![UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD PARA AMAR[Novela corta]](https://cos-spres.cdreader.com/site-375(new)/0/15663/coverbig.jpg?v=f70a28079055eb5972dbe60603099db6)
Asa narrando:
Hace 2 meses...
Hoy era el día. El último día. Aún no podía creer que finalmente estaba dejando la fisioterapia atrás. Después de meses de esfuerzo, dolor y superación, estaba a punto de dar un gran paso hacia mi nueva vida.
Luke estaba allí, como siempre, a mi lado. Esa amplia sonrisa, que aprendí a reconocer como su símbolo de ánimo, estaba un poco apagada hoy. Lo observaba mientras organizaba unos papeles, la expresión en su rostro mezclando alegría y una pizca de tristeza. Siempre fue más que un fisioterapeuta para mí; se convirtió en un amigo, un aliado en mi camino.
- ¿Lista para la última sesión? - preguntó, intentando ocultar la emoción en su voz.
- Lista, creo. - Respondí, intentando sonreír, pero sintiendo un latido nervioso en el pecho.
La sesión comenzó como todas las otras, con ejercicios que ya conocía de memoria. Pero había algo diferente en el aire. La atmósfera estaba cargada de significados no dichos. Cada movimiento que hacía, cada estiramiento que realizaba, era un recordatorio de todo lo que había logrado.
Cuando terminamos, Luke me miró a los ojos, como si intentara descifrar algo.
- Te fue increíble hoy, Asa. Estoy tan orgulloso de ti. - Sonrió, pero aún había esa sombra en su mirada.
- Gracias, Luke. No lo habría logrado sin ti. - Mi voz salió baja, pero llena de gratitud.
Él dudó por un momento, como si estuviera sopesando sus palabras.
- Realmente disfruté mucho este tiempo que pasamos juntos. Aprendí mucho de ti. - Hizo una pausa y luego respiró hondo. - ¿Te gustaría salir conmigo algún día de estos? ¿Para celebrar tu recuperación?
Sentí que mi corazón se aceleraba. La idea de salir con Luke era tanto emocionante como aterradora. Nuestra relación siempre había sido profesional, pero había un hilo invisible que nos unía, algo que iba más allá de la fisioterapia.
- Yo... no sé. - La inseguridad se apoderó de mí. - Es solo que... no quiero que eso cambie las cosas entre nosotros.
- No tiene que ser algo complicado. Solo dos amigos celebrando un logro. - Sonrió, pero la tristeza aún estaba allí, como un eco persistente.
Finalmente, después de un momento de reflexión, sentí una ola de valentía.
- Está bien, acepto. - La respuesta salió más rápido de lo que esperaba, pero había una ligereza en mi decisión.
Luke sonrió, y vi sus ojos brillar. Era como si, en ese instante, la tristeza que lo acompañaba se disipara un poco.
- Entonces, ¿qué tal una cena? Conozco un lugar genial.
- Suena perfecto. - Mi voz estaba más firme ahora, y un calor comenzó a expandirse por mi cuerpo.
[...]
Día siguiente:
El día había sido largo, pero la expectativa de la cena con Luke iluminaba mis pensamientos. Miré al espejo, y la mujer que me miraba era casi irreconocible. El reflejo mostraba una versión de mí que siempre soñé ser, pero que, de alguna manera, siempre había dejado de lado. Hoy, ya no era la chica nerd de ropa holgada y despreocupada. Hoy, era Asa, una mujer que se había reinventado.
Elegí un vestido negro que realzaba mis curvas de manera elegante. La tela suave deslizaba sobre mi piel, y hasta el escote discreto parecía darme un aire de confianza que nunca supe que poseía. El maquillaje fue una nueva experiencia; lo apliqué con cuidado, destacando mis ojos y dando un toque sutil a los labios. Mientras pasaba el lápiz de ojos, recordé cómo me sentía invisible en mi antigua vida. Como si las capas de ropa e inseguridades me ocultaran del mundo. Pero ahora, quería brillar.
Mientras me arreglaba, memorias de un pasado doloroso comenzaron a fluir. La traición de mi exnovio y de mi hermana aún dejaba cicatrices, pero, en lugar de hundirme en el dolor, elegí liberarme. Aquellos que no añadían nada a mi vida, solo la limitaban, estaban finalmente fuera de mi camino. Lo que quería era distancia. Distancia de quienes no me valoraban, de quienes no veían la fuerza que tenía dentro de mí.
