Capítulo 6 Su regreso

Al siguiente día pasa rápido. El jefe Jiménez pide preparar documentos sobre el acuerdo de inversiones. Pasando casi medio día en esto, todavía puedo hacer frente a mi tarea. Luego vamos a una reunión de negocios con socios de Investcapital, que finalmente me quita todas las fuerzas

Nunca pensé que los abogados pudieran tener tan ocupados sus días. Soy nueva en esta y al principio me cuesta que me den un horario tan apretado, pero poco a poco me voy acostumbrado. Rápidamente agarro, me vuelvo el proceso y los días sí no parecen tan difíciles e insoportables.

El jefe Jiménez también nota mi progreso, aunque no lo muestra mucho. La semana pasa imperceptiblemente y solo al final empiezo a alégrame, por que quedan dos fines de semanas completos por delante.

El sábado, decidí ir con mis padres y contarles sobre mi trabajo. Mamá se alegro mucho cuando vio lo emocionada que están hablando de mi nuevo trabajo. Y mi padre insistió en que dejara investcapital y me uniera a su empresa.

Sinceramente, no entendía por qué estaba tan en contra de mi nuevo trabajo. ¿O tal vez pensó que me sentaría en su cuello toda mi vida y el mantendría el control sobre mi?....

No lo escuche y nuestra reunión terminó con una nota no muy buena.

Cuando llegue a mi departamento, muy exhaustiva y cansada, me derrumbe en la cama y me quedé profundamente dormida.

Al día siguiente decidí ir de compras. El tiempo estaba soleado y añadió buen humor. Fui al centro comercial y compre varios trajes de negocios, dos vestidos, una blusa y una falda lápiz rija que acentuaba con gracia mi figura.

Habiendo gastado mucho dinero de la tarjeta de crédito de mi padre, me asegure que esta seria la última vez. En el futuro, será necesario invertir el presupuesto salarial. Afortunadamente, debería ganar bastante decentemente.

Luego durante medio día, me derrumbe en el sofá, vi películas sobre amor y disfrute llorar en media trama y sonreír al final por sus finales felices, en mis días libres.

Marta me llamo al club, pero dada mi experiencia previa, decidí limitarme a ver la tele. Las compañías ruidosas y el alcohol claramente no son lo mío.

Al despertarme a las ocho, prepare café aromático. Afuera estaba sobrio y parecía que el clima se reflejaba en mi.

Después de terminar mi café, entre perezosamente al vestidor. El estado de ánimo estaba deprimido y necesita ser corregida de alguna manera.

Hoy me puse un vestido negro nuevo que adhería suavemente a mi cuerpo, me maquille y me puse tacones negros. Decidí dejar mi cabello suelto. Me veía sorprendente hermosa e incluso atractiva.

Oh, si, casi olvido…. Hoy cumplí 22 años.

Incluso mi padre llamó y dijo algunas palabras bonitas. Estaba impresionada, pero no iba a tener una celebración lujosa. Ya estaba harta de celebraciones anteriores, solemnes y aburridos banquetes organizados en mi honor por mis padres y también invitados, la mayoría de los cuales no conocía. Estaba satisfecha de que solo los más cercanos a mi supieran de mi cumpleaños. Todo estaría en calma este año.

Cuando llegue al trabajo, note como todos estaban alborotados, cargando carpetas y claramente nerviosos, como esperando que se acercara el apocalipsis. De repente, una ola de ansiedad me cubre ¿Qué puede haber pasado para que la oficina estuviera trabajado duro?

Más tarde escucho el rumor de que el jefe ah vuelto. ¿Todo el mundo le tiene miedo? Involuntariamente también empiezo a sentirme bastante emocionado .

—Si Anna, todo estará bien”; mentalmente trato de calmarme.

Necesito preparar un nuevo acuerdo de cooperación y coordinar lo con Evelin. Intento sumergirme en el trabajo para ahuyentar los malos pensamientos.

Como si todo estuviera bien, Evelin leyó todos los puntos satisfecha y luego me alzó dos de sus dedos indicándome que todo estaba bien. Al fin me voy a darle los papeles para que el jefe Jiménez lo firme y luego quedamos que después del almuerzo teníamos que reunirnos con nuestros propios socios para que lo firmen también.

Salí de la oficina de él jefe Jiménez y para mi sorpresa. Vlad estaba de pie frente a mi, mirándome fijamente a los ojos.

¡Oh, no, simplemente no es eso! Todo fue un deja vu. Me atravesó sin piedad con su mirada aguda, pero esta vez sus ojos no eran así. Todavía no he entendido lo que ha cambiado en ellos. Durante varios segundos nos quedamos en silencio haciéndonos agujeros invisible el uno al otro. Lo miré a la cara y todas las palabras salieron volando de mi cabeza. Afortunadamente, el comenzó la conversación primero.

—Ya no trabajas aquí, puedes recoger tus cosas –hablo con tanta frialdad y severidad que mi cuerpo estaba casi cubierto de hielo.

Un giro inesperado. Por supuesto, sospeche que podría libérame, pero no tan rápido.

¿Para que? Sono en mi cabeza. Como puede tomar y soltar a una persona con tanta facilidad, con un chasquido de dedos.

—¿Despide a todos los abogados cuando quieres? —estás palabras salen de mi boca por si solas.

Veo que sus ojos comienzan a oscurecen y sus cejas se fruncen. Aprieta la mandíbula con fuerza y parece a punto de explotar de rabia. Mis palabras no lo hicieron enojar. Empiezo que solo he agravado la situación.

