-¡Como pudiste dañar un vestido tan costoso! -grito Nicole horrorizada.
Las dependientes se acercaron alarmadas al escuchar el grito de Nicole.
Celeste miro el vestido con tristeza, era hermoso, pero jamás gastaría una cifra astronómica en un vestido. El encaje que lo cubría estaba estropeado, mostraba mucha más piel de lo debido.
-¡El vestido de edición limitada! -la voz de la mujer era de terror.
Conocían el precio de dicha pieza exclusiva, eran lujos que solo podían darse los multimillonarios.
-Debe de pagar el vestido señorita -hablo la gerente.
Celeste no pensaba pagar por algo que no había estropeado, era culpa de Nicole, su hermana podía pagarlo con la tarjeta de su futuro marido.
Nicole era tan mala que actuó a propósito para incriminarla.
-Nicole, si dañas algo debes de pagarlo, tu tiraste del encaje del vestido -la confronto su hermana.
Nicole se llevó las manos al pecho, su rostro de indignación lo decía todo. Era demasiado buena actuando, incluso ganaría un Oscar con facilidad.
-Como te atreves a incriminarme Celeste, es obvio que no tienes dinero para pagar, intentas echarme la culpa, estas, gorda, motivo por el cual el vestido se rompió.
Las risitas burlonas no se hicieron esperar, las clientas murmuraban con diversión, Celeste no era la típica chica delgada.
"Las gordas no deberían estar en esta sección" "Que pena, pobrecita, el vestido no es de su talla" "Debería bajar de peso, ser gorda es horrible"
Los murmullos no cesaban, Greta se acercó al escuchar el escándalo, observo el hermoso vestido destrozado.
-Señorita debe de pagar el vestido o llamare a la policía. -intervino nuevamente la gerente.
-No pienso pagarlo, Nicole lo arruino que lo pague ella.
Las clientas empezaron a grabar lo sucedido.
-Que descarada -le reprocho la gerente -La señorita Nicole Clark, jamás haría algo como eso, es nuestra clienta VIP.
Salma estaba preocupada, no sabía si su amiga contaba con esa cantidad de dinero, todo era su culpa por llevarla a un lugar como ese y pedirle que se probara algo tan costoso.
-Todos saben que eres una muerta de hambre Celeste, mejor di que no tienes dinero, que no puedes pagar.
La risita burlona de Nicole inundo el lugar, estaba humillando a su hermana y no se detendría. La odiaba por ser la heredera de la empresa de su padre. Ella no merecía nada.
-Eres una mentirosa -replico Salma, ya no podía guardar silencio -tu dañaste el vestido, yo te vi.
Greta frunció los labios con desprecio al escuchar el tono que utilizaba esa mujer tan corriente para dirigirse a su hija.
-¿Y quién eres tú? -se mofo Greta -que hace una simple oficinista en un lugar como este, te falta clase para estar aquí, deberías de largarte si sabes lo que te conviene, Salma.
Las dependientes miraron a ambas mujeres con desprecio, allí solo llegaban personas adineradas, celebridades, no personas corrientes.
-Disculpé este inconveniente señora Clark, ya llamé a la policía -informo la gerente.
Nicole logro su objetivo, debía de disimular la felicidad que sentía en ese momento.
Celeste no era nadie, ella disfrutaba recordárselo.
-Espero sean más selectivos con sus clientes -hablo la joven con arrogancia.
Después de unos minutos los policías se hicieron presente en el lugar, la gerente se acercó rápidamente y le explico lo sucedido.
-Señorita debe de acompañarnos.
-Yo pagare el vestido....
Una voz ronca hizo eco en el lugar, todas las mujeres en el sitio se giraron al escuchar esa voz magnética y varonil
Un hombre guapo de saco y corbata extendió una tarjeta de crédito negra, existían muy pocas en la ciudad...