Capítulo 5 5

Su acción me dejó tan sorprendida que todo mi cuerpo se paralizó.

Sus labios me transmitieron una sensación electrizante cuando tocaron los míos; de manera inconsciente, cerré los ojos cuando comencé a sentir algo que nunca antes había experimentado.

Él levantó la mano, colocó un mechón de mi cabello mojado detrás de mi oreja izquierda y profundizó el beso.

Cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, traté de empujarlo, poniendo mis manos sobre su pecho, pero él agarró mis muñecas con una mano y las aprisionó detrás de mi espalda.

Tras romper el beso, tocó mis labios con las yemas de los dedos.

"¿Por qué tus labios se sienten como los de una virgen? ¿Por qué te haces la difícil conmigo? ¿No te dijeron que me gusta ser rudo?".

No tenía ni idea de lo que estaba hablando, pero lo único que sabía era que este chico me había robado mi primer beso.

"Yo...".

Antes de que pudiera detenerlo, enterró su cara en mi cuello.

"En serio, ¿por qué hueles así? Te lo advierto, no intentes jugar conmigo. Será solo una noche".

Sus palabras me dejaron atónita y sentí cómo las lágrimas brotaban de mis ojos.

'¿Una noche? ¿Acaso piensa que soy como esas chicas? No, no quiero ser igual a ellas'.

"¡Suéltame...! ¡Ahhh!", murmuré en un intento por detenerlo, pero terminé dejando escapar un gemido cuando me besó y chupó el cuello.

"Si vuelves a gemir, te lo haré aquí y ahora", amenazó con voz profunda.

Sus palabras me sobresaltaron; Ian estaba demasiado cerca de mí, y yo nunca antes había compartido esta clase de cercanía con ningún otro chico.

Sorprendentemente, mi corazón volvió a latir con fuerza, algo que sucedía cada vez que lo veía.

Empezó a pasar sus manos sobre mi abrigo largo, como si buscara algo.

"¿Dónde está la cuerda?", preguntó mientras acercaba su rostro al mío.

"¿Q... qué...?".

"Ian, ¿dónde estás?", la voz de Ronald se escuchó de repente.

Ian se alejó de mí y murmuró:

"¡Maldición! ¡Qué inoportuno!".

Miré su silueta con los ojos muy abiertos, sin saber qué hacer a continuación.

"Podremos continuar con lo nuestro más tarde", me dijo antes de regresar a la fiesta.

Cuando se alejó, miré hacia atrás; al tocar lentamente mis labios, estos temblaron.

"¿Qué fue lo que sucedió?", murmuré para mí misma.

Volví a la realidad cuando escuché el timbre de mi celular; cuando lo saqué de mi bolso, me di cuenta de que era Abigail quien me llamaba.

"¿Ho... hola?".

"¡Oye! ¿Dónde estás? Llevamos un rato buscándote".

"Estoy cerca del baño. Pues... en el piso de abajo".

"Espera, ¿por qué estás ahí? ¿No te dijo Luke que usaras el baño de arriba?".

"Me perdí". Obviamente le mentí.

"Está bien, espérame ahí. Iré por ti".

"Está bien".

En ese momento me di cuenta de que fui una idiota, ya que pude haber usado la linterna de mi celular cuando salí del baño.

Saqué mis gafas y me las puse antes de salir del rincón; poco después, noté que Abigail y Luke caminaban hacia mí.

"Estábamos muy preocupados por ti", me dijo él.

"Lo siento". Sentí la obligación de disculparme con ellos.

Al recordar lo que sucedió momentos antes, tragué saliva y bajé la cabeza para ocultar mi rostro con mi cabello.

"¿Estás bien?", me preguntó Abigail mientras intentaba ver mi cara.

"Emm... sí, estoy bien. Quiero volver a casa".

Luke suspiró y asintió con la cabeza. "Hoy viniste a mi fiesta y eso es suficiente para mí. Déjame llevarte a casa".

Negué con la cabeza y dije: "Pero es tu fiesta. No puedes irte".

"Entonces yo te llevaré", ofreció Abigail.

"No, puedo regresar sola. No quiero que ninguno se pierda la fiesta por mi culpa. Si lo hacen, me enojaré".

"Entonces le diré a mi chofer que te lleve a casa. ¿Te parece bien?", propuso Luke.

Me detuve a pensar por un momento antes de asentir.

Estaba a punto de quitarme el abrigo que me prestó Abigail, pero me dijo que podía devolvérselo mañana, así que no me opuse y salí de la casa de huéspedes de Luke.

Mientras caminaba hacia la puerta principal, mi mirada no dejaba de vagar por toda la casa.

Me reprimí a mí misma por buscar a esa persona.

En el camino me encontré con Debra, quien todavía estaba con un chico nuevo; ella me abrazó y me dijo que tuviera cuidado durante el trayecto de regreso a casa.

Cuando salí, vi que el chofer de Luke ya me estaba esperando afuera del auto; tenía la puerta abierta, lista para mí.

Mientras caminaba hacia el vehículo, algo llamó mi atención y me detuve.

Una punzada dolorosa atravesó mi corazón cuando miré hacia la izquierda.

Ian estaba besando a la chica del bikini blanco, pero ahora tenía puesto un vestido muy sensual, apoyándose contra el auto del chico.

Lo miré fijamente.

Ian ni siquiera lo pensó dos veces antes de involucrarse con alguien más; unos momentos antes me estaba besando, pero ahora hacía lo mismo con otra chica.

De repente, sus ojos se posaron en mí; esperaba que reaccionara, pero en lugar de eso, simplemente me ignoró y continuó besando a la chica como si yo fuera invisible.

"Señorita", me llamó el chofer de Luke.

Dejé de mirar a Ian y subí rápidamente al auto; en cuanto el conductor cerró la puerta, las lágrimas corrieron por todo mi rostro.

Mientras miraba a Ian a través de la ventanilla, me sentí muy avergonzada de mí misma.

¿Por qué permití que me besara? ¿Y por qué me sentía así? ¿Por qué mi corazón se aceleraba cada vez que él estaba cerca?

'¿Por qué siento esto por él si ni siquiera nos conocemos?', le pregunté a mi corazón, cerrando los ojos y apoyando la cabeza contra el asiento.

El conductor arrancó el auto, mientras que mi mente seguía repitiendo todo lo sucedido una y otra vez.

Me estaría mintiendo a mí misma si dijera que mi corazón no deseaba a Ian.

Era consciente de que se trataba del chico malo, el Alfa más peligroso de mi manada, quien muy pronto se convertiría en el líder.

No le importaba el amor ni el afecto; solo creía en el vínculo entre compañeros, por lo que simplemente usaba a otras chicas para satisfacer sus necesidades hasta encontrar a su pareja.

Me pregunté quién sería su destinada. ¿Él sí la trataría bien? Nadie lo había visto siendo cariñoso y tierno con una chica. ¿Ian sería capaz de amarla?

¿Qué pasaría conmigo? ¿Quién sería mi pareja? ¿Lo había engañado al permitir que otro chico me besara? ¿No estaba mal albergar ese tipo de sentimientos por otra persona?

Abrí los ojos y miré el cielo.

No pude evitar preguntar hacia mis adentros: '¿Dónde estará mi pareja?'.