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-Gracias por tráeme a casa. -Le sonríe cuando estaciona su auto al frente de su oscuro hogar.
-De nada, estoy a tus órdenes. -Le guiña el ojo siendo coqueto y ella se ruboriza.
-¿Qué harás mañana? -Saca conversación, pues porque aún no quería entrar a su hogar.
-Pues... Es sábado. -Se lo piensa y hace un gesto recordando-. Trevor estará de cumpleaños mañana, organizó una reunión y lo más probable es que vaya, ¿y tú? -Da media sonrisa.
-En la mañana nada, pero tengo que trabajar en la tarde. -Aprieta sus labios con lamentación.
Ella quería disfrutar su juventud saliendo con sus amigos, pero para Holly ser adulto le tocó desde que sus hermanos nacieron.
-De acuerdo, entonces estaré pendiente para llevarte y buscarte. -Se acerca a ella y le deja un beso cerca de los labios.
-No tienes por qué hacerlo, disfruta el cumpleaños de tu amigo. -Da una sonrisa penosa.
-Voy a fingir que no escuché eso. -Él sonríe y ella le pone los ojos en blanco un poco divertida, él siempre tenía que mandar-. Que tengas buenas noches señorita Ryan. -Se aleja y le sonríe, ella no está muy animada de su despedida, quería estar cada segundo de su vida con él.
-Buenas noches. -Le da media sonrisa desanimada.
Se voltear a ver su casa por la ventana, abre la puerta, se lo piensa un rato, no quería salir y no lo haría, se supone que ella haría lo que le hiciera feliz, cierra la puerta del auto, vuelve a mirar a Ascher quién estaba extrañado por su actitud. Holly se abalanza sobre él para luego unir sus labios en un cálido y apasionado beso, cada segundo de ese beso se volvía intenso, quienes estaban llenos de deseo y amor, sus cabezas se movían lentamente de un lado a otro para poder probar cada pedazo de su piel.
Ascher la sostiene por las mejillas, estaba muy claro que no quería que ese beso acabara, en cambio Holly, se limitó a jugar con su cabello con una mano mientras que la otra exploraba su cuerpo por encima de la ropa, solo faltaba bajar un poco más para tocar su miembro y, Ascher la detiene.
-Holly, ¿qué vas a hacer? -pregunta separándose del beso, estaba un poco confundido.
-No sé, pero creo que deberíamos terminar lo que comenzamos en tu oficina, ¿no crees? -Tiene una sonrisa traviesa y a Ascher le ha gustado eso, pero no está muy seguro de ello, como siempre quería hacer lo correcto.
-¿Segura? -Ella asiente rápidamente y muy animada-. De acuerdo. -Sonríe por el gran proceso.
-Ok, te esperaré en mi habitación. -Le planta un beso corto en los labios y sale del auto al fin.
Tal vez Tim ya no estaba en su vida como para ocultar lo que tiene con Ascher, pero no eran oficial, además, es de noche y no se vería muy bien que Holly llevará un chico a la habitación al frente de sus abuelos, por eso Ascher entraría por la ventana.
Después de que Holly respondiera las preguntas llenas de importancia hacía ella de sus abuelos como «¿cómo te fue hoy?» «¿qué tal la escuela?» y entre muchas más, se despide de cada familiar con un beso en la mejilla, había llegado muy feliz y tenía prisa para ir a su habitación, estaba lista para retomar y por fin complacerse, ya no sería obligada, haría lo que quisiera, cuando quiera.
Una vez en la habitación, Ascher la esperaba fuera de la ventana, se le ha olvidado que coloco seguro en ella, cierra su puerta con llave y luego le abre a Ascher ayudándole a entrar, Holly toma las manos de Ascher y una la coloca en su nalga.
-Quiero y deseo que me... -Hace una pausa y coloca la otra mano en su nalga disponible-. Toques. -Él tiene una sonrisa perversa y la carga para que luego ella enrollé sus piernas alrededor de su cintura.
