-No es que no soporte la competencia, idiota. Simplemente que no me gusta que metan sus narices en lo que me pertenece y tú trataste de quedarte con mi territorio. Por eso debes recibir una lección.
Tomo un cable pasa corriente y ajusto las pinzas a la silla de metal.
-¡Enciéndanla! -ordeno a mis hombres. Observo su cuerpo temblar a medida que aumenta la velocidad de la corriente. Hago un gesto con la mano para que apaguen el interruptor y su cuerpo vuelve a su estado natural.
-¡Eres un maldito!
-¿Sigues queriendo meterte en mis asuntos? -inquiero.
-Voy a destruirte. ¡Lo juro!
-Quiero ver qué lo hagas... -sonrío.
Golpeo sus piernas con un garrote y se queja de dolor.
-No quiero volver a encontrar a ninguno de tus hombres cerca de mis clientes, si lo hacen no seré tan compasivo. Si no sabes de lo que estoy hecho, entonces te sugiero que te informes con tus amiguitos y de allí decide si quieres toparte de nuevo conmigo.
Luego de tantos golpes, su cuerpo cae al suelo mientras continúa atado a la silla. Su rostro está todo desfigurado, así que no creo que tenga fuerzas suficientes para seguir con su atorrancia, así que suelto el garrote y profiero:
-¿Ahora si te quedó claro?
Tose y escupe sangre. Hace un gesto con la mano dejándome saber qué entiende lo que acabo de preguntarle.
-Limpien todo y déjenlo tirado en su casa. De este modo nos aseguramos que no muera -ordeno.
-Sí, señor.
Salgo de allí con el traje sucio. Subo a la parte superior del local y entro a mi oficina. Allí me cambio la ropa para no llegar a la casa con este aspecto, de lo contrario sería otro tema a discusión con Alexandra.
Tengo varios clubes en el país y fuera de él. Son la excusa perfecta para esconder mis fechorías y vender la mercancía. A Alexandra la conocí hace muchos años y luego decidí casarme con ella por negocios. Con el tiempo he sabido mantenerla al margen de todo esto y evito que sepa lo que hago. A pesar de todo sigue siendo un blanco fácil para mis enemigos, sobre todo para aquellos que piensan que me desvivo por ella.
Salgo del local y me dirijo a la casa. De seguro Alexandra está molesta por la discusión de hace rato, así que no le cae nada mal una sesión de sexo para contentarla.
Fin del Flashback
Los días transcurrieron y me mantuve ocupado con unos inconvenientes que sucedieron hace días, en uno de los locales. Finalmente, hoy me toca reunirme con el Jeque Ismael, quién es uno de mis más grandes compradores, así que le pedí vernos en The Dark porque es el local V.I.P., y por ende las chicas son las más guapas. Quiero tenerlo contento y distraído con las chicas para poder venderle a un precio más alto.
Efectivamente como lo había previsto, se encuentra tan distraído en el espectáculo que se está llevando a cabo en el escenario que ni siquiera cae en cuenta de la cantidad que está firmando por lo que voy a venderle. Me siento completamente satisfecho, así que mando a traer la mejor botella para celebrar.
Pasadas las horas, él decide irse con dos mujeres que mandé a traer para que pasara la noche. Pero cuando estoy por darle fin a mi noche, escucho por los parlantes que hay una chica nueva; esto me causa un poco de intriga porque no recuerdo que Vigo me informara sobre el asunto.
Decido ver de quién se trata y observar si está apta para este local. Porque, aunque parezca simple, aquí contamos con el mejor personal. Cosa que no ocurre tanto en los otros locales que son más rurales.
Veo una figura salir entre la oscuridad, aunque no diviso bien su cuerpo. Cuando finalmente se posiciona en el centro del escenario me quedo completamente estático. A pesar de que no expone su cuerpo como las demás chicas, se ve completamente sexy. Sus movimientos son perfectos, tanto que mi polla se pone dura de solo contemplarla tocarse mientras menea sus caderas. ¡Joder! ¿Qué me pasa?
Lo que más me cabrea es que no logro ver su rostro, ¿quién es esa joven tan hermosa? Debo averiguar todo de ella. Pero qué carajos estoy pensando. Tengo esposa que, si bien no soy un santo, no significa que la vaya engañando como quiera. De hecho, desde que estamos juntos no he tenido esa necesidad, porque ella cumple con su papel y lo hace muy bien. Llevo años adiestrándola a mi manera, así que ya está entrenada con lo que me gusta. Sin embargo, nunca me había excitado con un simple baile insignificante, hasta ahora.
