La amante del Mafioso
img img La amante del Mafioso img Capítulo 5 5
5
Capítulo 6 6 img
Capítulo 7 7 img
Capítulo 8 8 img
Capítulo 9 9 img
Capítulo 10 10 img
Capítulo 11 11 img
Capítulo 12 12 img
Capítulo 13 13 img
Capítulo 14 14 img
Capítulo 15 15 img
Capítulo 16 16 img
Capítulo 17 17 img
Capítulo 18 18 img
Capítulo 19 19 img
Capítulo 20 20 img
Capítulo 21 21 img
Capítulo 22 22 img
Capítulo 23 23 img
Capítulo 24 24 img
Capítulo 25 25 img
Capítulo 26 26 img
Capítulo 27 27 img
Capítulo 28 28 img
Capítulo 29 29 img
Capítulo 30 30 img
Capítulo 31 31 img
Capítulo 32 32 img
Capítulo 33 33 img
Capítulo 34 34 img
Capítulo 35 35 img
Capítulo 36 36 img
Capítulo 37 37 img
Capítulo 38 38 img
Capítulo 39 39 img
Capítulo 40 40 img
Capítulo 41 41 img
Capítulo 42 42 img
Capítulo 43 43 img
Capítulo 44 44 img
Capítulo 45 45 img
img
  /  1
img

Capítulo 5 5

Kira Petrova

-Uno, dos, tres, cuatro... -el profesor nos dirige al ritmo de la melodía que suena de fondo.

Haremos un acto sobre el cisne negro y todas las chicas audicionaremos para el papel principal. Estoy emocionada porque siento que esta puede ser mi oportunidad de demostrar de lo que estoy hecha.

-Kira, la espalda recta al hacer el Plié.

Acomodo mi posición y hago el movimiento de nuevo. El profesor asiente al verme y pasa por mi lado sin decir nada más.

Suelto el aire que tenía contenido y me relajo un poco más. Cada vez que el señor Garrett se queda mirando mis movimientos comienzo a sentirme nerviosa y suelo equivocarme. Pienso que lo estoy haciendo mal o que va a regalarme, aunque las chicas me han comentado que es mejor que él se fije en mí porque eso significa que lo estoy haciendo bien. Algunas de las que tienen tiempo mencionan que ni las mira o reprende y por eso se esfuerzan el doble en hacer las cosas bien.

Este mundo tiene mucha competencia, además de que es algo que tienes que buscar sobresalir para no ser un más del montón. Por eso, trato siempre de esforzarme más que las demás y ensayar en mis tiempos libres. Estar preparada para toda ocasión es símbolo de que luchas por ser grande en esta vida.

Terminamos la clase y cuando estoy por llegar a mi habitación recibo una llamada.

Veo la pantalla del teléfono y es un número desconocido, qué extraño, pienso. Descuelgo la llamada y respondo:

-¿Hola?

-Kira, ¿eres tú? -trato de reconocer la voz del hombre, pero no encuentro coincidencia.

-Sí, ¿quién habla? -inquiero.

-Soy Vigo, ¿qué tal estás?

-¡Ah! Hola, Vigo, ¿qué tal estás? Estoy bien, gracias por preguntar.

-Me alegra, yo igual estoy bien. Disculpa que te moleste a esta hora, sé que debes estar ocupada.

-No te preocupes, recién acabo de desocuparme. De hecho, ya estoy llegando a mi habitación.

-¡Magnífico!

-¿UH?

-Sí, es que quiero conversar contigo y te quiero preguntar si puedes acercarte a un restaurante, te invito a comer y aprovechamos de conversar. ¿Te parece?

Es muy extraño que Vigo me pida conversar, y más aún invitarme a comer. Es decir, es muy guapo y toda la cosa, pero no lo veo como para ir más allá. Rondo por un momento la idea en mi cabeza y finalmente accedo a verlo porque estoy segura de que de lo que quiere hablar es de trabajo.

-Me parece bien, envíame la dirección y salgo para allá.

-Perfecto, ya te la envío.

