Y que edad tienes, Sara? - dije mientras me sentaba en mi lugar de trabajo-
-me miro sonriendo- hace poco cumplí 3! -dijo mostrándome 3 dedos de su mano derecha-
Valla, eso es genial! -sonreí-
A que si? - sonrió mostrando sus pequeños dientes de leche y cerrando los ojos-
Continuamos platicando mientras yo hacia mi trabajo. Es una niña interesante, me habló de lo que más le gusta, lo que le desagrada y en ocasiones me hacía reír con sus ocurrencias de niña pequeña.
°○°○°○ en la oficina del presidente ○°○°○°
Entré a mi oficina y me senté en mi escritorio
Acaso eres idiota? Que crees que haces? Dios... -saqué mi celular y llamé a mi hermana-
Sara está conmigo, puedes venir por ella a la empresa -neutro-
Gracias a Dios! Donde estaba? -dio un suspiro fuerte-
Te cuento cuando llegues -colgue-
Pasaron unos 10 minutos y entró mi hermana a la oficina, al no ver a Sara se preocupó
Leo! Y Sara?! - se acercó a mi-
No me veas así que en primera la irresponsable fuiste tú. - dije serio y miré hacia la pared de cristal detrás de mi-
Leo Lebedev! -molesta-
Presidente Lebedev, para ti! - le di una mirada de autoridad clavando mis ojos en los de ella -
Cállate... donde está Sara? -se sentó en el sofá -
En un momento viene, está con la encargada del departamento de diseño -me senté enfrente de ella-
Desde cuando confías en tus empleados? -me miro confundida-
En realidad ella la encontró antes que yo - dije tranquilo-
Ajaaa? - alzo una ceja-
La iba a traer conmigo pero quiso ir con ella - la mire -
Estoy realmente preocupada... mi hermano, un hombre cruel y prepotente al que todos temen y respetan, dejó ir a su preciada sobrina con una empleada que apenas y él conoce? Cuando ni siquiera en nuestra madre confías. ¿Que mosco te pico? ¿Estás bien? - verificó mi temperatura-
Agh! Déjame! - quite su mano- por supuesto que estoy bien! Además, está en buenas manos. Yo sé en quien confiar y en quien no
Eso lo sé, si no, no la hubieras dejado ir. Pero porqu-
Voy a llamar para que la traiga, dame un minuto. - la interrumpí-
Llamé a la oficina de diseño y le pedí a Kayla que trajera a Sara a mi oficina. No tardó mucho, en menos de 5 minutos ya estaba tocando la puerta
Adelante - hable-
Entró Sara corriendo y abrazo a su mamá
Kayla, ven un momento por favor. -me levanté y Rieta hizo lo mismo- Rieta, ella es Kayla Becket, jefa del departamento de diseño, ella es quien encontró a Sara. Kayla, ella es Rieta Lebedev, mi hermana y madre de Sara.
Es un gusto conocerla -sonrió Kayla-
El gusto es mío señorita, agradezco que haya cuidado a Sara, me disculpo si le ocasionó algún problema. -sonaba preocupada-
Para nada, es una pequeña muy tranquila, fue un gusto cuidar de ella. -le sonrió a Sara y Sara también-
Gracias nuevamente -estrecho la mano de Kayla y ella hizo lo mismo-
Bueno, si me disculpan, paso a retirarme - sonrió -
Por supuesto, puedes hacerlo. -dije tranquilo-
Salió de la oficina y Rieta mando a Sara a jugar al escritorio mientras nosotros volviamos a sentarnos
-me miro con una sonrisa - que fue lo que pasó? Acabas de presentar a una persona?
Es porque ella fue quien encontró a Sara... ya te lo dije, Rieta. - serio -
Ajá, si hubiese sido otra persona al momento que entró Sara le hubieras dicho que podía retirarse. - alzo una ceja -
Ah, si? -respondi sin prestarle atención-
Pero eso no es todo. Hablaste con amabilidad? - Me miró-
Estas loca, son sólo tus ideas - la mire con él ceño fruncido-
Es una chica muy linda... enserio -sonrio con ternura-
No he puesto atención. - dije sin interés-
Por favor, señor jugador! No te hagas! Ella te gusta, no es así? -rió-
Me quedé en silencio viendo la pared con el ceño fruncido
Venga, tío! Hasta que alguien atrapó a mi querido hermanito!! Pero... Leo... mamá quiere que te cases con la hija de la familia Kellerman - me miro con decepción-
Rieta, en primera, Kayla no me gusta. Es una buena empleada, es todo. En segunda, no pienso casarme con la hija de los Kellerman. - dije firme-
Si no lo haces nuestra madre llevará a tu empresa a la banca rota... -trataba de hacerme entender-
Yo sólo logré todo lo que tengo hasta ahora, nadie me ayudó. Así que esa mujer a la que tú llamas "madre" no tiene ningún derecho para disponer sobre mi empresa, mucho menos en mi vida. No voy a permitir que me arruine así como lo hizo contigo, hermana. - serio-
Gracias a ese matrimonio arreglado existe Sara, Leo... - parecía lastimada -
Si, y yo amo a mi sobrina, pero dime, aún vives con él padre de ella? No. Su pequeña "familia" arreglada se destruyó meses después de que ella nació. Yo no quiero esa vida, Rieta. -molesto-
Valla que si tienes el corazón de piedra... - sonrió y tomo mis manos - sabes? Tienes razón, Leo... y por eso tienes mi apoyo en la decisión que decidas tomar. -se levantó - Sara, despidete de tu tío!
