Mi mujer es Diosa Guerrera
img img Mi mujer es Diosa Guerrera img Capítulo 3 Capítulo 3
3
Capítulo 12 Capítulo 12 img
Capítulo 13 Capítulo 13 img
Capítulo 14 Capítulo 14 img
Capítulo 15 Capítulo 15 img
Capítulo 16 Capítulo 16 img
Capítulo 17 Capítulo 17 img
Capítulo 18 Capítulo 18 img
Capítulo 19 Capítulo 19 img
Capítulo 20 Capítulo 20 img
Capítulo 21 Capítulo 21 img
Capítulo 22 Capítulo 22 img
Capítulo 23 Capítulo 23 img
Capítulo 24 Capítulo 24 img
Capítulo 25 Capítulo 25 img
Capítulo 26 Capítulo 26 img
Capítulo 27 Capítulo 27 img
Capítulo 28 Capítulo 28 img
Capítulo 29 Capítulo 29 img
Capítulo 30 Capítulo 30 img
Capítulo 31 Capítulo 31 img
Capítulo 32 Capítulo 32 img
Capítulo 33 Capítulo 33 img
Capítulo 34 Capítulo 34 img
Capítulo 35 Capítulo 35 img
Capítulo 36 Capítulo 36 img
Capítulo 37 Capítulo 37 img
Capítulo 38 Capítulo 38 img
Capítulo 39 Capítulo 39 img
Capítulo 40 Capítulo 40 img
Capítulo 41 Capítulo 41 img
Capítulo 42 Capítulo 42 img
Capítulo 43 Capítulo 43 img
Capítulo 44 Capítulo 44 img
Capítulo 45 Capítulo 45 img
Capítulo 46 Capítulo 46 img
Capítulo 47 Capítulo 47 img
Capítulo 48 Capítulo 48 img
Capítulo 49 Capítulo 49 img
Capítulo 50 Capítulo 50 img
Capítulo 51 Capítulo 51 img
Capítulo 52 Capítulo 52 img
Capítulo 53 Capítulo 53 img
Capítulo 54 Capítulo 54 img
Capítulo 55 Capítulo 55 img
Capítulo 56 Capítulo 56 img
Capítulo 57 Capítulo 57 img
Capítulo 58 Capítulo 58 img
Capítulo 59 Capítulo 59 img
Capítulo 60 Capítulo 60 img
Capítulo 61 Capítulo 61 img
Capítulo 62 Capítulo 62 img
Capítulo 63 Capítulo 63 img
Capítulo 64 Capítulo 64 img
Capítulo 65 Capítulo 65 img
Capítulo 66 Capítulo 66 img
Capítulo 67 Capítulo 67 img
Capítulo 68 Capítulo 68 img
Capítulo 69 Capítulo 69 img
Capítulo 70 Capítulo 70 img
Capítulo 71 Capítulo 71 img
Capítulo 72 Capítulo 72 img
Capítulo 73 Capítulo 73 img
Capítulo 74 Capítulo 74 img
Capítulo 75 Capítulo 75 img
Capítulo 76 Capítulo 76 img
Capítulo 77 Capítulo 77 img
Capítulo 78 Capítulo 78 img
Capítulo 79 Capítulo 79 img
Capítulo 80 Capítulo 80 img
Capítulo 81 Capítulo 81 img
Capítulo 82 Capítulo 82 img
Capítulo 83 Capítulo 83 img
Capítulo 84 Capítulo 84 img
Capítulo 85 Capítulo 85 img
Capítulo 86 Capítulo 86 img
Capítulo 87 Capítulo 87 img
Capítulo 88 Capítulo 88 img
Capítulo 89 Capítulo 89 img
Capítulo 90 Capítulo 90 img
Capítulo 91 Capítulo 91 img
Capítulo 92 Capítulo 92 img
Capítulo 93 Capítulo 93 img
Capítulo 94 Capítulo 94 img
Capítulo 95 Capítulo 95 img
Capítulo 96 Capítulo 96 img
Capítulo 97 Capítulo 97 img
Capítulo 98 Capítulo 98 img
Capítulo 99 Capítulo 99 img
Capítulo 100 Capítulo 100 img
img
  /  13
img

Capítulo 3 Capítulo 3

"Aaaaay...", la sala de extracción de sangre se llenó de inmediato con gritos de angustia que resonaron en todos los rincones del recinto.

Mientras tanto, Dorothy Rogers parecía ignorar todo lo demás.

Su rostro se llenó de ira mientras miraba a su hermano menor en sus brazos, quien había caído en un estado de coma debido a la pérdida excesiva de sangre.

¿Cómo se atrevían a lastimar a su propia familia de esa manera?

Si algo le ocurriera a su hermano, estaba decidida a hacer que pagaran por ello.