-Vigo -comento antes de colgar.

-¿Sí?

-¿Cómo conseguiste mi número?

-Me lo dio Yelena, se lo pedí hace un rato y me lo facilitó, ¿hay algo malo en ello?

-No, no, es solo que no tenía tu número registrado y no recuerdo habértelo dado.

-¡Ah! -ríe.

-No te preocupes, no pasa nada. Ya registro tu número.

-Perfecto. Entonces nos vemos dentro de poco.

-Okey.

Cuelgo la llamada y me quito la ropa para darme una ducha rápida. No iré a encontrarme con Vigo teniendo este aspecto.

Minutos después estoy lista y de camino a la dirección que me envió Vigo.

Al llegar al lugar, le pago al taxista y me bajo del auto.

Cuando llego a la recepción del lugar, veo a una chica de cabello rojo con una gran sonrisa en el rostro.

-Buenas, bienvenida. ¿Tiene reservación?

-Sí.

-¿A nombre de quién está la reserva?

-El señor Vigo Novikov.

-¡Ah! Sí, venga conmigo. El señor Novikov la espera.

-Muchas gracias. -la sigo y a medida que ingresamos al local visualizo la fachada y a las personas que se encuentran aquí.

Es un sitio muy bonito, menos mal decidí cambiarme de ropa porque de lo contrario estaría fuera de lugar.

-Señor Novikov, la señorita Petrova ha llegado.

Se hace a un lado y me encuentro a Vigo sonriéndome.

-¡Kira, me alegra verte!

Hago un movimiento con la cabeza y le sonrió tímidamente.

-Hola, Vigo. Gracias por la invitación.

Se levanta y mueve la silla como todo un caballero para que tome asiento.

-Gracias.

-Gracias a ti por aceptar -sonríe.

Un camarero se acerca a nosotros y ordenamos la comida.

-Bueno, Kira y cuéntame, ¿qué tal las clases?

-Eh, bien... -sonrío.

-No seas tan tímida. Respira y actúa natural, no tengo malas intenciones.

Creo que leyó mis pensamientos porque justo estaba preguntándome el motivo de esta comida.

-Está bien...

-Te cité porque quiero preguntarte si has pensado la propuesta que te hice la otra noche. El cliente ha estado muy ansioso por tu respuesta y me llama todos los días para saber si te verá en el club este fin de semana.

Así que es por eso que me citó, qué tonta soy. De seguro Vigo tiene esposa e hijos y yo imaginando estupideces. Suelto el aire que tengo retenido desde que salí de la academia.

-Oh... Bueno, en realidad no he tenido tiempo de pensar en eso. Hemos estado bastante ocupadas con una audición que se aproxima y paso la mayor parte del tiempo en clases o prácticas.

-¿De verdad? ¿De qué trata?

-El cisne negro. Quiero audicionar por el papel principal.

-Maravilloso, estoy seguro de que obtendrás el papel. No me cabe la menor duda, tienes mucho talento.

Me sonrojo ante su comentario.

-Con permiso. -El camarero coloca la comida frente a nosotros y se marcha deseándonos buen apetito.

-Buen provecho -comenta Vigo.

-Gracias, igual para ti.

Cada uno comienza a llevar bocados de comida a su boca y de pronto lo escucho decir:

-Por favor, trata de pensar en la propuesta. Quedé de darle una respuesta hoy en la noche y la verdad es que ha sido bastante insistente en el asunto.

-Entiendo... -pienso en lo que dice mientras estoy comiendo y una duda ronda mi cabeza.

No entiendo tanta la insistencia de ese sujeto, me da hasta mala espina todo el asunto. ¿Y si es un secuestrador o un morboso que desea tocarme o propasarse conmigo cuando estemos a solas? No puedo dejar que eso suceda. Prefiero negarme antes de verme expuesta a una situación parecida.

-No voy a aceptar la propuesta, Vigo.

Por poco se atraganta con la comida. Toma agua rápidamente y cambia su expresión.

