Capítulo 8 Planeando su escape

Después de un profundo suspiro, Sara salió de su auto, haciendo hasta lo imposible por darse ánimos. "Thompson, ¿qué puedo hacer por ti?", le preguntó la chica.

"Sube a mi coche y cenemos algo", dijo Thompson mientras la miraba.

Sara volteó a verlo, notando que estaba vestido formalmente, con un traje verde oscuro y una corbata. Con su cabello meticulosamente peinado, se veía muy elegante, a diferencia de su habitual apariencia humilde.

"Lo siento, la verdad es que no tengo mucha hambre". Su invitación había sido genuina, pero Sara pensó que era mejor rechazarla, pues no estaba de buen humor después de discutir con su exmarido.

Ante esa respuesta, Thompson solamente se encogió de hombros y frunció el ceño. "Salí de una cita a ciegas por ti, sería muy cruel de tu parte rechazarme de esa forma".

Luego hizo una mueca, adoptando una lastimera expresión en el rostro.

Al ver eso, Sara no pudo evitar pensar: '¿Cómo puede un hombre adulto actuar así? Si tan solo fuera Jacob quien mostrara tal expresión, en lugar de su típica mirada penetrante. ¡Eso sí que sería interesante!'.

Pero inmediatamente negó con la cabeza, descartando esos pensamientos, ya no quería pensar más en Jacob, pues en realidad no quería tener nada que ver con él.

"Lo siento pero...", murmuró Sara, tratando de negarse.

Pero en ese momento, Thompson abrió la puerta, haciéndole un gesto de cortesía para que entrara. "Sé que estás ocupada, pero te prometo que puedo hacer que valga la pena, tengo un proyecto en mente que creo que se adaptaría muy bien a tu empresa. Y quiero saber si estarías interesada".

¿Interesada? ¡Por supuesto que lo estaba! Sara comprendía que si quería distanciarse de la familia Shi, su compañía debía ser fuerte y autosuficiente, así que no podía permitirse el lujo de descartar cualquier posible proyecto.

Entonces, dejando de lado su vacilación inicial, se dirigió hacia la puerta y entró al coche.

Thompson sonrió mientras se sentaba a su lado, se suponía que debía asistir a una fiesta ese día. Pensó que iba a encontrarse con algunos amigos, pero el evento había resultado ser una cita a ciegas preparada para él, casi todas las familias ricas de la ciudad habían enviado a sus hijas a hacer acto de presencia. Y sabiendo que la familia de Thompson era rica y poderosa, todas soñaban con casarse con alguno de sus integrantes.

Sin embargo, después de escuchar lo que le había sucedido a Sara por parte de su secretaria, Thompson salió corriendo de la fiesta para ir a su lado, dejando que su padre se ocupara del resto. Naturalmente, sabía que lo regañarían cuando llegara a casa más tarde.

No obstante en el restaurante, Thompson sonreía mientras tomaba asiento frente a Sara. "El dueño de este restaurante es un buen amigo mío, y su comida es insuperable, creo que te gustará estar aquí".

Sara afirmó con la cabeza, fingiendo estar entusiasmada, pues la verdad era que no le interesaba la comida ni cualquier otra cosa. Todo lo que quería saber era acerca el proyecto que el hombre había mencionado hacía un rato, pues si conseguía un trato así para su empresa, ya no tendría que depender del clan Shi, y eso le ahorraría muchos problemas.

Al aceptar aquello, se preparó para relacionarse con Thompson.

Mientras tanto, Jacob estaba completamente serio desde que Sara se había marchado, tenía el ceño fruncido, mientras repasaba los documentos que le había enviado su secretaria. Pero no decía una sola palabra, Alice era buena leyendo a la gente, y al ver la dura expresión en el rostro de Jacob, decidió que era mejor quedarse callada para no llamar demasiado su atención. Luego recordó los eventos que acababan de suceder, pues resultaba que ese mismo día, Jacob había señalado a Sara con el dedo, negándose a escuchar cualquier explicación suya. ¿Eso significaba realmente que la odiaba?

Alice jugueteó con el anillo en su dedo, y aunque Jacob le había dicho que la amaba, no pudo evitar notar que aún usaba el anillo de su matrimonio anterior. Pero lo que la inquietaba aún más, era el hecho de que no le había propuesto matrimonio todavía.

Y con esto en mente, Alice tomó una firme decisión, iba a hacer que Jacob odiara más a Sara, ¡y no descansaría hasta lograr que tirara él mismo su anillo de bodas!

