Capítulo 4 Reporte Policial

Motivados por sus sentimientos de ansiedad y dolor que esa llamada dejo en sus organismos la familia se subió rápidamente en el vehículo, encendiéndolo en el acto y dirigiéndose a la estación de policía más cercana. Las calles estaban particularmente oscuras aquella noche, una especie de alerta de que lo acontecido no era sencillo en ningún aspecto, puede que incluso los motivos de secuestro yacieran en algo incluso más horrido.

Después de todo ¿Cómo se explica una comunicación de ese estilo? No esperaban un rescate, ni deseaban tampoco intimidar, simplemente le agradecieron por servir a la chica en bandeja de plata.

El hombre conducía con un profundo dolor en su pecho, lo podía ver en el semblante, sino hubiese dicho esas cosas, si tan solo se tomara el tiempo suficiente para detenerla o incluso más allá, si le dedicara la atención que quería en ese entonces, nada, nada habría pasado, era el responsable absoluto de semejante desastre y ahora mismo lo único que le quedaba era la desesperación de un corazón roto, sin darse cuenta su velocidad ascendió tanto que tuvo que frenar en un semáforo en rojo.

-Jackson -Colocó su mano sobre el volante la madre de la chica, viéndolo fijamente -Tienes que calmarte, si llegas de esa forma a la comisaria no van a tomarnos en serio -Aseguró con preocupación.

-Disculpe, es solo que... -Antes de que pudiera decir algo, recibió un comentario deleznable que venía de atrás.

-Si tonto, obviamente es tu culpa, pero matarnos en un accidente no traerá nada bueno -Alegó la hermana de Johana con los brazos cruzados.

-¡María! -Exclamó la progenitora con rabia.

-Ella tiene razón Casandra, soy un imbécil, solo espero que no sea demasiado tarde para enmendar mi error, pero la realidad es que ella se fue de casa porque teníamos problemas -Afirmó con ojos entristecidos.

-Entonces tendremos que tomarnos esto con mucha seriedad -Espetó la dama cambiando por completo su semblante.

Ahora mismo estaba totalmente solo, su estúpido egoísmo lo llevo hasta un barranco, uno donde sus emociones le traicionaron y la aparente calma que consideraba sentiría cuando su amada ya no estuviera desapareció por completo, ahora la angustia llenaba su corazón, mejor ponerle fin a esto, poco tiempo había pasado, por lo que una búsqueda inmediata daría con su paradero, al menos eso era lo que consideraba. Llegaron con ese remolino de emociones a la comisaria, donde las cosas estaban en calma, un guardia se sentaba en el exterior a vigilar, era una perimetral lo que cerraba el acceso, estacionaron al frente, se bajaron y dijeron que venían a notificar una desaparición de emergencia. Este les permitió el paso, dejando al descubierto una fachada totalmente cerrada, con una inmensa puerta de vidrio que otorgaba el ingreso.

-¿En qué puedo ayudarles? -Consultó el encargado de tomar los reportes.

-Vengo para notificar la desaparición de mi hija -Habló la madre por delante.

-¿Hace cuánto que no saben de ella? -Empezó el sujeto a tomar notas.

-Veinticuatro horas -Dijo con ansiedad, notando que el tipo la veía y suspiraba.

-El tiempo mínimo es de cuarenta y ocho horas -Alegó este cerrando la libreta.

-Usted no entiende, es una emergencia, ya probamos llamarla, mandarle textos, ella es graduada, no trabaja, no se va de fiesta y tampoco se pierde sin decirnos, si no sabemos de ella es porque está perdida -Enfatizó la hermana con desespero.

-Entiendo, pero podría haberse ido con algún novio y estará pasándolo bien en un hotel -Sugirió el tipo con una leve sonrisa.

-Yo soy su esposo, así que le aseguro que no está con un novio -Mencionó el sujeto con una actitud regia.

-Pues lamento decirle que, las mujeres a veces tienen amantes -Añadió este con desidia.

-Escúcheme bien, no sé qué tipo de relaciones tuviese en el pasado, pero le garantizo que mi amada es la persona más fiel que conozco sobre la faz de la tierra, ahora no sea estúpido y redacte ese condenado reporte o tendré que hablar directamente con el alcalde -Finiquitó el CEO dejando una tarjeta sobre la mesa.

Cuando el caballero vio el logo empezó a sudar copiosamente, todas en la ciudad conocían el poder de aquel sujeto, un auténtico magnate, cuyo negocio era de los más lucrativos en la actualidad, trago grueso, se sentó nuevamente y después de disculparse una decena de veces comenzó a tomar todos los datos. En ese momento Jackson solo pudo pensar en la gran cantidad de personas que son ignoradas por no tener el poder suficiente para ejercer peso sobre las autoridades, no estaban colapsados con trabajo, fácilmente podrían ponerse en movimiento, pero en lugar de eso decidían ignorarlo, solo con la excusa de un protocolo que claramente no funciona.

Ya con más calma la madre de la joven pudo dar a detalle cada cosa que le cuestionaron, supo entonces que necesitaba amigos, por lo que les pidió que lo esperaran, tomo su vehículo y se dirigió a una panadería cercana, pidió una gran cantidad de cafés y otro tanto de dulces variados. Cuando llego a la comisaria, la cara de los que yacían iracundos por tener que cubrir un secuestro a esas horas cambio por completo. Sonrieron enseguida y agradecieron por el gesto, a su vez el tipo termino de llenar el reporte y se había largado.

-¿Dónde está nuestro amigo? -Cuestionó Jackson a su suegra, quien aceptó el refrigerio que este le daba.

-Está metiendo los datos en el departamento de informática, les dije que ella cargaba su automóvil, así que lo primero que harán es rastrear el chip de la computadora interna, si no se lo quitaron lo hallaran -Agregó con enojo.

-Las magias del dinero -Comentó fatigado, dándole las cosas a los hermanos de su amada.

-A mí no puedes culparme, si tuviste algo que ver con esto me asegurare de que no quedes impune -Frunció el ceño María, siendo especialmente reacia.

-No te cuestionare nada, me lo gane a pulso -Suspiró el sujeto, aceptando su destino.

-Gracias tío Jack -Sonrió Arthur sorbiendo el líquido caliente -¿Crees que Johana este bien? -Consultó con el corazón encogido.

-Seguro que si campeón, daremos con ella enseguida -Sonrió de forma falsa, esperando que este le creyera.

La espera fue horrorosa, veía a todas partes y solo recibía agradecimiento por el aperitivo, ya estaba tristemente acostumbrado a ver como las personas cambiaban con un simple gesto monetario, eso quizás era lo que más amaba de su esposa, que el dinero no cambio ni un poco de ella, pues entendía que este no era un bien absoluto, sino solo una herramienta para facilitar las cosas. Cuando el sueño comenzaba a golpearlo y tras dos largas horas el oficial salió con un rostro animoso.

-Encontramos el automóvil -Musitó provocando diversas emociones en los presentes.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022