-¡¿Qué?! ¿Por qué? Piénsalo bien, tranquila. No te seguiré presionando. Recuerda lo que te dije, es la oportunidad de tu vida. Así podrás costear muchas cosas que te hacen falta.

-No hay nada más que pensar. Esta es mi decisión, no bailaré para ese señor. Prefiero hacerlo en el escenario donde nadie se me acerca y tampoco quedo expuesta a un peligro.

-Pero...

-Ya lo decidí, Vigo. Espero que respetes mi decisión y no insistas, por favor...

Lo veo dudar un poco, y finalmente suelta un suspiro.

-De acuerdo, no diré nada más. Le daré tu respuesta y tema zanjado. Sigamos disfrutando de esta rica comida.

Asiento y cambiamos de tema. Pedimos el postre y hablamos un poco de otras cosas, más que todo de mi vida.

Pasados varios minutos, Vigo paga la cuenta y damos por finalizado este encuentro. Nos levantamos del asiento y de pronto él pregunta:

-¿Te acerco hasta la academia?

-Oh, no, no hace falta. Puedo tomar un taxi aquí mismo.

-No es ningún problema para mí, prefiero asegurarme de que llegues con bien.

Cuando estoy por responder escuchamos una voz femenina a nuestro lado:

-¡Vigo! ¡Qué alegría verte! -giro a verla y me doy cuenta de que es una mujer realmente hermosa. Le dedica una sonrisa a Vigo y este se acerca a saludarla.

-¡Hola, Alexandra! -la abraza.

-¿Ella es tu novia? Que mal educada soy, disculpa. Soy Alexandra, amiga de Vigo -se apresura a abrazarme. Me toma por sorpresa su reacción y solo logro proferir:

-Hola...

-Es muy hermosa, Vigo. Le diré a Dmitry que tienes novia, él está aquí conmigo, voy a buscarlo.

-¡No! -Vigo exclama rápidamente, pero ya la tal Alexandra se había retirado a buscar al tal Dmitry.

-Es mejor que nos retiremos -comenta Vigo.

Asiento. Giramos para caminar hasta la entrada y volvemos a escuchar la misma voz.

-¡Vigo!

Me doy la vuelta y me quedó totalmente sorprendida.

-El Adonis... -susurro.

-Lo ves, amor te lo dije.

No puedo creer que él esté justo en el mismo lugar que yo. Un momento, acaso dijo, ¿amor? ¿Ella es la...?

Él se queda observándome detenidamente sin cambiar la expresión sombría y seria de su rostro.

-Dmitry... -saluda Vigo.

-Vigo.

-Él es mi esposo, Dmitry. ¿Tú eres?

¿Esposo? ¡Mierda! Debo salir de aquí. Mi corazón late aceleradamente y siento que voy a desmayarme. ¡Esto debe ser una estúpida broma! El Adonis es un hombre casado y yo imaginando mil cosas que podríamos hacer...

-Yo... yo... -¡joder! ¿Qué digo? - Debo irme. Gracias por todo Vigo.

Salgo de allí apresuradamente y sin mirar atrás. No debí haber venido a este restaurante.

*************

Dmitry Sokolov

Desde que vi a The angel en el local no he parado de pensar en ella. Me cabrea el hecho de que Vigo no logrará que accediera a mi propuesta, pero sé que tarde o temprano estará a mi completa disposición.

He tratado de sacarle alguna información a Vigo sobre ella y no ha soltado ni una sola palabra. Todos estos días lo he llamado para preguntarle si no le ha dado alguna respuesta y lo que hace es desviar el tema. Estoy seguro de que no ha tenido el más mínimo interés en presionarla para que piense un poco más los beneficios que obtendrá el bailar para mí, así que debo moverme por mi cuenta.

Estos días no he podido ni concentrarme como de costumbre. Me inquieta mucho el hecho de que no tengo el control sobre ella y tampoco sé su verdadero nombre para indagar en su vida privada. Vigo mencionó a un posible novio y, de solo rondar esa idea en mi cabeza, me pongo de mal humor.

