Capítulo 4 Capitulo 4

Ya había pasado un mes desde que conocí a Francisco y Sebastián, ya había comprendido todo, aunque seguía pareciéndome algo extraño y no me acostumbraba a la idea. Mañana era mi cumpleaños y todavía no me convencía la idea de tener una "loba" en mi mente con la que sería capaz de comunicarme, sería como mi conciencia.

Eran las 11:30 y nos estábamos dirigiendo al bosque con mis papas y los chicos, caminamos por unos 25 minutos hasta llegar a un lugar en el cual había un pequeño lago y una roca enorme en el centro, mi padre se transformó en lobo, viendo su pelaje blanco con negro y ojos celestes mirándome.

-Celes subite a mi lomo- dijo por el link que compartíamos.

Por lo que había entendido los Licántropos y otros seres sobrenaturales tienen un link por el cual se pueden comunicar, a pesar de la distancia y ese link no se puede romper ah no ser que alguno muera. Me subí al lomo de mi padre sintiendo su suave pelaje- Sujétate con fuerza- Hice lo que me dijo y sentí como saltaba hacia la roca, bajé de su lomo dándole una última caricia a su pelo viendo como después el volvía a saltar hacia la tierra transformándose en humano nuevamente, posándose al lado de mi mamá, la cual tenía unas lágrimas en los ojos.

Sabía que tenía que ponerme justo en el centro de esta roca, así que lo hice, al marcarse las 12 en punto la luz de la luna me cubrió completamente, mi padre me había dicho que la luz me ayudaría a que la transformación no sea tan dolorosa. Enseguida empecé a sentir un dolor insoportable serrando mis ojos con demasiada fuerza, sentí mis huesos crujir, solté un grito de dolor mientras caía al piso, podía sentir como mis huesos cambiaban de lugar, como me crecían las uñas, mis colmillos se hacían más largos y filosos y la mandíbula se me agrandaba. Era un dolor horrible, si esto que estoy pasando es con la luz de la luna no me quiero imaginar lo que sería sin ella.

El dolor al poco tiempo ceso, de a poco abrí mis ojos, sintiendo todo mi cuerpo raro, intente pararme, pero se me dificulto bastante, como pude controle las cuatro patas que tenía concentrándome para lograrlo. Cuando por fin lo logre y me acostumbre a la nueva sensación que sentía fue cuando me di cuenta, mis sentidos se habían profundizado demasiado, podía oír la respiración de unos pájaros durmiendo en su nido, la corriente del agua, las hojas de los arboles moverse por el viento. Unos olores entraron por mis fosas nasales, dándome cuenta en seguida de donde provenían, me voltee para ver a mis papas, los cuales me veían sorprendidos, al igual que Fran y Sebas.

-Hija eres...Mírate-dijo mi padre señalando el agua, me acerqué al extremo de la roca, asomando mi cabeza por está viendo mi reflejo por el agua, pude observar como tenía un pelaje completamente blanco como la nieve y unos ojos turquesas hermosos.

-Sorprendida? -escuche dentro de mi mente, imagine que era mi loba de la que mi padre me había contado.

-La verdad es que sí, Soy Celeste- dije en mi mente

-Lo sé, yo soy Cía, es un placer al fin conocerte. Luego hablaremos más, tenemos mucho tiempo, de momento concentrate en tu familia. Hasta pronto.

Eso fue lo último que escuche, me enderece y voltee volviendo a mirar a mis papas dándome cuenta que seguían sorprendidos sin entender el porqué.

- ¿Qué? -pregunte un poco ya exasperada de que me vean sin decir nada.

-Celes sos hermosa, pero nunca vi una loba completamente blanca, nunca vi unos ojos de ese color y pensé que serias una beta como yo, pero sos una Alpha, pero... hasta para ser una Alpha sos muy grande- dijo papá confundido.

- ¿A qué te refieres con que soy más grande que un Alpha? - Pregunte confundida.

-No lo sé, nunca vi algo así- dijo papá, siendo abrazado por mi madre, que al parecer aún seguía sorprendida por todo.

-Señor si usted quiere y está de acuerdo pueden venir a vivir a nuestra manada, mi padre es el Alpha, yo hablare con él los aceptara-dijo Fran, en este tiempo que había estado con él y su hermano me había llevado muy bien con ellos.

-Y qué hay de la escuela? Ella necesita educación- dijo mi mamá mirando a papá

-No se preocupe por eso, la manada está cerca del colegio podrá ir y Sebas podrá acompañarla y protegerla si así lo desean-volvió a hablar Fran, a su lado estaba Sebas que asentía.

-En mi colegio la verdad que no tengo amigos y no la paso bien, hace bastante que venimos pensando con mis padres de cambiarme de colegio, y me encantaría ir con Celes- Dijo mirándome dedicando una sonrisa.

-Bueno tendríamos que pensarlo bien, ¿Qué vamos a hacer con nuestra casa? - Pregunto mamá

-No te preocupes seguirá siendo nuestra, no la vamos a vender a no ser que así lo quieras Katherine- Mi madre asintió- Okey entonces chicos aceptamos su oferta, aunque sea hasta que sepamos que está pasando con Celes-dijo mi papa con su tono de voz de preocupación, yo seguía sin entender del todo la situación.

- ¿Cómo vuelvo a ser humana? - Pregunte mientras saltaba hacia donde ellos estaban.

- Solo piensa en ser humana y cuando quieras ser loba piensa en ser loba, es así de simple-dijo papa.

Así lo hice dándome cuenta que todos mis sentidos seguían igual de intensificados que cuando era una loba, vi que tenía el pelo más largo de lo normal, que me llegaba a la cintura cuando antes estaba por la mitad de mi espalda, me acerqué de vuelta al agua mirándome dándome cuenta que sin duda tenía el pelo más largo, estaba un poco más claro y mis ojos tenían un color... ¿miel?

-Tranquila hija cuando te transformas cambias un poco -dijo papa, yo me quedé sorprendida mirando mi reflejo en el agua.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022