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Estaba empezando a preocuparme por ti, querida! Me río y me siento en la barra, saludando a algunas otras personas que conozco. ¡Diablos!, en realidad conozco a casi todo el mundo aquí y eso es lo bueno de pueblos pequeños como Hayes, Kansas. -Oh, sabes que nunca me perdería una noche de viernes contigo. -Le guiño un ojo y ella asiente, sirviéndose