Apenas abrazo a Melissa, el Dr. Aguiar me saca de
de vuelta a mi habitación.
Todo el camino solo pude pensar en lo dulce
niñita. En el brillo de tus ojos, incluso antes
de tan ingrata enfermedad. ¿Cómo puede ella todavía
sonreír en medio de esta batalla contra la muerte?
Entramos a mi habitación y cuando envuelve su
brazos a mi alrededor, mis miedos surgen en mi pecho.
En el futuro seré como Melissa. Sin mi
cabello, teniendo días difíciles y sin saber si tendré el
mañana. Las lágrimas comienzan a fuir y
No puedo detener el hipo.
El Dr. Aguiar me envuelve aún más en sus brazos y
dejándome en su regazo, se sienta en la cama.
Sé que esto está mal, pero necesito sentirme tan mal
a salvo. Sorprendentemente tus brazos
siento como una fortaleza a mi alrededor.
- Es tan injusto que estos niños pasen por esto.
susurro acurrucado en su pecho.
- Yo ya dije. Solo la gente fuerte pasa
todo eso.
ACHERON PELIGROSO
PELIGROSOS NACIONALES
Levanto mi rostro y por primera vez me enfrento a tu
ojos.
- No tendré fuerzas para todo esto.
Digo perdido en tu mirada.
Tu mano llega a mi rostro y con calma tu
los dedos limpian mis lágrimas.
- ¡Él va que sí! Estaré aquí a tu lado. Lo haremos
pasarlo juntos.
Tus palabras tocan mi corazón de una manera.
extraño. Acelera los latidos y algo se quema
dentro de él
Tus ojos bajan a mi boca y tu mano
está en la parte de atrás de mi cuello. Tu aliento golpea mi
cara y cierro los ojos. Por alguna extraña razón,
un sentimiento de que me vas a besar crece dentro
yo.
Su mano sube a mi cabello y siento el calor de
cierra tu boca. No puedo abrir los ojos.
Tengo miedo de abrirlo y dejará de besarme. EL
El ruido de la puerta abriéndose nos asusta y siento tu
girar la cara. abro los ojos y lo veo
ACHERON PELIGROSO
PELIGROSOS NACIONALES
mirando a la puerta.
- ¿Esta todo bien?
Es la voz de mi madre.
Me mira y una sonrisa torcida y sexy estalla en su rostro.
labios.
- Me llevé a la Sra. Martins para dar una vuelta.
- Larisa...
le susurro.
- Llámame Larisa.
Entonces tu sonrisa se ensancha.
- No le gusta la Sra. Martins? a menudo llamo
mis pacientes por apellido.
Niego con la cabeza.
- Parece el nombre de una señora de ochenta años.
ACHERON PELIGROSO
PELIGROSOS NACIONALES
Me río de una manera divertida y me doy cuenta de que todavía est
en tu regazo.
Darse cuenta de que todavía estamos muy cerca. Yo
Se levanta y se da la vuelta para ponerme en la cama.
Veo a mi madre ir al baño. Se inclina y
susurra en mi oído.
- Larisa...
Todo mi cuerpo se estremece.
- Que tengas buenos sueños.
Besa mi frente y me deja en la habitación con una
enorme sonrisa idiota.
¿Lo que acaba de suceder? me muerdo el labio,
sabiendo exactamente lo que pasó aquí.
Eso fue un pequeño juego de seducción y lo disfruté. me gustó
mucho.
Creo que nunca tuve eso con José.
una pareja seca sin juegos.
Me acomodo más en la cama. que hago con mi
¿La vida con José?
Si pasas por todo esto y vuelves a mi vida
ACHERON PELIGROSO
PELIGROSOS NACIONALES
normal, aún se guardará en mí tu
rechazo.
No sé si puedo superar esto y casarme con él.
Cierro los ojos y suspiro.
Pero ahora no es el momento de pensar en lo mío.
futuro. Ha llegado el momento de decidir qué hacer con
mi presente, con mi enfermedad. la puerta de
se abre el baño y sale mi madre con la nariz
Rojo.
- ¿Qué paso?
- Nada.
Dice con una débil sonrisa.
- Mamá, no me mientas.
Ven caminando a mi lado.
- Sólo problemas burocráticos.
Yo sostengo tu mano.
- Cuéntame.
ACHERON PELIGROSO
PELIGROSOS NACIONALES
Ella suspira, pero antes de que pueda hablar, suena su teléfono celu
- ¡Hola!
Responde rápidamente, evadiendo nuestra conversación.