Con una última mirada en el espejo, arreglé mi cabello y respiré hondo. Era hora de dejar atrás el pasado y abrazar esta nueva fase. No quería más ser una sombra de lo que esperaban de mí. Elegí ser yo misma, y merecía eso.
Llegué al restaurante un poco antes de la hora señalada, nerviosa, pero emocionada. La atmósfera era acogedora, con luces tenues y una música suave de fondo. Cuando Luke llegó, se detuvo por un momento, sus ojos se abrirían en admiración.
- ¡Vaya, Asa! ¡Estás deslumbrante! - exclamó, y sentí un calor subir por mi rostro.
- ¡Gracias! - respondí, con una sonrisa espontánea formándose. - Tú también te ves genial.
Nos sentamos a la mesa y comencé a relajarme mientras él hablaba sobre su día. La conversación fluyó naturalmente, y la tensión que esperaba se disipó. Luke tenía ese poder de hacerme sentir a gusto, como si no hubiera pasado, solo un presente que se desplegaba ante nosotros.
- Sabes, siempre admiré tu determinación. Has pasado por tanto y aun así estás aquí, brillando. - dijo Luke, mirándome a los ojos con sinceridad.
Aquellas palabras tocaron algo profundo en mí. Estaba cambiando, no solo por fuera, sino también por dentro. El camino que había recorrido hasta aquí no había sido fácil, pero cada paso me llevó a este momento, a este nuevo yo.
- Siento que finalmente me estoy encontrando. - confiné, y la verdad en mis palabras me sorprendió. - Es extraño pensar que todo lo que he pasado me trajo hasta aquí, pero no me arrepiento. Quiero rodearme de personas que realmente me valoren ahora.
Él asintió, y por un momento, la conexión entre nosotros se profundizó. No solo estaba dejando atrás un pasado doloroso, sino también abriendo las puertas a nuevas posibilidades.
La cena no fue solo de mi recuperación, sino de mi transformación. Y mientras conversábamos y reíamos, me di cuenta de que, al lado de Luke, ya no necesitaba ser esa versión limitada de mí misma. Estaba lista para todo lo que la vida tenía para ofrecer, y, lo más importante, estaba lista para ser feliz.
[...]
El camino de regreso a casa estuvo lleno de risas y conversaciones ligeras. Luke conducía con una expresión relajada, pero podía sentir la tensión en el aire, como si algo estuviera a punto de suceder. El restaurante, con sus luces suaves y música de fondo, parecía tan distante ahora. Lo que importaba era que estábamos allí, solos, y una nueva energía flotaba entre nosotros.
Cuando llegamos frente a mi edificio, estacionó y apagó el automóvil. El silencio que siguió era casi palpable. Miré por la ventana, tratando de mantener la calma mientras la adrenalina comenzaba a apoderarse de mí. ¿Qué pasaría ahora? Era como si el mundo a nuestro alrededor hubiera desaparecido, y todo lo que importaba éramos nosotros dos.
Luke se giró hacia mí, su mirada fija en mis ojos. Podía ver la hesitación en su rostro, pero también una suave determinación. Se acercó lentamente, y mi corazón se aceleró. Su cercanía era electrizante, y sentía una mezcla de nerviosismo y expectativa.
- Asa... - comenzó él, pero no necesitó terminar. Su mirada intensa hablaba más que las palabras podrían expresar.
Se inclinó, y en un movimiento suave y cuidadoso, nuestros labios se encontraron. El beso fue dulce y tierno, como si estuviera preguntando si estaba lista para eso. El mundo a nuestro alrededor desapareció, y todo lo que podía sentir era su calor y la sensación de que, finalmente, algo que había deseado durante tanto tiempo se estaba materializando.
Al principio, me paralicé, un torbellino de emociones recorrió mi cuerpo: nerviosismo, emoción y una alegría indescriptible. Pero, en cuanto me di cuenta de que él esperaba mi reacción, algo dentro de mí se liberó. Devolví el beso, cerrando los ojos y entregándome a ese momento. Era como si todo a mi alrededor se hubiera iluminado.
Cuando nos separamos, todavía estábamos cerca, y pude ver la expectativa en su mirada. Sonreí tímidamente, una sonrisa que reflejaba la mezcla de felicidad y sorpresa que sentía. Luke sonrió de vuelta, y en ese instante, supe que nada sería como antes.