Su cabello queda expuesto a la luz y por lo menos me doy cuenta de que es rubia. Además, la lencería que lleva puesta debajo de ese traje se le debe ver más exquisita sin eso encima. ¡Mierda! ¡Me siento como un puberto!
Estoy completamente embobado observando cada movimiento que hace, pero no esperaba que ella se quitara el traje semi transparente delante de todos esos asquerosos y expusiera su cuerpo sin ningún tipo de pudor. ¡Jo-der! Ahora sí creo que arderá el infierno. Mi polla va a explotar debajo de mi pantalón al detallar cada centímetro de su cuerpo. Esta imagen jamás saldrá de mi cabeza...
Se gira y ve hacia mi lugar dejándome impactado. Sus labios rojos son sensuales y se ajustan a toda ella. Es simplemente perfecta. Demasiado hermosa para que otros hombres la admiren, debo hacer algo para que solo baile para mí. No quiero que alguien más disfrute de su espectáculo. Cuando se pierde de mi vista, reaccionó y bajo rápidamente para alcanzarla detrás del escenario.
Llego y apresuro el paso cuando conversa con unas chicas. Sonríe y mi corazón comienza a acelerarse rápidamente. Pero, ¿qué me pasa? La veo caminar hacia el pasillo del camerino y me apresuro a expresar unas palabras antes de que ella se marche y la pierda de vista.
-Felicidades, The angel. Tu acto fue el mejor de esta noche... -al escucharme, detiene su paso y gira a verme. Por su reacción es más que claro que la he sorprendido, de seguro no esperaba escuchar estas palabras de mí.
-Muchas gracias -hace un gesto con la cabeza y me dedica una media sonrisa.
¡Carajo! Cálmate Dmitry, debes controlarte. Eres el Dios de la oscuridad no puedes actuar de esta forma por una simple niña. Es un ángel que de seguro no querrá perderse en tu infierno.
Borro rápidamente la loca idea que tuve al venir hasta aquí y le pasó por un lado dejándola sola allí e imagino que completamente confundida. ¡Soy un cobarde de mierda!
*********
Kira Petrova
No puedo creer lo que acaba de ocurrir. El Adonis vino a felicitarme y se fue dejándome plantada como una tonta. Comienzo a mirar en diferentes direcciones para ver si lo visualizo por algún lado, pero no obtengo ningún resultado. En cambio, a la que veo es a Yelena venir en mi dirección.
-Kira, ¿pasó algo?
-No -niego con la cabeza.
-Nos dejaste caminando sola y cuando llegamos al camerino no te vimos detrás de nosotras.
-Es que me acaba de ocurrir algo muy extraño.
-¿Qué? No me digas que un cliente se propasó contigo. Porque sí es así hay que hablar con Vigo de una vez.
-¡No! Nada de eso. Es que...
-¡Kira! Aquí estás. Te estábamos buscando... -irrumpe Agata.
-Estaba por contarme por qué se encuentra aquí -responde Yelena.
-¿Entonces?
-Le decía a Yelena que me ocurrió algo muy extraño, un hombre vino a felicitarme por mi acto y luego se fue sin más. No entendí muy bien su reacción.
-¡Vaya! Sí que es extraño.
-Eso mismo pienso, por eso me quedé parada aquí. Su reacción me dejó confundida.
-No, no lo digo por eso. Es que esta es una zona reservada, nadie que no esté autorizado puede ingresar a esta parte del local. Al menos que seamos nosotras, Vigo y los demás chicos que trabajan aquí.
-Pues el hombre que vino no es ninguno de los chicos que me presentaron cuando llegué. Así que debe ser un cliente porque también lo vi en la parte de arriba del reservado, cuando estaba en el escenario presentando mi acto.
-Es muy extraño, hay que hablar con Vigo para que averigüe quién fue. Eso no está permitido, pone en riesgo nuestra seguridad.
-Cierto. -asegura Agata-. Pero cuéntanos, ¿cómo es ese hombre?
-Es... es... -ambas me observan con intriga mientras trato de describir a mi Adonis-. La verdad, chicas es que está buenísimo -Ambas ponen cara de asombro-. ¿Qué? No miento, es la verdad.
Nos reímos y de pronto escucho a Agata proferir:
-Entonces no hay que poner ninguna queja con Vigo. Así te lo encuentras más seguido -ríe.
-Ojalá que me lo encuentre más seguido, pero que no me deje así como hoy porque no vale la pena.