-No te preocupes princesa, tengo planeado complacerte toda mi vida. -Ella lo ve muy embobada.
Toma su rostro entre sus manos y lo besa, cierran sus ojos y sus labios se conectan llenos de pasión y amor, en ese beso no podía faltar las leves absorciones y leves mordiscos, los cuales provocaban más deseo en ellos volviéndose algo un poco ansioso.
Ascher camina con Holly cargada hacía la cama y la recuesta en ella apoyando sus codos para no aplastarla, él la besaba con suavidad, ella jadeó, perpleja, pero nunca abrió los ojos y se dejó llevar, sintió que algo estallaba en su pecho y que un extraño hormigueo recorría todo su cuerpo.
Los labios de Ascher acariciaron los suyos, con ternura, y cuando se separó de ella por falta de aire, unieron sus narices para poder respirar y sentir sus alimentos calientes, él deja un corto beso en sus labios despacio y luego toma el labio inferior con sus dientes, y lo muerde un poco, sube a su labio superior y se lo mete a la boca para jugar con él, mientras que con su pulgar detiene el inferior para que sus labios queden inmóvil ante su acción, ella se queja, pero disfruta como la hace suya con su lengua mimando su labio.
Después de un rato disfrutando de sus labios inmóviles, la suelta y ella vuelve a su ritmo, al principio lo muerde levemente para castigarlo, pero luego lo soba con su lengua para calmar el ardor, a medida que disfrutaban de ese beso tan delicioso, las otras partes de su cuerpo comenzaban a inquietarse.
Cada hecho hacía que poco a poco a Ascher se le despertara su amiguito y para ayudarlo, él comenzó a mover sus caderas encima de Holly hacía adelante y atrás, frotando despacio su sexo entre la ropa, eso volvía a Holly más ansiosa, deseaba quitarle la ropa en segundos, por lo que hará en este momento.
Ella baja sus manos deslizándose por su cuello y toca su pecho, comenzando a desabotonar su camisa gradualmente, cuando termina, sus manos inician a tantear desde su pecho hasta su abdomen, deseando cada pedazo de esa escultura.
Por otro lado, Ascher no se quedaría atrás, lo justo sería que ella tampoco tuviera camisa, baja una de sus manos y la mete debajo de su camisa, toma uno de sus senos pequeños y da masajes circulares en ellos, aprieta un poco y Holly chilla por lo doloroso que ha sido, pero que a su vez fue excitante, y aunque su seno era pequeño, se ajustaba a la mano de Ascher perfectamente.
Él finaliza el beso por aquel quejido, deja sus labios en su mejilla y los arrastra hacía bajo para quedarse en su cuello, y tentarla un poco, ella como puede, echa su cabeza hacia atrás y darle más acceso.
-¿Puedo darte sexo oral? -pregunta dejando leves mordiscos en su cuello.
-Mmm. -Lo piensa un poco avergonzada por lo que quería decir-. Tal vez otro día, estamos llegando de la calle, estamos sudados y seguramente cochinos. -Ríe nerviosa, no quería que por decir eso matara la pasión.
-De acuerdo, pero te aviso que tú no me das asco ni un poco. -Deja su cuello y la ve.
-La higiene primero -le asegura con un dedo.
Ascher alza sus hombros como si no tuviera remedio y lo acepta, nunca he estado en la mente de un hombre, pero normalmente a ellos no les importa nada con tal de comerse la comida o tal vez me equivoco.
Ascher desenreda las piernas de Holly con delicadeza y se levanta para desvestirse, Holly lo ve y hace lo mismo, dejando caer cada prenda al suelo, una vez que los dos están desnudos, él abre las piernas de Holly colocándose encima de ella, vuelve a atrapar sus labios y comienza a mover sus caderas, quería frotar su clítoris con su falo.
Ella estaba mojada y Ascher podía sentirlo, quería beberse ese líquido tan delicioso, pero respetaría que tal vez a ella le pareciera asqueroso después de un día tan largo como hoy, y aunque no podía darle sexo oral, la tocaría.