- Está justo a mi lado.
Cierra los ojos.
- ¡Correcto!
¡
Extender el teléfono.
- Su padre.
Respiro hondo y cojo el teléfono.
- ¡¡¡Hola papá!!!
- ¿Cómo estás candidiasis?
Abro una gran sonrisa. me gusta cuando el
llámame por mi apodo.
ACHERON PELIGROSO
PELIGROSOS NACIONALES
Papá siempre dice que cuando nací, tuve
enormes ojos que le recordaban a las ranas.
- ¡Estoy bien!
- Es una mentira.
Dice suspirando.
- No es fácil aceptar una enfermedad así, padre.
- Lo sé... Quiero gritarle a Dios.
- No haga eso. Todavía lo necesitaré en caso
hay una posibilidad de curación.
- Me voy a São Paulo ahora de madrugada.
- No es necesario, padre.
- Necesito que sí. Mi tordo está enfermo y lo necesita.
de mí.
- Solo ten cuidado con el viaje.
ACHERON PELIGROSO
PELIGROSOS NACIONALES
- Puede dejar. Ahora toca el bar de tu madre.
Empiezo a reír.
- ¡Te amo papá!
- ¡Yo también te amo, hija!
Mi mamá levanta el teléfono y se aleja de mí.
Intenta hablar en voz baja, impidiéndome escuchar.
Algo salió mal. Puedo sentir que te tensas y
asustado.
Camina escuchando a mi padre.
- Cuando llegue, lo resolveremos.
Cuelga y vuelve a mi lado.
- Dime qué está pasando.
Su mano pasa por mi cara.
- Tu pacto.
- ¿Qué pasa con mi acuerdo?
ACHERON PELIGROSO
PELIGROSOS NACIONALES
Ella suspira y me mira.
- ¿Cubren tratamiento pero no hospitalización?
- ¿Como asi?
Pregunto tratando de sentarme.
- Larissa se calma.
- ¿Cómo puedo calmarme? La hospitalización de la madre no
parte del tratamiento.
- Yo se.
Sus ojos se llenan de lágrimas.
- El costo de la hospitalización es alto.
Cierro los ojos molesto.
- Con lo que tenemos en el banco podríamos
Solo paga un mes aquí.
ACHERON PELIGROSO
PELIGROSOS NACIONALES
- No...
digo frme.
- No utilizaremos nuestro dinero para
lo soportaremos
- Podemos vender nuestra casa.
La miro sorprendida.
- ¿Y tú dónde vivirás cuando todo esto termine?
Yo sostengo tu mano.
- Si muero, quiero que aún tengas tu casa y
ese dinero mamá. no puedo dejarlo ir
todo para mi
Ella comienza a llorar.
- ¿De qué me servirá todo esto sin ti?
Dice sollozando y me abraza.
Tu grito es como puñaladas en mi pecho.
ACHERON PELIGROSO
PELIGROSOS NACIONALES
- Prométeme que no tocarás tu casa ni
en nuestro dinero.
- Larisa...
La tengo en mis brazos.
- No puedo prometer.
- Entonces no aceptaré el tratamiento.
- No haga eso.
Pregunta enterrando su rostro en mi cuello.
- Necesitas este tratamiento.
- Entonces prométemelo.
Tu silencio es una tortura.
- Prométemelo mamá.
- Yo prometo.
ACHERON PELIGROSO
PELIGROSOS NACIONALES
Mi cuerpo se relaja con alivio. no puedo dejarla
perderlo todo, por algo que ni siquiera sé si me curará.
Ella se aparta y se seca los ojos.
- Acuéstate y duerme.
Dice besando mi frente.
- Pronto llegará tu padre y la paz desaparecerá.
Empiezo a reírme en su cara.
- Tu paz desaparecerá.
- Sí...
Voltear los ojos.
- ¡Amo a tu hija!
- ¡Yo también te amo, mamá!
Me acomodo en la cama y cierro los ojos.
Ella comienza a alisar mi cabello, como cuando
ACHERON PELIGROSO
PELIGROSOS NACIONALES
era niño
Mi cuerpo se va relajando y poco a poco se va el sueño
Apareciendo.
- "Dios... no te lleves a mi angelito.
mendigar. Sálvala de esta enfermedad. si me necesitas
toma, sino que viva y construya su familia. ¿Está por ahí?
merece ser feliz. Merece vivir".
Siento tus labios mojados en mi frente y luego
me doy a dormir.
ACHERON PELIGROSO
PELIGROSOS NACIONALES