-¡Kira! ¡Por Dios, niña! Dónde está mi amiga la introvertida -expresa Yelena riendo.
-Aquí está, es solo que ese hombre me pone a mil. Nunca me había pasado algo como esto, chicas.
-¿Lo habías visto en otro momento? -inquiere Agata asombrada.
-Sí, cuando vine por primera vez. Me dejó completamente asombrada por su porte y belleza. Claro, a simple vista noté que es un hombre mucho mayor que yo...
-¿Y? Eso no es impedimento -comenta Yelena.
-Lo sé, lo sé, es solo que no sé si yo causo el mismo efecto en él...
-¡Por supuesto que sí! No lo dudes -asegura Agata.
-¿Por qué estás tan segura de eso? -pregunto.
-Porque de lo contrario no se hubiera tomado el atrevimiento de invadir nuestro espacio privado y de arriesgarse a que uno de los chicos lo sacara a patadas.
-Es cierto. Incluso vino a hacerte saber que le había gustado tu acto. Es decir, entre tantas chicas que habemos aquí casualmente se acercó a hablarte a ti.
¿Será cierto lo que me dicen?, pienso.
-¡Anímate! Vamos a la academia y veremos qué pasa después con tu hombre misterioso.
Asiento.
Llegamos al camerino y me cambio de ropa. Ato mi cabello en una coleta alta y camino hacia la salida, pero antes de poder marcharme, Vigo, el encargado del local, se acerca a mí y expresa:
-Kira, ¿puedes venir un momento a mi oficina por favor?
-Sí, claro.
-¿Y ahora qué? -susurra Yelena.
-Te esperamos afuera, Kira. -añade Agata.
Asiento y comienzo a andar hacia la oficina de Vigo. Al llegar, él me pide que tome siento al igual que él lo hace.
-Kira, primero déjame felicitarte por tu acto. Estuvo maravilloso. Realmente me dejaste sorprendido, no esperé que fueras a actuar de forma natural.
-Muchas gracias -respondo.
-No miento. Muy bien continuo con lo que te estaba comentando. Gracias a ti las ganancias se duplicaron y obtuviste una excelente propina. Tanto así que un cliente pidió tu exclusividad y me gustaría saber tu opinión.
-¿Cómo?
-Sí, está dispuesto a pagar cualquier cantidad de dinero solo para que bailes para él. Y será en el mejor reservado del club. No quiere que otros hombres te admiren, así que está deseoso de tenerte únicamente para él.
¡No puedo creerlo! ¿Estaré escuchando bien? ¿Quién será ese hombre? ¿Y si no vuelvo a ver a mi Adonis por culpa de ese sujeto? No puedo aceptar, la única posibilidad de encontrarnos en este lugar es si bailó en el escenario.
-Yo... yo... Lo siento, pero no creo poder aceptar...
-¿Es broma? ¿Por qué? Te estoy ofreciendo la oportunidad que cualquier otra chica está dispuesta a aceptar, ¿y tú la rechazas?
¡Carajo! Estoy dividida en un gran dilema.
-¿Puedo al menos pensarlo? -inquiero.
-Me parece justo. Aunque debes recordar por qué estás aquí. Me pediste confidencialidad por el tema de tu madre y lo estoy haciendo. Podrás actuar como The angel en todo momento, no me opondré. Piénsalo bien, es una gran oportunidad. Lo mejor de todo es que el precio lo pones tú.
Es una gran oportunidad no puedo negarlo, aunque todavía no estoy segura de aceptar.
-Gracias por la oferta, lo pensaré y luego te daré una respuesta.
-Okey, está bien.
-¿Puedo retirarme?
-Sí, estaré esperando tu respuesta. Es un cliente muy exigente y poderoso, está muy ansioso.
Asiento y me levanto de la silla.
-¡Ah! Antes de que se me olvide. Toma -me da un sobre grueso y lo reviso para encontrar una suma muy grande de dinero.
-¿Y esto?
-Es la propina del hombre que te acabo de mencionar. Como te dije, es muy poderoso y lo impresionaste bastante.
-Es mucho dinero...
-Créeme, esto no es nada para él, así que no te preocupes. Tómalo, lo dejó exclusivamente para ti.
-Está bien, gracias Vigo.
Salgo con el corazón palpitándome rápidamente. Guardo el dinero en mi mochila y me apresuro a caminar a la salida. Todo esto me tiene confundida. ¿Quién será ese hombre? ¿Por qué está tan desesperado por obtener mi exclusividad? ¿Tanto así le gustó mi acto? Llego al exterior y aspiro el aroma frío de la noche. Veo a un lado de la acera a las chicas y camino hacia ellas. Debo pensar en frío lo que quiero hacer, está oportunidad es buena para pagar por completo mis estudios.