—Todos ellos. Sobre todo cuando mi abogada es hija de un competidor directo —dice con ironía.

Oh, no, solo eso no. Ahora estoy empezando a arrepentirme de no haberme metido nunca en el negocio de mi padre. ¿Puso su mano aquí? El no se atrevía.

—Nunca me interesaron los asuntos de mi padre, pero veo que ya sacaste conclusiones por ti mismo —espeto, giró bruscamente y me dirijo a mi oficina.

Decido que me enviara a mi padre. Estaba claro que este no era el caso, pero solo yo lo sabía. Fueron socios en el pasado. Tal vez me equivoque. Aún así, incluso si soy ña hija de su competidor, eso no le da derecho a hablarme tan groseramente. Un regalo maravilloso para mi cumpleaños número 22, un mejor año para vivir.

Estaba deprimida. El hombre que tanto me gustaba destruyó repentinamente todos mis sueños y planes de futuro. Las lágrimas rodaron por mis ojos y un amargo resentimiento ahogo mi garganta. Quería aguantar con todas mis fuerzas, pero no podía detener mis lágrimas. Agarrando mi bolso, salí corriendo de la oficina y como escalando, salí corriendo.

Nunca volveré aquí de nuevo.

POV de Vlad.

“Hice todo bien”, repito en mi cabeza. Nunca volveré a tolerar traidores, aunque esta linda chica no parecía una espía, resulta que las apariencias engañan. Yo como nadie lo aprendí yo mismo.

Dejando ir esta situación desagradable, entre a la oficina de David. Estaba mirando fijamente la computadora portátil, pero cuando me vio, inmediatamente giró su cabeza.

—Bueno ¿Qué decidiste? —preguntó David desde la puerta, levantando las cejas.

Inmediatamente entendí de quien se trataba. Fue David quien recopilo información de Anna a pedido mío.

—La despedí, no tolerar traidores —respondí secamente, adentrándose a la oficina.

David habló bien de la chica y en sus ojos leí un mundo de disgusto.

—Anna no es así —negó con su cabeza. —Una vez que te quemes, ahora sospecharas de todos de una conspiración en tu contra.

Sabe golpear a los vivos. Estaba hablando de Olga. Volví a recordar como la pille en la cama con el director financiero de Budinvest. En ese momento, ella trabajaba como abogada en nuestra empresa. Y Olga filtro concienzudamente informa sobre los asuntos de la empresa a sí amante. Resultó que era una chica capaz y trabajaba bien en dos frentes.

—Me parece que te apresúrate a despedir a Anna. Es una buena especialista. En tan poco tiempo, se puso al día y mostró su gran profesionalismo.

—Ella es la hija de Stepan Blake.

—Vlade, esto no significa nada —declara en voz alta. —Estoy seguro de que ella no está al tanto de los asuntos de su padre. Quizás sueña con su independencia, no quiere ser guiada por la opinión de su padre toda la vida.

David habló con tanta confianza que las sospechas se apoderaron de mi.

–¿Desde cuando te acércate tanto a ella?

—Basta, es una chica bastante abierta, una vez en la cena hablamos del dolor —se encoje de hombros –Por cierto, sobre el acercamiento. Y no pensantes en cambiar la situación en tu dirección –dijo David con una sonrisa misteriosa.

—¿De qué estás hablando?

—Sobre Anna. Si te acercas a ella, podrías sernos útil.

Entendí lo que David esta insinuando. Su sugerencia parecía completamente delirante.

—¿Cómo te imaginas esto? Anna ¿No te gustaría informar sobre los asuntos de tu padre? ¿Me harías un favor? —David, suena absurdo, estoy indignado.

Se levanta de la mesa y se acerca a mi.

—Vlad, nunca supiste como pensar sobreviviente. Acércate a ella, enamórate de ella, gánate su confianza. Ella misma te traerá como un plato preparado.

–Esta bien, suficiente sobre ella. Pensare en cómo hacer lo correcto —le aseguro a David. —¿Tienes un contrato? Quería revisar.

–Esta en casa de Anna. No sabía qué la despedirías justo después de tu regreso —se disculpa David.

—¡Súper sencillo! Ahora tendré que correr detrás de ella.—Alcanzo un vaso de agua y vacío el contenido en un instante. —Trata de posponer la reunión para mañana –le ordeno a David y salgo apresuradamente de la oficina.

–Devuélveme Vlad —dice la voz de David.

Empiezo a cuestionarme si hice lo correcto al despedir a Anna. ¿Fue mi acto demasiado impulsivo? ¿Quizás darle una oportunidad a la chica? Debido a mis problemas y temores personales, la prive de su trabajo. Me sentí como el último bastardo.

¿Quizás esta posición es realmente importante para ella? Además, según David, ella se esforzó mucho. Y su extraña idea de acercarme a ella seguía dando vueltas en mi cabeza.

En pensamientos molestos, los pues condujeron a la puerta de una oficina familiar. Apretando los dientes, a regañadientes alcance el mango.

Fue muy desagradable entrar a la oficina de Olga, todo aquí me recordaba a la mujer que ame tanto y que dejó atrás de mi un amargo residuo de dolor y decepción. Los recuerdos del pasado enviaron un escalofrío ansioso a través de mi cuerpo.

Examine curiosamente la oficina pero no encontré a Anna aquí.

Tendremos que actuar con radicalidad.