Mientras devora sus labios, una mano traviesa toca su seno y juguetea con ella un poco, luego desplaza su mano, pasa su vientre, deja de mover sus caderas y acaricia sus labios vaginales con dos dedos, ella se asombra, pero no lo detiene, con el dedo medio comienza a jugar en la entrada de su vagina, dando leves golpecitos y con el pulgar hace fricción circularmente en su clítoris, los movimientos varían, de lado a lado, arriba abajo, y la velocidad era lenta al principio, pero poco a poco fue aumentando, a medida que se intensifica el movimiento, la respiración de Holly aceleraba, quería más y que mejor señal con un;
-Mmm. -dice entre sus besos, muy deseosa.
Ascher no detiene lo que hace con su mano, pero si deja sus labios y se hunde en su cuello, quería seguir escuchando, lame su cuello y su mente aún no entendía a qué se refería con lo del aseo personal, él creía que estaba deliciosa, podría ser que no estuviera lista, sin embargo, no era momento de pensar en eso.
Ascher suspende lo que hace, toma su falo y lo acaricia con su clítoris por un rato, luego lo baja hasta la entrada dibujando un círculo alrededor de ella, por el hecho de que está corriendo su líquido para tenerla bien lubricada.
-¿Tienes condón? -interrumpe su proceso, él alza la mirada y niega divertido.
-No vine preparado, nunca pienso que voy a estar cogiendo, pero como saldré contigo, lo tendré en cuenta, aunque me puedo correr afuera. -Deja un beso corto en sus labios cómo para asegurarle que así sería.
-O puedes depositarlo en mi boca -dice como una opción y él queda asombrado por sus palabras, pero también está a gusto con su permiso.
-Si así lo deseas, ganas me sobran para hacerlo. -Vuelve a tomar sus labios e introduce su miembro con calma y delicadeza, quería tratarla como una reina, a menos que ella quisiera salvaje como los leones.
Sus cuerpos comenzaban a impactar entre ellos, haciendo un ruido exclusivamente rico para ellos, Ascher movía sus caderas de adelante y atrás gradualmente, mientras que su chica deja de besarlo, abre su boca ligeramente y deja escapar algunos gemidos, Ascher le deja un beso fugaz y luego coloca su rostro al lado de su cabeza, así se podían escuchar al oído sus gemidos provocados por su amor.
Ya es de día y los tortolitos estaban desnudos y despiertos en la cama, aunque debían pararse, no querían por la postura tan cómoda en la que estaban, Ascher estaba acostado boca arriba y medio cuerpo de Holly arriba de él, ella acariciaba su pecho y él su cabello, había una sábana que cubría hasta la mitad de su cuerpo, el ambiente estaba silencioso, pero agradable.
-Si por mí fuera nos quedaríamos así para toda la vida. -Rompe el silencio y sonríe.
-Créeme que es lo que más deseo también, pero tú debes trabajar y yo debo ir al cumpleaños de mi amigo. -Ella se acomoda y se afinca con su codo en la cama poder verlo, Holly arruga su rostro.
-Como quisiera que pasar este día contigo. -Da media sonrisa y se estaba lamentando, él lleva un rizo rebelde detrás de su oreja, toma su mejilla y la acaricia con su pulgar.
-Tomate el día libre y vayamos juntos al cumpleaños de Trevor -le propone muy en serio y ella queda avergonzada.
-Ascher no, no tienes por qué darme el día libre, si tengo que trabajar, lo hago y ya. -Se siente un poco mal, pues tal vez metió la pata, esto podría ser un problema al ser la chica de tu jefe.
-No me importa Holly, soy el jefe de tus jefes, eres una estudiante y mi chica, deberías tener días libres. -Junta sus cejas pensando que era injusto.
-Es mi primera semana Ascher, me podrían despedir. -Trata de hacerlo entender.
-Primero los despido yo. -Sonríe victorioso para que no siga teniendo excusas y ella ladea un poco su cabeza.