*********
Dmitry Sokolov.
¡Joder! Soy un estúpido de mierda que no fue capaz de proferir palabra alguna al tener a ese hermoso ángel frente a mí. Aunque no pude ver su rostro completamente, de algo estoy seguro y es que, es hermosa tal y como es.
Camino rápidamente a mi oficina y al llegar me sirvo un trago. Lo necesito para bajar la adrenalina que recorre mi cuerpo en estos momentos. Me asomo por el ventanal de mi oficina y contemplo a todos los hombres entretenidos con diferentes mujeres; aunque en mi cabeza solo aparece la imagen de The angel una y mil veces. ¡Carajo!
Llamo a Vigo por teléfono y este me contesta al tercer tono.
-Dmitry, ¿qué necesitas?
-¡Te quiero en mi oficina ya!
-Joder, hombre qué temperamento el tuyo. Voy en camino.
Cuelgo la llamada y me quedo esperándolo. En menos de 5 minutos la puerta es abierta y veo su rostro asomarse con cautela.
-¿Para qué soy bueno?
-Termina de pasar o te romperé la cabeza.
El muy imbécil se carcajea y lo escucho decir:
-Con tu temperamento me da hasta miedo pasar, prefiero quedarme en dónde estoy.
-¡Mueve tu jodido trasero y siéntate!
-Hombre, pues dicho de esta forma... -pasa y toma asiento en el lugar más alejado de mí.
-Quiero a una de tus chicas. -profiero sin más.
Su sonrisa se borra de inmediato y se transforma en una cara de asombro difícil de descifrar.
-¿Tú, el gran Dmitry Sokolov tiene este temperamento de mierda por una mujer? -El estruendo de su risa se escucha por todo el lugar y mi rostro cambia totalmente. ¡Voy a matarlo! Aprieto fuerte el vaso que tengo en la mano hasta romperlo.
Vigo al ver mi expresión deja de reírse y añade:
-Relájate, hombre. Solo bromeaba. Te conozco desde que éramos niños y nunca te había visto así. Es lógico que tenga está reacción.
-Si te escucho reír de nuevo voy a pasar este vidrio por tu garganta y no me importará que seas mi mejor amigo.
Ríe. Y al darse cuenta de que no bromeo pone expresión sería.
-Está bien, señor seriedad y voy matando a todo el mundo, ya entendí. Aunque debes admitir que si fuera yo el que está en tu posición harías lo mismo.
Creo que mi ceño fruncido es más que claro para darse cuenta de que no estoy de bromas.
-Solo dime qué puedes lograrlo y te dejo tranquilo.
-¿Lograr qué?
-Dejar a la chica para mí. No quiero que ningún hombre de este lugar la vea bailar de nuevo. La quiero únicamente para mí.
-Mi querido amigo, déjame decirte que eso no depende de mí sino de que la chica esté de acuerdo. Recuerda que estipulamos dejar esa opción con libre albedrío. Si ella acepta hacerlo, no es de mi incumbencia.
-Entonces esfuérzate en hacerlo posible. Todas estas chicas se mueven por dinero, ofrécele una suma incontable o que pida lo que quiera, estoy dispuesto a dársela con tal de no verla bailar de nuevo en ese escenario.
-Dmitry, no todas se manejan de la misma forma.
-Todas tienen un precio, no hay una que se resista.
-No me refiero a eso. Tengo chicas que lo hacen porque efectivamente necesitan el dinero, pero no para lo que crees. Te quedarías loco si al menos conocieras a algunas de ellas.
-Lo mío no es ir fraternizando con la gente. A ti te soporto porque eres mi único amigo. Con el resto solo actuó o voy a lo que es, hacer negocios o matarlos. De lo contrario no me interesa. Por eso tú estás a cargo de este tipo de negocios y yo del otro; a ti se te da mejor entablar conversaciones y a mí las negociaciones.
Bufa, exasperado.
-Muy bien, señor negociador, haré lo mejor que pueda. Ahora dime, ¿quién es la chica?
Me quedo observándolo por unos momentos antes de proferir:
-The angel.
Su rostro vuelve a transformarse y se torna de un color rojo.
-¡Mierda! -exclama golpeando el posabrazos del asiento.
-¿Qué?
-No podré hacer nada por ti.
-¿Por qué? -inquiero molesto.
