Capítulo 5 La nueva capitana

JAMES

– Hora de irnos – dice Steve tomando una banana del tazón de la cocina – Jamie ¿Dónde están tus cosas?

Mierda.

Las dejé en el cuarto de Margery luego de irla a despertar con el agua.

Miro a Margery para hacerle recordar como terminó todo allá arriba y ella sonrió. Es lo bueno de conocernos tan bien, podemos decirnos todo con tan solo una mirada.

– Ya traigo tú mochila – dice, separándose de Joey para ir escaleras arriba.

¡Dios!

Estaba dándome una excelente vista de su trasero con esos shorts. Desvíe la mirada a mis zapatos y mordí mi labio inferior, no puedo mirar a Raquel ahora porque la lastimaré si nota el deseo en mi mirada. Lo cual creo que es alto ya que Margery está vestida de esa forma y no deja espacio para mi pequeña e inocente imaginación.

– ¿Por qué tú mochila está arriba? – pregunta Raquel mirándome con el ceño fruncido.

– Porque tuve que despertar a la perezosa de Margery. – dije – Y como le arrojé agua fría para lograrlo, tuve que correr por mi vida cuando se levantó.

Obviamente voy a evitar decirle que acorralé a Margie en su cama mientras respirábamos de forma acelerada. Ella no debe escuchar eso y ciertamente Joey tampoco, aunque disfrutaría ver su cara si lo hago.

– Ya veo – mira a las escaleras con seriedad y luego suspira.

– Yo conozco lo que pasa por esa pequeña cabeza tuya – digo tomándola de la barbilla para que me mire – Margery es mi mejor amiga, nada más.

"Supongamos".

Calla subconsciente, no tienes derecho a molestarme ahora.

Y justo en ese momento, cuando creo que tengo la situación con mis emociones bajo control, mi mejor amiga baja las escaleras con una sudadera del equipo de futbol del instituto que le queda grande para su pequeño cuerpo, mi mochila la tiene en una mano.

Reconozco esa sudadera de inmediato cuando la tengo frente a mí ¡Era mía! Se la di en el último partido del año pasado cuando ganamos contra un equipo de otra ciudad y terminamos en una fiesta en el lago donde ella se arrojó a la piscina entre risas con sus amigos por estar borracha. Su camisa se estaba transparentando y la mayoría de los chicos del equipo querían invitarla a salir, así que usé la regla implícita de todo equipo cuando se trata de chicas: darle mi chaqueta.

Respire profundo tomando la mochila y salimos de la casa bromeando y hablando de las vacaciones de verano.

Este año será más complicado de lo que pensé.

Raquel ya me había preguntado por esa estúpida chaqueta cuando hablamos hace una semana, la quería para usarla al regresar a clases. Así la verían finalmente como mi novia oficial y dejarían de bromear conmigo con Margie, pero se la negué porque ya no me pertenecía. No podía rebatir su rostro molesto mientras miraba a Margery caminando frente a nosotros con mi chaqueta puesta y mi apellido bordado en la espalda.

Steve estaba hablándonos de su aventura en Alaska mientras escalaba con sus padres cuando Margie me tomó la mano en un descuido y me dijo emocionada sus planes para esta primera semana:

– Vamos de picnic con los chicos.

Le sonrío con ternura al ver sus intenciones de tener más recuerdos con sus amigos, comprendo que quiere estar acompañada todo el tiempo posible mientras pasa este último año. Supongo que es cuando más sentirá la soledad en su casa y quiere pasar el menos tiempo posible en ese lugar.

– Es aburrido. – dice Sam, haciendo una mueca.

– Mejor los bolos. – dijo al mismo tiempo que Steve, lo cual hizo que ambos se miren con el ceño fruncido, sin estar felices con su idea conjunta.

– Yo tengo práctica de las animadoras. – dice Raquel con una mueca, mirando su smarwatch con la nota del entrenamiento en su pantalla. – Este año me darán un puesto finalmente. Espero ser la capitana.

Como llegó después del primer mes de clases el año pasado se perdió la audición para entrar al equipo, según ella en su instituto anterior era la capitana y quería demostrar sus habilidades en este; solo que el año pasado no había vacantes disponibles y por más que Margery intentó hablar con la capitana no la escuchó.

Miro a mi mejor amiga con el ceño fruncido, está jugando con el cordón de la capucha mientras mira al suelo con su labio entre los dientes, lo cual solo lo hace cuando está nerviosa y se siente insegura de algo. Ninguno de los demás lo nota porque están hablando de las posibles clases, pero Raquel y yo sí, y la cara de mi novia no era muy amigable que digamos.

– ¿Sucede algo con el equipo? – pregunta Raquel con una ceja elevada.

Margery era animadora desde el inicio de la secundaria, fue una de las razones por las que la conocí al entrar al instituto; ella siendo la primera chica de primer año en ser parte de las animadoras y su hermano siendo el capitán del equipo. Eran una dupla imparable y popular cuando estaban juntos, además que ese año también entré al equipo de futbol y el cliché de la animadora y el jugador se escuchó por los pasillos.

Cuando Raquel le pidió ayuda con el equipo ella intentó que la aceptaran, pero la capitana de ultimo año le denegó la solicitud e incluso le dijo que si volvía a insistir la sacarían del equipo. Ella debe saber sobre los ensayos de este año para entrar al equipo, tal vez incluso sabe sobre la nueva capitana que evaluará a mi novia.

– Sí, las audiciones serán el miércoles a primera hora. – responde Margie con media sonrisa, nerviosa – Y las prácticas ya no serán en fin de semana, ahora serán los lunes y viernes para acoplarse al horario de la nueva capitana.

– ¿Quién será la nueva capitana? – pregunto con el ceño fruncido.

Esa información se dio en la última reunión de los equipos, pero apenas y pude quedarme para ser anunciado como el nuevo capitán del equipo de futbol y luego tuve que salir a ayudar a mi madre con un evento en el centro de la ciudad. El nombre de la nueva capitana no llegué a escucharlo.

– Yo. – respondió Margie con la voz más baja que pudo, caminando con rapidez hacia su novio.

Raquel dio un apretón a mi mano, como si eso le molestara.