De Jefe a esposo.
img img De Jefe a esposo. img Capítulo 8 Oh...
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Capítulo 10 No me hizo gracia. img
Capítulo 11 Despues de un año. img
Capítulo 12 Viaje img
Capítulo 13 Propuesta img
Capítulo 14 Boda img
Capítulo 15 Luna de miel img
Capítulo 16 Sexo,,Sexo es lo que mueve a los hombres img
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Capítulo 8 Oh...

Sonriendo misteriosamente sale de la oficina..

“Es bueno que no te haya despedido” revolotea en mi cabeza.

Me visto, salgo de la oficina y me dirijo al coche. En camino llamo a un médico de una clínica privada y pido una cita.

*****

—Martin Escarlata ya está esperando —informa la chica de recepción.

–Gracias.

La revisión no duró mucho. El doctor Martin Escarlata trató la herida, aplico vendaje y además, recetó ungüentos y tabletas alérgicas. Resulta que apareció erupción en la pierna debido a ese ungüento desconocido. Tomé la hija con los nombres de las drogas, le di las gracias y salí del consultorio.

Después de comprar todo lo necesario en la farmacia, inmediatamente me voy a casa. En camino Marta me llama y me pregunta cuando estaré libre.

—¿Qué pasó? —pregunta preocupada cuando admito que voy de camino a casa después de ver a un médico.

–Estoy teniendo un mal día. Si no tienes clientes hoy, entonces ven a mi.

Marta se fue a trabajar a otro campo. Nuca le gusto la especialidad, después de cuatro años de estudio, se matriculó en cursos de manicuras. Su pasión se convirtió en un buen ingreso. Ahora trabaja en un salón de moda como manicurista y sueña con abrir el suyo pronto. Con su carácter revolucionario, creo que todo le saldrá bien.

Intercambiamos algunas frases y quedamos de vernos es casa.

Hoy es un mal día. No solo experimente mucha vergüenza en la oficina, si no que cuando entre a mi jardín, le eche agua de un charco a un hombre. ¿Qué tipo de sacudida?

“Lo siento” me digo así mismo, por que definitivamente no me escucha. Solo su expresión facial muestra cuan elocuentemente jura.

Finalmente cruzó el umbral de la puerta y me siento segura. No es como si estuviera siendo perseguido por criminales armados o maniáticos, es solo que aquí el daño de mi parte será mucho menor.

Después de ponerme unos cómodos banqueros azules y una camisa blanca, enciendo la cafetera. No era posible tomar café en el trabajo, así que tendrá que ser aquí. Sirviendo mi bebida negra en mi taza favorita, involuntariamente recuerdo la vergüenza que tuve que pasar en mi oficina y mi pequeña quemadura.

Me quito los jeans y retiro el vendaje de la herida. Sorprendentemente ya no es tan grande y rojo como lo era en la mañana. Tal trato no es vano. Bueno, al menos un poco aliviada de este terrible día.

Saco el tubo de ungüento que compré de camino a casa en la farmacia y me lo aplico en la pierna. El vendaje ya no era necesario. Encuentros pantalones grises cortos sueltos en el armario y me los pongo rápidamente.

Al rato suena el timbre y aparece Marta en el umbral, con falda corta de cuero y blusa ligera.

Su atuendo era más adecuado para ir al club que para reuniones aburridas en casa. El cabello rubio caía sobre sus hombros y un fuego misterioso ardía en sus ojos ¿Qué pasa con ella?

—Hola –dice y se dirige rápidamente a ña cocina, con un paquete en las manos.

La sigo sin quitarle los ojos de encima.

–¿Fuiste al club? —preguntó impacientemente.

Marta se muerde el labio inferior y sonríe enigmáticamente.

—Tengo una cita con Serhii hoy.

–¡Guaooo! –Me sorprendo y agrego. —¿Con quien es? ¿Von nuestro compañero de grupo?

–No, como pudiste pensar en ello –Marta frunce el ceño. —No le falta ni una sola falta ¿Por qué necesito a ese tipo?

—No es que me dijiste nada, así que decidí.. .. —Me disculpo.

—Solo nos conocimos esta mañana.

—Que interesante –Me levanto de un salto. —¿Puedes decirme finalmente?

Marta se sienta en una silla cerca del mostrador y comienza a desempacar el paquete. Algo de fruta, vino, suspiro. Parece que será una velada interesante.

Me siento enfrente y espero la historia.

            
            

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