Capítulo 4 El precio del regreso

Eleanor mantuvo la mirada fija en Maverick, procesando sus palabras mientras un torbellino de confusión y dolor se arremolinaba en su interior. Soltó un largo suspiro. "La familia Marsh me echó", dijo con voz queda, pero firme.

Maverick se puso de pie de un salto, con el rostro desencajado. "¿Qué dijiste?", exclamó, con la voz cargada de incredulidad. "¿Que te echaron? ¿Cómo pudo pasar algo así?".

Eleanor observó la reacción de Maverick. Su indignación era genuina. Alzó una ceja y su voz se cargó de una profunda tristeza. "Encontraron a su verdadera hija. Como yo solo era la sustituta, ya no les soy útil".

La furia de Maverick estalló y apretó los puños. "¡Despreciables!", espetó. "Louis juró que te cuidaría. Por eso tu madre y yo tuvimos la confianza de dejarte con él. ¿Y ahora se atreve a desecharte así? Es inaceptable. Iré a enfrentarlo ahora mismo".

"Maverick, detente", intervino Lily con urgencia. "La familia Marsh es una de las más ricas y poderosas de Isonsea. Nosotros apenas sobrevivimos. ¿Cómo podríamos enfrentarlos?".

"¡Pero no pueden pisotear a la gente así!", replicó Maverick con la mandíbula tensa, los ojos encendidos de furia. "Si Eleanor no hubiera estado tan frágil y enferma en ese entonces, si no hubiéramos temido por su vida, jamás la habría entregado a esa familia. No pedí que la colmaran de lujos, solo que la mantuvieran a salvo y la quisieran. Pero ahora...".

La voz de Maverick se quebró. Miró a Eleanor, abrumado por una profunda e instintiva tristeza, como si pudiera sentir el eco de su dolor a través del tiempo. "Después de criarla durante dieciocho años, la desechan como si no fuera nada... ¿Cómo pueden ser tan crueles?".

Lily se acercó y le tomó la mano a Maverick, su voz firme pero gentil. Su mano se posó sobre la de él, y el peso de su propio arrepentimiento era palpable en su tacto. "Pero quizá, solo quizá, este sea el momento que hemos esperado: nuestra oportunidad de enmendar nuestro error".

Una mezcla de confusión y esperanza brilló en la mirada de Maverick mientras intentaba comprenderla. "Lily... ¿qué quieres decir?".

Lily se volvió hacia Eleanor, con la voz firme pero cargada de remordimiento. "Eleanor, entregarte a Louis fue nuestro error. No espero que nos perdones, pero, por favor, danos la oportunidad de enmendarlo. Si estás dispuesta a volver con nosotros, haré todo lo que esté a mi alcance para compensarte. Y si no, encontraremos otra forma de reparar el daño".

Eleanor la miró a los ojos, buscando cualquier indicio de engaño, pero solo encontró una sinceridad que la conmovió profundamente. Una emoción agridulce la invadió al asimilar el peso de aquellas palabras.

"¿De verdad están seguros?", preguntó Eleanor con voz vacilante, cruda por la agitación que bullía en su interior. "La familia Marsh no solo me echó. Ahora exigen que les devuelva cada centavo que gastaron en mí: un millón de dólares. Después de todo eso... ¿aún quieren que vuelva con ustedes?".

El rostro de Maverick se ensombreció y apretó los puños con impotencia. "¡Esto es indignante!", exclamó, con la voz cortante por el pesar. "Si hubiera sabido que harían esto, habría mendigado en las calles para criarte antes de permitir que te llevaran. Cometí un error, Eleanor, un error terrible, y no volveré a repetirlo. Si quieres volver, te juro que haré lo que sea para apoyarte".

Lily se secó las lágrimas y esbozó una sonrisa, cansada pero firme. "Eres nuestra familia, Eleanor. Eso nunca ha cambiado".

La mirada de Eleanor vaciló, incrédula. "Pero... ¿un millón? Es una suma imposible de pagar", dijo, con la voz entrecortada.

Maverick y Lily intercambiaron una mirada de inquebrantable determinación. Maverick habló con serena convicción. "Un millón es una cantidad enorme para nosotros, pero tu madre y yo ya tomamos una decisión. Aunque tengamos que vender todo lo que tenemos, encontraremos la manera de ayudarte a pagarlo".

"Sí", asintió Lily con voz suave, visiblemente emocionada. "No importa lo difíciles que sean los desafíos que vengan, los enfrentaremos juntos, como una familia. No vamos a permitir que sigas sufriendo, querida".

Le apretó la mano. Su tacto, aunque áspero por el trabajo, era reconfortante y transmitió una oleada de calidez que se extendió por el pecho de Eleanor. "Querida, yo... no soporto la idea de perderte otra vez".

Una emoción inesperada desbordó a Eleanor y sus ojos se llenaron de lágrimas. Siempre había creído que el afecto familiar era algo lejano, más una idea que una realidad. Pero en ese instante lo sintió real, tangible y profundamente íntimo; más vivo que cualquier cosa que hubiera conocido.

"Papá... mamá...", susurró Eleanor, con voz torpe pero llena de una serena aceptación.

"Oh, Eleanor...", la voz de Lily tembló. Con los ojos enrojecidos, donde se mezclaban la angustia y el alivio, estrechó a su hija en un fuerte abrazo.

Eleanor se abandonó por un instante a la calidez de aquel abrazo, pero de pronto un agudo quejido escapó de sus labios y su rostro se contrajo de dolor.

"Querida, ¿qué te pasa?". Lily y Maverick intercambiaron una mirada de alarma y corrieron a su lado. Su preocupación aumentó al ver que el rostro de Eleanor palidecía y su frente se cubría de un sudor frío.

Cuando Eleanor abrió los ojos, se encontró acostada en una cama, con el cuerpo y la mente exhaustos. La tensión de los últimos días y la reciente conmoción emocional finalmente le habían pasado factura, provocando que se desmayara en el cálido cuidado de su familia.

"Papá, mamá...", murmuró con voz débil mientras intentaba incorporarse.

Llamó, pero nadie respondió. Se levantó despacio de la cama y caminó con pasos lentos e inseguros hacia la sala en penumbras, pero la encontró vacía.

Una creciente inquietud la invadió. Instintivamente, tomó su teléfono y marcó un número con urgencia.

"Isabel, ¿puedes averiguar dónde están mis padres?", preguntó Eleanor, con la voz cargada de ansiedad.

Hubo una breve pausa al otro lado de la línea antes de que la voz de Isabel Hughes sonara, con un dejo de sorpresa. "¿Tus padres?", repitió, como si la pregunta la hubiera tomado desprevenida.

"Mis padres biológicos, Maverick Harris y Lily Harris", aclaró Eleanor, sintiendo cómo crecía su preocupación.

"Entendido. Lo investigo de inmediato", respondió Isabel, aunque su tono denotaba incredulidad. Aun así, como su subordinada de mayor confianza y su confidente más cercana, reprimió su asombro y comenzó a buscar la información.

Unos instantes después, la voz de Isabel rompió de nuevo el silencio, esta vez cargada de urgencia. "Eleanor, la situación no se ve bien. Tu papá... tomó un cuchillo y fue a la casa de la familia Marsh...".

Antes de que Isabel pudiera terminar, Eleanor, presa del pánico, ya había colgado. Sin perder un segundo, corrió hacia la residencia de los Marsh con el corazón desbocado.