Capítulo 6 ¿Acaso eres una señorita de compañía

Sola y de pie en un rincón, Sara miró con desinterés alrededor del salón del banquete donde todos brindaban y charlaban. El desprecio y el sarcasmo brillaron en sus ojos.

Thompson se le acercó y se quedó a su lado, pareciendo comprender su estado de ánimo. "Ya que no te gusta que ves, puedes sosegarte emborrachándote. ¿Sabías que después de unos pocos tragos, esas personas molestas de alguna manera se vuelven agradables? Es asombroso".

Su caballerosidad y su carácter refinado eran las principales cualidades que las mujeres que estaban locas por él admiraban tan profundamente.

Sara tomó en cuenta su sugerencia y pensó que probablemente tenía razón, por lo que asintió con la cabeza y agarró una copa de vino. Con una sonrisa amistosa, dijo amablemente, "Salud".

Thompson entendía a las mujeres y sabía exactamente cómo hacerlas pasar un buen rato. Después de solo unos minutos de charlar con él, Sara estaba más animada, tanto que se había olvidado del fiasco de hace un rato.

"Un trago más". Sara ya estaba un poco mareada, pero todavía quería seguir bebiendo con él.

De improviso, alguien la agarró de la muñeca. Sara lanzó una mirada de reproche a la mano que la sujetaba. "¿Qué estás haciendo? ¡Suéltame! ¿No ves que estoy ocupada?". Levantó su copa y frunció el ceño.

Jacob no la dejó seguir hablando. Se volvió hacia Thompson y dijo, "Siento interrumpir, Thompson. Por favor, discúlpenos a Sara y a mí. Tan solo iremos a saludar a algunas personas".

Jacob estaba enojado, pero lo disimuló bien y le habló con una sonrisa amistosa en su rostro.

El exmarido se dio cuenta de que Sara se mostraba reacia a marcharse. Aunque por lo general no le gustaba generar problemas o conflictos, no podía evitar notar la incomodidad de Sara. Haciendo caso omiso de los modales y la etiqueta, extendió la mano y dijo, "¡Vamos! No se preocupen por esas personas. No son tan importantes, ¿verdad? ¡Olvídense de las formalidades!".

La respuesta de Thompson tomó a Jacob por sorpresa y lo dejó paralizado por un momento. Miró a Thompson con un dejo de sospecha en sus ojos, y él no evitó su mirada.

Aun así, Jacob igualmente se llevó a Sara, dejando a Thompson solo en el rincón. Thompson apretó firmemente el vaso mientras sus nudillos se tornaban blancos progresivamente.

"¿Qué quieres? ¡Suéltame!", dijo Sara agresivamente. Jacob la ignoró y la arrastró hacia un cuarto de huéspedes.

Finalmente la soltó y le dijo con tono burlón, "Te pedí que asistieras a la fiesta como mi esposa y que no me avergonzaras. ¿Acaso eres una señorita de compañía? Hace un rato se te vio envuelta en una situación incómoda con Jonathan, y ahora te estabas emborrachando con Thompson. ¿Me acompañaste hoy solo para vengarte de mí?"

"¿De qué tonterías estás hablando?" dijo Sara mientras se frotaba la muñeca levemente magullada, y luego continuó. "Ya te lo expliqué. Simplemente fue un malentendido, y en cuanto a Thompson, ya deberías saber qué clase de persona es, ya que son tan buenos amigos. Además, sabes que no me llevo bien con tus parientes hipócritas. Hemos estado juntos durante cuatro años, sin embargo, para ti solo soy una señorita de compañía. ¿Es eso lo que piensas de mí?".

Ella pensó que podrían entenderse incluso sin tener que contarse todas las cosas, mas no esperaba que él la juzgara de esa manera.

"¿Un malentendido, dices? ¿Qué clase de mujer eres que ni siquiera puedes esperar a que hagamos público nuestro divorcio antes de empezar a coquetear con otros hombres?". Antes de que Jacob pudiera terminar de hablar, Sara salió furiosa de la habitación.

Jacob quedó estupefacto, pues no se esperaba que Sara lo ignorara de esa forma. Trató de perseguirla, pero ella ya había abandonado el salón del banquete.

Jacob quedó desconcertado con todo lo que sucedió esa noche. Por alguna razón, sentía un vacío en su corazón, pero no sabía que era lo que necesitaba para llenar ese agujero.

La vida de Sara después del divorcio dejó de ser tan aburrida como lo había sido hasta ese entonces.

Estaba concentrada en sus propios asuntos y se sentía lista para hacerse cargo de la empresa de su padre, pero tenía que empezar como gerente de nivel medio.

Trabajó duro porque no quería pensar demasiado en todo lo que había sucedido. Solo quería dedicarse a trabajar y dar lo mejor de sí por su padre y el clan Yu.