No puedo seguir en esta situación, tengo un imperio muy grande por gobernar y no puedo cometer ningún fallo porque al primer tropiezo todos se creerán con el derecho de pasar por encima de mí o peor aún, de quitarme lo que me pertenece.

-¿Señor? -Mijaíl interrumpe mis pensamientos.

Volteó a verlo y espero que continúe.

-Todos los cargamentos están listos, pero tenemos una petición de parte del señor Nikolay.

-¿Cuál?

-Quiere saber si podemos incluir en el cargamento a algunas de sus chicas porque a él le tienen el ojo puesto y necesita que esas mujeres lleguen a París para una subasta muy importante.

-Eso no debe importarme, que busque la forma de hacerlas llegar al país. No es mi problema, bastante tengo yo con ocultar mi mierda para que ahora se me sume una adicional.

-Señor, disculpe que lo contradiga. Nikolay nos ayudó con algo parecido cuando tenía a la agente encima de usted. Él no dudó en ayudarlo, así que usted debería hacer lo mismo. No le conviene tenerlo en su contra. -¡Carajo!

Sé que es cierto lo que dice, lo que no quiero es salir perjudicado en todo esto. Me quedó pensando un poco el asunto y finalmente profiero:

-Está bien, dile que lo ayudaremos, pero que no se le vuelva costumbre. No quiero tener que limpiar su mierda más adelante.

-Sí, señor.

-¿Algo más?

-Su esposa.

-¿Qué pasa con ella?

-Recuerde que hoy almorzarán juntos.

¡Joder! Es cierto, realmente no me acordaba y en estas cosas no puedo fallarle. Se pone histérica cuando la dejo plantada.

Asiento y le hago un gesto para que se retire.

Antes de salir, decido hacer una llamada y al cuarto tono responde:

-¿Qué quieres?

-Ya sabes lo que quiero.

-Te lo dije, aún no me da respuesta.

-Presiónala.

-No haré eso, ella decidirá lo que quiere y listo.

Tocó el puente de mi nariz con los dedos y suelto un suspiro.

-Vigo -sentencio-. No me provoques. Soy capaz de sacarte información de ella torturándote.

-No me asusta, sabes muy bien que aguanto cualquier tipo de tortura.

Es cierto, más de una vez lo han secuestrado para sacarle información de mí y en ningún momento ha soltado la sopa. Una vez lo encontré casi muerto y aun así fue incapaz de traicionarme. Él sí cumple sus palabras.

-Bien... Entonces, si no lo haces, la secuestraré a ella y la venderé al mejor postor.

Ríe detrás de la línea.

-No lo harás. Estás tan loco por ella que de seguro la secuestras para tenerla para ti. Estoy seguro de que no quieres siquiera qué vea la luz del sol porque temes que otros hombres volteen a mirarla.

¡Mierda! Aprieto mis puños y siento la vena de mi frente abultada.

-¡Ya basta! -golpeo el escritorio.

-¿Lo ves? No tienes con qué chantajearme. Así que ahórrate tus estupideces para otros blandos que sí son capaces de temer a este tipo de amenazas porque conmigo no lo lograrás. Y no vuelvas a llamarme para decirme estás tonterías, más bien deberías rogarme porque me tome parte de mi ocupado tiempo para convencerla.

Bufo exasperado porque sé que tiene razón.

-De acuerdo. No lo volveré a hacer, pero sí busca la forma de hablar con ella y de que acepte.

-Haré lo que pueda. Hablamos después, estoy ocupado.

Cuelga la llamada y me quedo observando el teléfono por un momento. Lo cabreé y de seguro lo que menos quiere es que vuelva a llamarlo. Lo dejaré tranquilo por unas horas, mañana vuelvo a insistir, ahora debo irme antes de que Alexandra se moleste y comience a explotar mi teléfono.

Llegó a casa y encuentro a mi esposa muy arreglada. Se ve completamente hermosa, aunque no tanto como mi ángel. ¡Carajo! Ahora hasta la comparo con ella. Camina hacia mí para recibirme con los brazos abiertos.

