Capítulo 8 8

Lo dijo con inocencia pero yo lo interpreté de otra manera y casi me atraganto con la saliva.

"Tendrías que preguntarle a tu papá primero", le digo cuando me recupero.

"Buenas noches", saludo a los guardias en el ala oeste mientras Javier los saluda.

Entro en mi habitación y suavemente coloco a Javier en el suelo y cierro la puerta detrás de mí.

"Woah, me gusta tu habitación", dice efusivamente y corre hacia la silla frente a la mesa con mis cosas de maquillaje y un espejo. Lucha por subirse a la silla y comienza a recoger cosas de maquillaje.

"Esto es genial", dice mientras abre mi paleta de sombras de ojos.

"Nunca había visto tantas cosas femeninas", desenrosca la tapa de mi delineador y mascera. Rocía mi perfume y lo huele "huele tan raro", sonríe.

Sonrío y me acerco a él, "está bien", digo y lo levanto de la silla y luego lo coloco en el medio de mi cama.

Desbloqueo mi teléfono antes de poner un juego y darle el teléfono, "ahora sé un buen chico hasta que vuelva", le digo, pero no me escucha porque está demasiado absorto en el juego.

Voy a las puertas del balcón y compruebo si está cerrado con llave y luego cierro la puerta de mi habitación. "Javier", digo con firmeza.

"Hmmmm", tararea cuando atrae su atención hacia mí.

"No dejes que nadie entre y grite si pasa algo, ¿de acuerdo?"

Él solo asiente y vuelve a su juego. Abro mi armario y saco unos pantalones de chándal y una camiseta antes de ir al baño.

No cierro la puerta del baño por si acaso y me quito el vestido. Me quito el sostén y lo tiro en el cesto junto a la puerta. Rápidamente me pongo los pantalones de chándal y la camiseta. Me giro, voy al lavabo y me miro al espejo. No me veía como una mierda, pero parecía que había estado llorando. Me lavé el maquillaje y me sequé la cara con una toalla de mano limpia.

Cuando salgo suspiro de alivio porque Javier sigue donde lo dejé. Me pongo calcetines azules y me dirijo a mi mesa de maquillaje. Me siento en la silla y me miro en el espejo.

Saco todas las horquillas de mi cabello y suelto mi cabello de su moño bajo. Paso un peine a través de él y en silencio agradezco a la diosa de la luna cuando no toma tanto tiempo. Rápidamente ato mi cabello en un moño desordenado.

"Tengo hambre", se queja Javier y lo miro desde el espejo. Se esfuerza por bajar de la cama ya que es muy bajo y me río. Finalmente llega al suelo y corre hacia mí.

"Tengo hambre y estoy aburrido", tira de mi mano mientras gime. Me río y me pongo de pie antes de cargarlo y colocarlo en mi cadera. Lo coloco entre mis piernas en el sofá frente al televisor. Me desplazo por los canales y me detengo en el que está mostrando Toy Story.

"Señorita. Cena Odetta", dice alguien llamando a la puerta.

Me pongo de pie con cuidado de no distraer a javier y desbloqueo la puerta antes de abrirla. Otra criada entra en la habitación con un carrito.

"Gracias, me encargo de aquí", digo y retiro la campana de acero inoxidable que cubre dos platos.

"La cena está lista", digo y eso llama la atención de Javier.

"Yippie", exclama mientras corre hacia mí.

"Ve al sofá. comeremos en el sofá"

Corre hacia el sofá y me espera. Le llevo su plato de arroz, salsa de verduras y bistec mientras dejo el mío en la mesa de café.

Vuelvo al carrito y sirvo vasos de jugo de piña para ambos. Los coloco a ambos en la mesa de café y traigo dos botellas de agua antes de sentarme en el sofá.

Comenzamos a comer y cuando terminamos, arreglo todo en el carrito antes de empujar el carrito y dejarlo al lado de mi puerta en el pasillo.

"¿Estás cansada?", le pregunto.

Sacude la cabeza, pero bosteza, "Tengo que terminar de ver esta película", se queja.

"Son las diez y cuarto y estoy seguro de que ya pasó tu hora de acostarte", le digo y me cruzo de brazos.

"No, no lo es", argumenta y bosteza de nuevo.

"Sin mencionar que estás bostezando como si fueras a desmayarte en cualquier momento a partir de ahora", me río y lo cargo. Descansa su cabeza en mi hombro.

"No, no lo soy", murmura.

Lo acuesto suavemente en mi cama, "vete a dormir Javier", le susurro.

"Solo si prometes pasar el mañana conmigo"

Asiento con la cabeza, "sí, prometo que ahora duermas", lo insto mientras lo arropo.

"Buenas noches amigo"

"Buenas noches", le susurro a un Javier dormido.

Cierro la puerta antes de ir al sofá y hojear los canales.

"Odetta", escucho que gritan mi nombre y golpean mi puerta. Abro los ojos y frunzo el ceño ante el ruido. Miro a Javier para verlo revolverse en sueños. Compruebo la hora en mi teléfono.

'2:32 a. m.'

"Maldita sea, ¿está ella allí?" alguien jura.

"Ella está ahí solo cálmate", dice mi madre.

"Déjame probar", dice mi padre y luego hay un ligero golpe en mi puerta. "¿Odetta? ¿Estás despierta?", pregunta y sigue llamando.