Una Aventura de Amor
img img Una Aventura de Amor img Capítulo 6 Momento incomodo
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Capítulo 7 Un beso img
Capítulo 8 Disfrutando una noche lluviosa img
Capítulo 9 A salvo con él img
Capítulo 10 Mas días atrapados img
Capítulo 11 Se enfermo img
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Capítulo 6 Momento incomodo

¿Era un hombre que no le preocupaba nada o qué?

-¿Cuándo iremos a ver esa cascada?

-Quizás mañana, esta noche necesito descansar bien. Tú también deberías de hacerlo -ella se gira para verlo acostado sobre una de las camas provisionales -. Realmente estoy muy sorprendido por el cambio que has hecho aquí dentro.

Bruno se acomoda en esa cama que evidentemente eran las butacas destrozadas de su avión, pero era mejor dormir de esa manera que sentado. Sinceramente esa chica tenía mucho talento, la observa desde la cama y nota como continua con esas mejillas rojas.

-No podemos dormir en las condiciones que estábamos.

-Si, tienes razón.

Ella se queda donde esta y se lo piensa mucho para acostarse en su lado, por más que intento poner las camas separadas le resultó imposible ya que el avión era estrecho.

-Cámbiate de ropa y acuéstate a dormir -ella ve que Bruno gira para darle privacidad, luego mira su ropa y nota que estaba mojada.

Julia termina por cambiarse rápido y muerta del frio ingresa en la cama, estaba helada, no tenían mucho para acobijarse en ese lugar. La verdad que hacía mucho frio, pero tendría que soportar mientras estuvieran atrapados en esa isla.

[...]

Al día siguiente Julia abre sus ojos lentamente, algunos rayos de sol tocan sus ojos que la obliga a fruncir un poco el ceño. La joven mueve un poco su cuerpo y es cuando siente algo inusual para ella, baja la mirada y observa un brazo masculino envolviendo su cintura.

Sus ojos se ensanchan enormemente al saber que Bruno la estaba abrazando, pero ¿desde cuándo ocurrió eso? Las camas tenían una pequeña separación justamente para impedir eso.

Ella gira el rostro y lo observa profundamente dormido, es que ni cuenta se daba de lo que estaba haciendo. En eso siente que él se aproxima un poco más a ella frotando su cuerpo con el de ella y aquello la obligo a tragar saliva.

-Bruno -musita su nombre, pero no obtiene respuesta de él -. ¡Bruno! -lo vuelve a llamar y él solo se mueve.

-¡Uh! -responde como si nada pasara.

-Estas en mi cama.

-Temblaste toda la noche. Estabas muriendo de frio.

El corazón de Julia se estremeció ante ese hecho, la joven aprieta sus labios puesto que no imagino que ese sujeto tan arrogante albergara ese tipo de preocupaciones por una desconocida.

-Pero ya no hace frio.

-¡Tienes razón! -empuja sutilmente el cuerpo de Julia y es cuando ella se siente como rechazada y aquella sensación no le gusto.

La joven se incorpora y nota que el vuelve a dormir boca abajo, ella suelta el aliento y mira por la ventanilla. Hacia un buen sol, pero que iba a hacer ella sola allá afuera. Vuelve a acostarse y a pensar que iba a suceder con ellos dos en esa isla.

Piensa en su novio y se pregunta si estaría preocupado por ella...

[...]

-Pero, ¿Cómo es que su avión está perdido? ¿Qué clase de aerolínea era esa? -Hernán golpea el escritorio de Zara mientras que la observa.

-Debes calmarte, yo estoy igual que tú. No sé nada de ella, no sé lo que paso, no me han llamado para darme más noticias del avión.

-Mi novia está perdida y tú me dices que me calme, ella puede estar muerta, o en medio del océano.

La mujer se desespera aún más debido a las quejas del novio de Julia. Lo comprendía bien, pero no estaba en sus manos la búsqueda de Julia, esa mañana la llamo muy temprano para preguntar por su novia.

Al parecer la había estado llamando seguido y su teléfono no conectaba, por esa razón ella se vio obligada a contarle lo que pasaba por llamada. Pero resulta que el hombre apareció en su oficina armando todo un escándalo.

-Están buscando el avión. Debemos esperar que es lo que pasara.