Pero la realidad pronto me golpeó. Con el corazón acelerado y la adrenalina todavía pulsando en mis venas, decidí que necesitaba salir del auto. Sin pensarlo dos veces, abrí la puerta y corrí hacia el edificio, riendo como una adolescente que acaba de tener su primer beso.
Miré hacia atrás una última vez, y Luke aún estaba allí, observándome con una sonrisa que iluminaba su rostro. El calor del beso aún ardía en mis labios, y no podía dejar de sonreír. La sensación de ligereza y libertad era nueva y maravillosa.
Mientras entraba en el edificio, no pude dejar de pensar que, finalmente, me estaba permitiendo vivir. El pasado había quedado atrás, y estaba lista para esta nueva aventura junto a Luke, llena de posibilidades y, quizás, nuevos comienzos.
[...]
Tan pronto como la puerta de mi apartamento se cerró detrás de mí, una ola de ligereza me envolvió. Era como si el peso del mundo hubiera sido quitado de mis hombros, y finalmente pudiera respirar. El beso con Luke aún danzaba en mi mente, y una sonrisa involuntaria se formó en mis labios. Me sentía ligera, como si estuviera flotando, y esa sensación era nueva y deliciosa.
Caminé por la sala, sintiendo la textura de la alfombra bajo mis pies. Cada paso parecía más seguro, más firme. Me detuve por un momento para mirar por la ventana. La ciudad brillaba bajo las luces de la noche, y la vida seguía afuera, mientras yo me sentía completamente renovada.
Me dirigí al baño mientras me iba desnudando por el camino. Al encender el agua de la ducha, el vapor pronto comenzó a esparcirse por el ambiente, y dejé que el agua caliente fluyera sobre mi piel, cada gota lavando no solo la fatiga del día, sino también las dolorosas memorias que había cargado durante tanto tiempo. Me miré en el vidrio de la ducha, y por primera vez en mucho tiempo, vi a una mujer fuerte, decidida y llena de vida.
Mientras me enjabonaba, los pensamientos sobre Luke invadieron mi mente. La forma en que me había mirado, la suavidad de su toque y cómo me hizo sentir especial... Era increíble cómo una sola noche podía cambiarlo todo. Me vi imaginando el futuro, y la idea de estar a su lado me hacía sentir un cálido cosquilleo en el pecho. Las inseguridades que antes me rodeaban parecían distantes, como si finalmente estuviera liberándome de cadenas invisibles.
Cuando terminé la ducha, me envolví en una toalla suave y fui a la habitación. El aroma de mis sábanas limpias perfumaba el aire, y me dejé caer en la cama, sintiendo la suavidad contra mi piel. Cerré los ojos por un momento, dejando que la sensación de paz llenara el espacio a mi alrededor.
La imagen de la sonrisa de Luke volvió a mi mente. La forma en que me hace sentir... vista, valorada. Era un sentimiento que quería explorar, una invitación a una nueva vida.
Sonreí para mí misma, agarrando las suaves sábanas en un abrazo reconfortante. Estaba lista para permitirme ser feliz, para vivir nuevas experiencias y dejar el pasado donde pertenecía. Esa era la Asa que quería ser: valiente, libre y abierta al amor.
Mientras el sueño comenzaba a envolverme, mi último pensamiento antes de dormir fue sobre Luke. Apenas podía esperar para ver a dónde nos llevaría esta nueva aventura.
Pero, incluso en medio de esta felicidad, no puedo evitar pensar en Alma y también en la razón por la cual mi corazón aún pesa.
El dolor que sentí fue profundo, y ahora, mientras construyo esta nueva vida, una parte de mí teme que la historia pueda repetirse. Engañada una vez, siempre engañada. Esa idea no me abandona.
Espero que, esta vez, pueda encontrar la felicidad sin que Alma asome, como una sombra, tirándome de regreso al pasado. Quiero creer que puedo vivir plenamente, pero su recuerdo me atormenta. El deseo de que ella no arruine todo nuevamente es constante. Quiero seguir adelante, pero la duda permanece. Después de todo, ¿qué es una nueva vida si las cicatrices del pasado aún duelen?
Decido que no puedo dejar que esto me impida ser feliz. El futuro es mío, y estoy decidida a moldearlo, incluso si eso significa dejar a algunas personas atrás.