Nadie en esa sala escaparía de las consecuencias de sus acciones.

Con suavidad, sostuvo a su hermano en brazos y retiró cuidadosamente la aguja que tenía clavada. Luego, preparó la sangre en el procesador e insertó un nuevo tubo de transfusión para iniciar la devolución de la misma.

La sangre roja y brillante comenzó a fluir lentamente de regreso al cuerpo de Frederick.

Cuando ella levantó la cabeza, los presentes no pudieron evitar sentir un escalofrío recorrer sus espinas dorsales. A algunos incluso les costó respirar.

La ira de la recién llegada era abrumadora y aterradora.

Fue el director quien logró recobrar la compostura primero. La señaló con furia y le reprochó: "¿Quién eres? ¿Tienes idea de dónde te encuentras? ¡Vete de aquí!".

"¡Auch-!".

Antes de que pudiera terminar su frase, un fuerte golpe lo envió contra la pared, por la cual rebotó, cayendo frente a Dorothy.

Nadie pudo ver exactamente cómo sucedió.

Ella pisoteó sin piedad el rostro del director y lo apartó con disgusto, como si hubiera pisado algo repugnante.

Su mirada permaneció fría e indiferente durante todo el proceso, y solo hubo un breve destello de calidez en sus ojos cuando miró a su hermano.

"¿D... Dorothy?", la llamó.

En ese momento, un leve rastro de color apareció en el pálido rostro de Frederick a medida que la sangre fluía de nuevo a su cuerpo. Su voz era suave y su visión comenzó a aclararse poco a poco.

La figura ante él parecía ser su hermana mayor.

Aunque era diferente de lo que su abuela había descrito y solo la había visto en fotografías. Aun así, estaba seguro de que se trataba de ella.

"¿Sí?", le respondió suavemente.

Con ternura, Dorothy acarició la cabeza de Frederick, y su mirada, que antes había sido gélida, se suavizó como un cálido rayo de sol.

En la entrada, los tres subordinados de Dorothy, quienes habían trabajado a su lado durante años, se miraron con confusión al presenciar la escena.

¿Era esa la misma Dorothy que conocían?

A pesar de que siempre los saludaba con una sonrisa, se daban cuenta de que todo era una fachada engañosa.

¿Quién habría imaginado que «la diabla», a quien se referían como un lobo con piel de cordero, tenía ese lado tan cálido y amigable?

De repente, un grupo de fornidos guardaespaldas vestidos de negro rodearon la entrada de la sala de extracción de sangre.

Casi de inmediato, se apartaron para dar paso a alguien.

Howard emergió de entre ellos. Su rostro se oscureció al ver que la sangre regresaba al cuerpo de Frederick, y declaró con determinación e ironía: "¡Bien!".

Era evidente que esas personas estaban buscando problemas al atreverse a entrar en su territorio.

Con un gesto, ordenó fríamente: "¡Sáquenlos de aquí!".

El grupo de guardaespaldas se adelantó al unísono.

Se frotaron las manos y se dirigieron hacia Dorothy y los demás.

Ella ni siquiera se dignó a mirarlos. Sus tres subordinados alzaron las cejas con desdén y se prepararon para actuar.

"¡Ahhh!", exclamó alguien.

"¡¡¡Ah!!! ¡Mi mano está fracturada!".

"Mi pierna... ¡Necesito ayuda!", se escuchaba.

Pasados treinta segundos, la habitación se sumió en el caos. Los guardaespaldas que inicialmente mostraban arrogancia yacían en el suelo, emitiendo gritos de dolor.

Un destello de asombro cruzó los oscuros ojos de Howard. No había anticipado que las tres personas fueran tan capaces en combate.

Los observó con calma y pronunció con indiferencia: "Poseen habilidades impresionantes. Es una lástima que sigan a esa mujer. A partir de ahora, podrían trabajar como mis guardaespaldas".

"Les pagaré diez millones al año. ¿Qué opinan?", ofreció.

Los tres individuos intercambiaron miradas y soltaron risas burlonas, como si hubieran escuchado el chiste más grande jamás contado.

Incluso Dorothy, que había estado concentrada en su hermano menor, no pudo evitar fruncir levemente el ceño mientras lo miraba, como si lo considerara un completo tonto.

Entre los tres, se encontraba un hombre de alrededor de veintitrés años. Poseía hermosos ojos que irradiaban una intensidad severa.

Era uno de los tres subordinados de confianza de Dorothy en «El Guardián», conocido como Celestine Todd.

Separó los labios ligeramente, revelando una sonrisa maliciosa y desafiante mientras respondía:

"¿Diez millones al año? ¿Con quién crees que estás hablando?".

            
            

COPYRIGHT(©) 2022