Su voz es ronca. Tus labios son ligeramente
abierto y veo pequeñas grietas.
Extiendo la mano y toco sus labios. ella cierra los ojos
disfrutando de mi caricia y que automaticamente
se mueve en un lugar determinado de mi cuerpo, que
debería aparecer ahora.
Su boca es blanda, aunque seca y debe ser
maravilloso para besar.
Tomo una respiración profunda y retiro mi dedo.
- Tu boca está seca. Todavía no bebo agua
sufciente.
- Beberé más agua entonces.
Sonrío agradablemente.
- Tus exámenes aún no han llegado, así que aún no.
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Pude evaluar su estado real.
Un golpe en la puerta nos interrumpe. Fátima da
La recepción llega sonriendo.
- Sra. Martins.
La madre de Larissa se aleja hacia la puerta. Las dos
hablar y no se ve bien.
- Larissa, salgo un rato y vuelvo.
- ¡Correcto!
Jessica me mira y sonríe.
- Necesito llevar estas carpetas al mostrador.
enfermería.
- Me quedaré un poco más. creo que la Sra.
Martins tiene algunas dudas.
Larissa sonríe mirándome. Jessica se va, dejándonos
a solas.
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- ¿Cómo lo haces?
La miro fjamente, sin entender la pregunta.
- Desde que me enteré de mi enfermedad, todos
miran con pena. como puedes mirarme y no
tienen el mismo aspecto que los demás?
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Me siento en el borde de la cama, manteniendo mis ojos
en eso.
- ¿Por qué sentiría pena por ti?
- Porque probablemente voy a morir.
suspiro y en un acto algo intimo la abrazo
mano.
- ¿Quien dijo?
- ¡Sea sincero, doctor Aguiar! cuales son mis
posibilidades de cura?
- Conmigo siendo tu médico es 100%.
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Se ríe y me gusta el sonido de su risa.
- Un médico engreído.
- Un poco.
Le guiño un ojo y me levanto.
- Creo que solo se eligen personas fuertes.
por Dios para soportar tal enfermedad.
Ella me mira de cerca y eso me gusta.
- ¿Cómo puedo sentir pena por las personas guerreras que
tanto apoyo? ¿Cómo puedo sentir pena por
guerreros que incluso al fnal de la batalla, casi
perdiendo, me sonríes agradeciéndote por todo?
Tus ojos brillan.
- No me veo tan fuerte. Tal vez Dios me tiene
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débildada estay quiere enfermedad llevarme no pronto. por ser fuerte, sino por ser
- Larissa, no puedes pensar así. si empieza
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con ese tipo de pensamiento, su tratamiento no
avanzará
Suspiro al ver a la frágil mujer frente a mí.
- Tu trato es una unión de tu fuerza, tu
ganas de ganar y drogas.
- No sé si quiero tratamiento. Estoy pensando
seriamente sobre dejarlo todo, volver a casa y
deja que todo termine.
No puedo creer lo que acaba de decir. mirar
silla de ruedas en la esquina de la habitación. ella hizo algunos
procedimientos que dejaban tu cuerpo cansado,
pero necesito mostrarle un lugar.
- ¿Puedes levantarte un poco de la cama?
Me mira y suspira.
- Me duele el cuerpo.
Camino hacia la silla de ruedas y la empujo cerca
de Larisa. Me acerco a ella y respiro hondo.
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- ¿Puedo sostenerte?
Ella esta sonriendo.
- ¿Qué vas a hacer?
- Mostrarte un mundo más allá de lo que estás viendo.
Ella levanta los brazos.
- Él puede.
Envuelvo mis brazos alrededor de ella, ella me abraza
en el cuello.
Mi nariz está en tu cabello y siento tu dulce
oler.
Cierro los ojos tratando de calmar mi cuerpo.
La levanto de la cama y la coloco en la silla.
Se acomoda y agarra una sábana que la cubre.
piernas.
- ¿Listo?
- Sí...
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Empujo su silla fuera de la habitación.
Camino con ella por el pasillo y Jessica me mira.
asustado.
- ¿A donde va?
- Dar una vuelta.
Ella sabe a dónde voy. Siempre voy allí después
visitas a la habitación.
Tomo el ascensor y subo dos pisos. larissa yo
mira por el rabillo del ojo.
- ¿Sueles secuestrar a tus pacientes?
- Sólo aquellos con tendencias suicidas.
Ella se ríe y yo también me sorprendo riendo.
Las puertas del ascensor se abren y ella sonríe.
- Es el ala de los niños.
Toda la pared tiene dibujos de animales.
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- Sí...
- ¿Qué pretendes traerme aquí?
Empujo su silla hacia el salón principal.
- Es la hora de cenar. Y hoy es miércoles.