-corrió a donde estaba y me dio un abrazo y un beso- nos vemos luego tío!!
Claro, princesa! Cuídate mucho, si? - le sonríe y le di un beso en la frente- Y tú! -mire a Rieta- más te vale que no vuelva a pasar esto! Es la primera y la última vez! - le di una mirada fulminante-
No pasará! Deja de mirarme así! El menor regañando a la mayor, valla mundo! Vamos Sara -tomo de la mano a la niña y salieron-
Menor mi pie... -reí- quien decía que no le tenía miedo a mi mirada -dije para mi mismo-
Fui a mi escritorio y me senté. Me quedé pensando en todo lo que hablamos.
Venga, deja de pensar y ponte a trabajar. - dije dejando de lado mis pensamientos y encendí la portátil-
°○°○°○ en la oficina de Kayla ○°○°○
Regresé a mi oficina, fui a mi escritorio, me senté y me quedé mirando el dibujo que Sara me regaló, era ella y yo. Para tener 3 años dibuja bien.
Toc! Toc! Toc!
Adelante! -guardé el dibujo y la puerta se abrió - Ren, que sucede? Esta todo bien? - sonreí al verla-
Claro! Toma, te traje un americano. - sonrió y me dio el café -
Gracias, necesitaba uno - sonreí y si un sorbo -
Lo sé, cariño! - sonrió - oh! Por cierto! Quien era la pequeña?
Te lo digo después -sonreí- que bueno que viniste, toma... - le entregué las llaves del auto -
No irás conmigo?! A donde te escapas? - Me miró con tristeza -
Carlos me invitó a cenar. Quería rechazarlo pero no se me ocurrió nada... - dije con pesar -
No sé... yo sigo pensando que le gustas, además, sólo es mayor que tú por 4 años. - me miro sonriendo -
3... son 3 años - la corregí -
Bueno... y es simpático, deberías conocerlo. -sonrió-
No, Ren... solo es un buen amigo para mi, no puedo verlo como algo más.
Sé la razón... pero deberías darte la oportunidad de conocer a alguien más. - dijo tranquila-
Lo voy a pensar... - sonreí - toma, las llaves.
De acuerdo -tomó las llaves y las guardo en la bolsa de sus jeans - te veo en la casa, Kay! - salió de la oficina cerrando la puerta, pero volvió a abrir y se asomó - pásala bien!
- reí por lo que hizo - vale! Tú ve con cuidado.
Sólo me sonrió y volvió a cerrar la puerta. Mire la ciudad a través del vidrio que había por pared, era hermosa.
Terminé mi trabajo, eran ya las 5:47, sólo quedaban 13 minutos y terminaba el horario de trabajo.
Saqué mi celula y deposite 10,000 dólares a la tarjeta de Marta.
Me dejarás en banca rota, mamá... -pensé-
Después de eso le mande un mensaje a Carlos
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+ Hola, Carlos! Te parece si te veo afuera del edificio?
- Hola! Por supuesto. Iré por el auto al estacionamiento y te veo en unos minutos
+ Perfecto!
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Recogí mis cosas y salí de la oficina, subí al elevador y este bajó. Pasaron unos segundos y las puertas se abrieron permitiendome salir. Me dirigí a la salida y ahí estaba Carlos, recargado en el auto, esperando. Como todo un caballero abrió la puerta y me sonrió
Gracias... - sonreí y subí -
Al momento en que subí, cerró la puerta y después subió él, el auto comenzó a avanzar.
Llegamos al restaurante, bajamos del auto y entramos. En todo momento se portó como todo un caballero, pero yo estaba nerviosa. Desde que nos conocemos era la primera vez que me invitaba a un lugar así.
Una señorita nos guió hasta un salón privado donde había hecho la reservación, entramos y tomamos asiento.
Bien, pide lo que gustes. - me sonrió y miro la carta del menú -
Claro, gracias... - sonreí e hice lo mismo -
Llegó el mesero y tomo nuestra orden, dejando algunas bebidas mientras esperábamos.
Y que tal tu nuevo puesto en la empresa? - sonrió -
Es más responsabilidad, pero me va muy bien, realmente me gusta - sonreí dando un sorbo a mi bebida -
Es bueno saberlo, sabía que te acoplarias rápido - parecía satisfecho -
Ya me conoces - sonreí -
Nos quedamos charlando unos minutos más, hasta ahora todo va bien, sólo hablamos de la empresa. Poco después llegó la comida.
Muy bien, buen provecho, Kay! - sonrió y comenzó a comer -
Igualmente, Carlos!
Terminamos de cenar y seguimos platicando un rato más. Todo era risas y más risas. Carlos me agradaba, pero sólo como un buen amigo. Lo veía como mi hermano mayor.
Kay, para ser sincero... te traje aquí porque tengo algo que decirte - se quedó pensando por unos segundos como si buscara las palabras adecuadas -
En ese momento el corazón se me detuvo, quería salir corriendo y al día siguiente inventar alguna buena y convincente excusa, pero no tenía el valor para hacerlo.
Renata! Maldita lengua de brujo!! -maldije en mis adentros-
Traté de mantener un semblante relajado esperado a que hablara.
La verdad es que... - fue interrumpido-
Gracias a Dios mi celular sonó por una llamada entrante.
Adelante, responde - sonrió -
Tomé rápido mi celular y respondí, era Renata, debía ser algo importante ya que ella no suele ser imprudente.
Que sucede, Ren? - pregunté preocupada -
... . .. ... ..
¡¿QUE?! - no podía creerlo -