cerco se cierra img
Capítulo 24 Los secretos de Hannah img
Capítulo 25 Regreso a la Villa con Vista a la Bahía img
Capítulo 26 Algo irremplazable se está escurriendo img
Capítulo 27 Conferencia de prensa img
Capítulo 28 Un tenso reencuentro img
Capítulo 29 Señora Gill img
Capítulo 30 La llegada de la madre img
Capítulo 31 La cajita de música img
Capítulo 32 ¿A qué juego estás jugando ahora img
Capítulo 33 Informe de análisis img
Capítulo 34 La competencia img
Capítulo 35 ¿Estás convencido ahora img
Capítulo 36 Tan bondadosa como siempre img
Capítulo 37 Prepara tres cafés img
Capítulo 38 La fe inquebrantable de Jerred img
Capítulo 39 ¿Revisiones img
Capítulo 40 Hermana menor img
Capítulo 41 Basta de sermones img
Capítulo 42 Los motivos de Paulina img
Capítulo 43 Ruptura img
Capítulo 44 Vete img
Capítulo 45 Soy su novia img
Capítulo 46 Un socio más fuerte img
Capítulo 47 Rumores img
Capítulo 48 Respóndeme img
Capítulo 49 Poner a su gente en su lugar img
Capítulo 50 La provocación de Cathryn img
Capítulo 51 Responderás por esto img
Capítulo 52 La identidad de la invitada img
Capítulo 53 Las amenazas de la señora Gill img
Capítulo 54 Una bofetada y una duda img
Capítulo 55 Dejando Villa con vista a la bahía de nuevo img
Capítulo 56 Como si fuera mi hermana img
Capítulo 57 Qué ridículo img
Capítulo 58 Reunión img
Capítulo 59 Palabras crueles img
Capítulo 60 ¿Qué estás haciendo img
Capítulo 61 Cathryn, su salvadora img
Capítulo 62 Su disculpa img
Capítulo 63 Aún me amas img
Capítulo 64 No metas la pata img
Capítulo 65 Basura img
Capítulo 66 Algo tan excepcional img
Capítulo 67 Victoria completa img
Capítulo 68 Un hombre de hielo img
Capítulo 69 Podría ser un ladrón img
Capítulo 70 Encuentro con Rhett en el apartamento img
Capítulo 71 Dudas disipadas img
Capítulo 72 No va en serio con esa mujer img
Capítulo 73 Obligada a tomar una decisión img
Capítulo 74 Muestra algo de respeto img
Capítulo 75 Un rasgo infantil en Ethan img
Capítulo 76 Un brillo que nunca había percibido img
Capítulo 77 No voy a tener un hijo contigo img
Capítulo 78 Un engaño img
Capítulo 79 Disculpas y compensación img
Capítulo 80 Déjame ir img
Capítulo 81 Una visita img
Capítulo 82 Provocación img
Capítulo 83 El verdadero rostro de Silvia img
Capítulo 84 La que la traicionó img
Capítulo 85 La falsa disculpa de Linda img
Capítulo 86 Lo dejaré pasar img
Capítulo 87 Tensión img
Capítulo 88 Emergencia img
Capítulo 89 El apoyo de la abuela img
Capítulo 90 ¿Qué más quieres img
Capítulo 91 Negociando la cooperación img
Capítulo 92 Una consideración seria img
Capítulo 93 Tú eres la amante img
Capítulo 94 Desvergonzada img
Capítulo 95 ¿Dónde está el recuerdo img
Capítulo 96 No se quedará de brazos cruzados img
Capítulo 97 Encuentro con el abogado img
Capítulo 98 La arrogancia de Claudia img
Capítulo 99 Solo eres un peón img
Capítulo 100 La pareja perfecta img
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Capítulo 2 Malentendido

La furia de Ethan estalló y le apretó la barbilla a Hannah hasta hacerle daño. Su voz bajó, de forma grave y venenosa. "¿Divorciarnos? ¿Crees que puedes casarte conmigo y desecharme a tu antojo? ¿Qué te crees que soy?".

Un sudor frío le corría por la espalda. Su cuerpo estaba débil y sin sangre, pero su mirada nunca vaciló. "Ethan", consiguió decir, cada palabra temblando de dolor, "¿pretendes dejar que ese niño viva como un ilegítimo para siempre?".

Su palidez llamó su atención y su agarre se aflojó por un instante. Su tono cambió, ahora cargado de implicaciones. "No. Mi abuela siempre ha querido un nieto. Cuando el niño nazca, será reconocido y será registrado en la familia Gill. Será nuestro hijo, como tu hijo y el mío".

El chasquido de una bofetada rompió el silencio. La voz de Hannah se quebró, ahogada por la angustia. "Ethan, eres un hombre despreciable. ¿Cómo te atreves a deshonrarme así? ¿Sabes siquiera que acabo de...?".

Antes de que pudiera terminar, un timbre estridente interrumpió el aire. Ethan no le dedicó ni una mirada. Sacó su teléfono, contestó y su tono se suavizó en un instante. "Sí. Espérame, estaré allí pronto".

La calidez en su voz fue como una cuchilla retorcida en el pecho de Hannah. Una gentileza que nunca le había dado.

Sus pupilas temblaron mientras se mordía el labio hasta sentir el sabor de la sangre en la boca, reprimiendo la tormenta de angustia que amenazaba con consumirla.