-Esa chica es un imposible para ti. De hecho, hasta su propia identidad es secreta para los demás. Excepto para mí que sí sé quién es.
¡Esto debe ser una jodida mierda! ¿Cómo qué él es el único que sabe su identidad? ¿Acaso él y ella?... Esto sí será un caos...
-¿Tienes algo con ella? -pregunto rápidamente.
-¿Qué? ¡No! Nada de eso, ¿acaso me ves cara de pedófilo o algo así?
-¿Metiste a una menor de edad a este local?
-¡No! ¡Estás paranoico! Nunca haría eso, es solo que apenas es una jovencita y a mí me gustan las mujeres cercanas a mi edad. Además, está comenzando a vivir y lo mío son las experimentadas. Tú no puedes dañar su mundo de fantasía y querer que conozca el infierno solo porque se te antoja. Mejor ve y dile a tu mujer que te baile en un tubo.
¿Qué mierda acaba de manifestar?
-Definitivamente, hoy vas a morir si sigues actuando de esta forma.
-Es la verdad, Dmitry. Te guste o no, no eres el hombre adecuado para ella. ¿Debo recordarte quién eres? ¿O llamar a tu esposa para que te dé lo que tanto necesitas?
-Eres un puto de mierda, Vigo. Sé muy bien que estoy casado, pero es que esa niña me tiene desequilibrado. Tú mismo lo has dicho, nunca me había comportado de esta forma con nadie -tuve que sinceramente porque de lo contrario no querrá ayudarme.
-Lo sé, lo sé. Igual si hablo con ella no creo que acceda.
-¿Por qué lo dices?
Suelta un suspiro y comenta:
-Porque me hizo firmar un acuerdo de confidencialidad, nadie puede saber su verdadera identidad. Está en este lugar porque no le quedó remedio, no por gusto.
Okey, eso sí no lo esperé venir. ¿Cómo qué nadie puede saber su identidad? Ahora me intriga conocer su verdadera historia.
-Además -continúa-, es una chica muy reservada. Estimo que no ha tenido ni siquiera un novio.
¡Maldición! Esto no puede ser posible.
-¿Lo crees?
-Sí, a simple vista se ve. Es una niña muy madura, pero es inocente en todo sentido. Debiste verla la primera vez que llegó a este lugar. Aunque, hoy me dejó asombrado. Actuó como toda una mujer, a lo mejor es que ya tiene novio y pues ya sabes...
Nada más imaginar lo que él dice pone mis nervios de punta. ¡No quiero que ningún hombre se le acerque!
-Entonces mueve tus fichas para que acepte. Conoces parte de su vida úsalo a tu favor y haz que acceda. No voy a tocarla, solo quiero admirarla bailar para mí.
-Sí, claro. No te conoceré yo como para saber tus verdaderas intenciones. Te lo advierto Dmitry si le haces algo yo mismo te cortaré la cabeza.
No entiendo por qué actúa de esta forma, ni que tuviera algún tipo de parentesco con ella.
-Tus palabras no son nada y lo sabes. Además, te estás tomando atribuciones que no deberías.
-Es que siento que la conozco de hace tiempo; es como si tuviera una conexión fuerte, difícil de explicar...
Lo miro extrañado, pero no le doy tanta vuelta al asunto.
-Está bien. Solo habla con ella y me informas. Has de cuenta que le estás haciendo un favor. ¿Qué prefieres, que sea yo quien la observe u otros hombres?
Se queda pensando en mi pregunta y finalmente responde:
-Ninguno de los dos. Tú eres el mismísimo diablo en persona y los demás son solo matones con ganas de devorar a chicas como ella. Sin embargo, si tuviera que elegir en una situación difícil, creo que te escogería a ti.
-¿Lo ves? Entonces si piensas en esto no se te hará tan difícil hacerla aceptar la oferta.
-Prométeme que no la tocarás, Dmitry.
¡Carajo! Se está tomando en serio su papel de protector.
-Lo prometo, no la tocaré. Al menos que ella me busque, eso es totalmente diferente...
-¡Ni lo sueñes! Ella jamás se acercará a ti de esa forma.
-Muy bien, si tú lo dices no veo el problema, así que no tienes de qué preocuparte.
Asiente.
-Me marcho, iré a alcanzarla antes de que se vaya del local.
-Haz tu mejor esfuerzo.
-Siempre lo hago.
Sale de mi oficina y me quedo contemplando de nuevo el lugar. Serás mía mi pequeño ángel y una vez que te tenga en mis brazos jamás querrás que te suelte. Averiguaré quién eres y estarás a mis pies...