Tan pronto como entramos en el pasillo, abre una enorme
sonrisa.
Los niños están riendo y sentados en un enorme
toalla en el suelo.
- ¡Tío Enzo!
Melissa dice corriendo hacia mí. abajo y el
Lo tomo en mi regazo.
- Vine a verte y ver si te estás portando.
Mira a Larissa y luego a mí.
- ¿Y tu novia?
- No...
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Respondo con una risa y la bajo de mi regazo.
Melissa tiene seis años y fue diagnosticada con
PerdióTumor sucerebr cabelloal. durante la quimioterapia y los usos.
tiara de princesa
- Tu eres muy bonita. Tus ojos son increíbles.
Dice acercándose a Larissa.
- ¡Gracias! Usted también es muy bonita.
Larissa observa las luces en el brazo de la niña y
sus ojos se llenan de lágrimas.
- Tú también estás enfermo, ¿verdad?
- Sí...
Larissa susurra con voz ahogada. Toronjil
salta en tu regazo, en la silla de ruedas.
- No tengas miedo. Pasará y sonreirás
mucho después de todo esto.
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- ¿Lo juras?
Melissa muestra una gran sonrisa.
- Hay días en que estarás muy triste y te
sentir mucho dolor.
El pequeño me toca la cara suavemente.
paciente negativo.
- Cuando eso pase, ven a verme. te prometo
hacerte sonreir.
Larissa besa la cabeza de Melissa.
- ¿Realmente puedo correr hacia ti?
- Sí. Seremos mejores amigos para siempre.
Ella trata de salir del regazo de Larissa, pero la agarra.
- Quédate un poco más conmigo.
Larissa pregunta y abraza a Melissa.
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- Creo que puedo empujarlos a ambos.
Empujo la silla más cerca de la toalla.
- ¿Quieres comer algo?
SRA. Martins observa todo.
- No tengo hambre.
- Come mi pastel. Él es tan caliente.
Melissa salta de su silla y se dirige a un
relleno de bizcocho de chocolate.
- Una pequeña pieza.
Pregunta y el pequeño toma al más pequeño, volviendo con
cuidar y entregar el pastel.
Larissa comienza a comer en pedazos pequeños.
Camino alrededor de los niños para ver si están bien.
Aparentemente Gilberto no cagó nada, hizo el
ser genial.
Por lo general, evita estos días. me acerco al
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enfermero.
- ¿Dónde está Gilberto?
- No vino hoy. Paula está de servicio en su lugar.
- Se explica su día feliz.
La enfermera no puede soportarlo y se ríe.
Veo a Melissa aferrada al cabello de Larissa. ¿Está por ahí?
trata de trenzar y los dos se ríen.
La mayoría de los niños aquí están en tratamiento.
pesado.
Algunos están esperando un trasplante y otros están
recibiendo quimioterapia, pero lo increíble es que
siguen sonriendo como niños felices. larisa
mírame y sonríe. Ella es hermosa. creo que la mujer
más hermoso que he visto. se que vas a pasar
momentos difíciles, pensará en renunciar a varios
veces pero...
Mi corazón se aprieta. Ella merece ser feliz. Merecer
un hombre a tu lado que te ame independientemente
de todo.
Esa mierda no se merece a esta hermosa chica. ¿Está por ahí?
merece más. Te mereces a alguien que te trate bien.
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Que estés a tu lado en todo momento. Qué
hazla pensar en un hermoso futuro.
Casarse, hijos y un amor para toda la vida. Por uno
momento me imagino a tu lado en todo esto.
Aguiar esto está mal y nunca pasará. aliento
abajo y volver con las chicas.
Beso la cabeza de Melissa.
- Necesito recuperar a Larissa.
Melissa besa a la Sra. Martín.
- ¡Buenas noches amiga! Duerma bien.
Larissa la toma en sus brazos y la aprieta.
- ¡Buenas noches, Melisa!
La sigo fuera de la sala de niños. Entramos en el
ascensor y su silencio es inquietante.
Volvemos a tu habitación y te recojo con cuidado.
en su regazo.
Cuando sus brazos se envuelven alrededor de mi cuello ella
Empieza a llorar.
Su llanto es angustioso y lleno de dolor. No
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Puedo liberarlo.
Me siento en la cama con ella, que se acurruca en
mi computador.
Suavizo su espalda, sin saber qué hacer.
- Es tan injusto que estos niños pasen por esto.
susurro en mi pecho.
- Te lo dije... Solo las personas fuertes pasan por esto.
todo.
Sus ojos azules miran hacia arriba y me miran perdidos.
- No tendré fuerzas para todo esto.
Mi mano toca su cara manchada de lágrimas.
- Él va sí. Estaré aquí a tu lado siempre.
Superemos esto juntos.
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