-Es un poco excitante y a la vez molesto que desees tener el control en todo. -Se ríe un poco de ello.
-¡Genial! -Se muerde el labio un poco provocador por lo tentativo que sonó eso, quería volverla a follar, ella nota a lo que quiere llegar y se pone firme porque no era el momento, él se ríe y retoma el tema-. Si tengo la oportunidad de hacer las cosas que quiero, no la desaprovecharía, soy tu jefe y puedo darte el día libre si quiero, deseo que vayas conmigo al cumpleaños de Trevor. -Ella suspira rendida y ve su pecho, lo acaricia con su dedo.
-Para eso me contratas cómo acompañante. -Le pone los ojos en blanco algo odiosa, él se lo piensa y Holly le da un leve golpe en el brazo por su acción, ¿en serio lo consideraría?-. No quiero arruinarle el día a Trevor, sé que no le agrado. -Da media sonrisa.
-Tal vez, pero tú me haces feliz y por eso él te respetaría. -Besa su frente.
-No lo sé, igual no tengo que ponerme -dice dudosa concentrada en su piel, recorre su dedo por su pecho y lo baja, roza su mano por el falo encima de la tela.
-Holly, ¿qué harás? -Tenía toda su atención y estaba sonriente.
-Solo ando curiosa. -Se muerde el labio para evitar una sonrisa juguetona, él se ríe por esa respuesta.
-Pues tu curiosidad podría ocasionar algo que no estarías dispuesta a lidiar con eso. -Ella lo ve ofendida.
-¿Me estás retando? -Arquea una ceja y él la ve divertido.
-Tengo entendido que te es asqueroso el sexo oral si no estamos aseados -le recuerda, ella lo ve mal porque usaba sus palabras en su contra, pero tenía razón, Holly vuelve a deslizar su dedo por su pecho y podría ser hasta provocador la manera en la que lo hace.
-Podríamos bañarnos juntos y una vez limpios darnos sexo oral -propone con una voz perversa.
-O nos bañamos y salimos a comprar tu atuendo para la fiesta de Trevor. -Toma su mejilla y le deja un beso corto.
-No seas aburrido. -Se queja un poco.
-Amor, tendremos tiempo de hacer lo que queramos. -Su expresión era cómica.
Nunca había visto ese lado de Holly tan apetitoso, ella lo ve como niña malcriada y no le hace caso, desplaza hacía bajo su mano dentro de la sábana y toca su falo, sus miradas estaban desafiantes, aunque para Ascher era más de diversión.
-Holly, nena, vamos a salir -trata de convencerla, la mano de Holly sube y baja en ese tronco dormido, pero quién se estaba despertando poco a poco.
-Solo quiero masturbarte -pide y él cierra sus ojos al escuchar eso, le ha parecido delicioso esa propuesta.
-Mierda. -Vuelve a quejarse.
Estaba frustrado consigo mismo por no evitar que su amiguito se levantará, bueno, tampoco era su culpa que le atraiga tanto Holly.
-¡Holly, cariño! -Tocan y gritan desde el otro lado de la puerta, se alarmaron un poco, pero recuerdan que la puerta tenía seguro y estaban confiados de que no entrarían.
-¿Si abuela? -Alza la voz un poco para ser escuchada, sin dejar de mirar a Ascher y hacer lo que le hace a su falo.
-Todos saldremos al supermercado y tal vez a pasear un rato en familia al centro comercial, ¿deseas ir? -Ascher abre sus ojos y la ve.
-Deberías ir -susurra y ella le niega con la cabeza.
-Lo siento abuela, no podré ir, acabo de comenzar un trabajo y deseo terminarlo. -Aumenta la velocidad en su mano y él vuelve a cerrar sus ojos, muerde sus labios para omitir algún sonido.
-Oh, entiendo pequeña, los estudios primero, luego vas al trabajo, ¿no? -pregunta.
-No abu, creo que tengo el día libre, la pasaré con mis amigos. -Acerca su rostro al de Ascher y besa sus labios.