-Cariño, qué bueno que llegaste. Pensé que te olvidarías de nuestra cita.

-No lo haría jamás -sonrío. Si supiera que Mijaíl es el que está pendiente de recordarme de estas cosas insignificantes no estaría tan emocionada.

-Bueno deberíamos irnos porque de lo contrario perderemos la reserva -comenta ella tomándome del brazo.

Salimos de la casa y llegamos al restaurante. Tomaron nuestra orden y hablamos de cosas triviales durante la comida. Alexandra es de esas mujeres que vivieron rodeada de todos los lujos posibles. Sus padres eran adinerados así que está acostumbrada a todo tipo de lujos. Lo malo es que si fueran dejado la fortuna en sus manos ya estaría en la quiebra. Su hermano Alexey se hizo cargo de sus bienes y le dejó la mitad del dinero a ella, el cual administro yo de forma moderada. Alexey es un gran tipo, hace buenos negocios y su familia es reconocida en el país. Esta fue una de las razones por la cual me casé con ella.

En ese tiempo necesitaba tener una fachada para que dejaran de molestarme y está fue la mejor opción. Hasta los momentos no me he arrepentido de esta decisión porque ha actuado en mi beneficio. Puedo usar el nombre de su empresa para hacer otros negocios implícitos sin ser descubierto.

-Voy al baño -comenta ella.

-Okey, está bien. Te espero afuera.

Cuando estoy por salir me encuentro en el camino a Jonathan, el cual se acerca a saludarme.

-Dmitry, tiempo sin verte.

-Lo mismo digo, Jonathan.

-¿Cómo estás? -inquiere.

-Bien.

-¿Viniste solo?

-Estoy con Alexandra.

-Ah, te iba a pedir quedarte un rato más para conversar de negocios.

-Cariño, pensé que nos veríamos en la salida -llega Alexandra a mi lado.

-Disculpa, cariño me entretuve un momento.

-Ven, quiero mostrarte algo. Me encontré a Vigo y está con una chica rubia muy linda -observa a Jonathan y lo saluda-. ¡Hola! Disculpa, no te había visto. -Él asiente y le sonríe.

-No hay problema -responde.

Pienso en lo que acaba de decir Alexandra y mis sentidos de alarma se encienden. Comienzo a preguntarme quién será esa chica. ¿Acaso Vigo sale con alguien y me lo oculta? ¿Será que es The angel quien está con él? Debo ir a averiguarlo por mí mismo.

-Jonathan, hablamos después.

-No hay problema, entiendo. Alexandra fue un placer verte. Igual a ti, Dmitry.

Asiento y camino junto a Alexandra hacia donde se encuentra Vigo.

-Cariño, yo creo que la chica con la que está es su novia. Lo vi muy sonriente con ella y acaramelados.

¡Joder!

Llegamos y los veo a punto de irse. Alexandra los llama y giran a vernos. Cuando visualizo a la chica rubia me quedo completamente hipnotizado. Es una joven muy hermosa, aunque su rostro no se me hace parecido. Nunca había visto a Vigo con esta chica, quién será.

Detallo cada aspecto de su cuerpo y mi amigo comienza a endurecerse. ¡Ca-ra-jo! Pero, ¿qué mierda me pasa? Trato de escuchar su nombre cuando Alexandra le pregunta y ella se queda sin palabras. Cuando logra gesticular una palabra me pierdo escuchándola. Su voz es como una melodía angelical. Esa voz..., pienso.

La veo dirigirse a la salida y Vigo va detrás de ella. De seguro es su novia y yo estoy aquí imaginándola chupando mi polla. Es la segunda vez que reacciono de esta forma con una joven. No entiendo lo que pasa conmigo, necesito sexo urgente.

-Qué extraño fue todo, ¿no lo crees, cariño?

-Vámonos -ordeno.

Ella asiente y nos dirigimos a casa. Tener sexo con Alexandra hará que me calme un poco, estoy seguro de ello.

                         

COPYRIGHT(©) 2022