Al mirar las montañas de papeleo sobre la mesa, Sara se dio cuenta de que aprender a manejar la empresa no iba a ser una tarea fácil. Había llevado una vida de ocio hasta ahora, pero de pronto tuvo que hacerse cargo de una empresa, y sintió que no tenía la más mínima idea de que debía hacer.

"Sara, aquí tienes el último informe financiero". La hábil asistente del padre de Sara le entregó los documentos con una sonrisa. Ella siempre había sido idónea para el cargo. A sus treinta años, seguía soltera, pero su desempeño laboral había sido mejor que el de muchos hombres de la compañía.

"Está bien, gracias". Sara le devolvió la sonrisa de mala gana y pensó, 'Estaré muerta de aburrimiento para cuando termine de leer estos archivos, pero no me beneficiará en nada si no los leo".

Sara se sintió un poco preocupada mientras revisaba los documentos, ya que había demasiadas conexiones entre la empresa de su padre y la de Jacob, y ella no podía cortarlas por lo pronto".

El objetivo principal de Sara por el cual volvió a la empresa de su padre era independizarla del apoyo financiero del clan Shi, pero el rumbo que las cosas estaban tomando sugerían que la posibilidad de que eso ocurriera era mínima.

Sara frunció el ceño mientras estudiaba el documento en sus manos. No solo era difícil cortar la relación entre las dos empresas, sino que también debería reunirse con Jacob para realizar las diversas transacciones de las empresas.

Ahora, Sara arrastraba los pies a regañadientes hacia el alto edificio que tenía en frente. Poco después de su regreso a la empresa, su padre le confió una importante tarea: tenía que cerrar un trato con el Grupo Shi.

Después de todo, había personas que aún creían que ellos eran una pareja.

Jacob era la última persona a la que quería ver, pero no tenía elección. No existía una manera para evitarlo.

Se sentía incómoda esperando en aquella familiar habitación, pero tenía que mantener la compostura y acostumbrarse al nuevo rumbo que las cosas habían tomado.

"¡Ah, Sara! ¡Eres tú!". Alice salió de la oficina del CEO con una sonrisa cautivadora en su rostro. En cuanto vio a Sara, se acercó a saludarla entusiásticamente.

A Sara no le gustó el tono de voz dulzón con el que la llamaba de forma tan confianzuda.

No le agradaba esa mujer hipócrita. De hecho, la odiaba, pero estaban rodeadas de otros empleados, por lo que no podía lanzarle una mirada maliciosa a Alice, o definitivamente se transformaría en el blanco de las burlas. Sería inevitable que la gente la apuñalara por la espalda.

Sara se negó a actuar como una perdedora. Quizás Alice tenía hoy la ventaja, pero ella eventualmente encontraría su oportunidad.

Sara irguió la espalda. Aquel atuendo blanco de negocios favorecía las curvas de su cuerpo y realzaba su bello y delicado rostro, y hacía que las personas no pudieran quitarle los ojos de encima.

Con una sonrisa creíble en su rostro, Sara dijo, "Alice, no esperaba verte aquí. Qué casualidad".

"Jacob insistió en que viniera a trabajar con él". dijo Alice con un falso tono de aflicción, y agregó, : "Dijo que se sentía tan aburrido trabajando aquí solo. Además, me iba a extrañar de no estar aquí junto a él". ¿Ves cómo no tenía más opción que venir aquí también? Pero ahora yo también me estoy aburriendo".

Después de decir eso, sus enormes ojos parpadearon y se encogió de hombros en un gesto inocente.

A pesar de la explicación de Alice, Sara todavía pensaba que solo estaba presumiendo.

A pesar de que todavía era la esposa de Jacob ante los ojos de las otras personas, sabía que Jacob había estado deseando a esa mujer todos estos años. Ahora que finalmente estaban juntos, no le sorprendía que atesoraran cada minuto que pasaban en la compañía del otro.

Aunque sabía todas estas cosas, Sara no podía sacudirse la tristeza que se acumulaba dentro de su corazón.

"Sara, ¿por qué te ves tan angustiada de repente? Estabas bien hace un rato", comentó Alice fingiendo preocupación. Sin embargo, sus ojos mostraban lo contrario; había en ellos una alegría que no podía ocultar.

Sara dio un paso atrás para crear cierta distancia entre las dos. "No es nada, Alice. Es solo que no nos conocemos mucho. Tal vez no sea apropiado que me hables tan íntimamente".

La mano extendida de Alice se detuvo en el aire. Sara no estaba de humor para fingir. Instantáneamente, la actitud de Alice cambió y miró a Sara con desdén. "De ser así, Sara, déjame decirte que ya nos estamos preparando para la boda, así que será mejor que te mantengas alejada de él. ¡Date por advertida!".

Sus palabras eran descaradamente amenazadoras y la expresión de su rostro reflejaba sus verdaderas intenciones. Sin embargo, profirió sus amenazas en voz baja, por lo que nadie escuchó lo que dijo excepto Sara.