Entonces sus perfectos labios rojos esbozaron una sonrisa, mientras planeaba cómo se encargaría de Sara.

De vuelta en el restaurante, Sara se sentó en silencio, ignorando completamente que Alice estaba tramando un plan en su contra.

"Come algo más, te he visto bastante delgada estos días", dijo Thompson y le acercó un par de platos, invitándola a probar más comida.

Sara comprendía que los platos que tenía delante eran deliciosos, pero en su boca no tenían un sabor agradable. Después de todo, había ido allí para hablar de negocios con Thompson, pero él no había tocado el tema, y ella no quería ser la primera en mencionarlo. "Estos platos son tan únicos, me gustan mucho".

Al escuchar aquellos cumplidos, los ojos de Thompson se iluminaron de emoción, eso le indicaba que la había llevado al lugar correcto. ¡Le había gustado la comida!

"No seas tímida, anda, toma un poco más", le dijo mientras comenzaba a servir comida en su plato.

Durante todo ese tiempo, Sara luchaba contra todas las ganas de preguntar sobre el proyecto, estaba ansiosa, pero sabía que si se desesperaba, estaría perdida. En cambio, lo miró con una sonrisa y replicó, "Por favor, come conmigo, no estoy acostumbrada a que me observen mientras estoy comiendo".

Luego bajó la cabeza tímidamente, por su parte, al escuchar sus palabras, Thompson entendió que había sido grosero. Él la había estado mirando mientras comía, en lugar de cenar con ella, entonces sonrió suavemente y dijo, "Sí, por supuesto...".

Pero antes de siquiera tocar su plato, tomó una servilleta y limpió la comisura de los labios de Sara. "No sabía que pudieras tener un lado lindo. Tienes algo de arroz en tus mejillas".

Sorprendida, la cara de Sara se sonrojó, ¿estaba este hombre coqueteando con ella?

En todo caso, la chica tosió, lanzándole una incómoda sonrisa.

Su insistente mirada mientras comía la hizo sentir tan incómoda, que ni siquiera se dio cuenta de que había comida en su rostro.

"¿Qué pasa? ¿Estás bien? Anda, toma un poco de sopa". Luego, algo pensativo, se sirvió sopa en el tazón y se la ofreció.

Sara y Jacob se habían casado justo después de su graduación, nunca habían asistido a eventos sociales como este, y él nunca la había dejado, incluso después de casarse.

Esa falta de experiencia la hacía sentirse demasiado incómoda de recibir la amabilidad de Thompson, pues no sabía cómo rechazarlo cortésmente.

Tampoco estaba acostumbrada a socializar con hombres después de estar casada durante cuatro años, por lo general, se mantendría alejada de ellos, especialmente cuando estaba con Jacob.

Era la primera vez que un hombre la trataba de esa forma.

"No, gracias...", respondió Sara cortésmente. Había ido tan lejos como para ayudarla incluso a limpiarse la cara, además, si ella tocara su plato de sopa, sería como si se hubieran dado un beso indirecto, ¿no? ¡Imposible! Cuanto más lo consideraba, a Sara le parecía más inapropiado. Así que simplemente quería huir, y al sentir la incomodidad de Sara, Thompson suspiró y dijo con seriedad: "No tienes que ser así de formal conmigo, solo trato de ser amable. ¿Cómo podría no serlo contigo? Él... Yo...".

Thompson quiso decirle que Jacob no había sabido cómo quererla, pero cuando estaba a punto de hablar, decidió que no era algo prudente.

Ella sintió que ya no quería escucharlo más, y justo cuando pensaba en cuál sería la mejor manera de lidiar con esa situación, su teléfono sonó al rescate.

Entonces dejó escapar un suspiro de alivio y sonrió, "Lo siento, debo atender esta llamada".

Luego se puso de pie y abandonó la mesa con elegancia, feliz de poder escapar, antes de que Thompson pudiera decir algo siquiera, la chica ya se había marchado.

Sara se sintió aliviada tan pronto como entró al baño, y así, sacó su teléfono para responder, "¡Hola, Sherry! Qué bueno que me llamas".

Sonaba casi como si acabara de sobrevivir a un desastre, y desde el otro extremo de la línea, Sherry respondió lánguidamente, "Salí temprano del trabajo, ¡Hay que salir a algún lado! Estoy tan aburrida, y todavía no quiero irme a casa".