Me encuentro agotada, después de casi una semana fuera trabajando como loca, arreglando el lío de otra persona en uno de las empresas más importantes del mundo por fin llegué a mi dulce hogar.

Aunque en un principio la comunicación estuvo mala al pasar de los días mejoró, estuve al tanto de Katy a través de Deimon, podía llamarla a ella directamente pero algo en mi interior me empujaba a llamarlo a él, me gustaba escuchar su voz. Robe cada vez que veía que llamaba, me daba cada miradas burlonas que opté por llamar cuando iba al baño.

Al llegar a la casa suelto las maletas en mi habitación y me empiezo a quitar la ropa, cuando solo estaba en ropa interior algo me hace girar y lo que veo me hace paralizarme. Al otro lado de mi ventana veo a un Deimon muy sorprendido y muy quieto, con su mirada fija en mi cuerpo. No se que tiempo pasó, si segundos, minutos u horas, solo sé que me pareció una eternidad, con su mirada pude sentir como cada parte de mi cuerpo se calentaba, al llegar a mi cara, esta me imagino que estaba roja como un tomate ya que yo misma me sentía la sangre subir a la parte superior de mi cuerpo.

Al fin pude reaccionar y corriendo quité la maleta y tomé el control y así cerré las cortinas. Entro a mi baño y me miro al espejo, no lo puedo creer que vergüenza, si hubiera estado con una ropa sexi va y bueno no me daba tanta pena pero no, que va, como siempre los impredecibles sucesos en mi vida hacen su trabajo y aquí estoy machacando mi cabeza porque el padre de una niña que quiero, mi vecino, el hombre que últimamente cada día que pasa me llama más la atención me vio en mi tanga de círculos y en mi sostén de corazoncitos.

Que verguenza...

Después de un rato dando vueltas en mi sala dividida entre si ir o no a casa de Deimon a ver a Katy me decido por tragarme la pena e ir, me muero por verla así que tomo valor, la caja con el regalo y me encamino hacia esa casa.

Al llegar toco el timbre y quien me abre es nada más y nada menos que Deimon, al momento la valentía se va y deja la lugar a la timidez, en mi vida he sido tímida, nunca super que era eso, hasta hoy.

-Katy, se encuentra?- digo prácticamente balbuceando y muy bajito. No se que cara tendrá porque ni muerta le mira.

-Entra- me dice haciéndome espacio para que entrara, lo cual hice.- Katy ahora baja, se está bañando que vino de una clase de deporte.- el hablar de Katy me hace distraerme de pensar en lo ocurrido hace un rato.

-Se anotó en una clase de deporte?- le pregunto, nos sentamos en la sala.

-Sí, hoy fue su primer día, dice que le gusta, la entretiene y la veo feliz así que me alegra que se encuentre en esos ánimos.- me dice y al escuchar eso me animo y lo miro.

-Me alegra escuchar eso y qué deporte está practicando?-

-Gimnasia localizada, le gusta desde hace bastante pero fue desde hace poco que se decidió- al decir esto último se instala un silencio el cual no duró mucho ya que Katy bajó como un huracán y se lanzó a mi.

-Manu, por fin ya estás aquí, tengo que contarte un montón de cosas.- me dice alegre y aunque Deimon me dijo que se encontraba bien ahora que lo veo con mis propios ojos me siento muy aliviada. Se que el aceptar que hay cosas que no se le ha dicho la molesta un poco y también el saber que su propia madre la halla abandonado pero estoy segura que con el amor que le da su padre, el que le doy yo y las personas que la quieren será una fuente de apoyo para ella.

-Que bien pero mira lo que te traigo.- le enseño el regalo y sus ojitos brillan de emoción. Sin esperar mucho saca la caja y le empieza a quitar el papel regalo.

Al ver en el interior de la caja ve una cadenita de plata que lleva su nombre.

-Este es mi regalo, ahora mira.- tomo la prenda entre mis manos y la volteo, hago que se fije en un botoncito negro, este tal parece que viene de la misma cadena.- Esto es de Robe, lo hizo para si en algún momento, te pierdes o crees que te encuentras en peligro, lo tocas y le manda una señal a él. Así sabremos donde estás. ¿Te gusta?- le pregunto

-Si, si, mucho mucho, gracias gracias.- no deja de dar saltos, solo se está quieta cuando va y se lo enseña a su papá para que se lo ponga.- Voy a llamar a Ratoncito para que vea que me gustó el regalo de ustedes.- dice una vez que tiene puesto la cadena.

Una vez que Katy se marcho veo a Deimon serio.

-Te molesta que le hallamos regalado eso a Katy?- le digo algo dudosa.

-No no me molesta, al contrario me alegra saber que Katy tiene personas que velan por su seguridad aparte de mi.- y eso me alivia mucho. Lo miro y veo que se toca su cicatriz, creo que quiere preguntarme algo así que lo miro de tal forma en la que pueda darle entender que puede preguntarme lo que quiera.

-Quien es ese Robe?- pregunta un poco curioso pero creo que pude detectar algo de molestia en su voz.