Ethan colgó, con la mejilla aún dolorida por la bofetada. Su mirada, fría e implacable, se posó sobre ella. "Hannah, el divorcio no es algo que tú puedas decidir. No quiero volver a oír esa palabra, ¿entendido?".

No esperó una respuesta. Dándose la vuelta, se alejó, dejando a Hannah en el hueco silencio que dejó tras de sí.

Hannah se desplomó contra la pared con amargas lágrimas rodando por sus mejillas.

La crueldad de Ethan no tenía límites.

Su propio hijo le había sido arrebatado y, aun así, él se preparaba para hacer pasar al bebé de otra mujer bajo su nombre, obligándola a aceptar la humillación de criar a un hijo ilegítimo como el heredero de la familia Gill.

¿Cómo podía pisotear su dignidad sin corazón?

Hannah entró tambaleándose en su habitación con el corazón acelerado y empezó a meter sus pertenencias a toda prisa en una maleta. En pocos minutos, ya se había ido de la Villa con vista a la bahía.

No podía permanecer en el hogar en el que una vez se había volcado.

Un taxi la llevó al centro, a un modesto apartamento de no más de noventa metros cuadrados que era suyo. Sin embargo, cada centímetro estaba impregnado de recuerdos... recuerdos de ella y su hermanastro.

Al entrar, se detuvo en la entrada. Sus dedos se deslizaron sobre una fotografía que había sobre la consola y, por un momento, una sonrisa nostálgica apareció en sus labios.

El hombre de la foto, con una expresión rebosante de calidez, la miraba con ojos tan suaves que parecían suavizar el aire a su alrededor.

Hannah solo tenía diez años cuando su padre biológico murió en un accidente de tráfico.

Un año después, su madre se volvió a casar con un miembro de la poderosa familia Griffiths y se llevó a Hannah con ella.

Para los Griffiths, que llevaban generaciones gozando de un alto estatus en Aprubburgo, Hannah no era más que una carga dejada por un nuevo rico sin importancia.

Había soportado su desdén en silencio, aguantando sutiles indirectas y crueldad manifiesta desde el momento en que llegó.

Solo Rhett Griffiths, su hermanastro, siempre la había apoyado, alejando a cualquiera que intentara intimidarla.

En la casa Griffiths, Rhett era la única persona que la trataba con verdadera amabilidad.

Tres meses antes, Rhett había sido diagnosticado con insuficiencia renal y requería un trasplante. Toda la familia se había sometido a pruebas de compatibilidad, pero solo Hannah era compatible.

Ella no dudó. Sin pensarlo dos veces, aceptó donarle uno de sus riñones.

Afortunadamente, la cirugía había salido bien. Rhett iba a ser dado de alta al día siguiente, y la idea le reconfortó el pecho. Iría al hospital para llevarlo a casa ella misma.

...

A la mañana siguiente, se levantó y vio su pálido reflejo en el espejo.

Tomó su maquillaje y se aplicó cuidadosamente color en la piel para ocultar el agotamiento que había debajo. Rhett no necesitaba verla así; si se daba cuenta, empezaría a hacerle preguntas, y ella no quería cargarlo con sus problemas.

Cuando estuvo lista, se fue al hospital.

Al acercarse a la puerta de la habitación de Rhett, el sonido de unas voces llegó hasta el pasillo.

"Silvia, has hecho tanto por mí. Definitivamente me casaré contigo. Anunciaremos nuestro compromiso en unos días".

Hannah se detuvo en seco.

La puerta de la sala estaba entreabierta.

Dentro, Rhett estaba de pie, erguido, con un traje impecablemente confeccionado y con todo el aspecto de un caballero refinado. No había ni rastro de enfermedad en su postura ni en su expresión; parecía sereno, intacto. En sus brazos, Silvia Clarke sonreía con un encanto natural. Su risa resonaba, suave y dulce, mientras se apoyaba en él como si perteneciera allí.

Hannah se quedó mirando, congelada.

¿Era ese el mismo Rhett que una vez se había enfrentado a su padrastro por defenderla, jurando que nunca se casaría y que siempre la protegería? Él le había quitado el riñón y, sin embargo, allí estaba, abrazado a otra mujer.

La alegría que había sentido en su corazón momentos antes desapareció por completo.

Las lágrimas se deslizaron silenciosamente por sus mejillas. Sabía que debía marcharse para evitarse más humillaciones, pero sus pies parecían clavados en el suelo.

De repente, la puerta se abrió con un crujido desde dentro.

Hannah bajó rápidamente la cabeza y se secó las lágrimas, con la esperanza de ocultar la tormenta que llevaba dentro.

"¿Qué haces aquí?". Los ojos de Rhett brillaron con un destello de impaciencia.

"Rhett, yo...", la voz de Hannah temblaba, pero él la interrumpió antes de que pudiera añadir algo más.

"Ella es Silvia", dijo, con tono firme. "Cuando estuve gravemente enfermo, ella me donó su riñón. Va a formar parte de la familia Griffiths".

El dolor atravesó a Hannah mientras agarraba el brazo de Rhett, su voz cruda y desesperada. "No, Rhett. No fue ella. ¡El riñón que recibiste fue el mío!".

            
            

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