La Pasante Venenosa y Tonta
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Capítulo 3

Los recuerdos de mi vida pasada con Laura eran como una película de terror que no podía dejar de reproducirse en mi cabeza.

No era solo maliciosa, era... extraña. Como si fuera una entidad de otro planeta tratando de imitar el comportamiento humano y fallando miserablemente.

Recuerdo la primera semana que estuvo bajo mi supervisión en la línea de tiempo anterior.

Le di una tarea sencilla.

"Laura, ¿podrías ir a la cafetería de la esquina y traer dos cafés americanos, por favor? Uno para mí y otro para ti" .

Era una tarea simple, casi imposible de arruinar.

O eso pensaba yo.

Media hora después, Laura regresó con una pequeña bolsa de papel marrón.

"Aquí tienes, Ximena" , dijo con orgullo, colocando la bolsa sobre mi escritorio.

La abrí.

Dentro, había dos puñados de granos de café sin tostar.

La miré, completamente desconcertada.

"Laura, ¿qué es esto?"

"Café americano" , respondió ella, como si fuera la cosa más obvia del mundo. "Dijiste que querías café americano. Estos son granos de América" .

Me quedé sin palabras por un momento.

Traté de procesar su lógica.

"Laura, cuando alguien pide un café, se refiere a la bebida caliente. Hecha con granos de café molidos y agua caliente" .

Ella me miró con sus grandes ojos vacíos, una expresión de pura confusión en su rostro.

"No especificaste que lo querías preparado. Solo dijiste 'café americano' . Fui muy precisa" .

Sentí que una vena en mi frente comenzaba a palpitar.

"Está bien, Laura. No te preocupes. Fue un malentendido. Mi culpa por no ser lo suficientemente clara" .

Me culpé a mí misma. Tenía que ser más específica.

Pero el incidente se repitió, una y otra vez, con diferentes tareas.

Si le pedía que hiciera fotocopias de un documento "a doble cara" , ella imprimía la primera página en una hoja y la segunda página en otra hoja, y luego las pegaba con cinta adhesiva.

Cuando le pregunté por qué, su respuesta fue: "Ambas caras de la hoja tienen algo impreso. Es a doble cara" .

Si le decía que organizara los archivos en "orden alfabético" , los organizaba según la primera letra del nombre del archivo, ignorando el resto. Así, "Proyecto Zebra" iba antes que "Propuesta Anual" .

Cada vez que intentaba corregirla, ella me miraba con esa misma expresión de inocencia herida.

Y siempre, siempre, la culpa recaía en mí.

"Lo siento, Ximena. Es que no lo explicaste bien" .

"Perdón, es que tu forma de hablar es un poco confusa" .

"Tal vez si usaras palabras más simples, podría entenderte" .

Me estaba volviendo loca.

Empecé a dudar de mi propia capacidad para comunicarme.

¿Era yo el problema? ¿Era tan mala explicando las cosas?

Miraba a mi alrededor y veía cómo interactuaba con los demás. Parecía normal. Encantadora, incluso.

Solo conmigo mostraba esta... lógica de otro mundo.

Me di cuenta de que no era estupidez. Era algo más. Era una forma de manipulación tan sutil y extraña que nadie más podía verla.

Era un "pseudo-humano" , un ser que imitaba las emociones y el comportamiento, pero que carecía de la comprensión fundamental de cómo funciona el mundo real.

Y yo era su principal objetivo.

Ahora, en esta nueva línea de tiempo, viendo a Ricardo intentar explicarle cómo usar la impresora, sentí una oleada de alivio casi cruel.

Ese infierno ya no era mío.

            
            

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