-Julia es mi prometida, antes del viaje le pedí matrimonio y ella acepto y para que, para que desapareciera en el océano -la morena se queda perpleja ya que Julia no le hizo ningún comentario sobre ese compromiso.

-Yo siento mucho todo esto, ella es mi empleada, mi amiga, yo también deseo que regrese con bien.

-No estuve de acuerdo con ese viaje, y ahora está sola con un sujeto que ella no conoce, quien sabe si está viva, mi pobre Julia.

Zara se queda pensando en eso, era cierto, si ella estaba viva posiblemente estaba con ese piloto que su jefe envió a por ella. solo esperaba que estuviera capacitado para mantener con vida a Julia.

-Debemos tener esperanzas de que ella aparecerá.

-Eso espero, porque de lo contrario el culpable será ese piloto y tu jefe.

La morena ve a Hernán dar vueltas en su oficina, parecía bastante preocupado por Julia y era muy extraño ya que ella nunca le contara nada sobre su relación con él. De hecho, era muy cerrada con respecto a eso.

Pero ahora que se daba cuenta, Hernán se preocupaba por ella. era evidente que estaba muy enamorada de Julia.

[...]

Julia despierta abruptamente con el estruendo de algo, la joven se sienta y mira hacia todos lados notando que estaba sola. En eso escucha ruidos en la parte de afuera y decide ponerse en pie. Al salir observa a Bruno formando una nueva fogata.

Entre cierra un poco los ojos y nota que él había limpiado casi todo el desorden que dejo la tormenta de la noche, de pronto observa algo que la dejo boca abierta, Bruno había pescado.

-¡Ah! Has despertado, que bueno porque pienso hacer algo para comer.

-¿Has pescado eso? -señala un par de peces enormes.

-Por supuesto, no pienso sobrevivir comiendo galletas y chucherías.

La boca se la hace agua a Julia, tampoco es que le apetecía estar comiendo dulces todo el tiempo, esos peses se veían muy bien.

-¿Sabes cómo prepararlos? Ya los he limpiado. Tengo algunas especias que estaban destinadas para la isla, pero ya que.

-Si, claro.

Mientras que ella lo preparaba los peces, Bruno encendía la fogata, Julia se daba cuenta de ese hombre sabia como sobrevivir en aquel lugar.

-¿Como sabes hacer todo esto? Pareces un experimentado, no lo sé, me da la impresión.

-En esta vida debes aprender de todo, no puedes ser simplemente un sujeto detrás de una oficina para toda la vida, ¿o sí? -él la mira con aquellos ojos café que a esa hora de la mañana se veían mucho más claros que antes.

En ese momento y aunque estuviera mal ella comparo a Hernán con Bruno, su novio era un hombre de oficina, recordaba que las veces que se le dañaba algo de la casa él nunca sabia como solucionarlo.

En cambio, Bruno, él podía hacer cualquier cosa.

Aquellos pensamientos provocaron que su corazón se acelerara al máximo, latía con mucha fuerza, ¿qué significaba esa sensación?

Finalmente, la comida estuvo mejor de lo que ellos imaginaron, Bruno se felicita por dentro ya que había sido una gran idea pescar, observa de reojo a la rubia y nota la cara de satisfacción que ella tiene.

Visualiza bien como es toda ella y nota que es una joven bastante atractiva, al menos era muy astuta ya que modifico todo el avión por dentro. No le quitaba ese merito, sin embargo, no dejaba de ser de la ciudad.

Vuelve la vista la frente, su mala experiencia con una de ella era suficiente como para no involucrarse de nuevo. Siempre terminaban mintiéndole.

-¿iremos a esa cascada hoy?

-Si, podemos ir.

-En ese caso me cambiare de ropa.

Él la observa ponerse en pie y la sigue con la mirada hacia el avión, luego se rasca la incipiente barba y suelta el aliento, ¿Qué diablos le estaba pasando? Frunce el ceño mientras que observa las olas del mar.

Al cabo de un rato, Julia aparece usando ropa mucho más cubierta, pero no tan resistente. Pero ya que.

Los dos partieron hacia la cascada llevando algunas garrafas vacías para cargar agua de modo que no tengan que estar regresando constantemente. El camino era complicado, pero Julia trato de no protestar tanto ya que sabía que Bruno que no la volvería a llevar.