-Roberto y yo no tenemos la misma sangre corriendo por nuestras venas pero somos hermano y hermana, crecimos juntos y trabajamos juntos, Katy lo conoce porque ella lo a vio en mi casa cuando vino unos días por líos de trabajo.- sonrío al pensar en esos días- Robe es algo serio, y mucho más frío de lo que tu eres pero con Katy es un amor y aunque trata de demostrar lo contrario Katy sabe que si le pide una estrella él es capas de conseguirla. -

Veo que Deimon se relaja.- y por qué le dice Ratoncito?-

-Porque a mi querido hermano le gusta comer queso a todas horas, es su alimento preferido.- al escucharme afirma con la cabeza. Hay un momento de silencio y de repente se me ocurre una idea.

-Qué te parece si mañana llevo a Katy al parque?- veo que me mira y para no ser mal educada le digo que él puede venir con nosotras también si le parece. "Mentira, solo quieres pasar un día con él". Ignoro esa voz y espero a que me responda.

-Está bien, no hay problema alguno, me gustaría acompañarlas.- Bien, perfecto. Me sale una sonrisa que trato de disimular pero es en vano.

-Está bien, solo quedaría decirle a Katy y a qué hora salimos-

-A las nueve está bien que salgamos.- me dice y yo estoy de acuerdo en todo lo que él diga.

-Está bien, bueno me voy, dile tú a la niña lo del viaje y mañana nos vemos.- digo mientras me pongo en pie para marcharme.

-Perfecto, hasta mañana.- me dice como despedida.

Ya en mi casa, después de recoger todo voy a mi habitación ya que tengo algo de sueño, me fijo que la cortina esté corrida y me cambio con mi ropa de dormir.Cuando estoy lista siento algo que choca con mi ventana, corro la cortina y veo a Deimon haciendo gestos para que abriera la ventana, hago lo que me dice.

-Buenas noches vecina- me dice y me hace sonreír.

-Buenas noches vecino, qué desea.- le pregunto

-No mucho, la verdad quería saber que conjunto estarías usando, si corazoncitos o círculos, por lo que veo me he equivocado.- dice y mi cara se vuelve roja al momento. - No sabría decir que me gustan más, si los anteriores o los de ahora que son rayitas de colores.- dice mirando mi cuerpo.- Bueno para que mentir, me gustan todos.- yo no puedo hablar, estoy muda.- que tengas buenas noches, vecina- dice de forma muy íntima y cierra su ventana, dejándome aturdida y sin decir media palabra.

No se qué tiempo estoy quieta mirando una ventana ya cerrada, cuando me dispongo a cerrar la mía y acostarme, todavía en mi cabeza siguen dando vueltas la escena vivida hace un momento llegando a una conclusión momentos antes de envolverme en los brazos sueño placentero.

" Definitivamente, Deimon se está metiendo en mi interior"

Ya es de mañana y estoy lista para el viaje, cabe destacar que me encuentro un poco ansiosa, tanto así que doy pequeño salto cuando tocan la puerta del frente.

-Manu, vamos.- escucho a Katy gritar.

-Ya voy.- reviso todo de nuevo y salgo, aseguro la puerta y me giro a darle un beso a la niña. Levanto mi mirada y veo a Deimon vestido de forma informal con una sonrisa en su cara.

-Muévanse, son pasada las nueve de la mañana- dice entrando en su carro.

Katy y yo nos reímos, entramos y cada una se puso su cinturón de seguridad.En el camino Katy y yo empezamos hablar sobre las cosas que han pasado en esta semana, Deimon también interviene en la conversación. Se pone el radio y hablan sobre la playa, escucho un suspiro y veo a Katy.

-Qué pasa?- le pregunto, ella hace una extraña mueca con su boca.

-Me gustará ir a la playa.- dice con pesadez. Me le quedo mirando y desvío mi mirada a nuestro chófer, este se da cuenta y empieza a negar con la cabeza.

-No, no, estaba planeado el ir al parque, no a la playa.- dice. Katy y yo nos miramos y empezamo a decir por favor, por favor, repetidas veces.

-Basta- grita y nosotros nos callamos.- Están locas, es imposible ir a la playa, no traemos traje de baño..-

-Los podemos comprar allí- le interrumpo y el me mira.

-No traemos comida- argumenta.

-Podemos comer en uno de los restaurantes que hay .- le vuelvo a interrumpir. No dice nada.

-Hay por favor Deimon, estamos a medio camino de una playa, en ella hay hoteles con restaurante y tiendas donde podemos comprar lo que nos haga falta.- argumento yo, el desvía su mirada un momento y vuelve a concentrarse en el camino, yo miro a Katy y le hago una seña, ella sonríe.- Todos los problemas están solucionados, venga, dale, di que sí. Vamos a la playa.- le digo con voz aduladora.

-Esto no estaba planeado.- dice con pesar y se que ya casi lo convencí.

-De vez en cuando las cosas que menos planeas son las que más disfrutas.- digo restándole importancia. Escucho como suspira.

-Está bien, nos vamos para la playa- dice con una sonrisa y Katy y yo empezamos a gritar, yo me emociono tanto que me lanzo a él y le doy un beso en la mejilla. Al volver atrás para disminuir mi nerviosismo por mi intrepidez me dirijo a Katy.

-Dale un beso tú también de agradecimiento.- y esta me hace caso.

El resto del camino Katy habla sobre lo que quiere hacer en la playa, por mi parte por más que quiera no logro concentrarme en lo que dice, ya que en mi cabeza solo está la mirada y sonrisa que Deimon me dirigió cuando lo besé...