Y lo cierto era que ella necesitaba con urgencia un baño en agua dulce y no salada.

Caminaron un buen rato hasta que finalmente llegaron a aquel mágico lugar, Julia estaba asombrada por lo hermoso.

-Esto es sorprendente.

-Si, aprovechemos ahora antes de que anochezca -ella lo mira con sorpresa.

-¿Insinúas que vamos a cargar agua y regresamos de inmediato?

-Por supuesto, puede caer otra tormenta y nos pille en medio. Es mejor regresar ahora.

Ella se detiene mientras que lo observa descender hacia la cascada.

-Lo siento mucho, pero no camine todo este trayecto para regresar de inmediato -Bruno gira el cuerpo para verla -. Yo quiero tomar una ducha con agua dulce, y de aquí no me pienso ir hasta después de tomarla.

Julia pasa a un lado de él entre tanto visualiza la posa donde reposa el agua, la joven busca un lugar apropiado para sumergirse y lo consigue. Mientras que Bruno llena las garrafas de agua y la observa desde lejos.

A pesar de que estaban solos no podía arriesgarse a que se fracturara un pie por estar de intensa con un estúpido baño.

De pronto él pelinegro ensancha la mirada al ver que ella empieza a despojarse de la ropa, frunce el ceño puesto que si lo hacia él tendría que irse de allí. Hace amago de decir unas palabras, pero luego se percata de que Julia estaba usando bañador.

Suspira.

Pero luego se queda sin aliento al ver la figura de esa rubia, su piel era muy tersa, y aunque tuviera algunos hematomas en su cuerpo podía darse cuenta de que era perfecto. Muerde la carne interna de su boca cuando la mira entrar en aquellas cristalinas aguas.

Parecía que le reconfortaba.

-¡Esto es delicioso!

-No te vayas tan lejos, no pienso salvarte más el pellejo.

-Como si necesitara que me salvaras aquí -responde alzando una ceja -. Deberías de tomar un baño también, no puedes solo ducharte con agua de mar.

-Estoy bien, mi piel no es tan delicada como la tuya.

-He traído un montón de cosas para la ducha, puedes usar lo que gustes.

La ve nadar tan plácidamente que siente deseos de sumergirse en el agua, aunque no hubiera tanto tiempo para eso, no le caería nada mal una ducha con agua dulce, el agua de mar y el agua de lluvia no era tan buena como pensaba.

Después de llenar todas las garrafas, se pone en pie y procede a quitarse la camisa seguido de los pantalones. Julia no lo estaba observando porque estaba muy distraída, él se sumerge en el agua y agradece haberle hecho caso a su intuición.

¡El agua estaba increíble!

-¡Ah! Has decidido ducharte.

-Pero no contamos con mucho tiempo.

-Bueno, aún hay algo de sol, supongo que no lloverá esta noche.

-Estamos en una isla, aquí puede pasar de todo.

Ella frunce los labios mientras nada, pero sin apartar los ojos de Bruno. Estaba tan nerviosa, se sentía como una chiquilla, era tonto, a decir verdad.

De pronto ella siente que algo pasa entre sus piernas que la lleva a gritar y saltar hacia el cuerpo de Bruno.

-¿Qué carajos te pasa? -él la sujeta con sus brazos mientras que siente que ella tiembla.

-Hay algo en el agua, no sé qué es, pero ha pasado entre mis piernas, ¡AAAHH! -y es allí que vuelve a sentir que algo la roza y Julia termina por envolver sus muslos alrededor de la cintura de Bruno y aprieta.

-Pero, ¿Qué?

-¡HAY ALGO EN EL AGUA! -ella esconde su rostro en el cuello de él y lo abraza con mucha fuerza.

Aquella cercanía no era nada buena para Bruno, tener a esa rubia medio desnuda abrazándolo de esa manera era demasiada tentación junta.

-Julia...-musita colocando sus manos sobre las costillas de ella.

-Dios mío, debe ser una serpiente.

Él mira hacia todos lados buscando que era lo que ella sintió entre sus piernas, el agua estaba tan cristalina que la verdad solo se veía nada más que las rocas del fondo.

                         

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